miércoles, 16 de marzo de 2016

IMPERIOS

EL IMPERIO HITITA

Hititas

 Editar 0 3
Los hititas,tambien llamados hetitas o heteos,fueron una poblacion de origen indoeuropeo que se instalo en la region central de la peninsula de anatolia entre los siglos XVII y XII adC,teniendo la ciudad de hattusas como capital.Usaban una lengua propia indoeuropea.usandojeroglificos propios y en otras ocasiones escritura cuneiforme prestada de Asiria.Aglutino a numerosas ciudades-estado de culturas muy distintas entre ellas llegando a crear un influllente imperio gracias a su superioridad militar y a su gran habilidad diplomatica,constituyendose asi como la “tercera” potencia en oriente medio(junto con Babilonia y Egipto).perfeccionaron el carro de combate ligero utilizandolo con gran éxito, y se les atribuye una de las primeras utilizaciones del hierro en Oriente Medio como objeto de lujo.


HISTORIA DE LOS HITITAS
Los Hititas estuvieron asentados en la peninsula de anatolia alrededor del siglo XVIII fundaron un reino con capital en hattusa y llego a convertirse en una de las grandes potencias de oriente medio. los hititas desaparecieron misteriosamente de la historia en la embestida de los pueblos del mar sobre en año 1200 aC. Las historia hitita se divide en tres partes el reino antiguo, el reino medio,y el reino nuevo.

EL REINO ANTIGUO.(1680-1430 aC)

Este reino corresponde con las fases iniciales del reino hattusa ,del que si no fuese por el rey telebino que escribio 150 años despues el inicio de este periodo en el que se mencionan a tres monarcas: Labarna I,Hattusil I y Mursil I.
En este documento se dice que el verdadero fundador del imperio hitita fue labarna que agrupo a las ciudades y los pueblos pequeños bajo una autoridad central y ensancho las fronteras hacia el oeste y hacia los mares negro y mediterraneo. Sabemos poco sobre los primeros reyes de los hititas si uno de ellos, Telebino, no hubiese escrito 150 años despues del inicio de este periodo, un edicto encaminado a justificar la necesidad de sus reformas. Destacan 3 monarcas de origen Hitita: Labarna I, Hattusil I y Mursil I.

El verdadero fundador del imperio Hitita fue Labarna, que agrupó a las diferentes ciudades-estado y los pequeños reinos bajo una autoridad central y ensanchó las fronteras del recién creado reino hacia el oeste y hacia los mares Negro y Mediterráneo. El nombre de Labarna se usó con posterioridad como sinónimo de “rey” lo que lleva a algunos historiadores a dudar de su existencia.

Su hijo, Hattusil I pudo apoyarse en la base politica de Labarna, para ello lanzo campañas militares, Sobre todo en el reino de Alepo y Hurritas. Por otra parte, estableció en Hattusas la capital de los Hititas capital hasta el final del imperio, ya que en un testamento repudió a su hijo, y nombre sucesor a Mursil. A quien también nombra hijo adoptivo.

Mursil I estrechó los lazos que unían a las ciudades-estado e incorporó éstos al reino Hitita, de tal modo que puede ser considerado como el principal artificie de lo que sería el imperio Arcaico o Reino Antiguo, ademas de que expandio fronteras, para ella conquisto Alepo, ademas de tambien derrotar a los Hurritas. Estas victorias convirtieron al reino hitita en una de las potencias de Oriente Próximo, hasta el punto de que, una vez conquistada Alepo (1595 a.C.), Mursil encabezó una expedicion contra la ciudad de Babilonia que tomó y saqueó. Una empresa más sorprendente que efectiva,. Lo que provocó la caida de los amorreos.

Despues hubo contratiempos Obtuvieron respuesta con la llegada al poder de Telebino (1525-1500 AC), Que destaca, entre otras cosas, por la documentación del sistema hereditario. Según el Edicto de Telebino, La sucesión quedaba asegurada por el ascenso automático al trono del heredero varón escogido por el rey; la garantía del cumplimiento la tenía el pankus, o consejo de Nobles.

El periodo oscuro (Reino Medio)

Durante los años que siguen al reinado de Telebino, se produce una disminución del poderío Hitita. El gobierno estuvo en manos de reyes que no pudieron evitar el ascensoy consolidadcón del poder de Mitanni. Que llegó a constituir una serie amenaza para el imperio hitita, arrebatándole diversos territorios en Siria.
Se constata una escasez de documentación que impide conocer casi nada acerca de los reyes de la época, aunque parece posible constatar que hubo una continua lucha por el trono y numerosos desórdenes dinásticos.

