El Significado de la Navidad
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Mateo 1:21 (Reina Valera 1960)
Sé que es un tema bastante controversial para algunos, pero no quiero que me hagas un juicio sin antes haber terminado de leer todas las líneas que escribiré.
Sé que muchos saben que Jesús a lo mejor no nació en diciembre como todos lo pensamos o como todos lo celebran, según estudios pudo haber nacido en Abril o Mayo, pero yo me hago una pregunta: ¿Tiene tanta importancia si fue en Diciembre, Abril, Mayo o cualquier otro mes del año?
La verdadera importancia esta en el hecho de que nació y consigo traía un propósito que era redimirnos, es decir comprarnos a precio de sangre cuando él fuera ya un hombre.
Es triste ver como nosotros como hermanos en Cristo nos peleemos por cosas que realmente no te salvaran, ni te condenaran, no me imagino a un Dios condenándote porque celebres o no el nacimiento de su hijo. Y antes que las personas ortodoxas tiren la piedra les reconoceré que la Biblia no menciona este suceso como una celebración. Pero si nos vamos a esas hay tantas celebraciones que tampoco las menciona y sin embargo las llevamos a cabo, como por ejemplo: Un cumpleaños, una Graduación de alguna carrera profesional, un aniversario de bodas (ojo dije: “Aniversario”, no boda), entre muchas otras.
¿Qué diferencia tienen esas celebraciones a celebrar (aunque no sea la fecha exacta) el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo?, si, si, si, ya sé que mas de alguno saldrá con una historia que leyó en el internet, que le enviaron en un correo o que le contaron por allí, que ese día se celebra a no sé qué dios y tantas historias que lo que quieren es centrarse en el mal (y es que creemos cada cosa que leemos sin saber a ciencia cierta si es o no verdad), antes que en el bien, mi pregunta sería: ¿Cuál es el único y verdadero Dios?, entonces para que centrarnos en algún dios que jamás será más poderoso que nuestro Poderoso Dios.
Por muchos años yo fui muy ortodoxo en muchas maneras de pensar, creía que las personas que celebraban la navidad no eran cristianas, creía que eso no era de Dios y estaba muy pero muy mal.
Pero con el tiempo me fui dando cuenta que el problema no está en las fechas, ni en el hecho de celebrar el nacimiento de nuestro Salvador o no, sino en que muchos nos olvidamos del verdadero significado de ese hecho, ocupándonos más en cosas que no tienen nada que ver con lo que realmente fue la NAVIDAD.
Navidad significa: “Nacimiento” y se celebra (lo hagas o no) el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
En estas fechas que todo el mundo incluyendo a muchos cristianos celebran estas fechas, ¿Por qué no utilizarlas para valorar el hecho del nacimiento de Jesús como propósito para que las personas le rindan su vida para perdón de sus pecados?
No todo es malo; ahora, si lo vemos desde el punto de vista comercial vamos a ver cosas negativas, pero si lo vemos desde el punto de vista evangelístico podemos aprovechar estas épocas de sensibilidad en las personas para hablarles de lo que Jesús vino a hacer, que es a morir por sus pecados para que ahora puedan gozar de vida y vida en abundancia.
Es una buena época para enseñarles a las personas de que el propósito del nacimiento de Jesús es que cada uno de ellos pueda entregarle su vida, rendirse a sus pies y aceptar el perdón y vida eterna que El ofrece y todo comenzó, con ese nacimiento.
Ahora Jesús también quiere nacer en muchos corazones, Jesús quiere entrar a tu vida y nacer en ti, El quiere que experimentes ese nuevo nacimiento que la Biblia habla el cual solo se da a través del perdón de los pecados.
Jesús no solo vino a nacer a la tierra, sino que también vino para enseñarnos el modelo a seguir en la vida a través de agradar a Dios y no solo eso, sino que también murió como oveja sin mancha por nuestros pecados, aun cuando El no cometió ninguno, murió por los tuyos y los míos, ¿Por qué no agradecemos esa acción entregándole hoy nuestra vida a Él y permitiéndole que nazca en nuestros corazones?
No todas las cosas son malas, hay muchas de las que podemos sacar provecho para presentar a Jesús como único y suficiente Salvador; bueno ahora si tírame las piedras que quieras, pero no me vas a negar que el nacimiento de Jesús fue la mejor noticia que el mundo pudo recibir (independientemente de la fecha exacta en la que fue) porque a través de su nacimiento hoy nosotros tenemos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna, que se dio a través de su muerte y resurrección, pero todo comenzó por su nacimiento.
