Primates de América Central
El mono araña de Azuero (Ateles geoffroyi azuerensis) es una subespecie de mono araña que se encuentra en peligro crítico de extinción según la Lista Roja de la IUCN de Especies Amenazadas.2 Los nombres más comunes de esta subespecie son "mono charro", "mono charao" y "mono araña." La subespecie de Azuero es uno de los tres tipos de monos araña en Panamá: Ateles geoffroyi panamensis que vive desde Costa Rica hasta el Darien excluyendo Azuero, Ateles geoffroyi fusciceps que habita las provincias de Panamá y Colon, y Ateles geoffroyi azuerensis, el mono araña de Azuero, cuya área de distribución abarca sólo la Península de Azuero.
Hábitos de forrajeo
Aunque no hay estudios específicos sobre los hábitos alimentarios del mono araña de Azuero, los monos araña, por lo general, son frugívoros. Estos monos dedican entre 55 a 90% del tiempo de alimentación en el consumo de frutas, pero también comen otras partes de las plantas tales como hojas, flores, semillas, y raíces aéreas.4
A pesar de que se alimentan de una gran variedad de taxa, estos monos son especialista debido a que su dieta consiste básicamente en fruta madura, que es fácil de penetrar. Por esta razón requieren de una amplia zona de alimentación debido a su dependencia de los recursos frutales estacionales.5
Su capacidad de tragar frutos con semillas grandes, ricos en lípidos, permite la dispersión de especies de plantas que raramente son dispersadas por otras especies de animales.6
Además de la disponibilidad de fruta madura que es el factor más importante para la supervivencia del mono araña de Azuero, otros factores tales como la ubicación de los recursos hídricos, los sitios para dormir, los extremos climáticos y el patrullaje de las fronteras rango, constituyen en los factores más importantes que influyen el hábitat del mono araña de Azuero Las investigaciones publicadas en otras subespecies de monos araña sugieren que su hábitat requiere entre 95 a 390 hectáreas de bosque continuo.7 Estas cifras no han sido confirmadas para la subespecie del mono araña de Azuero.
Amenazas a la supervivencia
Debido a la reducido y fragmentado hábitat del bosque seco tropical, que originalmente cubría casi toda la península de Azuero, vestigios de bosque lo suficientemente grandes para sostener las poblaciones del mono araña de Azuero son raros. Esta deforestación y la caza de los individuos constituyen los dos factores más influyentes que amenazan la supervivencia de las poblaciones del mono araña de Azuero.
Investigaciones
Actualmente el Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund está financiando una investigación sobre el mono araña de Azuero. Esta investigación está estudiando los aspectos de lo que el mono come, lo que constituye un corredor, y como los monos araña sirven como indicadores de la salud de los bosques.
El mono carablanca, maicero cariblanco, capuchino, tanque, machín, caurara o carita blanca2 (Cebus capucinus) es un mono del nuevo mundo de tamaño medio perteneciente a la familia Cebidae.
Es nativo de los bosques de América Central y de la parte más noroccidental de Sudamérica y muy valioso por su papel como dispersor de semillas y polen. En los últimos años se ha convertido en una especie muy popular enNorteamérica.
Es un mono de tamaño mediano, que alcanza en peso hasta 3.9 kg (1500 - 4000 g). Son casi completamente negros, pero tienen cara rosada y pelo blanco en gran parte del frente de su cuerpo, por eso se les llama comúnmente "cariblancos".
En su hábitat natural es muy versátil, adaptándose a varios tipos de bosques y consumiendo muchos tipos de comida que incluyen frutas, diferentes vegetales, invertebrados y pequeños vertebrados. Viven en grupos que incluyen machos y hembras y que pueden exceder los 20 individuos. Se ha documentado que esta especie es capaz de recurrir a la creación y uso de herramientas como armas o instrumentos para obtener comida.
Taxonomía y filogenia
Es uno de los tantos monos descritos por Linneus en el siglo XVII, más precisamente en el año 1758. Perteneciente a la familia Cebidae este mono del nuevo mundo, forma parte del género Cebus y a una de sus especies, capucinus, dentro de la cual se han descrito tres subespecies: Cebus capucinus capucinus (Linneo, 1758), Cebus capucinus curtus (Bangs, 1905) y Cebus capucinus nigripectus (Eliot, 1909). Sin embargo, Hernández & Cooper (1975) y Defler (2004) no reconcieron las subespecies debido a la variabilidad encontrada en la especie.
