sábado, 12 de enero de 2019

OBRAS LITERARIAS


Crimen y Castigo
Título originalПреступле́ние и наказа́ние; romanización: Prestupléniye i nakazániye
AutorFiodor Dostoievsky
Publicación1866 (hace 153 años)
IdiomaRuso
EditorialEveryman's Library.
Páginas426
ISBN978756980115
Crimen y castigo es una de las más célebres obras del escritor Ruso Fiodor Dostoievski.














Primera parte[editar]

  • “¡Cómo es posible que me asusten semejantes tonterías, proyectando un golpe tan atrevido! – pensó (Raskolnikov) con sonrisa extraña-. ¡Hum…! Sí, el hombre lo tiene todo en sus manos y deja que las cosas pasen por delante de sus narices únicamente por cobardía…, eso es axiomático… Me gustaría saber qué es lo que asusta más a las personas; yo creo que lo que especialmente las intimida es aquello que se aparta de sus costumbres… Pero divago demasiado. Y como divago, no hago nada. Verdad es que también podría decir: divago porque no hago nada. Hace más de un mes que he tomado la costumbre de divagar tumbado días enteros en un rincón, llena la cabeza de tonterías. Veamos. ¿Con qué objeto doy ahora este paseo? ¿Acaso soy capaz de “aquello” (el asesinato que tiene premeditado)? ¿Acaso es serio “aquello”? No es completamente serio. Son pamplinas que distraen mi imaginación, ¡puras quimeras!”
    • Capítulo I. Dicho por Raskolnikov.
  • “La caza del hombre es como la caza de la fiera: se corre el peligro de volver con el morral vacío”
    • Capítulo II. Dicho por Raskolnikov en referencia a la prostituta Sonia.
  • “Para conocer a una persona hace falta haberla tratado y observado atentamente, pues de lo contrario se expone uno a cometer errores de apreciación que luego es muy difícil rectificar.”
    • Capítulo III. Dicho por Pulqueria Raskolnikova a su hijo.
  • “¡Oh en casos semejantes (de extrema pobreza o necesidad) violentamos hasta nuestro sentimiento moral; comerciamos con nuestra libertad, con nuestra vida, con nuestra conciencia, con todo, con todo! ¡Perezca nuestra vida, con tal que sean felices las personas a quiénes amamos! Y más aún aceptamos la sutil enseñanza de los jesuitas, transigimos con nuestros escrúpulos, llegamos a persuadirnos de que es necesario obrar como obramos, de que la excelencia del fin justifica nuestra conducta.”
    • Capítulo IV. Dicho por Raskolnikov ante la actitud de su hermana Dunia.
  • “La naturaleza puede ser corregida, enmendada, pues de no ser así quedaríamos sepultados bajo los prejuicios. Sin eso no habría ni un solo gran hombre.”
    • Capítulo VI.

Segunda parte[editar]

  • “La pobreza no es vileza, amigo mío”.
    • Capítulo I. Dicho por Nikodim Fomich.
  • “En nuestra época, amigo mío, el dinero es la miel de la humanidad”
    • Capítulo III. Dicho por Razumikin.
  • “Si me dijeran, por ejemplo, “ama a tu prójimo”, y yo pusiera en práctica este consejo, ¿qué pasaría? Partiría mi capa en dos, le daría la mitad al prójimo, y los dos quedaríamos medio desnudos”.
    • Capítulo V. Dicho por Lujin.
  • "Lo importante es vivir...(...) el hombre es cobarde , pero es mas cobarde el que le reprocha esta cobardía".
    • Capítulo VI. Dicho por Raskolnikov.
  • “La fuerza es necesaria, sin ella no se puede hacer nada”.
    • Capítulo VII.

Tercera parte[editar]

  • “Estos monomaníacos hacen un mar de una gota de agua; las ilusiones de su imaginación les parecen realidades”.
    • Capítulo I.
  • “¡Hablad! Las personas no se reúnen para estar calladas”.
    • Capítulo III. Dicho por Raskolnikov.
  • “¡Feliz el hombre que no tiene nada que guardar bajo llave!”.
    • Capítulo IV. Dicho por Razumijin.
  • “Son muy pocos, poquísimos, los hombres capaces de encontrar una idea nueva e incluso de decir algo nuevo.”
    • Capítulo V. Dicho por Raskolnikov.
  • “La malicia está cosida con hilo blanco.”
    • Capítulo V. Pensamiento de Raskolnikov.
  • “¡Cómo no va uno a desmayarse en tales condiciones! ¡Y en ese desmayo se funda todo! ¡He ahí el punto de partida de la acusación! ¡Qué el diablo se los lleve! Comprendo que todo eso es muy desagradable; pero si yo estuviera en tú lugar, Rodia me reiría en las barbas de todos; más aún: les lanzaría mi desprecio en plena cara en forma de salivazos. Así terminaría yo con ellos. ¡Ten coraje! ¡Escúpeles!”
    • Capítulo VI. Dicho por Razumijin cuando se entera de que sospechan de que Raskolnikov cometió el asesinato.
  • “No, yo no tengo más que una vida; yo no quiero esperar la “felicidad universal”. Quiero vivir para mí mismo; de otra manera es preferible no existir”.
    • Capítulo VI. Pensamiento de Raskolnikov.
  • "(...) es la luna la que se ocupa de descifrar los enigmas"
    • Capítulo VI. Pensamiento de Raskolnikov.