El Reino Nuevo
Durante esta época, empezó a desarrollarse en Irán y Asia Central la equitacion, que, unida al carro ligero de combate, revolucionó el campo de batalla, al proporcionar una nueva movilidad a todos los ejércitos. El carro de combate se convirtió en el arma principal de los hititas durante el imperio Nuevo, como ocurrió en el resto de reinos de Oriente Próximo.
Los carros hititas, de 2 ruedas de 6 radios, estaban tirados por 2 caballos, y eran manejados por lo que hoy conocemos como auriga. Sus ocupantes descargaban flechas antes de la carga, durante la cual usaban lanzas. En las ruinas de Hattusas se han encotrado unas tablillas que con tienen el manual de Hipilogía más antiguo de entre todos los conservados. El texto está firmado por un tal Kikkuli.

Las conquistas de Shubiluliuma I

Tras el asesinato de Mutawatallis I, su sucesor, Tudhalia (entre el 1430 y 1400 A.C.) asienta las bases del nuevo imperio.Tras sofocar una serie de rebeliones y frenar la amenaza Kaska, comenzó a recuperar terreno frente a Mitanni.
Hubo una expansion que permitio, (1334-1322 A.C.) Una campaña militar decisiva contra Mitanni, en la que se saqueó su capital. Después de algunos años de guerra, los hititas fueron capaces de apoderarse de gran parte de Mitanni y convertir el resto en un estado vasallo. Esto permitio a Shubiluliuma Convertirse en la mayor potencia de la época, llegando a intentar una alianza matrimonial con Egipto, que fracaso al ser asesinado su hijo.

Desaparición del imperio hitita

Tudhalia IV fue capaz de recuperarse de la derrota frente a los asirios, reforzando el reino en Asia Menor y en Chipre, alcanzando problamente la máxima expansion Hitita. Hubo una sucesion de tronos que empezo con Amuanda III que tuvo una rapida muerte y luego le sucedió , Shubiluliuma II, que fue el ultimo rey antes de la desaparicion del imperio Hitita.Amuanda III y Shubiluliuma II tuvieron un comienzo de reinado no muy distinto al resto de reyes Hititas, con revueltas en Arzawa.
Estas revueltas fueron sofocadas,pero la aparicion por sorpresa de los pueblos del mal, causo grandes desordenes en todo el Mediteraneo Oriental. estos desordenes unidos a las invasiones Kaskas, no pudieron ser combatidos eficazmente, lo que propicio la desaparicion del pueblo Hitita. Algunas ramas colaterales de la familia real siguieron conservando reinos de cultura Hitita, destancado el de Carkemish en Siria, que no fue conquistado por los asirios hasta el S. VIII A.C.

Los hititas , tambien llamados hetitas o heteos , fueron una poblacion de origen Indoeuropeo ,
que se instaló en el centro de Anatolia , teniendo hatusas como capital.Aglutinó a muchas
ciudades creando un gran imperio. Perfeccionaron el carro de combate ligero que tuvo un gran
éxito y se les atribuye las primeras utilizaciones del hierro.
Cuando estos cayeron , los hititas fueron olvidados hasta el siglo XIX. Gracias a numerosas
excavaciones , se ha descubierto un ``archivo nacional´´ de hatusas y referencias de origen asirio
y egipcio , se ha podido reconstruir la historia y descifrar la escritura.

EL NONBRE DE HATTI

No se sabe el nombre a ciencia cierta , pero se llama hatti, que proviene de asirias, y los egipcios
le llamaban heta. El término proviene de las referencias bíblicas. Lutero lo tradució al alemán como
hethier´´ , los ingleses como hittites , los franceses como hethéens´´ y luego hittietes´´.
Los españoles lo conocemos como ``hititas´´.

EL DESCUBRIMIRNTO DE LOS HITITAS

En el año 1834 Charles Félix descubre las ruinas de una antigua ciudad cerca de la ciudad de Bozköy.
En 1822 Johan Luolwig habla de el encuentro de una lápida con geroglíficos desconocidos.Pero en
1863 , Augustus Johnson y el director Jessup seguiran las huellas de Luolwig en Hmmant hasta encontrarla.
En 1880 Sayce afirma que todos estos pertenecen a los hititas. Hacia el año 1887 se descubre una
numerosa documentación egipcia de la época de Hamenhotep IV. En 1888 Karl Homann y Félix von Luschand ,
descubren una fortaleza hitita con numerosos bajorrelieves y toneladas de esculturas y vasijas de barro cocido.
El mayor descubrimiento lo hace en 1905-1909 Hugo Winckler , donde encuentra mas de 100.000 tabliyas
de un archivo nacional. El ultimo descubrimiento fue el de tabliyas escritas en lengua bilingue , que han ayudado
a descifrar la escritura hitita y fijación de fechas.

