jueves, 21 de diciembre de 2017

SANTOS POR MESES Y DÍAS

SANTOS DEL 4 DE ENERO

Ángela de Foligno (FolignoItalia 1248-1309terciaria franciscanamística y escritora medieval. Es venerada como santa en la Iglesia católica. Su vida es conocida casi exclusivamente a través de su autobiografía o Memorial.

Santa Ángela de Foligno
O.T.F.M.
Selige Angela von Foligno.jpg
Grabado que representa a Ángela ante la Pasión de Cristo.
Mística
Nacimiento1248
FolignoEstados Pontificios
Fallecimiento4 de enero de 1309
FolignoEstados Pontificios
Venerada enIglesia católica
Beatificación1693 por Inocencio XII
CanonizaciónPor extensión de su culto litúrgico a la Iglesia universal, el 9 de octubre de 2013 (canonización equivalente) por Francisco
Festividad4 de enero
AtributosElementos de la pasión (clavos, corona de espinas,...)

Juventud y conversión[editar]

Ángela nació en el seno de una familia noble de Foligno, ciudad de la región de Umbría (Italia), cercana a Asís. Durante sus primeros años llevó la vida corriente de una mujer de su época, dedicada a su marido y a sus ocho hijos, y con escaso interés por la religiosidad cristiana. Son pocos los datos que se conservan de esta época.
En 1285 Ángela sufrió una crisis interior. En ello tuvo influencia la vida del Beato Pedro Crisci, noble de Foligno que vendió sus propiedades y se dedicó a la penitencia dentro de la Tercera orden de San Francisco. La reacción de sus contemporáneos fue el insulto y la burla.1​ Pero Ángela acabó impresionada por su comportamiento y decidió encomendarse a San Francisco de Asís para encontrar un buen confesor e iniciar una nueva vida. En sueños tuvo una visión del santo donde le comunicaba que se lo concedía. Al día siguiente del sueño se acercó a la catedral de Foligno para confesarse con el obispo. Allí se encontró con fray Arnaldo, franciscano, pariente suyo y capellán del obispo. Acabó confesándose con él e iniciando con ello una nueva etapa de su vida.
Ángela hizo promesa de castidad perpetua y empezó a llevar una vida de penitencia, regalando sus mejores vestidos y privándose de la comida mediante ayunos. Esta nueva actitud le acarreó habladurías entre las gentes. Sufrió además dolorosas pérdidas, muriendo primero su madre, y progresivamente su marido y sus ocho hijos, en breve tiempo.
Catedral de San Feliciano de Foligno donde Ángela se encontró con fray Arnaldo.
Poco después peregrinó a Roma, y a la vuelta, renunció a todos sus bienes y se asoció con una compañera llamada Masazuola,2​ y se dedicaron a obras de caridad, especialmente la atención a los leprosos. En 1290 ingresó en la Tercera orden de San Francisco.

Experiencias místicas[editar]

A partir de su conversión, Ángela sufrió fuertes experiencias místicas, especialmente visiones en torno a la Pasión de Cristo.
En 1291 realizó una peregrinación a Asís para visitar la tumba de San Francisco. En mitad del camino sintió la presencia del Espíritu Santo que la acompañó durante el resto del trayecto hablando con ella. Al llegar a la Basílica de San Francisco de Asís, la dejó. Y Ángela, al sentirse abandonada, en plena entrada de la basílica comenzó a gritar pidiéndole explicaciones de por qué se marchaba.3​ Esto causó la espectación de las gente y se ganó una reprimenda de fray Arnaldo, que vivía entonces en Asís y le prohibió regresar.
Al año siguiente, en 1292, fray Arnaldo fue trasladado nuevamente a Foligno. Al reencontrarse con Ángela, le pidió explicaciones sobre sus gritos. Ella se lo contó todo, haciéndole prometer que no diría nada a nadie. Las explicaciones dadas por Ángela debieron impresionar a fray Arnaldo, pues cambió su actitud, y comenzó a registrar por escrito sus confidencias. Estos escritos darían luego como resultado el Memorial.

Últimos años[editar]

Son pocos los datos que se conservan de la vida de Ángela desde 1296 hasta su muerte. En torno a su persona se constituyó un grupo espiritual que se denominó Cenáculo,4​ entre los que se encontraba Ubertino da Casale.5​ Desarrolló una fuerte actividad epistolar en la que respondía a cuestiones teológicas y a problemas de dirección espiritual. Esta actividad le valió el título honorífico de Maestra de teólogos. Algunos de estos escritos y cartas se recopilaron dando lugar a las Instrucciones.
Ejerció además un papel pacificador entre los franciscanos espirituales y los franciscanos conventuales, las dos corrientes en que se dividió la Orden franciscana por su diferente interpretación de los ideales franciscanos. Un papel más duro tomó respecto a la secta de los Hermanos del Libre Espíritu, a quienes se opuso directamente.6

Obras[editar]

Ángela no escribió nada realmente. Como muchas otras escritoras de la Edad Media, se limitó a dictar y luego dar el visto bueno sobre lo escrito.7​ Memorial e Instrucciones se han editado siempre juntos como una única obra. A partir del siglo XV tuvo una notable difusión por toda Europa. Se conservan completos 23 códices.8​ Fue leída y recomendada su lectura por san Francisco de Sales,9​ san Alfonso María de LigorioJacques Bénigne BossuetFrançois Fénelon y el cardenal Cisneros, que mandó traducirlos al castellano en 1505.10

El Memorial[editar]

El Memorial fue redactado por fray Arnaldo recogiendo las explicaciones de Ángela. Está escrito en latín, aunque también hay algunas palabras en umbro, cuando fray Arnaldo no era capaz de traducirlas al latín. Consta de treinta "pasos", aunque en la redacción original solo se encuentran veintiséis, ya que fray Arnaldo fue incapaz de distinguirlos, y a partir del vigésimo los denominó "pasos suplementarios".11​ El contenido del Memorial abarca desde la conversión en 1285 hasta el año 1296. Tiene el caracter de revelación o diario místico, centrado en las experiencias espirituales, y por tanto con lagunas en los hechos cotidianos.

Las Instrucciones[editar]

Las Instrucciones son un complemento del Memorial. El conjunto de escritos que las componen es muy variado y no está ordenado; hay cartas, relatos autobiográficos, exhortaciones, conversaciones, discursos. El contenido es por tanto diverso, pero siempre de caracter religioso. Al igual que el Memorial, son textos dictados por Ángela a sus discípulos o a quienes le hacían alguna consulta. En ellos se pueden rastrear algunos datos de la última etapa de su vida.

Doctrina espiritual[editar]

Los dos escritos de Ángela son narraciones espontáneas, confesiones, y no tratados ascético-místicos. No siguen ningún programa, sino que reflejan sus vivencias personales. La espiritualidad de fondo es de corte franciscanocristocéntrica, especialmente en torno a la Pasión. Los treinta pasos del Memorial son un continuo conformarse con Cristo a través de la pobreza, el dolor y la humildad.
Este transformarse en Cristo no solo se realiza en un sentido espiritual e interior, sino que exige también un componente práctico y exterior, que se traduce en el servicio a los pobres,12​ y en la participación de la Eucaristía.13
En algunas descripciones puede rastrearse la influencia del Pseudo Dionisio Areopagita, como la visión de Dios en las tinieblas;14​ y de san Bernardo de Claraval, con el símil del hierro incandescente.15

Muerte, beatificación y canonización[editar]

Ángela enfermó antes de morir. Se desconoce qué tipo de enfermedad fue. Previendo su muerte, envió una última carta a sus hijos espirituales.16​ Esto reunió en torno suyo a sus discípulos, para acompañarla en el último momento de su vida. Ángela dictó unas últimas palabras a modo de testamento para sus discípulos.17​ Este testamento espiritual de la Beata puede condensarse en esta frase:
Os dejo toda mi herencia, es decir, la vida de Cristo: pobreza, dolor, desprecio.
Instrucción XXXVI
Rodeada de sus hijos espirituales, murió el 4 de enero de 1309. Su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de San Francisco del Convento franciscano de Foligno. Inmediatamente fue venerada como santa por el pueblo y la Orden franciscana. En 1547 Pablo III la inscribió en el santoral de la Tercera orden de San Francisco con el título de santa. Inocencio XII en 1693 aprobó su culto en la Orden franciscana sólo como beata, estableciendo como día de fiesta el 30 de marzo . El 30 de abril de 1707 Clemente XI aprobó su culto público de beata en toda la Iglesia Católica, estableciendo el 4 de enero como día de su fiesta. El papa Francisco extendió su culto a toda la Iglesia y la proclamó santa el 9 de octubre de 2013.

Santa Angela de Foligno

Señor: Tu que le dijiste en una visión a Santa Angela: 
"el mejor camino para llegar a la santidad es estudiar la vida de
Cristo en el Evangelio y tratar de imitarlo". 
Haz que nosotros estudiemos la vida de
Jesús y la imitemos siempre. Amen

Jesus es bajado de la CruzMurió el 4 de enero de 1309 en Foligno, Italia, donde había nacido en 1248. Iglesia
Es una de las místicas más famosas que ha tenido la   Católica (se llama mística a la persona que se dedica a la vida de contemplación y de comunicación con Dios).
En los primeros años de su vida fue una pecadora: orgullosa, vanidosa, poco piadosa y dedicada a la vida mundana. Se casó muy joven y tuvo varios hijos. Poseía riquezas, castillos, lujos, joyas y fincas, pero nada de esto la hacía feliz.
En 1283, cuando ella tenía 35 años de edad, mueren sucesivamente su madre, su esposo y sus hijos. En medio de la inmensa pena, Angela va al templo y oye predicar a un franciscano, el Padre Arnoldo, y durante el sermón se da cuenta de lo equivocadamente que ha vivido. Hace una confesión general de toda su vida. Se hace terciaria franciscana. Va en peregrinación a Asís, y San Francisco en una visión le dice que es necesario hacer dos cosas muy importantes: vender todo lo que tiene, darlo a los pobres, y… dedicarse a meditar en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Así lo hace. Lo vende todo, menos un castillo o palacio que estima muchísimo. Hasta que en una visión oye decir a Cristo crucificado: "¿Y por amor a tu Redentor no serás capaz de sacrificar también tu palacio preferido?". Lo vende también y todo el dinero recogido lo distribuye entre los pobres. Vende todas sus joyas y lujos, reparte el dinero entre los más necesitados, y se dedica a la vida de contemplación y meditación en la Vida, Pasión y Muerte del Señor.
Ha sido llamada la Mística de la Pasión de Cristo. Y fue tan grande el amor que adquirió hacia la Pasión y Muerte del Señor, que le bastaba mirar una imagen de Jesús doliente u oír hablar de su Santísima Pasión para que se enrojeciera su rostro y quedara como en éxtasis. En visiones se la puede comparar a Santa Teresa y a Santa Catalina.
Al Padre Arnoldo le dictó su Autobiografía. En ella dice lo siguiente: "Yo, Angela de Foligno, tuve que atravesar muchas etapas en el camino de la penitencia o conversión. La primera fue convencerme de lo grave y dañoso que es el pecado. La segunda el sentir arrepentimiento y vergüenza de haber ofendido al buen Dios. La tercera hacer confesión de todos mis pecados. La cuarta convencerme de la gran misericordia que Dios tiene para con el pecador que quiere ser perdonado. La quinta el ir adquiriendo un gran amor y estimación por todo lo que Cristo sufrió por nosotros. La sexta adquirir un amor por Jesús Eucaristía. La séptima aprender a orar, especialmente recitar con amor y atención el Padrenuestro. La octava tratar de vivir en continua y afectuosa comunicación con Dios".
En la Santa Misa veía muchas veces a Jesucristo en la Santa Hostia.
A su alrededor se reunía frecuentemente un selecto grupo de hombres y mujeres, terciarios franciscanos, a los cuales fue bendiciendo uno por uno como una madre cariñosa, la tarde del 4 de enero de 1309, y luego santamente y en gran paz, su alma voló a la eternidad.
Sobre su sepulcro se han obrado innumerables milagros.












San RigobertoRigoberto de Reimssan Roberto de Reims o Roberto de Reims, fue un monje benedictino, y más tarde abad del monasterio de San Pedro de Orbais. En el año 698 sucedió a san Rieul como obispo de Reims.
Los padres de san Rigoberto se llamaban Constantino y Francine. Desde muy joven se dio a la disciplina y oración. Fue un gran amante de la castidad, que alcanzó con trabajos, oraciones, y la asidua meditación de la Palabra de Dios. Muy joven fue elegido abad del monasterio benedictino de San Pedro de Orbais. Por su humildad, sabiduría, justicia y prudencia fue elegido arzobispo de Reims en el 698. En sus sermones hablaba insistentemente de la importancia de la penitencia y las buenas obras. Escribió varias obras por las que muchos se convirtieron y, alentados por sus ejemplos, se congregaban junto a él para alcanzar la santidad, como un maestro.
Durante su obispado, san Rigoberto facilitó los materiales para que se pudiera construir la catedral de Reims, una de las mejores de la época, muchas de cuyas piedras provenían de la muralla de la antigua ciudad. Asimismo restableció la religión canónica entre sus sacerdotes, facilitándoles viandas y acomodamiento, así como un fondo común para la diócesis.
San Rigoberto vivió los tiempos difíciles del paso de la dinastía merovingia a la carolingia, de Dagoberto II y Childerico III a Carlos Martel, el padre de Pipino el Breve, tiempo en el que San Rigoberto se ciñió estrictamente a su labor espiritual, trabajando con su clero y su pueblo por la fidelidad al Evangelio y al Papa de Roma, el griego San Zacarías y sus predecesores. Bautizó al mayordomo de palacio del reino de Austrasia Carlos Martel, pero hacia 717, parece ser que San Rigoberto ofendió a Carlos Martel porque no se alió con él contra Raganfredo, mayordomo de Neustria. Debido a ello, Carlos Martel le desterró a Gascuña y entregó su archidiócesis a su favorito, el sacerdote militar Milón (o Milo) de Trèves, que disfrutaba ya de las rentas de la sede de Tréves.
Carlos Martel le rehabilitó más tarde, pero Rigoberto no quiso volver a su puesto para evitar el escándalo entre los fieles, por lo que Martel le regaló una residencia en Gernicourt (en la diócesis de Soissons, en el departamento de Aisne), donde Rigoberto se retiró y murió por causas naturales en 743 (o c. 750).
Su cuerpo se encuentra enterrado en la iglesia de San Thierry (en Reims). En 864, el arzobispo Hincmaro de Reims trasladó sus restos a la iglesia en donde actualmente se le venera. Su primera “vitae” ensanzando sus virtudes fue escrita en el año 890 por un canónigo de Reims.


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