¡Dejemos que Jesús nazca en nuestros corazones y vivamos cada día con el único objetivo de agradarlo!
Si bien la fecha de su nacimiento se estima que fue en Septiembre, gran parte del pueblo de DIOS escogió celebrarle en Diciembre. Hablo de la llegada del Salvador del mundo a la tierra, de Jesucristo el Hijo de DIOS. Conocido como el Mesías por el pueblo judío, el Hijo de DIOS se hizo hombre con un propósito: salvar a la humanidad. Pero, ¿de qué le habría se salvar? – De sus pecados.
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21 Reina-Valera 1960.
El Salvador vino a rescatarnos de nuestros pecados, de aquello que se corrompió en nuestras almas y robó la libertad. Mediante su sacrificio, Jesucristo dio salvación y vida eterna a todo el que crea en Él. Solo Jesucristo puede sanar a los quebrantados de corazón y liberar a quienes están bajo el dominio del diablo, es el único que puede liberar a los cautivos.
El mejor regalo que alguien puede recibir en la Navidad es a Jesucristo, pues Él es libertad y plenitud en el alma y salud para el cuerpo. La Biblia declara que Él pagó no solamente por nuestros pecados sino también por nuestra plenitud y salud:
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Isaías 53: 4-5 Reina-Valera 1960.
Si te encuentras atado a algún pecado, si tu alma ha sido quebrantada o vives bajo el dominio del diablo, haz esta oración y recibe salvación de Jesucristo:
“DIOS, creo que Jesucristo es tu Hijo y que está vivo. Perdona mis pecados y lávame con la sangre de Cristo, concédeme libertad y una nueva vida por los méritos de tu Hijo Jesucristo. Envía a mí a tu Espíritu Santo. Pido esto en el nombre de Jesús, Amén.”
AVIVA TU ESPÍRITU EN ÉSTA NAVIDAD
En ésta época se suelen avivar las emociones y los sentimientos de las personas, todo empieza a verse distinto, hay mucha luz y mucho brillo, todo alrededor se viste de fiesta y de regocijo. Comienza a suceder algo especial en la atmósfera y si no se cuenta con el discernimiento que viene de Dios, fácilmente se puede caer en las trampas que atrapan el espíritu especialmente en esta época.
Se puede ver cómo las personas se llenan de adrenalina por ir de compras, las distintas invitaciones no se hacen esperar, el comer y el festejar parece que se convierten en lo más importante de la navidad. Unos ríen, gozan y celebran; mientras que otros se llenan de recuerdos dolorosos y su espíritu no es atrapado por el avivamiento que se da en la navidad, sino por la melancolía y la tristeza que encierra el hecho de no tener lo que se desea o a quien se desea para disfrutar como lo hacen otros de esta época de fin de año.
De una u otra manera la época se torna emotiva, es como si se terminara no sólo el año sino una etapa de la vida, unos celebran porque fue un éxito y otros guardan la esperanza de que el año que viene las cosas sean diferentes a como se dieron en este año, es una oportunidad para dejar atrás muchas cosas y volver a empezar el 1ro. de enero con una nueva perspectiva de la vida. El punto es que sin querer nos dejamos atrapar por esta época, de una manera muy sutil nos vemos envueltos en el tradicionalismo y la cultura que se ha impregnado en el último mes del año.
Desde que conocí a Jesucristo he podido comprender que ningún día es más o menos importante que otro, comprendí que el enemigo utiliza sus artimañas para atrapar a las personas en creencias y costumbres que esclavizan, pude entender que para Jesús, el momento en que entregó su vida en la cruz, el día de su resurrección y nuestro nacimiento en Él, es más importante que su propio nacimiento y que Él tiene el poder de avivar el espíritu de las personas en cualquier época del año, en cualquier día y en cualquier momento. No estoy en contra de las celebraciones que traen regocijo, paz, amor y unión familiar, pero sí estoy en contra de convertir estas celebraciones en una tradición. No existe una fecha para amar, compartir, regalar, celebrar las bendiciones de Dios o el nacimiento de Jesús; es más, en lugar de celebrar su nacimiento celebremos su resurrección, el milagro que nos da la vida.
Todos los días son especiales y deberíamos aprovechar todo tiempo para darle gracias a Dios por lo que nos permite disfrutar diariamente, principalmente por la oportunidad que nos da de recibirlo en nuestro corazón, ser salvos y conocerle.
