Monasterios por países - España

Conventos y monasterios de la provincia de Gerona

El monasterio de San Feliu de Guíxols, está situado en la población de San Feliu de Guíxols, perteneciente a lacomarca catalana del Bajo Ampurdán. Se baraja como futura sede de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, en su sección de pintura catalana.

Historia

La primera documentación de este monasterio de la orden benedictina, aparece en el año 968 por la concesión que el rey Lotario hace al abad Sunyer, para poder regir al mismo tiempo los monasterios de Sant Pol de Mar y de Sant Feliu de Guíxols. Sin embargo, en el año 1016, los condes Ramón Borrell y su esposa Ermesenda confirman unas posesiones que se habían donado con anterioridad a los condes Suñer I y Riquilda, siendo que el conde Suñer Ihabía muerto en el año 947, por lo que se supone que el monasterio ya debería existir en ésta fecha.

Pasó a depender de la Abadía de Lagrasse, junto con el de San Pedro de Galligans, cuando Ramón Berenguer III, los cedió a su hermano Berenguer de Narbona en el año 1117, representando esto graves enfrentamientos hasta lograr de nuevo su independencia.

Se concedieron por parte de los abades grandes privilegios para favorecer la llegada de nuevos habitantes entre los años 1181 y 1203. También se solicitó al rey Pedro I, el poder construir una fortificación. El monasterio contribuyó con la aportación de 179 hombres para la conquista de la isla de Mallorca.

Sus posesiones se fueron extendiendo y para evitar los cargos de provisión se unió al monasterio benedictino de Valladolid, hasta el año 1835 que por ladesamortización del gobierno de Mendizábal pasó a ser la parroquia de la población.

Tras diversos contactos entre las instituciones locales, el Ministerio de Cultura de España y la baronesa Carmen Cervera, en enero de 2008 se anunció que una parte del monasterio se destinará a albergar una de las varias sedes de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, y más en concreto los fondos de arte catalán de los siglos XIX y XX. Se habla de unas 350 obras, y es previsible que parte de ellas proceda de la selección cedida en préstamo al MNAC de Barcelona. Sin embargo, en 2012 este proyecto se hallaba casi congelado por falta de financiación, si bien la baronesa prestaba unas 60 pinturas para una muestra temporal [1].

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El edificio

Plano del monasterio de Sant Feliu de Guíxols:
1) "Porta Ferrada".
2) Fachada románica.
3) "Torre de Fum".
4) Bóveda románica.
5) Coro.
6) Bóveda gótica.
7) Capilla del baptisterio.
8) Capilla del Santísimo.
9) Ábside central.
10) Capilla de la "Mare de Déu del Àngels".
11) Capilla del órgano.
12) Sagristía.
13) Monasterio.
14) "Arc de San Benet".

Torre de Fum.

Arc de San Benet.

El conjunto monástico ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su historia. La iglesia de estilo gótico es de una sola nave con crucero y tres ábsides poligonales, con cubierta de bóveda de crucería; una parte de la nave es románica con bóveda de cañón.

La fachada principal es de origen románico bastante restaurada, está flanqueada por dos torres de bases romanas, la torre del Corn de planta rectangular y la torre del Fum de planta semicircular, su parte alta es de construcción de los siglos XIV-XV.

Porta Ferrada

Precedida a esta fachada, separada unos tres metros, se encuentra la Porta Ferrada, construcción prerrománica, puesta al descubierto en una restauración del año 1931, ya que había quedado tapada por otras edificaciones. Es la fachada de un edificio (único resto) que se cree fue el palacio de un abad o de un gobernador civil carolingio. Se trata de un monumento enigmático que actualmente sirve como atrio de la iglesia románica. Data de una época anterior a Wifredo el Velloso, cuando la Marca Hispánica era todavía provincia de los francos. La fachada tiene una galería baja con un arco central y dos laterales más estrechos. Son arcos de herradura muy sobrepasados, siguiendo la moda mozárabe e islámica. En los extremos hay otros dos arcos más pequeños todavía. Las basas de las columnas (igual que en el primer piso) tienen perfiles cordobeses y califales. En el primer piso se ven tres arcos de herradura triple (cuyos capiteles son lombardos) y dos aberturas de medio punto en los extremos. Corona este piso una serie continua de arcos ciegos de influencia lombarda que se apoyan en ménsulas parecidas a las que sustentan las pilastras superiores de la parte construida por Alhakén II en la Mezquita de Córdoba.

La fortificación del siglo XIV aún conserva dos torres (La torre del fum y la torre del corn, desde una se intuye que se hacían las señales de humo cuando el pueblo era atacado, mientras que desde la otra, se hacían señales acústicas con un corneto). De las dependencias monacales hay un edificio del siglo XVIII y el arco de Sant Benet de estilo barroco, que fue en algún tiempo la entrada al conjunto monástico.

