lunes, 30 de noviembre de 2020

GUERRAS EN LA EDAD MEDIA

 EN EL SIGLO VII

Las guerras Ridda (en árabe: حروب الردة), también conocidas como las guerras de apostasía, fueron una serie de campañas militares contra la rebelión de algunas tribus árabes contra el califa Abu Bakr en 632 y 633 d. de C., una vez que el profeta Mahoma había muerto.


Los Profetas Aspirantes de Arabia[editar]

Mientras que la fama de Mahoma se extendía por toda Arabia, muchos otros miraban el poder y la riqueza que se fue acumulando. A algunos les empezó a parecer que si Mahoma, sin ninguna acreditación, podía pretender para sí el ser un profeta, entonces no veían razón por la que ellos no pudieran hacer lo propio también. Así pues, comenzaron a proclamarse nuevos profetas por todas las partes de Arabia. La historia ha registrado los nombres de al menos cuatro de estos profetas autoproclamados: Aswad Ansi en Yemen, Musailimah en YamamahTulayha en Bukaza, e incluso una profetisa conocida como Sajah.

El Profeta Musailimah deslumbró multitudes en el este de Arabia con una serie de trucos mágicos y ya había un gran número de seguidores para el tiempo en que tuvo lugar la Hégira (622 d. de C.). En el año 630 d. de C., Musailimah escribió una carta a Mahoma, que comenzó: "Desde Musailimah, el Mensajero de Alá, a Mahoma, el Mensajero de Alá", en la carta Musailimah sugirió que los dos profetas compartan el territorio de Arabia entre ellos. Sin embargo, Mahoma no estaba interesado en la propuesta, envió una carta de rechazo a Musailimah que comenzó "Desde Mahoma, el mensajero de Alá, a Musailimah, el gran mentiroso".1

Las Guerras Ridda[editar]

En el año 632 d. de C., Mahoma murió. Nada más conocerse su muerte, muchas de las tribus árabes comenzaron a revocar su conversión al Islam, y las que no se habían convertido se negaron a pagar impuestos a las autoridades musulmanas. Tanto Musailimah como los nuevos profetas que surgieron en ese momento se levantaron en rebelión contra los musulmanes. De modo que el suegro de MahomaAbu Bakr, quien había sido elegido como primer califa, convocó a los creyentes musulmanes a la yihad para aplastar estas rebeliones. Las breves guerras que se sucedieron a partir de ese momento son conocidas como las Guerras Ridda. El más sangriento de estos conflictos tuvo lugar en el este de Arabia contra Musailimah, que finalmente fue derrotado y muerto en la batalla de Yamama, en la actual Arabia Saudí, en diciembre de 632.








Las guerras jázaro-árabes fueron una serie de conflictos entre el Kaganato jázaro y el Califato Omeya (y su sucesor, el Califato abasí) así como de sus estados vasallos respectivamente. Esta serie de conflictos se agrupan en dos guerras: La primera guerra jázaro-árabe (642-652) y la segunda guerra jázaro-árabe (722-737).

Las hostilidades comenzaron cuando los jázaros frenaron a las fuerzas de los omeyas, quienes querían aumentar su poder en la región del Cáucaso. Comenzó así la primera guerra jázro-árabe, que finalizó tras la derrota de una fuerza árabe dirigida por Abd ar-Rahman ibn Rabiah a las afueras de la ciudad jázara de Balanjar.

Las hostilidades estallaron de nuevo entre el Kanato y el Califato en el año 712, con numerosas razias por el Cáucaso, pero pocas batallas decisivas. Los jázaros, dirigido por un príncipe llamado Barjik, invadieron el Nor-Oeste de Irán y derrotaron a las fuerzas omeyas en Ardabil en el año 730, matando al gobernador árabe al-Jarrah al-Hakami y ocuparon brevemente la ciudad.

Fueron derrotados (los jázaros) al año siguiente en Mosul, donde los árabes mataron a Barjik. Ejércitos árabes llevados por primera vez por el príncipe árabe Maslama ibn Abd al-Malik y luego por Marwan ibn Muhammad (más tarde el califa Marwan II) y se desplegaron a través del Cáucaso, con el tiempo (en el año 737) derrotaron a un ejército jázaro liderado por Hazer Tarkhan, ocupando brevemente la ciudad de Atil (capital jázara). La inestabilidad del régimen omeya hizo una ocupación permanente imposible, los ejércitos árabes se retiraron y la independencia jázara fue reafirmada.