Cuarta parte[editar]

  • “Nosotros nos representamos siempre la eternidad como una idea que no podemos comprender, ¡inmensa, inmensa! Pero, ¿Por qué ha de ser así necesariamente? Pues en lugar de eso, imagínese una habitación pequeña, como quien dice un cuarto de baño, ennegrecido por el humo, con telarañas por todos los rincones, y he ahí toda la eternidad. Mire usted, yo me la imagino así algunas veces.”
    • Parte cuarta, capítulo I. Dicho por Svidrigailov.
  • “Lo fuerte del caso era que, hasta el último momento, Piotr Petrovich no había esperado en manera alguna semejante desenlace. No había cesado ni un momento de presumir, no pudiendo admitir ni siquiera la posibilidad de que aquellas dos mujeres pobres e indefensas se le pudiesen escapar de las garras. Esta convicción se apoyaba principalmente en la presunción y en aquel grado de confianza en sí mismo que mejor sería llamarlo enamoramiento de sí. Piotr Petrovich, que había salido de la nada, se había abierto camino a empellones, estaba acostumbrado a admirarse, tenía una idea muy elevada de su talento y de sus capacidades, y, a veces, cuando se encontraba a solas, se colocaba ante el espejo para contemplar su figura y extasiarse ante ella.”
    • Capítulo III. Descripción de Piotr Petrovich.
  • “Quisiera que mis conclusiones fueran tan claras, tan indiscutibles como dos y dos son cuatro”.
    • Capítulo V. Dicho por el juez Porfirio Petrovich.

Quinta parte[editar]

  • “Era uno de esos innumerables bobos que se apropian de una idea de moda sin comprenderla y desacreditan con su tontería una causa a la que en ocasiones están sinceramente adheridos.”
    • Capítulo I. Descripción del socialista Andrei Semenovich.
  • “¿Cómo es posible que la vida de un hombre dependa de mi voluntad?”
    • Capítulo IV. Dicho por Sonia Semenovna.
  • "Entonces me convencí (...) de que sólo posee el poder aquel que se inclina para recogerlo. Está al alcance de todos y basta atreverse a tomarlo."
    • Capítulo IV. Raskolnikov a Sonia.
  • “-Pero mire usted lo que yo digo; sin con ayuda de la lógica se persuade a alguien de que no debe llorar, no llorará. Eso está muy claro. ¿Por qué, pues, iba a continuar llorando?
-Si así fuera, la vida sería muy fácil – respondió Raskolnikov.”
    • Capítulo V. Conversación entre Raskolnikov y Andrei Semenovich.

Sexta parte[editar]