HISTORIA

El reino hitita abarcó desde el siglo XII hasta el siglo XVIII a.c , pasando por etapas de poder y decadencia,
Los reyes hititas creian ser descendientes de Anitta.
Durante el siglo XVII a.c , el reino vive su primera gran expansión , con Hattusil I , llegando a saquear a
babilonia. Sin embargo , con Musil I , no hubo reyes buenos en este aspecto hasta que llegó Telebino que
intentó restaurar la gloria de este imperio.
Tudhalia I sentó las bases del imperio , su nieto Tudhalia II logró consolidar el poder hitita en Asia menor.
Estas conquistas enfrentaron a los hititas con los egipcios , cuando reinaba Ramses II , donde los htitta se
hicieron con la victoria. Los siguientes reyes hititas intentaron oponerse a los asirios , hasta que Tudhalia IV
fue derrotado en Nihriya , pero le compenso llevando el imperio a su máxima estensión.
Shubiluliuma se vió sorprendido por los ataques de los pueblos del mar junto con las invasiones de los
bárbaros , hicieron desaparecer el imperio hitita de la historia.

Junto a los grandes imperios del Cercano Oriente, ha existido siempre un verdadero mosaico de pueblos menores, de historia difícil de precisar. Aunque la mayoría de ellos han estado siempre sometidos a las grandes potencias, no dejan, con todo, de tener su importancia, ya que puede decirse que ellos han sido los débiles hilos con que se fue tejiendo la historia de los grandes países. Por otra parte, han contribuido grandemente a la formación del común patrimonio humano, pues han servido de verdadero puente entre las viejas civilizaciones orientales y la naciente cultura griega.
De entre todos estos pueblos, vamos a referirnos, someramente, a los tres que más han sobresalido por su importancia.
I) Los Hititas: Fueron ellos probablemente las primeras oleadas de los pueblos arios que a partir del año — 2000 comenzaron a desplazarse hacia la Media luna desde el Cáucaso y el Turkestán.
Sus belicosas tribus atravesaron, como un torbellino, la Mesopotamia y se establecieron finalmente en el Asia Menor. Allí se convirtieron en sedentarios, y a orillas del río Halys fundaron su capital Khati o Hatusas y de la cual derivan los nombres con que hoy se los conoce: katitas o hititas.
En pocos siglos estos pueblos lograron alcanzar un gran poderío. Hacia el año –1600, su rey Mursil Iconquistó Siria y parte de la Mesopotamia, realizando, incluso la hazaña de apoderarse de la ciudad de Babilonia, a la que saquearon duramente. Luego sobrevienen varios siglos de oscuridad.
Hacia -1300 los hititas conocieron un nuevo período de esplendor: sus fronteras se extendieron hacia el sur alcanzando los limites del poderoso Egipto. Sus más grandes reyes, Shubiluliuma, y sobre todo Katusil III someten a su dominio a Fenicia y Canaán, llevando a su apogeo el poderío hitita.
Entonces sobreviene el final. Empeñados en guerra contra Egipto, se entabla la gran batalla de Kadesh, cuyo resultado indeciso hace que Katusil firme un tratado de paz desventajoso con Ramsés II. Así detenidos, los hititas ceden nuevamente en importancia; y poco después, de su brillante imperio sólo queda el recuerdo. La hegemonía del Asia Menor pasa a otro pequeño pueblo.
Su Cultura: Los hititas fueron sin duda alguna los más poderosos y civilizados de todos los pueblos del Asia Menor. Las modernas excavaciones efectuadas en su antigua capital descubren los restos de su cultura brillantísima y revelan que existieron estrechísimas relaciones entre los hititas y un pueblo del Mar Egeo, los cretenses, maestros de los futuros griegos…
Se han encontrado, al mismo tiempo, más de 10.000 tablillas de arcilla, referentes a relaciones diplomáticas, asuntos comerciales, y demás, constituyendo un valioso archivo de documentos sobre la vida de los hititas.
Su escritura era de tipo cuneiforme, como la de los sumerios de la Mesopotamia, y su lengua —una variante del idioma ario o indoeuropeo— poseía muchas raíces similares a las de nuestro actual alemán o inglés.
La gran influencia ejercida en toda la antigüedad por este pueblo tiene un origen religioso. En efecto, su máxima divinidad era la “Gran Madre”, la Luna, encamación de todas las fuerzas germinativas y reproductoras de la tierra y su culto daba lugar a prácticas violentas y licenciosas. Estas creencias sirvieron de base a numerosos ritos supersticiosos que se extendieron por todo el Oriente. Incluso, fueron asimilados por los etruscos, pueblo costero del Asia Menor, que posteriormente emigrarán a Italia y serán los antecesores directos de los romanos.