El monasterio de Sant Feliu está dedicado al mártir de origen africano que predicó en estas tierras y que murió a raíz de las persecuciones de Diocleciano, a principios del siglo IV; se ha considerado que este episodio tuvo lugar en la misma ciudad de Sant Feliu de Guíxols. Se desconoce la fecha concreta de su fundación, se ha dicho que podría tratarse de una iniciativa de Carlomagno, a finales del siglo VIII, pero lo más posible es que esto se hubiera producido a principios del siglo X, cuando se repoblaba el territorio. El primer documento que menciona directamente este establecimiento está datado en el año 968, cuando el rey carolingio Lotario autorizó al abad Sunyer dirigir al mismo tiempo los monasterios de Sant Feliu y Sant Pol del Maresme, pero de forma indirecta se sabe que ya existía el 947. El monasterio de Sant Feliu de Guíxols Entrada a la iglesia y torre semicircular del Fum Sant Feliu de Guíxols De una fotografía estereoscópica de Josep Salvany, 1917 Biblioteca de Catalunya. Fons Josep Salvany La primera iglesia monástica, que posiblemente se habría levantado en el lugar de un antiguo edificio anterior, quedó destruida por una invasión sarracena, el 965. El abad Sunyer, el primero conocido, se encargó de reconstruir el monasterio, un edificio románico entre torres de defensa, que posiblemente ya existían anteriormente. En esta construcción participaron importantes personalidades de la época, como el abad Oliba y la condesa Ermessenda de Barcelona. En 1117 hubo un intento, incluso empleando la fuerza, de unirlo a Lagrasse que no tuvo éxito. A raíz de la intervención del monasterio en la conquista de Mallorca, éste recibió algunas posesiones en la isla. Fachada de poniente La Porta Ferrada Torre del Fum En 1285 un episodio bélico protagonizado por el ejército francés destruyó de nuevo el monasterio, que hubo que restaurar. Poco después, y como consecuencia del gran desarrollo que tenía la villa, el monasterio emprendió la tarea de renovar y ampliar la iglesia. En 1317 comenzaron aquellas obras y a mediados del mismo siglo la antigua cabecera románica había quedado sustituida por los nuevos ábsides góticos. A finales de siglo, la nave resultó también modificada, rehaciendo una parte de la misma con una construcción gótica y dejando aún los pies de la nave antigua, más baja y ocupada por el coro monástico. Convento del siglo XVIII

Una bula del papa Adriano VI unió este monasterio a la Congregación de San Benito de Valladolid (1515). En el siglo XVIII se llevaron a cabo obras importantes en el conjunto monástico, que renovó totalmente sus dependencias auxiliares. También había el proyecto de rehacer la iglesia, pero no se llevó adelante y sólo se hicieron pequeñas reformas que no la afectaron en profundidad. En el siglo XIX se produjo una exclaustración temporal de la comunidad (1820-1823) y la definitiva en 1835.	El Arco de Sant Benet, antigua entrada al recinto monástico	Arco de Sant Benet
La iglesia continuó con sus funciones parroquiales pero sufrió destrucciones en varias ocasiones, sobre todo en su mobiliario. En 1931 se llevaron a cabo obras de restauración y consolidación de la iglesia, particularmente la Porta Ferrada. En 1936 significó un nuevo episodio de pérdida de patrimonio mobiliario y después de la Guerra Civil se volvió a restaurar el edificio.	Portal del edificio del siglo XVIII	Portal de la iglesia
La parte visible más antigua del monasterio de Sant Feliu de Guíxols es la zona de poniente de la iglesia donde se sitúa la Porta Ferrada y las torres de defensa (la del Corn, con una base romana, y la del Fum). La cabecera, a levante, es gótica del siglo XIV.	Interior de la iglesia	Interior de Sant Feliu de Guíxols De una fotografía estereoscópica de Josep Salvany, 1917 Biblioteca de Catalunya. Fons Josep Salvany
La bóveda gótica	Nave de la iglesia, al fondo la nave románica	La cabecera gótica
Sepulcro al interior de la iglesia	Sepulcro al interior de la iglesia	Escalera del monasterio
Galería, ahora museo	Dintel del monasterio	Fragmento cerámico con el nombre del monasterio
Compartimento de un retablo del monasterio (siglo XVII) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols	Compartimento de un retablo del monasterio (siglo XVII) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols	Cantoral (siglo XVI) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols
Huida a Egipto (siglo XVII) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols	Presentación en el Templo (siglo XVII) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols	Cantoral (siglo XVII) Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols
	Detalle de Vista de Sant Feliu de Guíxols (Jaume Pons, 1894), con el monasterio en primer término Fundación Carmen Thyssen-Bornemisza Museu d'Història de la Ciutat de Sant Feliu de Guíxols