  • “Ahora estoy borracho, borracho sin haber probado una sola gota de vino”.
    • Capítulo I. Dicho por Razumikin.
  • “-Dichoso tabaco – prorrumpió al fin Porfirio Petrovich-. Me está matando y no puedo prescindir de él. Toso, tengo un principio de irritación en la garganta y soy asmático además. Hace poco fui a consultar con Botkines un médico que emplea por lo menos media hora en reconocer a cada enfermo, y después de auscultarme , percutir, etcétera, me dijo entre otras cosas: “El tabaco le siente muy mal; tiene usted los pulmones dilatados”. Todo eso está muy bien, pero , ¿cómo voy a dejar el tabaco? ¿Con qué voy a sustituirlo? Yo no bebo nunca, y eso es una desgracia , ¡je, je, je! Todo es relativo, Rodion Romanovich”.
    • Capítulo II. Porfirio Petrovich, el juez de instrucción.
  • “A veces bebe hasta perder el conocimiento, no porque precisamente sea borracho, sino porque no sabe resistirse al ejemplo de los demás cuando está entre amigos.”
    • Capítulo II.
  • “Yo sostengo la opinión de que la cárcel tranquiliza al culpable.”
    • Capítulo II. Dicho por Porfirio a Raskolnikov.
  • “¿Le aflige acaso el verse sumergido por mucho tiempo en la oscuridad? Pues de usted depende que esa oscuridad no sea eterna.”
    • Capítulo II.
  • “Y como usted no mira ni hacia delante ni a los lados, pues no ve nada”.
    • Capítulo III. Dicho por Svidrigailov a Raskolnikov.
  • “En el mundo no hay nada tan difícil como la franqueza y nada tan fácil como la lisonja.”
    • Capítulo IV. Dicho por Svidrigailov a Raskolnikov.
  • "¿Qué importan las palabras si expresan lo que queremos decir?"
    • Capítulo IV.
  • “Si cree que ha cometido un crimen péguese un tiro.”
    • Capítulo V.
  • “-¿Va a ausentarse con el tiempo que hace?
- ¿Cree usted que cuando uno se marcha a América puede preocuparle la lluvia?”
    • Capítulo VI.
  • “Un autor experimenta verdadero placer al verse por primera vez en letras de molde, sobre todo cuando ese autor no tiene más que veintitrés años.”
    • Capítulo VII. En referencia a Raskolnikov.
  • “Quería suicidarme para huir del deshonor; pero en el momento de ir a arrojarme al agua me dije que un hombre fuerte no debe temer a la vergüenza.”
    • Capítulo VII. Dicho por Raskolnikov.
  • “Hoy día no se distinguen ya los nobles de los que no lo son.”
    • Capítulo VIII.
  • “Salvo el lustre del nacimiento, lo demás puede adquirirse con el talento: el saber, la inteligencia, el genio. Un sombrero por ejemplo… ¿qué es? ¿Qué significa? Un sombrero es un trozo de paño que puede comprarlo en la casa de Zimmermann; pero lo que hay debajo del sombrero… ¡eso no se compra”.
    • Capítulo VIII.
  • "Excepto la nobleza de sangre, todo lo demás puede adquirirse por medio del esfuerzo: el genio, la sabiduría, la inteligencia."
    • Capítulo VIII. Dicho por Ilia Petrovich a Raskolnikov.

[editar]

  • “Era su orgullo lo que sentía cruelmente herido. Raskolnikov estaba enfermo de aquella herida. ¡Oh, cuán feliz habría sido pudiendo acusarse a sí mismo! Entonces lo habría soportado todo, hasta la vergüenza y el deshonor. Pero por muy severamente que se examinara, su conciencia endurecida no encontraba en su pasado ninguna falta espantosa; únicamente se reprochaba el haber “fracasado”, cosa que podía ocurrirle a cualquiera. Lo que le humillaba era el verse estúpidamente perdido sin remedio por una sentencia del ciego destino y tener que someterse y resignarse a lo absurdo de aquella sentencia si quería encontrar alguna tranquilidad.”
    • Capítulo II.
  • “Por otra parte, aquella noche era incapaz de pensar demasiado, de concentrar su pensamiento en un objeto cualquiera, de resolver una cuestión con conocimiento de causa; no experimentaba más que sensaciones. La vida había sustituido al razonamiento.”
    • Capítulo II. Finalmente, así acaba Raskolnikov.

Frases de Raskólnikov[editar]

  • "El Hombre extraordinario tiene derecho, no oficialmente, sino por sí mismo a autorizar a su conciencia a franquear ciertos obstáculos, en el caso de exigirlo así la realidad de su idea, que en ocasiones puede ser útil a todo el género humano. A mi manera de ver, si los inventos de Kepler y Newton, a consecuencia de determinadas circunstancias, no hubieran podido darse a conocer más que por el sacrificio de una, de diez, de cientos, o de un número mayor de vidas que hubiesen constituido un obstáculo para tales descubrimientos. Newton habría tenido derecho, más aún, habría tenido la obligación de suprimir esos diez o esos cien hombres para que su descubrimiento llegaran al conocimiento del mundo."
    • Apología en pos de un artículo elaborado mientras él era estudiante.
  • "Ha perdido usted la confianza en todo y cree que vengo a halagarle con segundas intenciones. ¡Como si hubiera vivido usted mucho! ¡Como si entendiera muy bien lo que es la vida! Ha ideado una teoría y se avergüenza de haber fracasado, de no haber resultado muy original. El resultado ha sido infame, la verdad; pero, a pesar de todo, no es usted un miserable sin esperanza. (...). ¿Sabe en qué concepto le tengo? Le tengo por uno de aquellos que, si encuentran una fe o un Dios, son capaces de mirar sonriendo a los verdugos que les arranquen las entrañas. Bien, pues encuéntrelos y viva. En primer lugar, hace tiempo que necesita usted cambiar de aire. En realidad, el sufrimiento también es una cosa buena. Sufra usted. Quizá tenga razón Mikolka al querer sufrir. Ya sé que no es usted creyente, pero no se haga el listo filosofando; entréguese a la vida francamente, sin razonar. No se intranquilice, la vida le llevará en línea recta a una orilla y le levantará. ¿A qué orilla? ¡Cómo quiere usted que lo sepa! Lo único que creo es que aún ha de vivir usted mucho. (...). Sé que no es creyente, pero le juro que la vida le sacará a flote."
  • "Ya que ves la estupidez de los demás, ¿por qué no buscas el modo de mostrarte más inteligente que ellos?"
  • "El respeto a la ética es el primer signo de impotencia."