Bajorelieves Hititas
Los bajorrelieves hallados en Karkemish, sobre el Eufrates, en Siria del Norte, han sido uno de los jalones que permitieron a los sabios “redescubrir” la existencia de un pueblo, desaparecido prácticamente de la historia. Vemos un rey hitita y su familia (niños reales: bajorrelieve del “Séquito del rey Araras”—Karkemish—. Hacia el 770 a. C).
Diosa hitita amamantando
Diosa amamantado a un joven, Karatepe. Siglo VIII a. de J. C. Los dioses hititas eran numerosos y variados. El culto oficial se rendía, sobre todo, a la diosa solar de Arina y a su esposo, el dios de la Tormenta. Divinidades indoeuropeas se mezclan a los dioses locales, hurritas y babilónicos. Los textos rituales están
escritos en todas las lenguas del Oriente antiguo.
EL LEGADO DE LOS HITITAS
Sociedad esencialmente militar, el Imperio de los hititas desaparece en medio de una tormenta de guerras e invasiones. Se observaban reglas jurídicas estrictas que limitaban el poder de los reyes, suavizando las relaciones entre individuos—cosa insólita en Oriente—; incluso en los tratados con sus vecinos se establecían normas que eran un esbozo de derecho internacional. Pero no idealicemos: la casta guerrera reinaba sobre una masa de campesinos, clasificados según los grados de servidumbre. Los hititas extendieron el uso del hierro y descubrieron la fabricación del acero.
Sus ejércitos eran temibles y numerosos. En Kadesh, Mutallu alineó a 20.000 hombres y 500 carros de combate. Sus movimientos y su habilidad en los asedios habían sido poco frecuentes hasta entonces. Grandes constructores (la muralla de Hattusas tenía más de cinco kilómetros de longitud) fueron los primeros en introducir ventanas en sus edificios. Tolerantes, acogieron todas las divinidades, añadiendo a los dioses indoeuropeos, los dioses hurritas y babilónicos. Su cultura era cosmopolita, y los archivos de Hattusas contenían textos en todas las lenguas de Anatolia, en sumerio, en akkadio, transcritas en caracteres cuneiformes.
En los anales reales se intentaba reconstituir la historia pasada, y, por tanto, los de los hititas ocupan, gracias a esto, un lugar importante entre los archivos del mundo antiguo. Sin embargo, resulta un poco difícil hablar de cultura hitita. Esto se debe, sin duda, a que el “Imperio” estaba constituido por un conglomerado de pueblos muy diversos, que no se sometían a su administración directa.
Gran número de tratados reglamentaban las relaciones de vasallaje, que comprendía el pago de tributos y el envío de contingentes militares. A cambio, el soberano hitita garantizaba a sus vasallos el mantenimiento de sus Estados, que conservaban sus lenguas, sus costumbres y su originalidad. Esta ausencia de cultura uniforme limita, asimismo, las influencias posibles de este pueblo, que dominó la parte septentrional del Oriente durante siglos, en el transcurso del segundo milenio.
Algunos especialistas piensan que los antiguos griegos, a través de los aqueos, mantenían con ellos ciertos contactos, tomando de este pueblo algunos nombres de dioses, la forma de los cascos de guerra y algunos instrumentos de música. Aportaciones muy modestas, si las comparamos con la herencia egipcia o babilónica.
II) Frigia: Fueron los sucesores de los hititas en el dominio del Asia Menor. Hacia el año900, su capital Ancira, edificada en el lugar actualmente ocupado por Angora (Ankara), capital de Turquía, se convirtió en el centro político más importante del Asia Menor.
Los orígenes del poderío de Frigia están enlazados a extrañas leyendas: Gordio, un simple campesino, se convirtió en su primer rey, por haber sido el primer hombre llegado al templo, cierto día, de acuerdo a lo determinado por su dios. El carro del nuevo monarca quedó consagrado a la divinidad, y un oráculo predijo que quien lograra desatar su complicado nudo sería dueño del mundo. Alejandro Magno lo cortó de un golpe con su espada.
El rey siguiente Midas, fue un monarca muy codicioso, llegando a pedir a los dioses fue todo cuanto el tocara se convirtiera en oro. Para castigarlo, los dioses le concedieron la gracia: todo cuanto tocaban sus manos se convertía en oro, incluso la 2omida. A punto de morir de hambre, sólo pudo librarse de su poder bañándose en el río Pactolo, que desde entonces arrastra arenas auríferas.