La última gran batalla entre las fuerzas jázaras y califales se llevó a cabo en el año 799/800, cuando un ejército jázaro invadió Azerbaiyán y Arran, y fue rechazado por el gobernador local, Yazid ibn al-Mazyad Shaybani. Una guerra de baja intensidad continuó después en la región entre los jázaros y los principados musulmanes locales de la región del Cáucaso del Norte, hasta el colapso del Janato jázaro a finales del siglo X, pero no volvió a haber batallas tan grandes como en el siglo VIII.


Guerras Jázaro-Árabes
Parte de Expansión musulmana
Chasaren.jpg
Mapa del Janato Jázaro durante los siglos VII y IX.
Fecha642 - 799
LugarCáucaso Norte y Cáucaso Sur
Casus belliAmbición de los omeyas de aumentar su poder en el Cáucaso.
ResultadoVictoria táctica jázara victoria geográfica y influencia árabe en la región
ConsecuenciasLos omeyas no aumentan su poder en la región.
Cambios territorialesEl Cáucaso Sur cae bajo el control del Califato, la expansión musulmana se detiene más allá de Derbent.
Beligerantes
Kanato JázaroUmayyad Flag.svg Califato Omeya (661-750)
Black flag.svg Califato ortodoxo (hasta 661)
Black flag.svg Califato abasí (desde 750)
Comandantes
Alp Tarkhan
Barjik 
Hazer Tarkhan 
Ras Tarkhan
Black flag.svg Abd ar-Rahman ibn Rabiah
Umayyad Flag.svg Maslama ibn Abd al-Malik
Umayyad Flag.svg Al-Jarrah al-Hakami  
Umayyad Flag.svg Sa'id ibn Amr al-Harashi
Umayyad Flag.svg Marwan ibn Muhammad
Black flag.svg Yazid al-Sulami










Cuando comenzó la conquista musulmana de EgiptoEgipto era parte del Imperio bizantino, que tenía su capital en Constantinopla. Había sido conquistado apenas una década antes por Cosroes II (616-629), soberano del Imperio sasánida. Posteriormente, el emperador Heraclio lo recobró merced a una serie de campañas contra los persas sasánidas, pero volvió a perderlo, esta vez arrebatado por el Califato ortodoxo, diez años más tarde. Antes de que los musulmanes se apoderaran de Egipto, ya habían arrollado al reino gasánida, aliado de los bizantinos, y se habían adueñado de las provincias bizantinas del Levante, lo que había debilitado considerablemente al imperio y lo había dejado en una posición vulnerable.

Antecedentes[editar]

Egipto era en la época imperial una provincia rica, que exportaba alimentos.2​ Los impuestos eran gravosos y se unían a las grandes exportaciones de trigo, destinadas a alimentar a la capital imperial, Constantinopla.3​ Desde el siglo v, la provincia mantenía además tensas relaciones con la autoridad imperial debido a que la población era fundamentalmente monofisita (copta), mientras que el Concilio de Calcedonia había impuesto como doctrina imperial el deofisismo.43​ A los patriarcas oficiales nombrados por el Gobierno imperial se oponían otros elegidos por los eclesiásticos egipcios.4​ En el siglo siguiente, la región quedó muy debilitada por una serie de epidemias que redujeron la población a alrededor de tres millones.5​ A ello le siguieron las largas guerras entre el imperio y los sasánidas, que empezaron en el 602.5​ Tras la caída de Jerusalén en el 614, en el 617 los persas invadieron la provincia y,6​ tras no encontrar apenas resistencia, asediaron Alejandría, que conquistaron en el 619.5​ A continuación marcharon hacia el sur, a adueñarse del resto de Egipto hasta Asuán.5