Frase de Andrés Simonovitch[editar]

  • "Todo lo que es útil a la humanidad es noble."

Frase de Razúmijin[editar]

  • "Mentir con gracia, de un modo personal, es casi mejor que decir la verdad al estilo ajeno"

Otras frases[editar]

  • «Pero la miseria, señor, la miseria es un delito. En la pobreza se conserva toda la nobleza de los sentimientos; en la miseria nadie ha logrado tal cosas»
  • «Sentía que no tenía fuerzas, y sentía asco de sí mismo; tenía remordimientos de conciencia. Se sumía por momentos en una clase de delirio»
  • «Debe ser horrible vivir entre ese fango que detesta y saber al mismo tiempo que su sacrificio de nada sirve, que no puede salvar a nadie»
  • «Entonces me convencí (...) de que sólo posee el poder aquel que se inclina para recogerlo. Está al alcance de todos y basta atreverse a tomarlo.»
  • «Dios lo ha reservado para vivir: conviértase en un sol, y todo el mundo lo verá. Solo agregare esto: lo que usted necesita es aire, solamente aire...»
  • «Confieso que el pensamiento de la muerte no me hace ninguna gracia»
  • «Esta es la explicación de todas las cosas. Todos los sabios son así, tiene el pensamiento ocupado de continuo con ideas nuevas, medita acerca de ellas y las examina a fondo»
  • «Vine para asegurarte que te he amado siempre, para decirte que, en tu desgracia, tu hijo te ama más que a sí mismo y qué todo lo que hayas podido pensar de mi crueldad, de mi falta de cariño, era falso, falso, nunca dejare de amarte»
  • «¡al aceptar la expiación borras la mitad de tu crimen!»
  • «Todo aquello no fue más que humo, que el viento disipa; ahora lo compruebo»
  • «A veces nos encontramos con desconocidos que nos interesan enseguida»
  • «He respetado siempre la educación cuando esta va unida a generosos sentimientos»
  • «Raskolnikof no estaba acostumbrado al trato con la gente…»
  • «Yo he respetado siempre la cultura unida a las cualidades del corazón»
  • «Inmediatamente emprendió el regreso a su casa. Tenía la impresión de que había cortado, tan limpiamente como con unas tijeras, todos los lazos que le unían a la humanidad, a la vida...»
  • «No había que perder ni un segundo. Sacó el hacha de debajo del abrigo, la levantó con las dos manos y, sin violencia, con un movimiento casi maquinal, la dejó caer sobre la cabeza de la vieja.»
  • «Los dos se quedaron mirando el uno al otro y transcurrió otro minuto espantoso...»
  • «¿Sabes que los techos bajos y las habitaciones pequeñas oprimen el alma y la mente?»
  • «Ambos callaron, su silencio se prolongó mucho, unos diez minutos, hasta parecer extraño»
  • «A pesar de su situación y de su estado de ánimo, experimentó la dulce y punzante sensación propia del autor que ve por primera vez impreso un trabajo suyo»
  • «Quizá tan sólo por la fuerza de sus deseos se había considerado entonces como un hombre al que se le debía permitir más que a otro»
  • «No pensaba nada, pero seguía inquieto y atormentado por una vaga impresión de nostalgia»
  • «La dialéctica había cedido el lugar a la vida, y la conciencia debía elaborar algo distinto por completo»
  • «Nada hay en este mundo más difícil que la franqueza, ni nada tan fácil como la adulación. Si en la franqueza trasluce el menor matiz de falsedad, se produce al instante una disonancia que conduce al desastre. En cambio la adulación, aunque sea falsa hasta la raíz, es acogida con agrado y cierta satisfacción; satisfacción burda, lo admito, pero al fin y al cabo satisfacción»