Leyendas aparte, la gran importancia de este reino consistió en que su religión influyó notablemente en las costumbres de todos los países orientales y además, sobre toma y Grecia.
En Frigia, la “Gran Madre” —divinidad recibida de los hititas— se denominaba Abeles a causa de la montaña donde se hallaba su célebre santuario, y era igualmente a encarnación de todas las fuerzas fecundantes de la naturaleza. Los ritos sanguinarios escandalosos en honor de esta diosa y de su esposo Atis, fueron muy populares en todo el Mediterráneo, y se puede afirmar que en ciertas épocas, en Roma, la diosa Cibeles llegó a tener más adeptos que los mismos dioses romanos.
III) Lidia: Hacia el año — 600 surgió este pequeño reino que pronto lograría el dominio de toda el Asia Menor. Su primer rey Giges, tras vencer y someter a los frigios, estableció su capital en Sardes, convirtiéndola en uno de los mayores centros culturales del Oriente. Su sucesor Aliates, durante 40 años engrandeció el pequeño reino llevándolo al apogeo y dejando a su hijo Creso la fama de gobernar el estado más rico del mundo.
Muy buen administrador de su colosal fortuna, Creso fue uno de los primeros monarcas que acuñó monedas con la garantía del gobierno. Así extendió muchísimo el comercio por todo el Oriente, facilitando el nacimiento de las civilizaciones mercantiles del Mediterráneo.
La caída de Creso significó el sometimiento de su patria: Atacado por Ciro, rey del Irán, la ciudad de Sardes cayó en — 545 en manos del enemigo. Creso se trepó sobre una pira para perecer con toda su familia, pero Ciro ordenó apagar las llamas, le perdonó sus agravios y le nombró su tesorero, aunque anexó todo el país a su imperio.
La cultura de Lidia nos es bien conocida: son muy numerosos los vasos, joyas, y demás objetos artísticos que nos quedan, y todos manifiestan claramente que ya se había producido la declinación de la influencia egipcia y mesopotámica, para dar paso al temprano influjo de los primeros pueblos griegos. Las viejas civilizaciones orientales estaban en decadencia, y se asistía al nacimiento de una nueva era.
Así, los reinos del Asia Menor fueron como las avanzadas de la cultura helena, que ya se insinuaba en el horizonte. Entonces, se hizo realidad la amalgama del nuevo espíritu griego con las viejas civilizaciones orientales.
DOCUMENTOS: LEYENDAS
El anillo de Giges: Giges, rey de Lidia, fue un humilde pastor que alcanzó el poder real y poseía un anillo que lo tornaba invisible.
Las orejas de Midas: En una competencia musical entre los dioses Apolo y Pan, Midas, a quien nadie había pedido opinión, declaró que el canto de Pan era superior al del dios del sol. Irritado Apolo por su intromisión, considerando que sólo un asno podía opinar así, le condenó a llevar orejas de burro eternamente.
Al principio, Midas, de vuelta en su reino, pudo ocultarlas con un amplio gorro, pero cuando tuvo que cortarse el cabello, pese que eligió para ello a su esclavo de mayor confianza, tuvo que pedirle el más riguroso secreto y no pudo vivir tranquilo, temiendo que el siervo lo traicionara. El esclavo, desesperado por no poder confiar a nadie la vergüenza de su orgulloso rey, hizo un pozo y, metiendo la cabeza adentro, le conté a la tierra el secreto de Midas, quedando aliviado. Pero en el lugar crecieron unas cañas y cuando el viento las agitaba, susurraban bien claramente: “¡El rey Midas tiene orejas de burro!”…
El nudo gordiano: Este nudo, imposible de deshacer, ataba al yugo, la lanza del carro de Gordio, antiguo rey de Frigia. El oráculo pronosticó el Imperio de Asia a quien lograra desatarlo. Como ‘no se veían los cabos, nadie conseguía separarlo. Alejandro, rey de Macedonia, solucioné el problema, cortando el nudo con un solo tajo de su espada.
Leyenda de Esopo: Esopo, esclavo frigio de Janto, encargado por su amo de procurar para un banquete lo más exquisito y mejer que hubiere en el mercado, compré sólo lenguas, que hizo aderezar de varios modos. Disgustado el amo por, lo que creía torpeza de su esclavo, iba a castigarlo, pero los amigos, que conocían la agudeza de Esopo, solicitaron su perdón, a condición de que se explicara. Esopo hizo el elogio de la lengua, como el más noble instrumento que posee el hombre. Ordenado otro día que adquiriese lo peor del mercado, volvió a servir diversos platos de lengua. Janto, irritado, lo reprendió, pero Esopo se disculpé graciosamente, presentando a la lengua como el peor de los males, cuando está al servicio de la torpeza, la falsedad y la maledicencia. Los convidados alabaron la sagacidad del esclavo frigio.