No esperemos a que llegue el 31 de diciembre para trazar las metas y los propósitos que queremos alcanzar, no esperemos a que llegue el 1ro. de enero para empezar a ponernos en la tarea de hacer algo para alcanzarlos. Cada día es una bendición, una ocasión especial para un nuevo comienzo, una oportunidad llena expectativas y la mejor de ellas es entregar nuestra vida a Jesús.
Decide dejarte avivar en ésta época por el Espíritu Santo de Dios y echa fuera todo espíritu que pretenda esclavizarte y estancarte. Abre tus ojos, quita las vendas y no te dejes atrapar por tradiciones y costumbres desagradables ante los ojos del Señor. Disfruta no sólo de este mes sino de todos los meses del año, así es la vida con el Señor, todos los días con Él son fechas especiales.
En lugar de permitir que tu espíritu se avive con la atmósfera y el ambiente de ésta época, permítele a tu espíritu avivarse con el amor de Jesús. Es el día indicado para abrirle las puertas de tu corazón y dejarlo entrar, es el momento oportuno para que le entregues tu vida, tus necesidades, sueños y deseos más profundos; déjalo obrar en tu vida de una manera sobrenatural, creé en su entrega por ti en la cruz, recibe el perdón de tus pecados y prepárate para que el poder de su resurrección se haga vivo y real en ti a partir de este momento. No tienes que esperar a que llegue el nuevo año para que tu vida empiece a cambiar, tu vida cambia en el momento en que decides creerle al Señor, ya no volverás a sufrir por lo mismo y darás un giro totalmente diferente ¿quieres comprobarlo?
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Mateo 22:37 (Dio Habla Hoy).
¡Deseo que todos los días de tu vida, tu espíritu sea avivado sólo por el Espíritu de Dios!
Jesús es el regalo esta Navidad
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” Isaías 9:6
Ya había sido anunciada su llegada por los profetas (Isaías 42, 49,50 y 53, Zacarías 6, Zacarías 9:9-13, Jeremías 33:14-18, Oseas 3:5). Se le llamaría Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz; Aquel que restauraría el reino de Dios.
Se esperaba que naciera en un vientre de linaje escogido por los hombres, pero fue nacido de linaje escogido por el Espíritu Santo. Se esperaba que fuera acogido por un lecho en un palacio, pero encontró calor en un pesebre. Sin saberlo aquel día, toda la creación alabó al más grande de todos los tiempos, invitando a unos cuantos escogidos a regocijarse en la presencia del más grande Rey que finalmente había llegado. Dios les había prometido que algún día sus ojos verían nacido al Mesías y una vez más la espera no es defraudada. El mundo finalmente se regocija y hay luz en las tinieblas. ¡El enemigo tiembla y se retuerce!, este es el día en que ha nacido Aquel que recuperara a la humanidad, Aquel que ha descendido de Su trono para librar la más grande batalla:
Jeshua es Su nombre, y es
El único con poder para
Salvar al mundo; Jehová
Ha dado a Su Hijo Jesús, el
Unigénito; para rescatar
A Su pueblo de las tinieblas.
El único con poder para
Salvar al mundo; Jehová
Ha dado a Su Hijo Jesús, el
Unigénito; para rescatar
A Su pueblo de las tinieblas.
¡Ohh Emanuel! La creación anhelaba tu llegada. La humanidad ha estado perdida y atada a la perversidad. Bendito este día en el que Jehová ha tenido misericordia, el Dios vivo ha entregado al mundo a Su más preciado tesoro. El más grande dolor que pueda experimentar un padre Él ha estado dispuesto a soportarlo. Su amor es inefable, pues estuvo dispuesto a ver escarnecido al único en el que Su alma encuentra contentamiento.
Dios ha sido fiel a Su promesa, ha enviado a Su Hijo a la tierra para recuperar a la humanidad que se había perdido.
Dios ha sido fiel a Su promesa, ha enviado a Su Hijo a la tierra para recuperar a la humanidad que se había perdido.
Esta Navidad deberíamos celebrar que un día la humanidad recibió la más grande misericordia, acoger al mismísimo Dios encarnado en la tierra para salvar nuestras perdidas almas. Aunque los expertos en materia afirman que Jesús nació a mediados de Septiembre, este Diciembre celebremos Su llegada al mundo.
Recordemos que la Navidad es el nacimiento de amor y esperanza en un mundo de tinieblas, y no la época en que hacemos notoria nuestra prosperidad o carencia económica. En esta época recordemos que por el más grande héroe hemos sido rescatados. La Navidad celebra que hemos recibido libertad por la llegada de Jeshua/Jesús que es sobre todo nombre.
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