Crimen y castigo1​(en ruso: Преступле́ние и наказа́ние, romanizaciónPrestupléniye i nakazániye) es una novela de carácter psicológico escrita por el autor ruso Fiódor Dostoievski. Fue publicada por primera vez en la revista El mensajero ruso, en 1866, en doce partes, y publicada después como novela.23​ Junto con Guerra y paz de León Tolstói, se considera que la novela es una de las más influyentes e internacionales de la literatura rusa.4​ Asimismo, los diálogos mantenidos entre el protagonista, Raskólnikov, y el inspector de policía, son considerados por algunos autores, como el prestigioso literato Stefan Zweig, una de las cimas de la literatura universal.
La historia narra la vida de Rodión Raskólnikov, un estudiante en la capital de la Rusia ImperialSan Petersburgo. Este joven se ve obligado a suspender sus estudios por la miseria en la cual se ve envuelto, a pesar de los esfuerzos realizados por su madre Pulqueria y su hermana Dunia para enviarle dinero. Necesitado de financiación para pagar sus gastos, había recurrido a una anciana prestamista vil y egoísta, en cuya casa empeña algunos objetos de valor.
Su hermana Dunia, con la intención de ayudarlo, acepta la propuesta de matrimonio de un rico abogado, hecho que hace enfadar a su hermano cuando conoce que se ha aceptado la propuesta sin haber sido consultado. Pero aunque no quiera aceptar esta ayuda, Rodión tiene aires de grandeza, y en sus delirios cree ser merecedor de un gran futuro, llegándose a comparar con Napoleón. Así que tiene la idea de matar y robar a Aliona Ivánovna, la vieja usurera. Esa idea le atormenta durante días, y crece en su interior como una semilla.