AMPLIACIÓN DEL TEMA:
PROCEDENTES DEL centro de la actual Turquía, los hititas contaban con un ejército disciplinado. Conquistaron Babilonia en el 1595 a.C. y se transformaron en uno de los mayores poderes de Oriente Medio. Los hititas gobernaban su imperio desde Bogazkoi, en la actual Turquía, donde habían construido una fortificación de unos 5 km de largo.
PROEZAS MILITARES El éxito militar de los hititas dependió en gran medida de sus carros y de la manera de utilizar las armas. Los soldados hititas eran versátiles. Peleaban con lanzas en las llanuras y con espadas cortas en las colinas.
LOS HITITAS INVADEN EGIPTO
Alrededor del 1304 a.C., los hititas atacaron a los egipcios en la batalla de Kades. Ambos bandos se atribuyeron la victoria. Un tratado de paz estableció la frontera egipcio-hitita en una línea que pasaba por el norte de Damasco.
IMPORTANCIA DEL HIERRO
En su tierra de origen, los hititas comenzaron a practicar la técnica de extracción de hierro de las menas. Eso los hizo extremadamente poderosos. El hierro era mejor para fabricar armas, menos caro que el bronce y más duro que el cobre o el latón. Por otra parte, las menas de hierro eran más abundantes que las de cualquier otro mineral. Los hititas también empezaron a usar el hierro para fabricar sus armas y herramientas. Los arados de hierro, por ejemplo, podían utilizarse en terrenos muy duros. Se perfeccionó, por lo tanto, el comercio y la agricultura. Los hititas mantuvieron en secreto el descubrimiento del hierro hasta la caída de su imperio.
FIN DEL IMPERIO HITITA
El imperio hitita perduró desde el 1460 a.C. hasta el 1200 a.C. Después sobrevino el predominio de los asirios, quienes conquistaron su propio imperio. Al mismo tiempo, a la tierra de origen de los hititas (en la act. Turquía) habían llegado muchos pueblos extranjeros procedentes del noroeste.
EL IMPERIOASIRIO
El reino de Asiría se había concentrado en el valle del Tigris alrededor del 2000 a.C. En el s. IX a.C., los asirios comenzaron a conquistar territorios en Mesopotamia. En los doscientos años siguientes, el ejército asirio se hizo con el control de la región. Forzaron a los reyes a pagar tributos e impuestos y provocaron la migración de muchos pueblos. A comienzos del s. VII a.C., el imperio asirio conquistó Mesopotamia.
LAS PRINCIPALES CIUDADES
Los asirios tuvieron varias capitales. El rey Sargón II (que gobernó del 721 al 705 a.C.) construyó la capital en Jorasabad. Después de su muerte en el campo de batalla, su hijo, el rey Senaquerib (que gobernó del 704 a.C. al 681 a.C.) construyó la última ciudad, Nínive. Era una ciudad amurallada provista de 15 anchas puertas. Una ciudadela interior albergaba los palacios reales. En el 689 a.C. Senaquerib saqueó Babilonia. Fue asesinado por su propio hijo, quien restableció la gloria de Babilonia.
LA CONQUISTA DE ASIRÍA
El siguiente rey, Asurbanipal (que reinó del 668 al 627 a.C.), fue un gran militar y llevó a cabo grandes proyectos. A su muerte, Asiria era un estado poderoso. Pero los babilonios se aliaron con otros estados para conquistarla. En el 612 a.C. saquearon la ciudad de Nínive lo que significó la caída del imperio asirio.
IMPERIO NEOBABILÓNICO
Babilonia se convirtió en el centro de un gran imperio. Nabopolasar (que reinó del 626 al 605 a.C.) hizo de Babilonia la capital de su reino y fundó la dinastía neobabilonia. Su hijo Nabucodonosor (que reinó del 605 al 562 a.C.) fue el más famoso de sus descendientes y reinó durante más de 40 años. Restauró Babilonia, construyendo nuevas avenidas, un palacio, un templo y una magnífica entrada a la ciudad, la puerta de Ishtar. Durante su reinado se construyó la torre de Babel, enorme templo del que se habla en la Biblia.
LA CAUTIVIDAD DE BABILONIA
Nabucodonosor emprendió duras campañas contra los judíos y sofocó todas sus rebeliones. En el 586 a.C. el rey destruyó Jerusalén, con el templo de Salomón. Los sobrevivientes fueron llevados prisioneros a Babilonia. Esto es lo que se conoce como Cautividad de Babilonia. Los judíos no recobraron la libertad hasta el 539 a.C., tras la invasión persa de Babilonia. El último imperio mesopotámico fue el persa.

