martes, 23 de febrero de 2016

Reyes por países - España

Reyes de Aragón


carlos I de españa

Carlos I
(1516 - 1556)


Página Carlos V

Carlos I     Carlos I de España y V de Alemania nació el 24 de febrero de 1500 en Gante. Era español por su madre Juana de Castilla y por sus abuelos Fernando e Isabel, los Reyes Católicos; alemán, por su abuelo paterno el emperador Maximiliano; borgoñón por su padre Felipe I el Hermoso y por su abuela María de Borgoña, esposa de Maximiliano I e hija de Carlos el Temerario.
     De su educación se encargaron Margarita de Austria, su tía, y el cardenal Adriano de Utrech, quien en un futuro sería el Papa Adriano VI.
     Cuando murió su padre, en 1506, recibió Holanda, Luxemburgo, Artois y el Franco Condado a lo que se añadiría Aragón, Navarra, Castilla, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, y los territorios ya conquistados en América que heredó a la muerte de su abuelo materno Fernando el Católico, en 1516. Además, en 1519, por parte de su abuelo paterno Maximiliano I obtuvo los territorios austríacos de los Habsburgo y fue elegido emperador de Alemania.
     Así, Carlos fue rey de España de 1516 a 1556 y emperador de Alemania de 1519 a 1556.
     Influido por el erasmismo en la primera etapa de su reinado, trató de hacer realidad el inicio de un imperio universal cristiano, pero para ello necesitaba el Milanesado como medio de unión de sus reinos. Lo consiguió en 1526, a través del Tratado de Madrid, y también el ducado de Borgoña al vencer en 1522 a Francisco I en Bicoca y en 1525 en Pavía. Pero el rey francés se alió con Clemente VII y los príncipes italianos independientes en la Liga de Cognac, declarando la guerra al emperador. La paz de Cambrai en 1529 resolvió la recuperación del ducado de Borgoña por Francisco I. Ante el problema religioso alemán mostró una actitud conciliadora, manifestada en la Dieta de Habsburgo, que fracasó por el radicalismo de los príncipes protestantes alemanes. Esta política imperial no fue bien entendida por los españoles y motivó el levantamiento de las Comunidades en Castilla, protagonizado por la pequeña aristocracia y burguesía de las ciudades.
Carlos I     La derrota de los comuneros tuvo lugar en 1521 en Villalar originando la alianza del emperador con la aristocracia latifundista y la progresiva pérdida de efectividad de las Cortes de Castilla. En Valencia y Mallorca la represión contra los elementos de las germanías que se dieron entre 1519 y 1523, en donde artesanos y burgueses en su mayoría, trajo consigo idénticos resultados. Las disidencias religiosas produjeron la crisis del erasmismo en la concepción política de Carlos I, quien se propuso dar una solución personal al problema religioso. Los príncipes alemanes que habían rechazado la Dieta de Augsburgo se unieron en la Liga de Esmalcalda, que se alió con Francisco I en 1832, y éste con el sultán turco Solimán el Magnífico. Carlos obligó a Solimán a levantar el cerco de Viena y tomó Túnez en 1535, pero no pudo evitar que Francia ocupase Saboya. Esta situación fue confirmada por la tregua de Niza en 1538, pero en 1541 los turcos se apoderaron de Budapest y Francisco I se enfrentó con el emperador; la paz de Crépy en 1544 puso fin a este conflicto, comprometiéndose Francia a romper la alianza con Turquía y a luchar por la unidad de los cristianos. El final del reinado del emperador estuvo impregnado por los problemas germánicos. Se enfrentó, venciéndolos, a los príncipes alemanes en Mühlberg en 1547, pero el nuevo rey francés, Enrique II se alió con la Liga de Esmalcalda. El desastre de Innsbruck en 1552, donde estuvo a punto de ser prendido, le obligó a negociar la Paz de Augsburgo en 1555, que reconocía la libertad religiosa en Alemania y significaba la renuncia del emperador a su ideal de la unidad religiosa del imperio. Por otro lado firmó con Enrique II, que se había apoderado de Metz. Toul y Verdun, la tregua de Vancelles.
     Con Carlos, España conoció durante su reinado una etapa de máxima prosperidad económica; la colonización y conquista de América abrieron muchos mercados y la llegada de metales preciosos sirvió de impulso a todas las actividades económicas facilitando también las campañas bélicas del emperador, pero el alza constante de precios y la política imperialista, antieconómica, terminaron por arruinar las actividades económicas de Castilla y germinar una decadencia que se dejaría sentir a fines del siglo XVI.
      Las continuas amenazas y la mala situación financiera hicieron que el emperador abdicara en Bruselas el 25 de octubre de 1555, dejando el imperio alemán y las propiedades de los Austrias en Alemania a su hermano Fernando. Al año siguiente cedería a su y hijo Felipe II, España y sus colonias, Italia y los Países Bajos. Después se retiró al monasterio de Yuste en Extremadura, donde murió el 21 de septiembre de 1558.





