lunes, 28 de marzo de 2016

Apuntes de Cardiología


Enfermedad coronaria microvascular
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La enfermedad coronaria microvascular es un tipo de enfermedad cardíaca que afecta a los vasos sanguíneos pequeños del corazón. Los pacientes que la sufren pueden tener un dolor de angina parecido al de laenfermedad arterial coronaria (EAC). Sin embargo, en la EAC las arterias coronarias no presentan obstrucciones. 
La enfermedad microvascular lesiona los vasos sanguíneos diminutos del corazón de modo que se estrechan, se contraen o se comprimen (presentan espasmos). Esta situación reduce el flujo de sangre por el aparato cardiovascular.  
La enfermedad coronaria microvascular se presenta con más frecuencia en las mujeres (especialmente, en mujeres jóvenes) y la enfermedad eleva el riesgo de sufrir ataques cardíacos
¿Cuáles son los síntomas?
El dolor en el pecho (angina microvascular) que sienten las personas con esta enfermedad puede durar entre 10 y 30 minutos y se puede extender al brazo izquierdo, al cuello, a la espalda, a la garganta o a la mandíbula. Es posible tener entumecimiento o pérdida de sensibilidad en los brazos, los hombros o las muñecas. 
Pueden presentarse otros síntomas:  
  • Sensación de falta de aliento 
  • Problemas de sueño 
  • Agotamiento 
  • Falta de energía 
Aunque estos síntomas se parecen a los de la enfermedad arterial coronaria, en la enfermedad coronaria microvascular ocurren con más frecuencia durante las actividades normales diarias y en momentos de estrés mental que durante el ejercicio físico intenso. 
Si usted tiene enfermedad microvascular, corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Por esta razón, si sus síntomas «habituales» cambian o aumentan, podrían indicar que está sufriendo un ataque cardíaco. En ese caso, debe buscar ayuda médica de inmediato.
¿Cuáles son las causas de la enfermedad coronaria microvascular?
En investigaciones recientes se ha observado que la enfermedad coronaria microvascular podría deberse a la presencia de placa que se extiende de manera uniforme por las arterias, lesionando vasos sanguíneos pequeños y restringiendo la circulación adecuada de la sangre. 
Otros factores que se están estudiando (especialmente en las mujeres) son la concentración de estrógeno inferior a la normal y la anemia. 
Los hombres y las mujeres que sufren enfermedad coronaria microvascular a menudo tienen diabetes, presión arterial alta o antecedentes familiares de cardiomiopatía. 
Como sucede con cualquier enfermedad del corazón, es importante controlar la mayor cantidad posible de los siguientes factores de riesgo comunes:
¿Cómo se diagnostica la enfermedad coronaria microvascular?
El diagnóstico de la enfermedad coronaria microvascular es complicado porque muchos de los análisis corrientes se concibieron para detectar la enfermedad arterial coronaria (por ejemplo, la obstrucción de arterias). 
Se están realizando investigaciones en este momento para hallar mejores formas de diagnosticar y tratar la enfermedad microvascular (especialmente en las mujeres). La enfermedad coronaria microvascular se diagnostica con ayuda de algunos de los siguientes estudios.
  • Un electrocardiograma (ECG) basal, que registra la actividad eléctrica del corazón mientras usted está en reposo. El electrocardiograma de esfuerzo, llamado también «prueba de esfuerzo», mostrará cómo responde el corazón al aumento del ejercicio.
  • Una prueba de esfuerzo nuclear, llamada también «prueba de esfuerzo con radioisótopos» para mostrar cómo fluye la sangre por las arterias.
  • Una ecocardiografía, en la que se emplean ondas sonoras para producir una imagen del corazón y ver cómo funciona.
  • Una angiografía coronaria, que le muestra al médico una especie de «video» radiográfico del funcionamiento del corazón y del flujo de la sangre.
En los pacientes con enfermedad arterial coronaria, la angiografía coronaria normalmente revela una arteria obstruida que hace que el flujo de sangre al corazón sea más lento. En cambio, en los pacientes con enfermedad coronaria microvascular los resultados de este estudio son completamente normales. Si los resultados de su prueba de esfuerzo son anómalos y tiene una angiografía coronaria normal, el médico podría sospechar que usted tiene enfermedad coronaria microvascular. 
Para diagnosticar distintas formas de las enfermedades del corazón se le pregunta al paciente qué síntomas tiene, se le hacen preguntas sobre sus costumbres diarias y se realizan análisis de sangre adicionales.
¿Cómo se trata la enfermedad coronaria microvascular?
Varios medicamentos contribuyen a aliviar el dolor de la angina que se presenta en la enfermedad microvascular.
  • Un medicamento llamado trinitrato de glicerol (nitroglicerina) puede ensanchar o dilatar las arterias y mejorar el flujo de sangre que llega al corazón. Se puede administrar en parche cutáneo, comprimidos, ungüento o aerosol. 
  • Los betabloqueantes «bloquean» los mensajes químicos u hormonales que se envían al corazón para que trabaje más.  
  • Los antagonistas del calcio o «bloqueantes del calcio» contribuyen a mantener despejadas las arterias y disminuyen la presión arterial al relajar el músculo liso que rodea las arterias.
Es posible que usted decida con el médico que debe probar varios de estos medicamentos para hallar el más eficaz en su caso. 
Los tratamientos adicionales se centran en controlar los factores de riesgo y otros síntomas. 
  • Cambios del estilo de vida, como consumir una alimentación saludable, dejar de fumar, mantenerse activo y controlar el estrés 
  • Medicamentos para controlar el colesterol, la presión arterial y la diabetes .




Enfermedad de Kawasaki
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iLa enfermedad de Kawasaki afecta a niños. Se conoce también como síndrome de Kawasaki o síndrome de los ganglios linfáticos mucocutáneos. Causa inflamación de los tejidos del organismo y, si no se trata, puede ocasionar inflamación del corazón y de las arterias coronarias. Esta inflamación puede ocasionar problemas cardíacos a largo plazo, tales como coágulos sanguíneos, aneurismas o un ataque cardíaco.
La enfermedad de Kawasaki afecta con mayor frecuencia a las arterias coronarias, típicamente debilitando sus paredes. Si la pared de una arteria se debilita, la presión de la sangre que pasa por ella empuja la pared hacia afuera, formando lo que podría describirse como una ampolla frágil. Esto se denomina aneurisma. Si en el aneurisma se forma un coágulo sanguíneo, éste puede obstruir la arteria y ocasionar un ataque cardíaco. En casos excepcionales, el aneurisma puede romperse.
La enfermedad de Kawasaki puede ocasionar además inflamación del músculo cardíaco (lo que se denominamiocarditis) o del saco que rodea el corazón (lo que se denomina pericarditis). También puede ocasionar alteraciones del ritmo cardíaco (arritmias).
En la mayoría de los niños, los problemas cardíacos desaparecen después de 5 o 6 semanas y no dejan secuelas duraderas. En algunos niños, las arterias coronarias quedan permanentemente dañadas.
¿Quién corre el riesgo de sufrir la enfermedad de Kawasaki?
La enfermedad de Kawasaki típicamente afecta a niños menores de 5 años de edad. Se presenta con mayor frecuencia en los varones. También es más común en personas de ascendencia asiática, pero puede ocurrir en cualquier grupo racial o étnico. La enfermedad de Kawasaki no es contagiosa, pero los médicos creen que la causa algún tipo de microbio o virus, ya que pueden producirse brotes epidémicos (típicamente a fines del invierno o en la primavera).
Alrededor de 2.500 niños son diagnosticados con la enfermedad de Kawasaki en los Estados Unidos cada año, pero menos del 1 por ciento morirá por complicaciones de la enfermedad. Es muy raro que más de un niño en una familia contraiga la enfermedad de Kawasaki. Además, si un niño ha tenido la enfermedad de Kawasaki, es muy raro que vuelva a contraerla.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Kawasaki?
Entre los signos y síntomas de la enfermedad de Kawasaki se cuentan:
  • Fiebre muy elevada (hasta 40 °C o 104 °F) que dura por lo menos 5 días
  • Irritabilidad
  • Sarpullido rojo en la espalda, el pecho y el abdomen
  • Ojos enrojecidos
  • Hinchazón de los dedos de las manos y de los pies
  • Hinchazón de las glándulas del cuello
  • Lengua hinchada y recubierta por una capa blanca, cuyo aspecto se asemeja a la superficie de una frambuesa (lo que se denomina «lengua aframbuesada»)
  • Labios rojos, secos y agrietados
  • Dolor de garganta
  • Dolor e inflamación en las articulaciones
Dado que muchos de estos signos y síntomas también pueden parecerse a los del sarampión, la escarlatina, la amigdalitis estreptocócica o las alergias, es importante llevar al niño al médico de inmediato. En tanto como un 20 por ciento de los niños, la enfermedad de Kawasaki afecta al corazón, dañando incluso las arterias coronarias o el músculo cardíaco mismo.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Kawasaki?
Los médicos le preguntarán los síntomas y le harán un examen físico al niño. Es posible que le hagan análisis de sangre, entre ellos un hemograma. Otros estudios diagnósticos permiten determinar si el corazón o las arterias coronarias están dañados.
  • Electrocardiografía (ECG), que permite detectar los latidos irregulares (arritmia) y una sobrecarga cardíaca.
  • Ecocardiografía, que permite ver el funcionamiento de las válvulas, el movimiento de la pared del corazón, el tamaño del corazón y el tamaño de las arterias coronarias.
  • Prueba de esfuerzo con isótopos, que consiste en inyectar una sustancia radiactiva inofensiva en la corriente sanguínea para ver cómo circula la sangre por las arterias.
¿Cómo se trata la enfermedad de Kawasaki?
Las dosis altas de aspirina pueden contribuir a reducir la formación de aneurismas, la fiebre, el sarpullido, y la inflamación y dolor articular. La aspirina además diluye la sangre, lo cual puede evitar la formación de coágulos sanguíneos. Si se administra lo suficientemente temprano, un medicamento denominado gammaglobulina intravenosa puede a veces reducir el riesgo de que se dañen las arterias coronarias. 
Los niños que no tienen daño duradero en el corazón o las arterias coronarias típicamente se restablecen por completo. Deben ir a un médico que trate niños con problemas cardíacos (un cardiólogo pediatra) periódicamente durante alrededor de un año.
Los niños con daño leve en las arterias coronarias deben ir al cardiólogo pediatra periódicamente durante por lo menos un año. Después del año, es posible que el médico quiera que el niño acuda a consulta con una frecuencia que oscila entre 3 y 5 años para hacerle un chequeo y determinar qué tanto ejercicio puede hacer sin peligro. 
Los niños con daño grave en las arterias coronarias deben ir al cardiólogo pediatra en forma periódica y someterse a estudios de seguimiento, tales como electrocardiografías o ecocardiografías, hasta la edad de aproximadamente 10 años. Después, tal vez tengan que volver al médico cada año a hacerse una prueba de esfuerzo a fin de evaluar el corazón y determinar qué tanto ejercicio pueden hacer sin peligro.
También pueden realizarse intervenciones quirúrgicas o coronarias percutáneas para tratar los efectos a largo plazo de la enfermedad de Kawasaki.





Enfermedad de las arterias carótidas
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La enfermedad de las arterias carótidas es una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que conducen a la cabeza y el cerebro (enfermedad cerebrovascular). Al igual que el corazón, las células del cerebro necesitan un constante suministro de sangre rica en oxígeno. Esta sangre llega al cerebro por medio de dos grandes arterias carótidas ubicadas en la parte delantera del cuello y dos arterias vertebrales más pequeñas ubicadas en la parte trasera del cuello. Las arterias vertebrales derecha e izquierda se unen en la base del cerebro para formar la denominada arteria basilar. Un accidente cerebrovascular (o ataque cerebral) se produce más comúnmente cuando las arterias carótidas se obstruyen y el cerebro no recibe suficiente oxígeno.
 Arterias de la cabeza y la parte superior del tronco
La enfermedad de las arterias carótidas aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de tres maneras:
  • La enfermedad de las arteriasLa acumulación de una sustancia grasa denominada «placa» puede estrechar significativamente las arterias carótidas.
     
  • Un coágulo sanguíneo puede atascarse en una arteria carótida estrechada por placa.
     
  • La placa puede desprenderse de las arterias carótidas y obstruir una arteria más pequeña en el cerebro (arteria cerebral).
¿Quiénes corren mayor riesgo de padecer una enfermedad de las arterias carótidas y un accidente cerebrovascular?
Aproximadamente cada 4 minutos, alguien en Estados Unidos se muere de un accidente cerebrovascular. El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta con la edad, y es más común en hombres que en mujeres. El accidente cerebrovascular es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos y una de las principales causantes de discapacidad en estadounidenses mayores. 
Más información en este sitio web: Accidente cerebrovascular 
Si un paciente tiene una enfermedad de las arterias carótidas, es probable que también tenga enfermedad arterial coronaria grave o que uno de sus padres haya fallecido de enfermedad arterial coronaria. O sea que los factores de riesgo de la enfermedad de las arterias carótidas son similares a los de la enfermedad de las arterias coronarias:
  • Niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo) y triglicéridos en la sangre.
  • Presión arterial alta.
  • Diabetes.
  • Consumo de cigarrillos (tabaquismo).
  • Antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria.
  • Obesidad.
  • Sedentarismo.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de las arterias carótidas?
Aunque no hay síntomas específicos de enfermedad de las arterias carótidas, los síntomas de advertencia de un accidente cerebrovascular son una buena manera de determinar si existe una obstrucción en las arterias carótidas. Los ataques isquémicos transitorios (AIT) son uno de los síntomas de advertencia más importantes de un posible accidente cerebrovascular en el futuro cercano. Los AIT, a veces denominados «miniaccidentes cerebrovasculares», son episodios transitorios de dolor de cabeza, mareo, hormigueo, entumecimiento, vista nublada, confusión o parálisis que pueden durar unos pocos minutos o hasta un par de horas. Consulte inmediatamente al médico si usted o un conocido tiene síntomas de un AIT.
Los siguientes son otros indicios y síntomas de una obstrucción en una arteria carótida:
  • Debilidad o parálisis del brazo, la pierna o el rostro, de un lado del cuerpo.
  • Entumecimiento u hormigueo en el brazo, la pierna o el rostro, de un lado del cuerpo.
  • Dificultad para tragar.
  • Pérdida de la vista o vista nublada en un ojo.
  • Mareo, confusión, desmayo o coma.
  • Dolor de cabeza intenso y repentino de origen desconocido.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de las arterias carótidas?
En la mayoría de los casos, los médicos pueden detectar la enfermedad durante un chequeo de rutina. El médico puede preguntarle si ha tenido síntomas de un accidente cerebrovascular (entumecimiento o debilidad muscular, desorientación o dificultad para hablar o ver). Colocando un estetoscopio en el cuello, encima de la arteria carótida, el médico puede tratar de detectar un soplo. Pero los resultados de este examen pueden ser engañosos. No siempre se escuchan soplos, incluso cuando la enfermedad de las arterias carótidas es grave, y a veces se escuchan soplos cuando las obstrucciones son leves.
Los siguientes son otros medios diagnósticos utilizados:
  • Ultrasonido Doppler. Emplea ondas sonoras para examinar el flujo sanguíneo y medir el grosor de las arterias carótidas.
     
  • Angiografía por resonancia magnética (ARM). Un tipo de estudio por resonancia magnética que emplea campos magnéticos inofensivos pero potentes para producir una imagen detallada de las arterias del cerebro.
     
  • Oculopletismografía. Mide la pulsación de las arterias que se encuentran en el fondo del ojo. Es una manera indirecta de detectar obstrucciones en las arterias carótidas.
     
  • Arteriografía y angiografía por sustracción digital (ASD). Radiografías de las arterias carótidas que se toman tras inyectar un medio de contraste especial en la corriente sanguínea.
Ultrasonido o ecocardiograma de un paciente
Ultrasonido o ecocardiograma de un paciente
¿Cómo se trata la enfermedad de las arterias carótidas?
Además de tratar la aterosclerosis u otros trastornos subyacentes, podrían ser necesarios cambios en el estilo de vida, medicamentos, intervenciones transcatéter o intervenciones quirúrgicas para contrarrestar los efectos de la enfermedad de las arterias carótidas y reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Modificación del estilo de vida
El tratamiento de la enfermedad de las arterias carótidas incluye la modificación del estilo de vida. La National Stroke Association (Asociación Nacional de Ataque Cerebral de los Estados Unidos) recomienda:
  • Dejar de fumar.
     
  • Controlar la presión arterial alta, el colesterol, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
     
  • Averiguar si uno tiene alteraciones del ritmo cardíaco, especialmente fibrilación auricular, ya que aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden ocasionar un accidente cerebrovascular.
     
  • Limitar el consumo de alcohol. Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres y una bebida por día para las mujeres. Una bebida se define como 1,5 onzas líquidas (44 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 40° (80 proof) (tal como whisky americano o escocés, vodka, ginebra, etc.), 1 onza líquida (30 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 50° (100 proof), 4 onzas líquidas (118 ml) de vino o 12 onzas líquidas (355 ml) de cerveza.
     
  • Incluir ejercicio (especialmente caminatas de 30 minutos de duración) en las actividades diarias.
     
  • Usar menos sal en la comida.
     
  • Hablar con el médico sobre problemas circulatorios que puedan incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
     
  • Consultar inmediatamente al médico en caso de observarse síntomas de un accidente cerebrovascular.
Medicamentos
Podrían necesitarse diluyentes de la sangre (anticoagulantes) para prevenir un accidente cerebrovascular. La aspirina y otros diluyentes de la sangre han demostrado reducir el riesgo de sufrir un ataque cerebral. En la mayoría de los casos, los pacientes tienen que tomar estos medicamentos el resto de su vida.
Intervenciones transcatéter
Angioplastia carotídea. Consiste en usar un catéter con globo para comprimir la placa contra la pared arterial a fin de abrir el vaso sanguíneo. A continuación, se coloca en la arteria un pequeño dispositivo metálico de forma tubular denominado «stent» para mantenerla abierta.
Intervenciones quirúrgicas
Endarterectomía carotídea. Es un procedimiento que consiste en cortar y extraer las acumulaciones de placa grasa de las arterias del cuello.




Endarterectomía carotídea
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La enfermedad de las arterias carótidas (también denominada «enfermedad cerebrovascular») afecta a los vasos sanguíneos que conducen al cerebro. Al igual que el corazón, las células del cerebro necesitan un suministro constante de sangre rica en oxígeno. Esta sangre llega al cerebro por medio de las dos grandes arterias carótidas ubicadas en la parte delantera del cuello y las dos arterias vertebrales más pequeñas ubicadas en la parte trasera del cuello. Las arterias vertebrales derecha e izquierda se unen en la base del cerebro y forman la denominada arteria basilar. Puede producirse un accidente cerebrovascular (o ataque cerebral) cuando se obstruyen las arterias carótidas y el cerebro no recibe suficiente oxígeno.
La enfermedad de las arterias carótidas aumenta el riesgo de sufrir un ataque cerebral de tres maneras:
  • La acumulación de una sustancia grasa denominada «placa» puede estrechar significativamente las arterias carótidas.
  • Un coágulo sanguíneo puede atascarse en una arteria carótida estrechada por placa.
  • La placa o un coágulo puede desprenderse de las arterias carótidas y obstruir una arteria más pequeña en el cerebro (una arteria cerebral).
¿Qué es la endarterectomía carotídea?
La endarterectomía carotídea es un tipo de intervención quirúrgica que se realiza a fin de extirpar la placa de las arterias carótidas. De las intervenciones cardiovasculares realizadas en los Estados Unidos, es la tercera más común.
Durante la operación, el cirujano corta y extrae la placa de la arteria carótida. Una vez que se ha extraído la placa de la arteria carótida, más sangre rica en oxígeno puede pasar por la arteria y llegar al cerebro. Esto reduce el riesgo de un ataque cerebral.
El médico podría recomendarle una endarterectomía carotídea si el estrechamiento de la arteria alcanza el 70 por ciento o más y si el estrechamiento puede haber ocasionado:
  • Un ataque isquémico transitorio (AIT) o «miniaccidente cerebrovascular». Los AIT son episodios de mareo, hormigueo, entumecimiento, vista nublada, confusión o parálisis que pueden durar unos pocos minutos o hasta un par de horas.
  • Un ataque cerebral caracterizado por pérdida de la vista, o por debilidad o parálisis persistentes.
El médico también podría recomendarle la operación aunque no haya sufrido un AIT o ataque cerebral, si el estrechamiento de las arterias carótidas alcanza el 80 por ciento o más.
Los pacientes con obstrucciones leves del 50 por ciento o menos típicamente no necesitan la operación, a menos que tengan algunos de los síntomas mencionados anteriormente.
La endarterectomía carotídea puede prevenir un ataque cerebral. También contribuye a aliviar los síntomas de los AIT. Los estudios han demostrado que la endarterectomía carotídea es más eficaz que el tratamiento sólo con medicamentos en la prevención de un ataque cerebral en las personas que tienen obstrucciones en las arterias carótidas.
Sin embargo, la endarterectomía carotídea no es apropiada para todos porque puede ser un procedimiento peligroso para aquellos pacientes que no se encuentran en buen estado general de salud. Un paciente podría no ser candidato a una endarterectomía carotídea si sufre de:
  • AIT debidos al estrechamiento de los vasos sanguíneos en la parte posterior de la cabeza y no de las arterias carótidas.
  • Una enfermedad arterial coronaria grave.
  • Presión arterial alta no controlada con medicamentos.
  • Endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) grave en muchas partes del organismo.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Insuficiencia renal.
Lo que puede esperar
La operación se programará para el día que más les convenga a usted y al cirujano, excepto en casos de urgencia.Avíseles al cirujano y al cardiólogo si ha habido cambios en su salud, incluso si ha tenido síntomas de resfriado o de gripe. Las infecciones pueden afectar la recuperación.
Además, repase con el cardiólogo y el cirujano la lista de todos los medicamentos que toma (recetados, de venta sin receta y suplementos). 
Es posible que antes de la operación deba hacerse un electrocardiograma, análisis de sangre y orina, y una radiografía de tórax. Los resultados de estas pruebas le darán al cirujano la información más actualizada sobre su salud. 
Si fuma, el médico le pedirá que deje de hacerlo por lo menos dos semanas antes de la operación. Fumar antes de la intervención puede causar problemas respiratorios y de coagulación. 
La noche anterior a la operación le pedirán que se bañe para reducir la cantidad de microbios que tiene en la piel. Durante la intervención se le administrará un medicamento para causarle sueño. Esto se conoce como «anestesia». Como la anestesia es más inocua si se administra en ayunas, le pediremos que no coma ni tome nada desde la medianoche del día anterior. Si come o toma algo después de la medianoche, es importante que les informe al anestesiólogo y al cirujano. Recibirá instrucciones completas del cardiólogo y del cirujano antes de la operación, pero a continuación encontrará una explicación de lo que puede esperar durante la operación.
El día de la intervención
Se le administrará algo para relajarlo (un leve sedante) antes de llevarlo al quirófano.
Se le colocarán en el pecho pequeños discos de metal denominados «electrodos». Estos electrodos se conectan a un electrocardiógrafo que registrará el ritmo y la actividad eléctrica del corazón. Se le administrará un anestésico local para insensibilizar la zona donde se introducirá un tubo plástico (denominado «vía») en una arteria de la muñeca. Una vía intravenosa (IV) se introducirá en una vena. La vía IV se empleará para administrarle el anestésico antes de la operación y durante la operación.
Una vez que esté usted totalmente dormido, se le introducirá en la tráquea un tubo que se conectará a un aparato denominado «respirador», cuya función es mantener la respiración. Otro tubo se introducirá por la nariz y el esófago hasta llegar al estómago. Este tubo impedirá que se acumulen líquidos y aire en el estómago para que, al despertarse, no sufra de náuseas ni distensión abdominal. Se le introducirá en la vejiga un tubo delgado denominado «sonda», para conducir al exterior la orina producida durante la operación.
El cirujano realizará un corte (incisión) en el cuello para llegar a la arteria carótida. Luego colocará un tubo (derivación) en la arteria, por encima y por debajo de la obstrucción. La derivación permite que la sangre fluya alrededor de la obstrucción para alimentar el cerebro. A continuación, el cirujano puede abrir la arteria carótida y limpiarla. Una vez que se extrae toda la placa, se retira la derivación y se cierra la incisión en la arteria suturando un parche venoso o sintético (de Dacron) en el lugar de la incisión.
La endarterectomía carotídea también puede realizarse empleando una técnica con la cual no es necesario derivar el flujo sanguíneo. En este procedimiento, el cirujano detiene el flujo de sangre sólo el tiempo suficiente para eliminar la obstrucción de la arteria.
La intervención toma alrededor de 1 o 2 horas.
Tiempo de recuperación
Anticipe una estancia en el hospital de alrededor de 1 a 3 días, durante la cual permanecerá un día en la unidad de terapia intensiva. Durante su estancia en el hospital, deberá permanecer acostado y no mover mucho la cabeza. Posiblemente sienta dolor en el cuello. Este dolor podría durar unas dos semanas. Trate de no realizar actividades físicamente exigentes durante aproximadamente una semana. Podría tomar tanto como dos semanas restablecerse por completo.
La vida después de una endarterectomía carotídea
Tras una endarterectomía carotídea deberá limitar su consumo de grasa y colesterol. El médico podría recomendarle un programa de ejercicio físico. También podrían ser necesarios otros cambios en su estilo de vida, tales como dejar de fumar, limitar su consumo de bebidas alcohólicas, y controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.

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