Los hititas fueron un pueblo de la antigüedad que se ubicó en el límite entre Europa y Asia, y ocupó gran parte de la península de Anatolia. Es un poco difícil determinar los territorios exactos de su imperio, pero en líneas generales podemos decir que se asentaron en los territorios no griegos de la citada península y que por el este tenía como vecinos a los hurritas, los cuales dominaban el norte mesopotámico, hasta ser desaparecidos por los hititas, hacia la época de la XIX dinastía egipcia (la fecha que abarca este periodo es de 1300 al 1180).
Cabeza hitita
La capital del imperio fue Hatusas, una ciudad llena de palacios y edificios. No sólo la arqueología ha determinado que esta urbe perteneció a los hititas, y que fue su principal centro metropolitano, sino también varios hallazgos en escritura cuneiforme y que han sido descifrados por expertos en el área. Se cree que la capital existía ya para el 2500 a.n.e., y con el tiempo no sería la única sino que se irían incorporando a la lista toda una serie de más y más ciudades tales como Alepo, Karkemish o Melitene.
Obviamente, la ubicación estratégica de los hititas, es decir gran parte de Anatolia, la cual servía como “puente de culturas” entre los Balcanes y Medio oriente, le permitió recibir un influjo cultural de gran cantidad de pueblos. Los arios indoeuropeos, en parte los griegos, por supuesto los acadios-babilonios y hasta asirios. Pero dada toda esta mezcolanza de naciones y etnias que habitaron aquellos lares, ¿cuándo los hititas ingresan a la escena histórica? Pues tal parece que con el debilitamiento del Primer Imperio Babilónico, hecho también aprovechado por Asiria, los sucesores de Hamurabi, no supieron mantener la hegemonía sobre la región y entonces, el pueblo de Anatolia vio su oportunidad para emerger. Gracias a los hititas, quienes aprovecharon el influjo de los indoeuropeos, captaron de estos el uso del caballo para la guerra, y de los antiguos sumerios (los cuales como sabemos fueron sometidos primero por Hamurabi, quien los unió a los caldeos llamándolos babilonios; más tarde los sumerios fueron sometidos por los asirios), la rueda. Uniendo ambos inventos en una solo, entonces nacieron los carruajes, y con el pasar del tiempo, la caballería; la cual se convirtiría en un arma inexorable para la guerra, y las unidades muy bien entrenadas de los hititas, conformadas por lo general con poderosos carros de combate, no encontraron durante varias décadas un enemigo que les pudiese hacer frente. Pero eso no es todo, pues además de ese generoso invento, ya usaban el hierro, mineral que les permitió construir nuevas armaduras, armas y corazas, haciéndolos casi invencibles. Astutamente, la fórmula del hierro cuyos hallazgos demuestran que en Anatolia ya era conocida hacia el 2000 a.n.e., fue escondida para los pueblos aledaños casi como un secreto de estado varios siglos, hasta que una crisis de cobre en el 1500 a.n.e., pidió a gritos un nuevo material, masificando el uso del metal escondido por los hititas durante tanto tiempo.
Armadura de los hititas
Estas dos claves: el caballo y el hierro; hicieron que el imperio crezca considerablemente en muy poco tiempo. Uno de los reyes más fuertes y exitosos fue Hattushili I, quien dirigió una expedición exitosa tomando el reino de Haleb, el cual se hallaba cerca a la actual ciudad de Alepo, Siria. Su sucesor fue Mursil I (reinó hacia el 1595 a.n.e. aprox.); llegó hasta Babilonia, una ciudad que había caído en decadencia, y si bien la sometieron un tiempo no pudieron mantener el dominio total sobre ella pues la presión de los casitas, pueblo de las montañas del este, generaron un terrible golpe que hizo flaquear las lejanas fronteras. Gracias a otro rey, de nombre Hantili, la capital Hatusas también se vio fortalecida con murallas y se construyeron más palacios. Estos son los aspectos más importantes que podemos enumerar en el período del Imperio Antiguo de los hititas, pues hacia el 1430 a.n.e. se da inicio a una era de decadencia en la cual esta nación se vio seriamente afectada por los asaltos y saqueos impulsados por los Pueblos del Mar. El orden no regresó sino hasta que ascendió al trono Subiluliuma (1380-1346 a.n.e.), quien extendió los dominios de su nación en toda Siria y se colocó ya en territorio medio oriental, amenazando Mesopotamia, Canaán y Egipto. Seria con su hijo, Mursil II, cuando la capital Hatusas y el Imperio Nuevo Hitita alcanzó un gran esplendor, cuyas fronteras eran respetadas en todos los sentidos.
Pero uno de los combates más decisivos de la historia acaeció cuando el Imperio Hitita estaba próximo a conquistar todas los territorios al este del Mediterráneo, básicamente donde hoy en día está Palestina; para luego decidir si marchar sobre Mesopotamia o el Egipto propiamente dicho. La guerra entre egipcios e hititas duró en total unos quince años, acaeciendo la célebre Batalla de Kadesh en el año 1288 a.n.e.; combate el cual olió a victoria pírrica para los de Anatolia, pues los ejércitos del faraón se defendieron muy bien. Pero el tiempo transcurrió y debido a los largos años de guerra, ambas naciones deciden poner fin a las hostilidades de un modo civilizado. El conflicto entonces culminó en un hecho histórico para la humanidad: el primer tratado de paz y asistencia mutua conocido en la historia conocido generalmente como el Tratado de Kadesh firmado entre el rey hitita Hatusil III y el faraón Ramsés II. En el mismo no sólo se estipuló el cese de hostilidades sino la ayuda comprometida de los hititas ante cualquier enemigo del faraón. Aquel que no obrara en base a lo acordado, sea el soberano egipcio o hitita, sería aniquilado por los dioses de las dos culturas y no quedaría de él, ni casa, ni templos, ni país, ni siervos. Este tratado data de 1272 ó 1271 a.n.e., todo un hito.
Luego de esto, para nadie era un secreto que el fin de los hititas estaba cerca. Sus fronteras, de flaquear aunque sea un poco, podían ser invadidas por múltiples naciones. Además, la masificación del hierro dejó de representar un arma de avanzada por sobre otros pueblos. Se cree que entre el 1200 al 1190 a.n.e., las fronteras del Imperio Hitita empezaron a ser seriamente presionadas hasta que finalmente la capital Hatusas fue arrasada por los fenicios y los “pueblos del mar”. Así entonces Asia Menor dejó de estar controlada por los hititas. Sin embargo, algunos pueblos contemporáneos como los asirios, siguieron llamando a la península y los antiguos territorios de la nación destruida bajo el apelativo de Hatti (pues no se sabe hasta ahora como se llamaban los hititas a sí mismos), lo cual evitó que se pierda la noción de existencia de los hititas. Pasarían muchos siglos hasta que en Anatolia se establezca un poder lo bastante unificado y así surgieron muchos estados como el reino de frigio, ciudades estado o principados desde Turquía hasta la actual Siria.