Anatomía y Fisiología
Son animales de tamaño medio con un peso que oscila entre 1,5 y 4 kg, con una longitud promedio para los adultos entre 33,5 y 45,3 cm (sin incluir la cola), siendo el macho alrededor de un 27 % más grande. De cola prensil, negra y algunas veces ventralmente de color castaño y una longitud que puede llegar hasta los 55,1 cm. Miembros anteriores y posteriores de color negruzco. Cabeza, cuello, garganta y hombros color blanco-amarillento. La cara es rosada, con pelos blancos dispersos. Un área negra en forma de V en la coronilla es característica de este mono. Su pelaje es más corto y oscuro en la espalda que en otras partes del cuerpo.
El cerebro pesa alrededor de 79,2 g, el cual es más grande que varias especies de monos grandes.
Distribución geográfica y hábitat
El cariblanco se encuentra en gran parte de América Central y en una pequeña porción de Sur América. En Centroamérica, se puede ubicar en Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, sin embargo, hay reportes de su presencia en Guatemala y Belice, aunque no confirmados. En Suramérica, se encuentra comúnmente entre elocéano Pacífico y los Andes de Colombia, así como al noreste de Ecuador.
En Colombia, se ubican desde la frontera con Panamá y hacia el sur a lo largo de la costa pacífica y la cordillera occidental de los andes colombianos (1800 – 2000 msnm). En la isla Gorgona, valle del río Cauca, en la región de Urabá (Dep. Antioquia), departamentos de Córdoba, Sucre, norte de Bolívar y hacia el este de Atlántico, hacia la ribera del bajo río Magdalena y río San Jorge.
Su hábitat se compone de varios tipos de bosques, incluyendo bosques maduros y bosques secundarios, entre ellos los bosques de hoja perenne y hoja caduca. También se encuentra en remanentes de bosques y en sitios con grandes concentraciones de palmas, principalmente la palma de vino (Scheelea magdalénica). Aparentemente, altas poblaciones de capuchinos se encuentran en áreas de bosques viejos así como en bosques perennes. También en áreas con mayor disponibilidad de agua durante las épocas secas.
Comportamiento
Dieta
El Cebus capucinus es básicamente omnívoro, su principal alimento se compone de frutas e insectos. Se ha reportado que alrededor del 20 % de los alimentos consumidos son de origen animal, 65 % son frutos y un 15 % partes vegetativas. Normalmente este mono busca alimento (hasta un 28 % de su tiempo) en todos los niveles del bosque, así como en el suelo. Los métodos que comúnmente utilizan para obtener comida incluyen pelar la corteza de los árboles, buscar a través de la hojarasca, romper ramas muertas y el uso de piedras como yunques para romper frutos duros. Su cola prensil es una ventaja durante la alimentación, ayudándolos a mantenerse cuando busca alimento por debajo de las ramas.
Las frutas pueden alcanzar entre el 50 y el 67 % o más de la dieta de los capuchinos. Entre las frutas más consumidas se encuentran las de las familias Moraceae, Anacardiaceae, Leguminosae, Rubiaceae, Arecaceae, Annonaceae, Sapindaceae, entre otros. Generalmente solo consume frutas maduras, comprobando su madurez oliéndolas, probándolas y pinchándolas. Típicamente comen la pulpa y el jugo, desechando las semillas y la fibra. Además de las frutas, otras partes de la planta que consumen incluyen flores, hojas jóvenes, semillas y ocasionalmente bromelias (Familia Bromeliaceae) como fuente de agua, tomando el agua que queda atrapada adentro. Su pico de actividad alimentaria diaria va desde las 5am hasta las 9am y de las 3pm a las 5pm, y consumen los frutos y retoños de un promedio de 5-7 plantas por día.
Entre los invertebrados que comúnmente consumen están las garrapatas, arañas, saltamontes, termitas, avispas y escarabajos, así como larvas de estos dos últimos. Se ha reportado el consumo de aves, huevos de aves, sapos, lagartijas, cangrejos, moluscos y pequeños mamíferos. La cantidad de mamíferos que consuman depende del tamaño del grupo. Además, pueden existir diferencias significativas entre grupos vecinos con respecto a la dieta.
Aunque beben agua de los huecos en los árboles, también bajan al suelo a beber de pequeños caños y manantiales. Durante las épocas secas, existe una elevada tasa de competencia por este recurso.
Organización social
El tamaño del grupo promedio es de 16 animales, con rangos entre 4 y 39 ejemplares, lo cual al parecer depende de la calidad del hábitat donde se encuentran ubicados. El Maicero Cariblanco es un animal arbóreo y diurno, sin embargo, estos bajan al piso más a menudo que la mayoría de monos del Nuevo Mundo. Estos animales usan una gran variedad de posturas y desplazamiento, tales como caminar y correr en cuatro patas, galopar, trepar y brincar y en algunos casos recorrer cortas distancias soportados sobre sus dos miembros posteriores.