El periodo de ocupación sasánida, que terminó en el 629, causó estragos a la iglesia durante la conquista, pero luego favoreció a los monofisitas, libres de la autoridad imperial que favorecía a sus adversarios religiosos.76​ Cuando los bizantinos recuperaron la provincia, nombraron un nuevo patriarca, Ciro, que había sido obispo de Fasis, que obtuvo además el gobierno civil del territorio, pese a no conocerlo.836​ A su llegada en el 631, el patriarca monofisita Benjamín abandonó la ciudad y se refugió en un monasterio del Alto Egipto.96​ El patriarca nombrado por el Gobierno imperial defendía el nuevo dogma monotelita, surgido de las deliberaciones de la junta de tres obispos reunida a instancias del emperador Heraclio para acabar con las disensiones entre las distintas doctrinas cristianas y que suponía un intento de definir un corriente intermedia entre las existentes.6​ Ciro convocó un concilio regional en el que trató de que diofisitas y monofisitas aceptasen el credo monotelita propugnado por el emperador Heraclio, que con él trataba de poner fin a las disputas teológicas.9​ Fracasó, pues los primeros lo aceptaron a regañadientes mientras que los segundos lo rechazaron de plano.96​ A esto siguió una brutal persecución de los monofisitas por las autoridades, que motivó que gran parte de la población se volviese contraria a los bizantinos.1011

Para impedir la conquista de Egipto una vez perdido el Levante, Ciro se avino a pagar tributos a los musulmanes, y sopesó la posibilidad de que casar al general de los ejércitos acuartelados en Palestina, Amr ibn al-As, con una hija del emperador.12​ Estas acciones evitaron la invasión hasta que el emperador decidió ponerles fin y relevó del gobierno provincial a Ciro en el 639.12​ El fin de los pagos precipitó el asalto musulmán a Egipto.12​ Los jefes musulmanes habían sopesado ya antes arrebatar la provincia a los bizantinos, ya que era desde donde sostenían a Cesarea y desde donde habían enviado la expedición que había recuperado Antioquía.13

Invasión musulmana de Egipto[editar]

Cruce de la frontera egipcia[editar]

En diciembre del 639, Amr ibn al-As partió hacia Egipto con un ejército de entre tres mil quinientos y cuatro mil soldados.1415​ La mayoría de estos pertenecía a la tribu árabe de 'Ak,14​ del Yemen, aunque al-Kindi afirma que un tercio de ellos eran miembros de la de Ghafik. También había soldados de los pueblos de la llanura costera del mar Rojo.16​ Acompañaban a los soldados árabes algunos romanos y persas que se habían convertido al islam. Sin embargo, pronto el califa 'Umar cambió de idea; al creer imposible apoderarse de un país tan grande como Egipto con apenas cuatro mil soldados, ordenó a Amr que abandonase la empresa y regresase, si no había cruzado ya la frontera.171815

El mensajero, 'Uqbah ibn 'Amr, alcanzó a Amr en Rafah, a poca distancia de la frontera egipcia.15​ Adivinando lo que podría contener la carta, Amr ordenó al ejército acelerar la marcha. A 'Uqbah' le dijo que leería la carta del califa cuando concluyese la jornada y el ejército se hubiese detenido a pernoctar. 'Uqbah, que desconocía el contenido de la carta, estuvo de acuerdo y se unió al ejército. Este se detuvo por la noche en Shajratein, un pequeño valle cerca de la ciudad de El Arish, que Amr sabía que estaba más allá de la frontera egipcia.1915​ Solicitó la carta a Ibn 'Amr y, tras leerla, consultó con sus compañeros sobre lo que debían hacer.15​ La opinión unánime fue que, como habían recibido la carta en suelo egipcio, tenían permiso para proseguir la marcha.18

Cuando 'Umar recibió la respuesta de Amr, decidió esperar el curso de los acontecimientos y comenzó a concentrar nuevas fuerzas en Medina, por si resultaba necesario enviarlas como refuerzos a Egipto. El día de la Fiesta del Sacrificio (12 de diciembre de 639),15​ el ejército musulmán marchó de Shajratein a El Arish,17​ una pequeña ciudad que carecía de guarnición. La ciudad capituló, y los ciudadanos se sometieron en las condiciones habituales.[cita requerida] Los soldados musulmanes celebraron en la localidad la fiesta religiosa.15​ A continuación, el ejército musulmán prosiguió la marcha siguiendo la antigua ruta caravanera que unía Egipto y Palestina.15​ El camino, que se internaba tierra adentro pero seguía paralelo a la costa, iba a dar a la ciudad de Pelusio, por entonces a orillas de uno de los brazos del Nilo.15

Conquista de Pelusio y Belbeis[editar]