CARLOS I

Carlos I de España y V de Alemania  (1500-1558)
Hijo de Felipe de Habsburgo (el Hermoso) y de Juana de Castilla (la Loca), Carlos fue rey de España desde el año 1516 hasta el año 1556 y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde el año 1519 hasta el año 1558.
Retrato de Carlos V
La política matrimonial de sus abuelos, los reyes católicos, la muerte de su padre y la incapacidad de su madre le concedieron la herencia de cuatro dinastías. 
Su abuelo Maximiliano de Austria le dejó los territorios centroeuropeos de Austria y los derechos al Imperio, de su abuela María de Borgoña heredó los Países Bajos, de Fernando el Católico consiguió los reinos de la Corona de Aragón, además de Sicilia y Nápoles, y de su abuela Isabel I la Corona de Castilla, Canarias y todo el Nuevo Mundo descubierto y por descubrir. 
La infancia de Carlos I trascurrió en la corte flamenca y fue educado por Adriano de Utrecht.
En 1515 se hizo cargo del gobierno de los Países Bajos, que durante algún tiempo pasó a Guillermo de Croÿ, señor de Chièvres. Cuando en 1516 su abuelo Fernando falleció, se convirtió en rey de España, y en 1519 se convirtió en emperador de Alemania pasando a denominarse Carlos I de España y V de Alemania.
Su llegada a España, produjo un gran malestar debido a su juventud, educación flamenca y consejeros extranjeros. 
En 1519 se unieron una serie de reivindicaciones políticas, dando lugar al levantamiento de las Comunidades (1520-1521)
Espada Carlos V
Escudo Carlos V
Las principales ciudades castellanas, dominadas por oligarquías nobiliarias y burguesas, se unieron en una revuelta que adquiriría matices tanto sociales como políticos. El memorial de agravios (Constitución de Ávila), dirigido al rey, recogía las aspiraciones de los comuneros. Éstos cayeron derrotados en la batalla de Villalar (1521) que significó la sumisión de Castilla.  Desde entonces, las Cortes cederían la mayor parte de sus antiguas prerrogativas políticas, limitando sus funciones a materia tributaria: los pecheros castellanos tendrían que soportar el peso del Imperio. 
Prácticamente al mismo tiempo, tuvieron lugar en Valencia los alzamientos de las Germanías o hermandades cristianas que reflejaban la protesta contra el poder de la nobleza y sus vasallos moriscos, aunque indirectamente eran también un movimiento de resistencia a la Corona. Su destrucción (1521-1524) constituyó otra victoria su poder. 
En el tema de las guerras, el conflicto con Francia se endurecerá al sentirse los franceses cercados por los inmensos dominios imperiales, además de tener en cuenta las reivindicaciones territoriales de Francisco I sobre Navarra y el Rosellón y de Carlos sobre Borgoña y Milán, así como la incompatibilidad de una conciencia nacional francesa con cualquier liderazgo europeo supranacional y las rivalidades personales de ambos monarcas. 
Galera con la que Carlos V derrotó a los franceses.
En 1521 ocurrió el primer choque, en el que España se hacía con el poder de Navarra que quedó definitivamente para España. Francisco I ocupó personalmente el Milanesado yt al ser derrotado y hecho prisionero en Pavía, prometió entregar Borgoña y retirarse de Milán. Al no llevar a cabo sus propuestas, y se reanudaron las luchas hasta la Paz de Crépy (1544), que confirmó prácticamente las cláusulas de Cambrai (1529), en las que Francisco I reconocía la soberanía de Carlos V sobre Artois y Flandes y retiraba sus pretensiones sobre Milán y Nápoles, mientras que Carlos I abandonaba Borgoña. 
La lucha con los turcos no se hizo de esperar. En centroeuropa se dedicaban a contener los ataques turcos, sin pasar a la contraofensiva.   Por este motivo, Carlos tuvo que luchar por el Mediterráneo occidental y penetrar en el oriental, consiguiendo finalizar a la conquista de Túnez (1535), aunque su fracaso en Argel (1541) afianzó las posiciones berberiscas. 
Su fracaso definitivo llegó tras la aparición del protestantismo en Alemania que, además de conectar con las inquietudes espirituales, aglutinó intereses económicos y políticos opuestos a los programas imperiales, reformistas y centralizadores, y dividió el Imperio en dos católicos y reformados. 
Carlos V y su corte con Lutero.
Carlos I decidió actuar con la fuerza contra los protestantes, que habían formado la Liga de Esmalcalda. Obtuvo la victoria en la batalla de Mühlberg (1547), aunque no logró ni la unidad política ni la religiosa.
Por este motivo comenzó a abdicar. Conservó hasta el 12 de septiembre de 1556 su título imperial, pero cedió a su hijo Felipe- el futuro Felipe II- los Países Bajos (1555) y España (1556) y se retiró al monasterio de Yuste.
En la actualidad puede visitarse en la ciudad de Granada  el Palacio de Carlos V, de gran belleza arquitéctonica y estética.
Fotografía antigua del patio central del palacio de Carlos V en Granada.