La historia narra la vida de Rodión Raskólnikov, un estudiante en la capital de la Rusia ImperialSan Petersburgo. Este joven se ve obligado a suspender sus estudios por la miseria en la cual se ve envuelto, a pesar de los esfuerzos realizados por su madre Pulqueria y su hermana Dunia para enviarle dinero. Necesitado de financiación para pagar sus gastos, había recurrido a una anciana prestamista vil y egoísta, en cuya casa empeña algunos objetos de valor.
Su hermana Dunia, con la intención de ayudarlo, acepta la propuesta de matrimonio de un rico abogado, hecho que hace enfadar a su hermano cuando conoce que se ha aceptado la propuesta sin haber sido consultado. Pero aunque no quiera aceptar esta ayuda, Rodión tiene aires de grandeza, y en sus delirios cree ser merecedor de un gran futuro, llegándose a comparar con Napoleón. Así que tiene la idea de matar y robar a Aliona Ivánovna, la vieja usurera. Esa idea le atormenta durante días, y crece en su interior como una semilla.
Raskólnikov decide asesinar a la anciana, no solo con el objetivo de robarle -de hecho, abandona en un escondrijo y no hace uso del botín que saca apresuradamente de la casa de la prestamista tras su asesinato- sino también por considerarla un ser humano inútil para la sociedad, un piojo que sólo puede entorpecer a quienes la rodean. Sin embargo, la posición de Raskólnikov es mucho más compleja: ha asumido que la sociedad se halla dividida en dos tipos de seres humanos; aquellos superiores que tienen derecho a cometer crímenes por el bienestar general de la sociedad y aquellos inferiores que deben estar sometidos a las leyes, cuya única función es la reproducción de la raza humana. La única justificación moral que puede tener la acción de Raskólnikov es que él sea un hombre superior, en cuyo caso no ha de sentir ningún tipo de arrepentimiento por su acción. Cuando ejecuta su plan, se ve obligado a asesinar también a Lizaveta, la hermana de la usurera, ya que lo sorprende en el lugar del crimen.
El crimen deja a Rodión en un estado de gran confusión. Durante días, se sumerge en unas fiebres delirantes, causadas por el propio acto, andando sin rumbo y perdiendo a ratos la noción de la realidad, mientras en otros se muestra terriblemente lúcido. Se nos muestra una mente tan brillante como perturbada, obsesionada por el acto cometido.
En sus vagabundeos por San Petersburgo, Raskólnikov conoce al antiguo funcionario Marmeládov, un bebedor que acaba muriendo, borracho, atropellado por un caballo; y a su desgraciada familia, a la que Raskólnikov ayuda económicamente tras la muerte de Marmeládov, con los escasos rublos que recibe de su madre. La hija mayor de esta familia, Sonia, una abnegada joven que se prostituye para ayudar a su madrastra y sus hermanos, será la única persona a la que Raskólnikov confiese explícitamente su crimen. La culminación psicológica del libro ocurre cuando Raskólnikov, presa de la ansiedad, la agitación nerviosa y los remordimientos, asume que no puede convertirse en un hombre superior y que por lo tanto pertenece al tipo de hombre que tanto desprecia. Raskólnikov se entrega entonces a las autoridades, pese a que no existe ninguna prueba concluyente contra él y un inocente se ha declarado culpable, víctima de las presiones policiales. Es enviado a las cárceles en Siberia para cumplir su condena y Sonia (hija de Marmeládov) se va con él a acompañarlo al presidio, en donde Raskólnikov se da cuenta de que la ama y que quiere terminar su condena para vivir junto a ella.
A continuación un resumen de los hechos más importantes de cada parte:
  • Primera parte: Empieza con la visita de "ensayo" que hace Raskólnikov a casa de la vieja. Luego cuenta los conflictos internos que tiene éste hasta que se decide y, en el último capítulo, mata a la vieja usurera.
  • Segunda parte: En su mayoría se lleva a cabo durante la enfermedad o delirio de Raskólnikov, quien es cuidado por Razumijin. Empieza con su visita a la comisaría e incluye hechos muy importantes como: cuando esconde lo robado, la entrevista con Luzhin, la entrevista con Zamétov, el accidente de Marmeládov, etc. Termina con la llegada de la madre y la hermana de Rodia a San Petersburgo.
  • Tercera parte: Se inicia con la dura entrevista entre Raskólnikov con su hermana y madre, luego prosigue con su reconciliación. Un hecho muy importante y uno de los de mayor tensión en la novela se produce en esta parte, la entrevista con el juez de instrucción, el cual le tiende varias trampas a Raskólnikov con el objeto de que confiese. Termina con la repentina aparición de Svidrigáilov, el acosador de su hermana.
  • Cuarta parte: Empieza con la extraña entrevista entre Rodia y Svidrigáilov, el cual deja notar malas y extrañas intenciones. Después ocurre la ruptura entre Dunia y su novio, hecho seguido de la conversación entre Sonia y Raskólnikov. Concluye con otra, también cargada de tensión, entrevista con el juez de instrucción, el cual casi logra sacarle la confesión a Raskólnikov, hecho evitado por un extraño suceso.
  • Quinta parte: Comienza con los vengativos pensamientos de Luzhine, los cuales después los pone en práctica queriendo hacer quedar a Sonia como ladrona para así indisponer a Raskólnikov con su familia. Hecho que fue evitado por Raskólnikov y un amigo de Luzhin, escapando este sin volver a aparecer en la novela. Luego Sonia huye y Raskólnikov va con ella y le confiesa el crimen, para después enterarse de la locura y muerte de la madrastra de Sonia. Culmina cuando Svidrigáilov le cuenta entre risas a Rodia que escuchó su confesión a Sonia y que puede hundirlo.
  • Sexta parte: Raskólnikov está muy pensativo respecto a qué hacer. De pronto aparece el juez de instrucción y le dice que está convencido de su culpabilidad y que es mejor que se entregue. Después Rodia va a hablar definitivamente con Svidrigáilov para tratar de sacar sus verdaderas intenciones, aunque no logra. Svidrigáilov le cuenta a la hermana de Raskólnikov la verdad sobre el crimen para luego tratar de violarla, pero en el último momento se arrepiente y la deja ir. Al día siguiente se suicida. Al final Raskólnikov se despide de su madre, y después de hablar con su hermana y con Sonia, se entrega.
  • Epílogo: Raskólnikov va a Siberia condenado a ocho años de trabajos forzados, Sonia decide acompañarlo. La hermana de Raskólnikov se casa con Razumikín y luego su madre muere, aquejada de locura febril y senil. Rodión en la cárcel todavía tiene pensamientos negativos y siente odio y repugnancia por los demás reos. Pero al pasar un año, y luego de enfermarse, se arrepiente de todo y se da cuenta de que ama a Sonia, quedando sobreentendido que luego de los siete años restantes, Rodión se casaría con Sonia y juntos empezarían una nueva vida.

Personajes[editar]

