martes, 22 de mayo de 2018

FIESTAS DE ESPAÑA

EN COMUNIDAD DE MADRID

Las fiestas de la Natividad de la Virgen del Puerto (denominada popularmente como Fiestas de la Melonera) son unas fiestas dedicadas a la Virgen del Puerto, se celebran en el distrito de Arganzuela (MadridEspaña) a mediados de septiembre (generalmente del 11 al 14).1​ Tiene una cercanía temporal con la celebración litúrgica de la Natividad de Nuestra Señora (8 de septiembre). Tradicionalmente han venido siendo el cierre de las verbenas veraniegas tradicionales madrileñas. El centro religioso se presenta en la Ermita de la Virgen del Puerto y el eje de celebración coincide con la avenida del Manzanares (en la actualidad, Madrid Río). La procesión que se realizaba desde la ermita finalizaba en una merienda colectiva de melones y sandías que se encontraban a la venta a lo largo de la orilla del río Manzanares, este fenómeno acabó dando el nombre popular a la festividad. En 1983 se resucitaron de nuevo en el barrio de la Arganzuela, tomando como eje festivo el Paseo de la Chopera.

Las celebraciones en España, por estas fechas del mes de septiembre, se suelen centrar en las tareas agrícolas de la vendimia. Sin embargo las celebraciones de esta Virgen quedan desvinculadas del ambiente rural. El 8 de septiembre se acostumbraba acudir a la misa celebrada en la ermita y posteriormente se sacaba adornada en flores, y en procesión, una imagen muy venerada de la Virgen del Puerto.3​ La denominación popular de la melonera se debe a la existencia de puestos de ventacallejeros de melones y sandías cercanos al río, sobre todo al puente de Segovia (uno de los principales puntos de acceso a la capital), a mediados de septiembre. A comienzos del siglo XX estos festejos coincidían con la llegada a Madrid de estas frutas. En los inicios, tras la procesión religiosa se celebraba una verbena con los melones y sandías de los puestos cercanos. Este fenómeno festivo concedió el nombre a la celebración.
La imagen fue trasladada desde Lisboa, huyendo de la invasión árabe, a una ermita de Plasencia. La imagen fue descubierta en el siglo XV por un pastor.4​ El nombramiento de la Virgen como patrona de Plasencia se debe al papa Pío X. La construcción de la ermita junto al río fue patrocinada por el rey Felipe V abriendo y popularizando los caminos de acceso a Madrid, como es el camino del Pardo. Las trazas de la ermita se encargaron al arquitecto Pedro de Ribera. Finalmente las obras de la ermita, siempre bajo la vigilancia del primer marqués de Vadillo, se finalizan el 10 de septiembre de 1718 con una copia de la Virgen del Puerto placentina. La ermita es pronto destino de populares romerías veraniegas (generalmente de emigrantes asturianos o gallegos5​) debido a los parajes frondosas alamedas que supone la ribera del río Manzanares.6
El óleo Baile en la Virgen del Puerto, del pintorpintor romantico barroco Manuel Rodríguez de Guzmán, describe la romería a la Virgen del Puerto. Este cuadro se encuentra en el Museo Romántico de Madrid. En el siglo XIX la romería se transformó en verbena. A mediados y comienzos del siglo XIX las verbenas se celebraron en las praderas de las Vistillas. La imagen de la Virgen fue destruida durante la Guerra Civil debido a la cercanía y virulencia de los frentes de batalla que hubo en sus cercanías. La talla de la Virgen se encargó a Víctor González Díaz. En 1945 se aprobó la cofradía de La Virgen del Puerto. La verbena fue recuperada en el año 1983 y su primer pregón fue leído por el alcalde Enrique Tierno se celebró desde el 3 al 11 de septiembre en la Plaza de Peñuelas y en otros espacios públicos de Arganzuela.

Celebraciones[editar]

La cultura popular madrileña celebra esta verbena como la última del periodo veraniego, precisamente coincidiendo en fechas con la natividad de la Virgen (8 de septiembre). Existe un refrán español que indica el periodo de cierre veraniego de la festividad:
"Cuando la Virgen (melonera) viene, la golondrina se va".7
Los actos festivos tenían lugar, a finales del siglo XX, en el Recinto Ferial Parque de la Arganzuela e incluían como actividades principales competiciones deportivas temáticas, conciertos de música en directo, etc. A comienzos del siglo XXI, en el mes de septiembre y con Madrid Río, se celebran en todos los centros culturales de la orilla del río diversos Festivales de Otoño entorno a la Fiesta de la Melonera. Al igual que otras verbenas madrileñas veraniegas se celebran concursos públicos de mantones de Manila, los bailes populares de chotis, etc. Las celebraciones incluyen en las verbenas fuegos artificiales, actuaciones de grupos musicales.

Resultado de imagen de Fiesta de la Natividad de la Virgen del Puerto
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Los gigantes y cabezudos son una tradición muy arraigada en España. La comparsa de Madrid se estrenó en 1967 para amenizar las castizas fiestas de San Isidro. En 2017 cumplieron su primer medio siglo de historia.

Los primeros datos de los gigantes en Madrid corresponden a las procesiones del Corpus, en la Baja Edad Media. Desde entonces y de manera inconstante, los gigantes han paseado por las calles de la capital mientras los cabezudos trasteaban con los niños.
Durante la primera mitad del siglo XX aparecieron y desaparecieron diferentes grupos de gigantes y cabezudos. A mediados de la década de los sesenta, siendo alcalde Arias Navarro, se decidió dotar a Madrid de una comparsa de gigantes y cabezudos a la altura de la ciudad. Por ello acudieron a los artistas falleros de Valencia, incluyendo Regino Mas, quien construyó los ocho gigantes y seis cabezudos que fueron encargados por el Ayuntamiento de Madrid. Esta fue la última obra del fallero, y es una de sus pocas obras conservadas, junto con los Ninots indultados que aún se pueden visitar en Valencia.
El 13 de Mayo de 1967 se, coincidiendo con el inicio de las fiestas de San Isidro de ese año, Madrid estrenó la comparsa vestida por Manuel Comba y contextualizada por Tomás Borras, cronista de la Villa. En la década de los ochenta la familia aumentó pero luego fue entrando en una pronunciada decadencia. En 2003 comenzó a gestarse la recuperación de las figuras. Sin embargo, pese al impulso recibido, no fue suficiente. Fue entonces cuando, en 2010, un grupo de jóvenes decidió crear la Asociación Comparsa de gigantes y cabezudos de la Ciudad de Madrid.

Los gigantes[editar]

Los primeros seis gigantes (El Julián, la Maripepa, Alfonso VI, La Latina, El Alcalde de Móstoles y Manolita Malasaña) fueron creados por Regino Mas. Originalmente eran ocho pero Muhammad I y La Arganzuela desaparecieron y fueron recuperados en 2003.
La altura de los gigantes oscila entre 3,5 m de la Latina hasta 3,9 m de Alfonso VI y el peso entre los 25 kg de Maripepa hasta los 55 kg del Alcalde Móstoles. Para que los gigantes puedan bailar se necesita la participación de dos personas (giganteros) por figura, que van rotando, un baile cada uno, hasta el final de las actuaciones.
El Julián y la Mari Pepa
Gigantes Julian y Maripepa
Sus padres respectivos, López Silva, Fernández Shaw y Chapi, de la chulona; Ricardo de la Vega y Tomás Bretón, del Julián. Representan el entusiasmo, el querer lo que se quiere de verdad y él no dejarse robar el cascabelito del pronto y de la alegría.

Alfonso VI
Gigante Alfonso VI
Uno de los Alfonsos de la Reconquista; Alfonso VI fue el del juramento ante el Cid; el “Bravo” conquistador de Madrid… La habilidad con la que sus hombres treparon las murallas del morisco fue lo que definió a los madrileños con el apelativo “gatos”.

La Latina
Gigante La latina
Beatriz Galindo. Siendo mujer alcanzó la fama de humanista en la misma ciudad universitaria que la vio nacer, Salamanca. En una época en la que una mujer decente era educada en la ignorancia, tan sólo con 18 años fue camarista de la reina Isabel, y tanto estudió e hizo estudiar a la corte, que pocas dudas albergó la Reina cuando Colónplanteó que la bola del mundo era bola y por ello se podía ir de Oriente a Occidente por un comino más corto que el de Marco Polo. Su gigante representa la ciencia y el habla.

El Alcalde de Móstoles
Gigante Alcalde Mostoles
Andrés Torrejón, de oficio labrador y alcalde por accidente, se encontró en el difícil trance de tener que declarar la guerra a Napoleón: “…Procedamos, pues a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y levantándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente…” Firmado el bando por el alcalde partieron los correos en todas direcciones… el resto es historia. Representa el coraje de los hombres justos.

Manolita Malasaña
Gigante Manolita Malasaña
La chulilla madrileña tiene dieciséis años de edad y un humilde oficio de bordadora. Corren malos tiempos en aquellos mayos de Madrid. [¿cuál?] El general Murat emitió el siguiente bando: “Todo el que se halle con armas será fusilado en el acto”. Manolita Malasaña lleva un arma: sus tijeras de modistilla; eso le costó la vida.

Muhammad I
Gigante Mohammad I
Muhamad ben Abd-al-Rahman. Fue la prudencia táctica la que le llevó a apoderarse de una pequeña villa, para así amurallarla y convertirla en avanzado punto de defensa de la tan cotizada ciudad de Toledo. Y así nació un Mayrit cosmopolita que albergó tras sus murallas moriscos, judíos y cristianos. A él corresponde la gigantería de la Almudaina.

La Arganzuela
Gigante La Arganzuela
Sancha Daganzuela era huérfana de madre y de padre alfarero, al que llamaban el tío Daganzo por ser natural de este pueblo. Sanchita ejercía de aguadora y su naturaleza enfermiza contrastaba con su espíritu alegre y transparente; y cuenta la leyenda que ganó los favores de la reina por calmar su sed junto al Manzanares y por ello recibió las tierras que ahora llevan su nombre y que fueron, en tiempos, hermosos jardines y puesto ganadero. Representa la alegría y el frescor de las aguas.

Los cabezudos[editar]

Seis de los ocho cabezudos fueron elaborados por Regino Mas, los otros dos se atribuyen a un artista madrileño de los años 90. Destaca el picador, que a parte del cabezudo tiene un caballo de gran valor artístico y que le dota de gran espectacularidad. Los cabezudos suelen tener un peso moderado, cercano a los 5 kg, pero en algunos casos ese peso aumenta por los elaborados sombreros que manejan.
Luis Candelas
Luis Candelas
“Sé feliz, patria mía” Tuvo su vida al igual que su taberna dos puertas: las dos de entrada y las dos de salida; la principal, la del caballero refinado, daba a la calle Tudescos, mientras que el bandolero urbano, audaz e ingenioso se escamoteaba por la de atrás. Y todo esto adornado con amoríos y deseos apasionados, que los hubo, pues si hay algo que en la memoria popular perdura es la coplilla a él dedicada: “Debajo de la capa de Luis candelas, mi corazón amante vuela que vuela”.
Tia Javiera
Como a nadie le amarga un dulce, es la tía Javiera quien pone remedio en fiestas y verbenas. Viene de Fuenlabrada y viene cargada de rosquillas, las manos secas por la harina, el rostro curtido por los años y sus cabellos canos de tanto invierno.
Cúchares
Cúchares
“No hay hombre sin otro hombre rival”
Don Francisco Arjona y Herrera, seguro de su estoque, gustaba de ejecutar todo tipo de engaños, como recortes y galleos. Fue el suyo un estilo muy particular, despreocupado y altivo ante el toro. Su técnica era buena y aún mejor su intuición. El chiclanero su mejor rival. Mendizábal, su amigo incondicional. Y su arte, “el de cúchares”, el que le hizo inmortal. Fue reformado en mayo de 2011 tras su participación, junto a “El Melonés”, en la Exposición Universal de Shanghái de 2010. La labor fue realizado por el artista Aitor Calleja.
El Melonés
El Melonés
Caballito del Melonés
Torero perteneciente a la Belle époquePicador de músculo y ciencia puesto que era caballista, jinete de lujo y buen rejoneador; y por todo ello, terminaba la faena con su caballo siempre ileso. También fue reformado durante mayo de 2011.
Juana Calderón, la Marizápalos
Marizápalos
“Era de mediana belleza, pero de un encanto singularísimo, con la voz tan graciosa y agradable que cautivaba a cuantos la oían”. Lo del rey al parecer fue como un flechazo. Apenas apareció en escena quedose don Felipe alelado y febril; y a pesar de las negativas de la actriz tuvo aposento en palacio y un balcón, el de Marizápalos lo llamaba el pueblo; y a la mujer desgraciada, de candilejas enseguida la “embrujaron” y coplillas la dedicaron.
El Francesillo
El Francesillo
Francés de Zúñiga pasó por la corte sus risas y bufonadas, sus injurias y calumnias; y dejó de ellas constancia en un manuscrito, crónica rabiosa de una sociedad y una época. Tanto se burló y tanto rió, que hasta de su muerte hizo un chiste y su último ademán fue el de sacarle la lengua a este mundo y a todos los mundos. Un estilo de vivir.
Doña Cundís
Doña Cundis
Facunda Conde Marín era de esos “tipos populares” conmovedores por su ingenuidad y casto semidelirio. Era bajita, de pelo entre plateado y castaño, iba repeinada, pulida y modosa. Rebozado el rostro en polvos de arroz, siempre elegante y bien compuesta. Y cantaba y decía ella, en el real: lo mismo tiple ligera que contralto. Fueron las calles de Madrid el escenario supletorio de su vida. Cantaba discreta sin mirar a nadie, pues se sentía en su teatro, el teatro del mundo, que era su paraíso. La limosna la recibía en una bolsita con sus “muchas gracias” de bien educadita. Alguien la llamó doña Cundís, y quedó.
Lola la naranjera
Lola la Naranjera
Mujer de armas tomar de las que pisan fuerte por donde quiera que van. Amante al mismo tiempo de Fernando VII y de Luis Candelas. Su poder y su notoriedad en los mandriles de la primera mitad del XIX fue importante y por eso tiene un cabezudo en su honor.

Música[editar]

Los Gigantes y cabezudos no van solos. Van acompañados de varios grupos de dulzaineros que amenizan los bailes y marcan el ritmo del desfile. La comparsa tiene un grupo habitual que es el de “Los soplillo”, de Madrid, que acompaña a la asociación desde el año 2010. Las revoladas y valses acompañan a San Isidro y sus amigos cuando Paquillo y sus mozos deciden darle a la dulzaina.
En determinados momentos como en el Pregón anual de San Isidro, viene a acompañar a la comparsa una banda de dulzaineros de Estella (Navarra) que ayudan, con su tono de dulzaina más dulce, a crear momentos mágicos en las fiestas de Madrid.

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