sábado, 15 de abril de 2017

Movimientos artísticos


Escultura del realismo es la escultura que puede asociarse al movimiento artístico denominado realismo (realismo literariorealismo pictórico) que aparece en Francia, hacia el siglo XIX.
No debe confundirse con la escultura que sigue las convenciones del realismo en las artes, que se da en cualquier época de la historia de la escultura.
La escultura de la segunda mitad del siglo XIX ocupa un momento posterior a la escultura del romanticismo o escultura romántica (François Rude) y anterior a la escultura impresionista o escultura del impresionismo (Auguste Rodin); aunque en realidad la producción escultórica de toda la época está dominada por los convencionalismos academicistas de la escultura neoclásica.
El mayor coste económico de la escultura con respecto a la pintura explica que los escultores no tuvieran tanta libertad artística como los pintores contemporáneos, que podían confiar en acudir al mercado del arte después de haber realizado sus obras. Los escultores no podían desarrollar tanta iniciativa, y debían someterse de un modo mucho más directo a los encargos de los comitentes, fueran institucionales o privados; que habitualmente mostraban un conservadurismo (tanto estético como político y social) mucho mayor que el de la clientela de los pintores o sus marchantes. En esta época ya no era el clero ni la monarquía absoluta el principal mecenas del arte; sino la burguesía enriquecida por el capitalismo industrial y financiero de la revolución industrial, que también había proporcionado mejoras técnicas en las fundiciones, y los nuevos estados liberales en pleno proceso de construcción nacional, para el que los monumentos públicos y memoriales tenían un destacadísimo papel, incluso superior al reservado a la pintura de historia (que por razones obvias, se limitaba a los espacios interiores). Se ha llegado a describir el periodo como una fiebre de piedra en referencia a las edificaciones y esculturas.

Francia

La escultura realista en Francia está representada por el principal discípulo de Rudé, Jean-Baptiste Carpeaux. El pintor realista Honoré Daumier realizó también esculturas con la misma estética que sus caricatura Otros escultores del periodo que se adscriben al estilo son Jules Dalou y Albert Barhtolome.

Italia

La escultura realista en Italia está representada por escultores como Vincenzo Vela o Medardo Rosso, al que también se adscribe al impresionismo escultórico.2

Bélgica

La escultura realista en Bélgica está representada por Constantin Meunier.

España

La escultura realista en España no tiene una definición muy evidente en el tiempo. La segunda mitad del siglo XIX está presidida por la escultura academicista de convenciones neoclásicas del retrato oficial (en todas las ciudades, y más que en ninguna la serie de esculturas urbanas de la capital, especialmente las del Parque del Retiro), los monumentos funerarios (Cementerio de San Fernando de Sevilla, 1852, cementerios de Barcelona -el de Pueblo Nuevo, ampliado en 1849 y el Cementerio de Montjuic, 1883-, y los cementerios de Madrid -especialmente San IsidroSan Justo, el Panteón de Hombres Ilustres inaugurado en 1901, y la Necrópolis del Este iniciada en 1883, que incluye el cementerio civil, el hebreo y el católico o de la Almudena-), la decoración de edificios públicos (especialmente notables fueron los programas escultórico de la Biblioteca Nacional, 1866-1892, y del Palacio de la Música Catalana, 1905-1908) o la representación animalística asociada con la escultura romántica (por ejemplo, los leones de las Cortes de Ponciano Ponzano). Escultores notables de mediados del siglo XIX fueron Ponciano Ponzano o Sabino Medina. La elección de temas de sensibilidad social y las moderadas innovaciones estéticas que preceden al estallido de las vanguardias, corresponde a los escultores de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX (Arturo MélidaAgustín QuerolRicardo BellverAniceto MarinasMiguel BlayAntonio SusilloMariano Benlliure).3 Otros escultores coetáneos, como Josep ClaráJosep LlimonaMateo InurriaVictorio MachoMateo HernándezNemesio MogrovejoJulio AntonioEmiliano Barral o Francisco Asorey, manteniendo los principios figurativistas, dan paso a las vanguardias del segundo tercio del siglo XX, que es cuando se produce la auténtica ruptura formal en la escultura contemporánea española (Pablo GargalloJulio GonzálezAlberto Sánchez Pérez) que vuelve a reconducirse hacia un tratamiento más tradicional en la escultura del franquismo.

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