Con raras excepciones las hembras pasan toda la vida con sus parientes femeninos. Los machos migran a nuevos grupos sociales múltiples veces a lo largo de su vida, migrando por primera vez entre los 20 meses y los 11 años de edad. Estos machos algunas veces migran solos, aunque a menudo migran con otros machos que por lo general son familiares. Una característica importante de los grupos de cariblancos, es la alta consanguinidad que resulta de la presencia de machos alfa, que por lo general engendran la mayoría de crías. Estos machos alfa por lo general mantienen su posición de dominancia por 17 años en promedio, lo que permite que estos engendren crías de sus hijas y nietas, que normalmente son fértiles a los 6 o 7 años.
El parentesco es un factor importante en la organización estructural social entre hembras. Sobre todo en grupos grandes, las hembras se asocian preferiblemente con el acicalamiento y proporcionan soporte a las hembras con las que tienen parentesco por la línea materna, comportamiento que no exhiben con las hembras de la línea paterna, lo cual puede significar que las hembras de C. capucinus son capaces de reconocer el parentesco solo de la línea materna. El rango de dominancia también es un factor importante en la organización del grupo. Con un mayor grado de asociación y acicalamiento entre hembras con más cercanía en cuanto a su posición jerárquica. Las diadas de acicalamiento hembra-hembra son más frecuentes que hembra-macho y macho-macho. El parecer los capuchinos tiene un excelente concepto de la estructura en alianza, por ejemplo, cuando están peleando, ellos reciben ayuda de otros con mayor rango y además con los cuales tienen un mayor grado de amistad.
Los machos son típicamente dominantes sobre las hembras. El macho alfa es a menudo fácil de reconocer, aunque algunas veces hay rangos ambiguos con machos subordinados. Las relaciones macho-macho son tensas, sin embargo las asociaciones se dan durante el descanso, juegos o acicalamiento. Por otro lado, se pueden formar coaliciones para enfrentar a potenciales predadores así como también para proteger al grupo de otros machos. Ocasionalmente las agresiones pueden llegar a la muerte, especialmente cuando se encuentran roñando el bosque sin compañía de monos aliados. Debido a que las agresiones por parte de los machos lideran la causa de muerte (Claro está, aparte de la caza furtiva por parte de los humanos, donde hay contacto mono-humano), las alianzas entre machos son de gran importancia en la defensa durante las migraciones y también mientras se toma el control de un grupo.
A menudo los machos migrantes asesinan infantes de los grupos de los cuales toman el poder. Por lo general las hembras van en defensa de sus infantes para evitar el infanticidio, pero rara vez tienen éxito. Este comportamiento está relacionado a la inhibición por parte de los infantes de la ovulación de las hembras mientras están lactando. De esta manera, los machos inducen la entrada al estro en las hembras, matando sus infantes y por lo tanto terminando la lactancia. Esto tiene como efecto el incremento de oportunidades de reproducción. Luego de un tiempo, las hembras se vuelven un apoyo para el macho alfa incluso mayor que con el anterior. Así, el nuevo macho defiende a las hembras de los subordinados como también a los infantes de los intentos de infanticidio por parte de los machos de otros grupos.
Oppenheimer (1968) calculó un presupuesto de actividades para los cariblancos así: 47% desplazamiento, 28% forrajeo, 14% descanso, 8% acicalamiento grupal y 3% juego.
Interacción entre grupos
Su área de desplazamiento está entre 32 y 86 ha, mientras que las distancias diarias recorridas oscilan entre 1 y 3 km. Duermen principalmente en árboles altos y sitios con gran densidad de forraje.
Aunque se han descrito como territoriales, recientes investigaciones indican que los grupos de cariblancos tienden a comportarse agresivamente frente a otros grupos de maiceros sin tener en cuenta donde se encuentren y que esta agresión no está necesariamente relacionada a la toma del control de otro grupo. Los rangos de vivienda de diferentes grupos se sobrelapan extensivamente, de tal forma que los grupos no son territoriales en el estricto sentido de la palabra. Tal vez por la intensa competencia entre machos y los intentos de infanticidio, las interacciones de los grupos son típicamente hostiles. Comúnmente los machos son los que se ven involucrados en los encuentros entre grupos, además de que aparentemente los machos defienden el acceso a las hembras de sus grupos. Así, los machos alfa que tienen mayor rango en la escala reproductiva, participan más que los machos subordinados. Normalmente los grupos con mayor cantidad de machos tienen mayor ventaja durante los encuentros con otros grupos, sin embargo depende también del sitio del encuentro, ya que grupos con pocos individuos pueden derrotar a un grupo más grande si el encuentro se da en el rango del hogar del grupo más pequeño.