Cultura hitita

El imperio hitita era dirigido por una monarquía, en el que el rey no tenía necesariamente un poder absoluto. Esto es porque la aristocracia dirigía una asamblea que los elegía y que podía juzgar a distintos funcionarios del gobierno. Económicamente el país estaba organizado casi de modo feudal donde el rey tenía muchos vasallos “atados” a él por un contrato. Igual otros miembros de la monarquía. Además, los hititas, por la ubicación estratégica de su imperio, tenían algo así como una ventaja comercial que en aquellas épocas ni los griegos poseían. Esto hizo que sus actividades comerciales estén basadas en préstamos, garantías y fianzas, lo cual les dio un gran poder en la región y sobre otras naciones. Ya hemos mencionado que durante largo tiempo de su historia el hierro fue su secreto y lo exportaron en áreas aledañas, en especial Medio oriente. Para mantener controlada a gran parte de la población, la casta dirigente del país creó, además, un sistema de leyes conocido como Derecho Hitita, el cual no es tan conocido como el babilónico, y que de hecho, en esencia, toma las bases de éste. En cuanto a los castigos, sin embargo, el de los hititas no era tan severo como la Ley del Talión sugerida por Hamurabi. No pedía “ojo por ojo”, sino más bien una multa cuya cantidad dependía mucho de la gravedad del crimen. La pena de muerte sólo estaba apuntada a las personas que se rebelaban contra el rey, contra un religioso o sacerdote, aunque también se incluyo a aquellos que cometan incesto o zoofilia.
A veces las condenas podían resultar un tanto ridículas para la época, pues una de las penas casi imperdonables era maldecir al prójimo; aunque estaba variaban si es que uno era esclavo, noble u hombre libre. Lo positivo quizá fue que no olvidaron a las féminas, y en el código se pueden ver varias leyes que defendían los derechos de la mujer, tanto en el aborto, la familia, como madre, y como mujer soltera.
Este fue un breve repaso por el mundo de los hititas, otro de los pueblos de la antigüedad, que gracias a las fuentes escritas y las investigaciones arqueológicas, no fueron olvidados, y cuyos aportes, además contribuyeron a civilizar el mundo de las primeras culturas desarrolladas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario