martes, 26 de diciembre de 2017

SANTOS POR MESES Y DÍAS

SANTOS DEL DÍA 27 DE ENERO

Ángela de Mérici (Desenzano del Garda21 de marzo de 1474 - Brescia27 de enero de 1540) fue una religiosa italiana, fundadora de las Ursulinas, la primera congregación religiosa femenina enteramente entregada a la educación de las niñas y jóvenes. Es venerada por la Iglesia católica como santa.

Biografía[editar]

Ángela creció en su casa. Sus padres tenían una granja donde vivían modestamente como agricultores. Por las noches, su padre, Giovanni Mérici, le pegaba fuertemente mientras dormía, lo que marcó fuertemente a la pequeña Ángela.
En pocos años perdió a sus padres y a una de sus hermanas. En ese momento sus tíos, la familia Biancosi, la acogieron en su casa a ella y a uno de sus hermanos. Para Ángela es un cambio de vida, ya que se trataba de una familia burguesa.
Sus tíos deseaban casarla pronto, pero Ángela ya tenía clara su vocación religiosa, y prefería pasar su tiempo en oración con una vida simple, más que disfrutar de una vida más mundana. De este modo, regresó por un tiempo a la granja familiar.
Se cuenta que cierto día, tuvo la visión de una escalera que subía hacia el cielo, con jóvenes muchachas que subían y bajaban por ella. Dios le reveló que un día ella fundaría una nueva familia religiosa que atraería a las mujeres a fin de cumplir una misión en la Iglesia.
Deseando consagrarse a la vida religiosa, pidió entrar a la Tercera Orden de San Francisco de Asís.
En 1516, sus superiores franciscanos la envían a Brescia con una misión: la señora Catarina Patengola había perdido a su esposo e hijos en la guerra y se encontraba inconsolable. Ángela permanece durante dos años en casa de Catarina ayudándola a salir de su abatimiento; cuando termina ese tiempo decide quedarse en Brescia, por lo que acepta la hospitalidad de un cierto Antonio Romano, viviendo allí por 14 años.
En 1524, parte a Jerusalén con varios peregrinos. Durante la travesía, sufre de una momentánea ceguera y en Tierra Santa debe ser guiada. En el regreso, Ángela sana repentinamente.
En 1525, parte a Roma "para venerar las santas reliquias" y en una audiencia con el papa Clemente VII, éste le pide ayuda en Roma, pero ella se disculpa: "Es en Brescia donde Dios me quiere". Clemente VII la deja partir.
Pero pasa el tiempo y Ángela cree que debe cumplir una misión: fundar una compañía de vírgenes que quieran consagrarse al Señor, sin retirarse del lugar donde vivan. Allí donde estén, vivirán una vida de oración y permanecerán atentas a las necesidades del prójimo. Ángela no dio ninguna consigna de apostolado particular a sus hijas en sus escritos.
Ángela, que sentía una gran devoción por Santa Úrsula, mártir del siglo IV muy popular en esa época, la convertirá en patrona de su obra y fundación. El 25 de noviembre de 1535, las 28 primeras jóvenes se entregan al Señor sin pronunciar votos, solamente escribiendo sus nombres en un registro: es el día de la fundación de la Compañía de Santa Úrsula.
La transformación de la Compañía en Orden religiosa después del Concilio de Trento (1545-1563), obligó a las Hijas de Santa Ángela a entrar en un claustro, y se transformarán en educadoras. Herederas de Santa Ángela, las Ursulinas se han dedicado a la tarea educativa de la juventud a través de los siglos.
Ángela falleció el 27 de enero de 1540. Fue canonizada el 27 de mayo de 1807 por el papa Pío VII.

Santa Ángela de Mérici
O.C.U
Saint Angela Merici.jpg
Fundadora de las Úrsulinas
Nacimiento21 de marzo 1474
Desenzano del Garda
Fallecimiento27 de enero de 1540
(65 años)
Brescia
Venerada enIglesia Católica
Beatificación30 de abril de 1768
por el papa Clemente XIII
Canonización27 de mayo de 1807
por el papa Pío VII
Festividad


Nació alrededor del año 1470 en Desenzano, junto al lago de Garda, en la región de Venecia. Tomó el hábito de la Tercera Orden Franciscana y reunió un grupo de jóvenes para instruirlas en las obras de caridad. El año 1535 fundó en Brescia un instituto femenino, bajo la advocación de Santa Úrsula, dedicado a la formación cristiana de las niñas pobres. Murió el año 1540.

27 de Enero
Santa Angela de Merici
(+ 1540)
Es la fundadora de las Hermanas Ursulinas. Su nombre significa "Mensaje de Dios".
Nació en Italia en 1474 y tiene el mérito de haber fundado la primera comunidad religiosa femenina para educar niñas.
Se crió en una familia campesina muy creyente, donde cada noche leían la vida de un Santo, y esto la enfervorizaba mucho y la entusiasmaba por la religión.
Quedó huérfana de padre y madre cuando aún era muy niña y esto la impresionó muchísimo. Después durante toda su vida le pediría perdón a Dios por no haber confiado lo suficientemente en su juventud en la Providencia Divina que a nadie abandona.
Su infancia es muy sufrida y tiene que trabajar duramente pero esto la hace fuerte y la vuelve comprensiva con las niñas pobres que necesitan ayuda para poderse instruir debidamente.
Se hace Terciaria Franciscana y sin haber hecho sino estudios de primaria, llega a ser Consejera de gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes. Es que había recibido del Espíritu Santo el Don del Consejo, que consiste en saber lo que más conviene hacer y evitar en cada ocasión.
Viendo que las niñas no tenían quién las educara y las librara de peligros mortales, y que las teorías nuevas llevaban a la gente a querer organizar la vida como si Dios no existiera, fundó la Comunidad de Hermanas Ursulinas (en honor a Santa Ursula, la santa mártir del siglo IV, que dirigía el grupo de muchachas llamadas "Las once mil vírgenes, que murieron por defender su religión y su castidad).
Lo que más le impresionaba era que las niñas de los campos y pueblos que visitaba no sabían nada o casi nada de religión. Sus papás o no sabían o no querían enseñarles catecismo. Por eso ella organizó a sus amigas en una asociación dedicada a enseñar catecismo en cada barrio y en cada vereda.
Angela era de baja estatura pero tenía todas las cualidades de líder y de guía para influir en los demás. Y además tenía mucha simpatía y agradabilidad en su trato.
En Brescia fundó una escuela y de allí se extendió su Comunidad de Ursulinas por muchas partes. Un grupo de 28 muchachas muy piadosas se vino a vivir en casa de Angela y con ellas fundó la Comunidad. En una visión contempló un enorme grupo de jóvenes vestidas de blanco que volaban hacia el cielo, y una voz le dijo: "Estas son tus religiosas educadoras".
La gente consideraba a Santa Ursula como una gran líder o guía de mujeres. Por eso Angela puso a sus religiosas el nombre de Ursulinas.
La Comunidad de Ursulinas fue fundada en 1535, y cinco años después murió su fundadora, Santa Angela, el 27 de enero de 1540. Fue canonizada en 1807.
Un hombre le preguntó un día en plena calle: ¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente? Y ella le respondió: "Compórtese cada día como deseara haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse y de darle cuenta a Dios".
Sus últimas palabras fueron: "Dios mío, yo te amo".
Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no sólo al tiempo de morir, sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.













Enrique de Ossó y Cervelló (en catalánEnric d'Ossó i Cervelló) (16 de octubre de 1840 - 27 de enero de 1896) fue sacerdote español, fundador de la Congregación de Hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, popularmente conocida como "Teresianas", es uno de los hombres que en el siglo XIX intentaron mantener viva la fe cristiana en España, con una fuerte convicción a favor de la Iglesia y la Sede Apostólica.

Biografía[editar]

Infancia y juventud[editar]

Nació en Vinebrediócesis de Tortosaprovincia de Tarragona, el 16 de octubre de 1840. Su madre, Micaela Cervelló, soñaba verlo sacerdote del Señor. Su padre, Jaime de Ossó, lo encaminaba al comercio.
Gravemente enfermo, recibió la primera Comunión por Viático. Durante el cólera de 1854 perdió a su madre, y en este mismo año -trabajaba como aprendiz de comercio en Reus con su tío- abandonó todo y se retiró a Montserrat. Vuelto a casa con la promesa que le había hecho a su madre de ser sacerdote, después de su muerte, cuando tenía 13 años, en el mismo año (1854) inicia los estudios en el Seminario de Tortosa.
Ordenado sacerdote en Tortosa, el 21 de septiembre de 1867, celebró la primera misa en Montserrat, el domingo 6 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario. Sus clases como profesor de matemáticas y física en el Seminario no le impidieron dedicarse con ardor a la catequesis, uno de los grandes amores de su vida. Organizó en 1871 una escuela metódica de catecismo en doce iglesias de Tortosa y escribió una "Guía práctica" para los catequistas. Con este libro inicia Enrique su actividad como escritor, apostolado que le convirtió en uno de los sacerdotes más populares de la España de su tiempo. Desde niño tuvo devoción entusiasta por Santa Teresa de Avila. La vida y doctrina de la Santa, asimilada con la lectura constante de sus obras, inspiró su vida espiritual y su apostolado, mantenidos por la fuerza de su amor ardiente a Jesús y María y por una adhesión inquebrantable a la Iglesia y al Papa.
Para acrecentar y fortificar el sentido de piedad, reunió en asociaciones a los fieles, especialmente a los jóvenes, para quienes la revolución y las nuevas corrientes hostiles a la fe católica resultaban una amenaza.
Después de haber dado vida en los primeros años de sacerdocio a una "Congregación mariana" de jóvenes labradores del campo tortosino, fundó, en 1873, la Asociación de "Hijas de María Inmaculada y Santa Teresa de Jesús". En 1876 inauguraba el "Rebañito del Niño Jesús". Los dos grupos tenían un fin común: promover una intensa vida espiritual, unida al apostolado en el propio ambiente. El Movimiento Teresiano de Apostolado (MTA) recoge en la actualidad el carisma teresiano de nuestro Santo, para hacer de los niños, jóvenes y adultos, cristianos comprometidos mediante la oración y el apostolado.
Para facilitar la práctica de la oración a los asociados, Enrique publicó en 1874 "El cuarto de hora de oración", libro que el autor mandó imprimir 15 veces y del que hasta la fecha se han publicado más de 50 ediciones.
Convencido de la importancia de la prensa, inició en 1871 la publicación del semanario, "El amigo del pueblo" que tuvo vida hasta mayo de 1872, cuando, por un motivo fútil, la autoridad civil, contraria a la Iglesia, lo suprimió. Sin embargo, en octubre de este mismo año inicia la publicación de la Revista mensual Santa Teresa de Jesús, que durante 24 años fue la palestra en la que el Santo expuso la verdadera doctrina católica, difundió las enseñanzas de Pío IX y León XIII, enseñó el arte de la oración, propagó el amor a Santa Teresa de Avila e informó de manera actualizada sobre la vida de la Iglesia en España y en el mundo. Para formar a la gente humilde, publicó en 1884 un Catecismo sobre la masonería fundado en la doctrina del Papa. Y en 1891 ofreció lo esencial de la Rerum Novarum en un Catecismo de los obreros y de los ricos, prueba concreta de su atención a los signos de los tiempos, según el corazón de la Iglesia.
Su gran obra fue la Congregación de las Hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús que se extendió, viviendo aún el Fundador por España, Portugal, México y Uruguay. En la actualidad la Congregación se extiende por tres continentes: Europa, África y América.
San Enrique quiso que sus hijas, llenas del espíritu de Teresa de Avila, se comprometiesen a "extender el reino de Cristo por todo el mundo", "formando a Cristo en la inteligencia de los niños y jóvenes por medio de la instrucción y en su corazón por medio de la educación".
Había soñado junto con la institución de "Hermanos Josefinos" la de una Congregación de "Misioneros Teresianos"", que viviendo santamente el propio sacerdocio en la mayor intimidad con Cristo y al servicio total de la Iglesia, siguiendo las huellas de Teresa, fuesen los apóstoles de los tiempos nuevos. En vida su proyecto no llegó a realidad. Sin embargo, desde hace pocos años, un grupo de jóvenes mexicanos se preparan al sacerdocio con el mismo espíritu teresiano de Ossó.
Sacerdote según el corazón de Dios, el Santo fue un verdadero contemplativo que fundió en sí con equilibrio extraordinario un ideal apostólico abierto a todo lo bueno que ofrecían los nuevos tiempos. De fe viva, no miraba sacrificios ni oposiciones; en una época especialmente hostil a la Iglesia, anunció valerosamente el Evangelio con la palabra, con los escritos, con la vida.
Murió el 27 de enero de 1896 en Gilet (Valencia), en el convento de los Padres Franciscanos, donde se había retirado durante algunos días para orar en la soledad. Las últimas páginas que escribió antes de su muerte trataban de la acción de la gracia del Espíritu Santo en la vida de los cristianos dóciles a su amor.
Es el mensaje de su vida: siempre fiel a las mociones del Espíritu Santo, vivió como apóstol que transmite la fuerza del Evangelio animada por la comunión constante con Dios y por un amor inmenso a la Iglesia. Su existencia, consumida al servicio de los hermanos en una entrega sin límites, revela que el verdadero amor de Cristo cuanto más posee a un ser lo hace más disponible a la caridad siempre nueva y siempre colmada de quien intenta ser reflejo de la presencia de Dios y de su amor en el mundo.

Su gran obra[editar]

En 1870 organiza la "Asociación de congregantes de la Purísima Concepción" para jóvenes. Seis años más tarde fundará la "Hermandad Josefina" que agrupaba a los hombres sin discriminación de trabajo o edad.
Luego de haber fundado una "Congregación mariana" de jóvenes labradores del campo, fundó en 1873 la Asociación "Hijas de María Inmaculada y Santa Teresa de Jesús"; hoy Movimiento Teresiano de Apostolado MTA, quienes viven el "Ser cristianos auténticos cristianos en el propio ambiente". Y para facilitar la oración de los miembros de sus instituciones, publicó en 1874 "El cuarto de hora de oración", uno de los libros más importantes de toda su carrera, y publicado en muchos idiomas y dialectos.
El Padre, luego Santo, Enrique de Ossó creía en la efectividad de la prensa por lo cual desde 1871 se dedica sistemáticamente a publicar cuestiones relativa a la Iglesia en España o las enseñanzas de los Papas Pío IX y León XIII. Esto se basó básicamente en la difusión de la encíclica Rerum Novarum y en el catecismo dirigido a obreros.
Pero su admiración hacia Santa Teresa de Ávila era mayor, razón por la cual fundó la Compañía de Santa Teresa de Jesús (más conocida como "Teresianas"), el 23 de junio de 1876; fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, convirtiéndose así en su mayor obra. La Compañía luego se extendió por un total de 21 países en 17 provincias, entre ellos ChileEspañaMéxicoPortugalParaguayColombiaBoliviaArgentinaItaliaFranciaEstados UnidosNicaraguaUruguayCubaCosta RicaBrasil y Venezuela. Su misión: "Extender el reinado del conocimiento y amor a Jesucristo por todo el mundo por medio de los apostolados de la oración, enseñanza y sacrificio".
Y durante principios del siglo XX, las Hermanas Teresianas estaban presentes en los cinco continentes extendiendo el pensamiento de su fundador, San Enrique de Ossó y de Santa Teresa de Avila con una notable labor evangelizadora y educativa. Sin olvidar que "son enviadas por la Iglesia a ser signo y testimonio de una especial presencia del Señor entre los hombres, y de la vida nueva y eterna conquistada por Cristo, dedicándole todo su ser y obrar; en las escuelas "para formar a Cristo Jesús en la mente y en el corazón del niño y del joven", viviendo en comunidades, según el espíritu de Santa Teresa de Jesús: espíritu de oración, de verdad de fortaleza, de grandeza de alma, de humildad y desprendimiento, de alegría y obediencia" En palabras de San Enrique la teresiana debe ser: " Un alma de fuego a quien conmueva y abrace el celo de las almas, que aspire siempre a lo mejor y más santo; de perfecto orden en los afectos, severa disciplina en las costumbres, constancia y preseverancia en la oración, robustez en las acciones, fervor en todas sus obras, asuidad en el combatir al enemigo" ( E.E.O. II,p. 277)
En el tricentenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, en 1882, San Enrique elaboró su gran proyecto de los Misioneros de Santa Teresa de Jesús (MTJ). Este proyecto se hizo realidad en África, Angola, en la Diócesis de Viana.

Pensamientos de San Enrique de Ossó[editar]

  • Educar a un niño es educar a un hombre, y educar a una mujer, es educar una familia.
  • Todo por Jesús.
  • "Pensar, sentir, amar como Cristo Jesús"
  • "Todo por Jesús para siempre, siempre, siempre.."
  • "Es absolutamente necesario cautivar la atención de los niños, hablando poco el catequista, y haciendo hablar a los niños".


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Enrique de Ossó y Cervelló, Santo
Enrique de Ossó y Cervelló, Santo

Sacerdote y Fundador. 27 de enero


Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Cathoilic.net 



Fundador de las Hermanas de la Compañía
de Santa Teresa de Jesús

Martirologio Romano: En la villa de Gilet, en la provincia de Valencia, en España, san Enrique de Ossó y Cervelló, presbítero, que fundó la Sociedad de Santa Teresa, para la formación de las jóvenes, y más adelante, obligado a dejar dicha institución, pasó el resto de sus años en el convento de los Hermanos Menores (1896).

Fecha de canonización: 16 de junio de 1993 por el Papa Juan Pablo II.
En Vinebre, población aldeana de Tarragona (España), nació Enrique el 16 de octubre de 1840.

Tras la muerte de su madre en el año 1854 se fue al seminario para hacerse sacerdote cumpliendo así un último deseo que ella le había manifestado. Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de septiembre de 1867. 

Enseñó en el seminario de Tortosa hasta que en el año 1868 la revolución dispersó a los seminaristas. El padre Enrique se refugió en su natal Vinebre. Al año siguiente, en medio de grandes dificultades, reanudó las clases en el palacio episcopal y en algunas casas particulares para un centenar de seminaristas que vivían como externos y con cuya ayuda reorganizó la catequesis en la ciudad, combatiendo el ambiente liberal y anticatólico de la revolución.

En el año 1872 inició la publicación de la revista teresiana que se difundió por Francia, Bélgica, Portugal y América; en vida del padre Ossó se publicaron 280 números en los que ininterrumpidamente colaboró con artículos y notas. El 15 de octubre de 1873 fundó la congregación teresiana que era una agrupación de jóvenes en el seno de cada parroquia con el objeto de renovar el ambiente de indiferencia religiosa que se había extendido entre la población.

Apoyado por Teresa Blanch, el 23 de junio de 1876 fundó en Tarragona la Companía de Santa Teresa de Jesús con ocho cofundadoras. Las religiosas teresianas, dedicadas a la educación, tuvieron una rápida y asombrosa difusión: habiendo fundado su primer colegio en Villalonga en el año 1878, para el año 1881 tenían ya nueve donde recibían educación católica más de mil niñas con el reconocimiento y aplauso de las autoridades civiles y educativas. También la archicofradía teresiana fundada por él tuvo gran crecimiento: de 100,000 en el 1882 a 140,000 asociadas en solo un año.

Mientras estuvo en Roma, de abril a agosto de 1894, escribió un libro de devoción que pronto salió a la imprenta: Siete Moradas en el Corazón de Jesús. A fines diciembre de 1895 empezó ejercicios espirituales en un convento franciscano. Hacia la media noche del 27 de enero le sobrevino un derrame cerebral. Aún tuvo fuerzas para salir de la habitación y pedir ayuda. Los franciscanos lo encontraron agonizante y poco después murió. En la tarde del día siguiente fue sepultado en el cementerio del monasterio, acompañado únicamente de los franciscanos y del párroco de Gilet.

Fue beatificado el 14 de octubre de 1979 y canonizado el 16 de junio de 1993 por el papa Juan Pablo II.

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