  • Rodión Románovich Raskólnikov (Родион Романович Раскольников), también llamado Rodia o simplemente Raskólnikov, es el protagonista de la novela; la historia es contada principalmente desde su perspectiva. Es un ex-estudiante que, sumido en la pobreza, deja la universidad. Vive en un pequeño y mísero piso en los suburbios de San Petersburgo. El título de la novela se refiere más bien al crimen que comete Raskólnikov y a su castigo interno y personal, un castigo psicológico que nace de su lucha interna. Comete el asesinato creyendo que posee suficiente fuerza tanto intelectual como individual para soportarlo; considera que es una especie de Napoleón,6​ pero la paranoia y la culpa pronto comienzan a devorarlo. Sólo en el epílogo su castigo es formal, cuando decide confesar el crimen y acabar con su alienación. Su nombre, que en ruso deriva de "escisión", es una alusión a la separación de Raskólnikov de la sociedad rusa, impuesta por él mismo, así como su separación íntima de la personalidad y de las emociones.
  • Sonia Semiónovna Marmeládova (Софья Семёновна Мармеладова): conocida por sus diminutivos Sofiao Sónechka; es una prostituta de dieciocho años, hija de Marmeládov, capaz de infinitos sacrificios. Es vergonzosa, el personaje de Sonia, será probablemente el más castigado por las injusticias y la mala suerte, y sin embargo es la que más entera y noble se mantiene. Su personalidad es tan fuerte que ni todos los peores sucesos la hacen variar en su línea de persona servicial y generosa. Sigue pensando en mantener a su familia. Este comportamiento, interpretan algunos lectores, quizás obedezca a cierto complejo de culpabilidad, por el cual se vea obligada a responder con actos de ayuda y comprensión.
  • Avdotia Románovna Raskólnikova (Авдотья Романовна Раскольникова): también conocida por su diminutivo, Dunia, es la hermana de Raskólnikov, es una chica modesta, educada, sencilla, con principios y al igual que Sonia es capaz de sacrificarse por su familia. Como el resto de los personajes femeninos, es capaz de infinitos sacrificios y para eso existe; está dispuesta a inmolarse en un matrimonio absurdo. Es una feminidad abnegada. Está en la veintena, y físicamente muy parecida a Rodión, castaña clara, alta y robusta, su rostro se caracteriza por tener el labio inferior más prominente, lo que le da un aspecto serio y seguro.
  • Arcadio Ivánovich Svidrigáilov (Аркадий Иванович Свидригайлов): quizá es el personaje antagonista de la obra. Refleja una profunda maldad y pervertimiento moral. Sin embargo, en un instante de la obra, cuando el amor de su vida, Dunia, le apunta con un arma, él parece intentar cambiar moralmente con tal de que Dunia lo acepte a su lado. Es un personaje complejo, como todos los de Dostoyevski, ya que en sólo un análisis superficial se puede ver en él pura maldad. Su pasado resulta ser sumamente oscuro, ya que se lo acusa de haber violado y asesinado a una niña ciega y sorda, torturado y maltratado a un siervo hasta llevarlo al suicidio y matado a su esposa envenenándola. Sin embargo al final de la obra, antes de cometer un espectacular suicidio, realiza obras de caridad con algunos niños desprotegidos, en una inquietante y subjetiva especie de redención personal.
  • Marta Petrovna Svidrigáilova (Марфа Петровна Свидригайлова): es la difunta esposa de Arcadio Svidrigáilov, el cual es sospechoso de haberla asesinado, y supuestamente lo visita en forma de espíritu. Deja a Dunia 3.000 rublos en herencia, lo que le permite rechazar a Luzhin como prometido.
  • Porfirio Petróvich (Порфирий Петрович): juez, tío de Razumijin, que trabaja en el asesinato de la usurera. A través de las conversaciones con Raskólnikov, conversaciones de marcado carácter filosófico e intelectual, descubre quién es el asesino, a pesar de carecer de prueba alguna. Al final, insta a Rodión para que se entregue a las autoridades, después de acusarlo directamente, en privado.
  • Dmitri Prokófich Razumijin (Дмитрий Прокофьич Разумихин): también llamado Dmitri, o Razumijin, antiguo compañero de universidad de Raskólnikov, se trata de una persona servicial, aplicada, competente, llena de buenas intenciones, y protectora. A pesar de esto, es impulsivo e irritable. Es un gran comunicador, posee un carácter despreocupado y servicial, lleno de fuerza y vigor. Conclusión, es una persona de carácter activo, feliz, servicial y satisfecho; fue quizás, el único amigo de Raskólnikov en toda la obra. Al final termina casándose con Avdotia Románovna, hermana de Raskólnikov.
  • Katerina Ivánovna Marmeládova (Катерина Ивановна Мармеладова): la segunda esposa de Semión Marmeládov, y madrastra de Sonia.
  • Pulkeria Aleksándrovna Raskólnikova (Пульхерия Александровна Раскольникова): es la sacrificada madre de Rodión. Como todas las mujeres de esta obra, es humilde, paciente y como madre, lo da toda para que sus hijos puedan ser felices. Es viuda y tiene 43 años. En cuanto a los rasgos físicos, tiene el pelo canoso y las mejillas hundidas, pero aparenta ser más joven de lo que realmente es.
  • Piotr Petróvich Luzhin: (Пётр Петрович Лужин) se muestra como un neocapitalista. Se ve casi como el salvador de la familia de su novia, aunque se empiezan a adivinar sus aires de grandeza dictatorial, sus visiones de poderoso empresario. Pretende casarse con la hermana de Raskólnikov, Dunia.
  • Semión Zajárovich Marmeládov (Семён Захарович Мармеладов): es un exfuncionario alcohólico, casado y con cuatro hijos, que tiene a su familia en la miseria y la enfermedad. Fue atropellado por un carruaje.
  • Nastasia Petrovna (Настасья Петровна): Criada de Praskovia Pávlovna. Atendía usualmente a Raskólnikov en lo que a alimentos y correspondencia se refiere.
  • Praskovia Pávlovna (Прасковья Павловна): Patrona de Raskólnikov. Su hija muere de tuberculosis. Exige, mediante una letra de cambio, ante la comisaria, el pago de una deuda que posee Raskólnikov por el uso de una de sus habitaciones.
  • Aliona Ivánovna (Алёна Ивановна): Es una mujer fea y vieja, explotadora, capaz de sacarle dinero hasta a su propia hermana. Su comportamiento es parasitario, aprovechándose del más débil, en especial de estudiantes. Es la usurera, la persona a la que asesinó Raskólnikov.
  • Lizaveta Ivánovna (Лизавета Ивановна): Es costurera y la hermana de la usurera (también la mató Raskólnikov). Se trata de una chica buena y afable, muy religiosa. Su figura es la que nos hace ver hasta qué punto llega la ruindad de la usurera, es víctima directa de los abusos cometidos por su hermana y de su hijo que murió.

Análisis[editar]

Personajes similares a Raskólnikov en su comportamiento y creencias pueden encontrarse en otras obras de Dostoyevski, como Memorias del subsuelo o Los hermanos Karamázov, (es especialmente similar a Iván Karamázov de Los hermanos Karamázov). Raskólnikov produce él mismo sus sufrimientos matando a la prestamista y viviendo en condiciones tan precarias cuando podría conseguir un empleo. Razumijin, que se encuentra en la misma situación que él, vive en condiciones mucho mejores, sin embargo, cuando se ofrece a conseguir al primero un empleo, Raskólnikov se niega. Después, Raskólnikov arrogantemente insinúa a la policía que es el asesino, tanto por quitarse el peso de la culpa como por lo hilarante del juego mental. Trata constantemente de desafiar los límites de lo que puede y no puede hacer para darse cuenta de si es o no el hombre extraordinario que describe en su propia teoría o un perdedor más (a lo largo de toda la novela mide su propio miedo, tratando de razonar consigo mismo para superarlo). Constantemente trata de racionalizar su irracionalidad y paranoia como afirmaciones de trascendencia de su propia conciencia y como rechazo a la razón y la racionalidad.
Este es un tema común en el existencialismoFriedrich Nietzsche, en El ocaso de los ídolos, o cómo se filosofa a martillazos alaba los escritos de Dostoievski a pesar del teísmo presente en ellos: "Dostoievski, el único psicólogo, por cierto, del cual se podía aprender algo, es uno de los accidentes más felices de mi vida, más incluso que el descubrimiento de Stendhal". No sólo eso: hay un evidente parentesco entre la teoría elaborada por el personaje principal Raskólnikov respecto a los hombres que pueden prescindir de la moral en bien de un porvenir que justifique sus acciones, y la teoría del Súperhombre, elaborada por el filósofo alemán. Walter Kaufmann considera la obra de Dostoievski como inspiración para La metamorfosis de Franz Kafka. Por otro lado, Dostoievski emplea al personaje de Sonia para mostrar que solamente la fe puede curar la depravación del hombre, que es donde se diferencia de otros existencialistas. Aunque esta filosofía es particular de Dostoievski, por el mencionado énfasis en el Cristianismo y también en el Existencialismo (aunque si es o no existencialista sigue siendo debatido), temas similares pueden encontrase en escritores como Jean Paul SartreAlbert CamusHerman Hesse o Kafka.
La novela realiza alusiones a la biblia o a historias del Nuevo Testamento, entre ellas la historia de Lázaro, cuya muerte y resurrección pueden verse como paralelas a la muerte y resurrección espiritual de Raskólnikov. También hace referencia al Libro de las Revelaciones, en el sueño que Raskólnikov tiene una vez ya encarcelado en Siberia, respecto de la desolación terrenal y de ciertas plagas que afectan al hombre y que lo trasforman violenta y desordenadamente en un ser nihilista. Y en el final, el castigo de ocho años que debe cumplir por su crimen, es también el tiempo que debe pagar para poder estar finalmente con Sonia, en una clara alusión a la historia bíblica del israelita Jacob y los siete años que tuvo que trabajar para poder emparejarse con Raquel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario