jueves, 21 de diciembre de 2017

SANTOS POR MESES Y DÍAS

SANTOS DEL 1 DE ENERO

Claro de Vienne o San Claro (600? - Vienne 660? o 670?) fue abad del monasterio de San Marcelo, que dejó a sus monjes un ejemplo de perfección religiosa (660/670).
Claro recibió este nombre en su juventud debido a su lucidez, no tanto en las ciencias humanas, cuanto en la percepción de las cosas espirituales, Fue nombrado abad del monasterio de San Marcelo, en Vienne a principios del siglo VII. Según la tradición, fue el primer monje de la abadía de San Ferrol, era muy estimado por Cadeoldo, arzobispo de Vienne y fue nombrado director espiritual del convento de Santa Blandina. Murió como abad de San Marcelo.
Fue canonizado en 1903 por el Papa Pío X y está considerado como el patrón de los sastres.
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EugendoAugendo u Ogendo - (en francésOyand, Oyan)? fue religioso y santo católico. Eugendo fue el cuarto abad de Condat(Jura)

Biografía[editar]

Eugendo fue criado en el arte de las letras por su padre y, a los siete años, fue cedido a los santos Román y Lupicino para encargarse de su educación en el monasterio de Condat, en la Jura francesa, lugar del que nunca más volvió a salir. Eugenio leyó a los autores griegos y latinos, y estaba muy versado en la Escritura. El abad Minausio lo nombró su coadjutor, y después de su muerte (c. 496) le sucedió en el cargo de abad.
Su vida fue muy austera y estaba tan apartado de las pasiones, que parecía incapaz de experimentar la ira. De hecho, no consiguieron persuadirle a aceptar la ordenación sacerdotal. Bajo su dirección, se erigió un nuevo monasterio de piedra, después que el primero de madera fuera destruido por el fuego. También construyó una iglesia en honor de los apóstoles Pedro, Pablo y Andrés. El monasterio se erigió como un refugio para los que sufrían infortunio pero también como una escuela de conocimiento.
Por lo que hace referencia a la orden, dejó las reglas de los monasterios orientales para tomar el carácter más activo de los hermanos occidentales bajo la regla de Tarnate. En 510, convocó al hermano nombrado para ungir a los enfermos; Eugendo le pidió, según la costumbre de la época, que le ungiera el pecho, y murió cinco días más tarde, a los sesenta y uno de edad.
Pocos años después de su muerte, su sucesor, San Vivenciolo, erigió una iglesia sobre su tumba, a la cual llegaron numerosos peregrinos. Se fundó un pueblo, el cual fue llamado igual que el santo, San Oyand de Joux, y el cual retuvo ese nombre tan tarde como en los siglos XVI y XVII, mientras que su antiguo nombre de Condat pasó al olvido. De él tomó el nombre de Saint Oyend la famosa abadía de Condat, a siete leguas de Ginebra; dicho nombre fue cambiado por el de Saint-Claude en el siglo XIII, en honor del obispo de Besanzon.

A la muerte de los santos hermanos Romano y Lupicino, fundadores de la abadía de Condat, bajo cuya dirección había sido educado desde los siete años, Eugendo fue nombrado coadjutor de Minausio, quien les había sucedido en el cargo. Cuando Minausio fue depuesto, Eugendo pasó a ocupar el puesto de abad del famoso monasterio. Su vida fue muy austera y estaba tan apartado de las pasiones, que parecía incapaz de experimentar la ira. Eugendo, que no reía nunca y sin embargo, llevaba la alegría reflejada en el rostro, era muy versado en griego, en latín, en el conocimiento de la Sagrada Escritura, y fue un gran promotor de los estudios en su monasterio; a pesar de ello, todos los ruegos no consiguieron persuadirle a aceptar la ordenación sacerdotal.
La biografía de los primeros abades de Condat consigna el hecho de que, habiéndose incendiado el monasterio que san Romano había construido con troncos de árboles, Eugendo construyó un nuevo monasterio de piedra, así como una elegante iglesia consagrada a los santos Pedro, Pablo y Andrés. Eugendo vivía en constante oración, y su devoción no hizo sino aumentar durante su última enfermedad. Habiendo convocado a aquel de sus hermanos que él había nombrado para ungir a los enfermos, Eugendo le pidió, según la costumbre de la época, que le ungiera el pecho, y entregó su alma a Dios cinco días más larde, hacia el año 510, a los sesenta y uno de edad. De él tomó el nombre de Saint-O-yend la famosa abadía de Condat, a 35 Km de Ginebra; dicho nombre fue cambiado por el de Saint-Claude en el siglo XIII, en honor del obispo de Besançon.





Frodoberto de Troyes (595 - Troyes667) fue fundador y primer abad del Monasterio de La Celle. Después de ser educado en el colegio de la catedral y admitido como clérigo de la iglesia de Troyes, se ordenó como monje en la abadía de Luxeuil. Volvería a Troyes muchos años después para entrar al servicio del obispo. Frodobert, con la pretensión de satisfacer su amor por el silencio y la humildad, obtuvo el permiso del rey Clodoveo II de una vieja construcción de la Marca germánica a las afueras de Troyes. Allí fundaría el monasterio de La Celle (c. 650) dedicándolo a la figura de San Pedro. Fue un estudioso de la figura de San Waldeberto. Moriría en 673.

SAN FRODOBERTO
1 de enero
673 d.C.



   En Troyes, ciudad de Neustria (hoy Francia), San Frodoberto, fundador y primer abad del monasterio de Celle. Benedictino en Luxeuil durante el mandato del abad san Walberto, y después abad fundador de Moutier-la-Celle (en Troyes), donde llevó una vida de oración y de gran austeridad. Tiene culto local.








Nació en el año 468, treinta años después de que los vándalos habían desmembrado a Africa del Imperio Romano. Fue elegido procurador, es decir vicegobernador y receptor general de impuestos de Byzacena. La vida mundana le fatigó muy pronto y, justamente alarmado ante sus peligros, Fulgencio se armó contra ellos con la lectura espiritual, la oración y el ayuno riguroso y las frecuentes visitas a los monasterios. Todo esto y la lectura de un sermón de San Agustín sobre el Salmo 36, en el que el santo doctor habla del mundo y de la corta duración de la existencia humana, hicieron brotar en él un ardiente deseo de abrazar la vida religiosa. Fue consagrado obispo en el año 508.
En Cagliari, transformó una casa en monasterio. El sitio se convirtió inmediatamente en un refugio para todos los afligidos y necesitados de consejo. En dicho retiro, el santo compuso numerosos tratados para la instrucción de los fieles de Africa. Al enterarse el rey Trasimundo de que Fulgencio era el principal apoyo y abogado de la comunidad, le mandó llamar y le expuso sus objeciones contra la fe; el santo respondió a ellas en su libro titulado: "Respuesta a Diez Objeciones". El rey admiró su humildad y su ciencia.
Escribió también "Tres Libros al Rey Trasimundo". La obra resultó del agrado del rey, quien le dejó residir en Cartago; pero las repetidas quejas de los arrianos sobre el éxito de la predicación de Fulgencio, lograron que éste fuera desterrado de nuevo a Cerdeña en 520. Un año antes de su muerte, el santo se había retirado a un monasterio en una isla en Circinia a fin de preparase para su paso a la eternidad. Soportó con paciencia los dolores de su enfermedad. Murió a los 76 años de edad. Nombró como sucesor a Hilderico. San Fulgencio había escogido como modelo a San Agustín; siguió fielmente su conducta, reprodujo su espíritu y expuso su doctrina.



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