Descendientes

La única mujer (algo extraño en esta época, sólo hay que ver a Enrique VIII, con sus seis esposas) de Carlos I de España y V de Alemania fue:
Isabel de Portugal.
Nacida en Lisboa en el año 1503. Era la segunda hija de Manuel I de Portugal y de su segunda esposa María de Aragón y Castilla (tía de Carlos V, por lo tanto Carlos e Isabel eran primos).
Se casó con Carlos V en 1526, este enlace fue muy importante para la monarquía hispana desde el punto de vista económico, ya que Isabel aportó una cuantiosa dote. A pesar de que el matrimonio se realizó por motivos políticos, se dice que fue una pareja feliz, y tras la muerte de Isabel en 1539 por el parto de su último hijo, que también murió, Carlos no volvió a contraer matrimonio.
Isabel no fue Reina de España, ya que la titular y propietaria todavía vivía, Juana la Loca (moriría en 1555). Sin embargo, actuó como gobernadora de los reinos españoles durante los viajes por Europa de su marido.
Carlos e Isabel, tuvieron un total de seis hijos:
Felipe II de España:
Su primogénito y heredero nació en Valladolid en 1527. Fue Rey de España desde 1556, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves desde 1580, realizando una ansiada unión dinástica con Portugal, que duró 60 años. Fue también rey de Inglaterra por su matrimonio con María I (hija de Enrique VIII), entre 1554 y 1558.
Murió a los 78 años de edad en 1598. Durante sus últimos años de vida la gota le tuvo postrado, incluso llegó a perder la movilidad de la mano derecha impidiéndole firmar los documentos. Después de sufrir durante sus últimos días una gran cantidad de enfermedades: gota, artrosis, fiebres tercianas, hidropesia, etc. murió y fue enterrado en el Monasterio de el Escorial que el mismo había mandado construir.
Era llamado como el Rey Prudente, puesto que se negó a que escribieran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia.
Es conocido por sus enemigos por su Leyenda Negra, en la que Felipe II aparece como un ser fanático, despótico, criminal, monstruo imperialista y genocida. Además sus victorias fueron minimizadas hasta lo anecdótico y sus derrotas magnificadas en exceso, como el desastre de la Armada Invencible.
María de Austria y Portugal.
Nacida en Madrid en 1528. Creció y fue criada entre Toledo y Valladolid junto a sus otros hermanos, así pese a la ausencia de su padre y la temprana muerte de su madre, tuvieron una fuerte base familiar con igual entendimiento y puntos de visión cuando les llegara la hora de gobernar.
Por orden de su padre se casó con su primo, Maximiliano II, siendo regentes durante algún tiempo en las frecuentes ausencias del emperador en España.
Desde 1552 vivió permanentemente en Viena.
Tuvo una gran influencia entre sus hijos, un total de 15!!, entre los que destacan los futuros emperadores Rodolfo II y Matías.
Tras la muerte de su esposo, regresó a España en 1582 retirándose a un convento junto a su hija Margarita hasta el día de su muerte en 1603.
Fernando.
Nacido en marzo de 1529, murió apenas un año después.
Juana de Austria.
Nacida en 1535 en Madrid, fue llamada así en honor de su abuela paterna Juana de Castilla. A los ocho años ya entendía el latín y sabía tocar instrumentos musicales.
En 1552 se casó con su primo hermano, el príncipe heredero de Portugal, Juan Manuel de Portugal. Este enlace fue crucial para la historia de los países ibéricos ya que supuso el motivo suficiente para la subida al trono portugués de Felipe II con el nombre de Felipe I de Portugal.
Pero su marido murió en 1554 debido a la tuberculosis, pero eso sí, dejando un futuro heredero, Sebastián I.
A petición de su padre, Carlos V, que ya en estos momentos (1554) tenía intención de abdicar regresó a España, asumiendo por un tiempo la regencia del país, debido a la ausencia de su padre y de su hermano y sucesor al trono, Felipe II, que se encontraba en Inglaterra para casarse con María Tudor.
En 1559, a la vuelta de Felipe II, se retiró de la vida política para dedicarse aún más a la vida religiosa, tuvo un papel dentro de la Compañía de Jesús, siendo la única mujer que ingresará en dicha orden religiosa masculina.
Finalmente murió en 1573.
Juan.
Nació en octubre de 1537 y murió sin llegar al año de vida.
Juan.
Nacido el 30 de abril de 1539 y muerto ese mismo día, a consecuencia de su parto murió también su madre Isabel.

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