Reproducción
El C. capucinus usa un sistema de apareamiento polígamo, lo que significa que un macho puede aparearse con múltiples hembras. Aunque el macho alfa no monopoliza la reproducción totalmente, hay estudios que muestran como el macho domínate engendra la mayoría de crías del grupo. Algunas veces la hembra puede copular con varios machos, sin embargo, el macho dominante tiende a copular más comúnmente cuando la hembra esta en el pico de fertilidad.
Al parecer se reproduce estacionalmente en Centroamérica, concentrándose los nacimientos en la época seca, de diciembre a abril. El apareamiento se da luego de persecuciones mutuas entre el macho y al hembra, además de la emisión de gran cantidad de chillidos. La copula toma alrededor de 2 minutos, la gestación dura entre 5 y 6 meses. Normalmente solo es una cría, pero puede haber gemelos ocasionalmente.
Desde que nace, la cría es cargada al través en la espalda de la madre hasta las 6 semanas. Posteriormente se acomoda a lo largo de la madre y comienza a desplazarse independientemente por breves instantes hacia el tercer mes. El destete ocurre entre los 6 y 12 meses de edad. Mientras la madre descansa, la cría comúnmente gasta su tiempo buscando alimento y jugando, de manera solitaria o con otros juveniles. Los cariblancos participan en altos grados de cuidado alloparental, en el cual otros monos además de la madre cooperan en el cuidado de los infantes. Tanto los machos como las hembras participan de este comportamiento, que se da más comúnmente entre los 4 y 6 meses de la cría.
Como otras especies de capuchinos, los Maiceros Cariblancos maduran lentamente. Así, la madurez sexual se alcanza a los 3 años aproximadamente, con un promedio de 7 años para la primera concepción y con un intervalo entre partos de alrededor de 26 meses. Por otro lado, los machos alcanzan su madurez sexual completa hacia los 10 años de vida. Dado su tamaño, los monos cariblancos tienen un largo periodo de vida. El registro de mayor tiempo de vida se dio en cautiverio con 54 años de edad.
Predadores y parásitos
Los predadores más comunes son las serpientes, especialmente la boa de árbol (Corallus) y punta de lanza (Bothrops), caimanes (Caiman) y felinos como jaguares (Panthera onca) y ocelotes (Leopardus pardalis). También, aves rapaces grandes como el águila harpía (Harpia harpyja), que es su principal depredador. Los Cariblancos usan alarmas cuando visualizan un depredador. Viven en grupos sociales unidos y eso les permite permanecer vigilantes. Cuando un grupo se ve amenazado puede huir o enfrentar al depredador.
Es posible que sean vulnerables a varios tipos de parásitos, entre los que se encuentran nematodos y trematodos gastrointestinales, así como filarias y microfilarias, protozoos y también algunos ectoparásitos como garrapatas, pulgas, piojos y ácaros.
Entre los parásitos internos que pueden infectarlos están Microfilaria panamensis, Tetrapetalonema panamensis, Dipetalonema obtusa, Strongyloides sp, Trypanosoma cruzi entre otros.
Conservación e interacción con humanos
El C. capucinus está en la categoría de “preocupación menor” (Least Concern LC) por la UICN y clasificado dentro el Apéndice 2 por CITES. Son víctimas del comercio ilegal de fauna silvestre, además de las altas tasas de deforestación que destruyen sus hábitats naturales.
Los maiceros pueden adaptarse a diferentes ambientes forestales, mejor que cualquier otra especie, por su habilidad para vivir en una amplia gama de bosques y explotar una gran variedad de recursos alimenticios.
Los capuchinos cumplen un papel importante realizando funciones de dispersión de semillas y polen. Además, se alimentan de insectos que plagan algunos árboles. También aceleran el proceso de germinación de algunas semillas, cuando pasan a través de su tracto gastrointestinal.
En varios países se considera que esta especie no está en peligro, sin embargo no hay información actualizada sobre el número de individuos y por eso deben considerarse otros factores, para poder así evaluar su estado de conservación. Es necesario también estudiar los contactos entre C. capucinus y C. albifrons para aclarar los reportes acerca de la hibridación entre estas dos especies.
- Colombia
En Colombia, esta especie no está considerada en peligro por el Ministerio del Medio Ambiente, sin embargo no existe información reciente sobre sus poblaciones y debe considerarse por lo tanto los taxa subespecíficos para poder así evaluar su estado de conservación a dicho nivel. Esta especie puede ser observada en el parque nacional natural de Los Katíos, Chocó; cerca de Colosó, Sucre; aunque probablemente la población más fácil de observar se encuentra en el parque nacional natural Gorgona, debido a su prolongada exposición a observadores humanos.
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