A finales de diciembre del 639 o principios de enero del 640, el ejército musulmán llegó a Pelusio, una ciudad con guarnición que por entonces se consideraba el punto de acceso tradicional a Egipto desde el este.1815​ El cerco musulmán se prolongó durante dos meses, dada la falta de máquinas de asedio de los sitiadores.1815​ Finalmente pudieron los árabes expugnarla al introducirse en ella junto con los soldados bizantinos que volvían de hostigarlos.15​ Al no tener suficientes soldados para establecer en ella una guarnición, la arrasaron para evitar que pudiesen recobrarla los bizantinos.20​ Los musulmanes le enviaron al gobernador bizantino Ciro, que por entonces se hallaba en fortaleza de Babilonia, a su hija Armanousa, que había resistido ferozmente en Pelusio y había sido capturada cuando conquistaron la plaza.21​ Los coptos, siguiendo las indicaciones del patriarca depuesto Benjamín, ayudaron a los invasores.22​ Las pérdidas sufridas por las fuerzas musulmanas en el cerco se compensaron en parte por el alistamiento en sus filas de beduinos del Sinaí, que se unieron a ellas para conquistar Egipto.23​ Estos beduinos pertenecían a las tribus de Rashidah y Lajm.24​ La relativa facilidad con la que Pelusio cayó en poder de los invasores, y el que la plaza no hubiese recibido socorros durante el asedio de un mes de duración a menudo se atribuyen a la traición del gobernador egipcio, Ciro, que era asimismo patriarca de Alejandría, de confesión monotelita.23​ En enero del 640, los invasores reanudaron su marcha hacia el interior, dirigiéndose hacia Bilbeis a lo largo del límite del desierto.20

Tras la conquista de Pelusio, los musulmanes marcharon hacia Bilbeis,22​ situada a sesenta y cinco kilómetros de Menfis, a la que llegaron después de recorrer los caminos del desierto que conducían a ella y a la que pusieron sitio. Belbeis fue el primer lugar de la región en el que los bizantinos resistieron seriamente la invasión. Dos monjes cristianos, acompañados por Ciro de Alejandría y el famoso general romano Aretion, salieron a negociar con Amr ibn al-As. Aretion había sido anteriormente gobernador bizantino de Jerusalén y había huido a Egipto cuando esta cayó en poder de los musulmanes.20​ Amr les dio tres opciones: convertirse al islam, pagar la yizia o luchar contra los musulmanes. Los emisarios bizantinos pidieron tres días para reflexionar y luego, como se menciona en la obra de al-Tabari, solicitaron una prórroga de dos días más. Al final de los cinco días, los dos monjes y el general rechazaron las dos primeras opciones que se les habían ofrecido y optaron por combatir a los invasores. Así desobedecían las órdenes del gobernador Ciro, que deseaba capitular y pagar la yizia. Aretion se enfrentó a los musulmanes, pero la lid concluyó con la victoria de estos.20​ Mientras, Ciro se había encastillado en la fortaleza de Babilonia, junto con el jefe militar bizantino de la provincia, Teodoro.20​ Ibn al-'As intentó luego convencer a la población egipcia de que colaborase con ellos y rindiese la plaza, alegando el parentesco entre egipcios ambos grupos debido a Agar.25​ Al rehusar los egipcios, el asedio de Bilbeis continuó hasta que la ciudad cayó después de un mes de cerco.2220​ Hacia fines de marzo del 640, la ciudad se rindió a los musulmanes. Tras esta nueva conquista, los árabes se hallaban ya a tan solo un día de marcha del delta del Nilo.

A continuación, hubo un nuevo choque entre bizantinos y musulmanes en Umm Dunayn, al norte del moderno El Cairo, en el que los musulmanes de nuevo obtuvieron la victoria, aunque con dificultades.22​ El lugar era el puerto de la ciudad de Misr, situada al este de Babilonia.26​ En la orilla oeste del gran río se encontraba, aunque ya en decadencia, la antigua capital faraónica de Menfis.26

Asedio de Babilonia[editar]

Mapa de la invasión musulmana de Egipto.

Amr había creído que la conquista de Egipto sería un simple paseo militar, y se equivocó. Incluso en los puestos avanzados de Pelusio y Bilbeis, los musulmanes habían encontrado una enconada resistencia. El asedio de Pelusio había durado dos meses y el de Bilbeis, otro más. Los combates en las dos localidades supusieron un preludio del que iba a acontecer en Babilonia, que era una ciudad cerca del moderno El Cairo más grande e importante que las ya conquistadas por los invasores. En esta se esperaba una resistencia mayor.17​ La ciudad se hallaba en una posición estratégica, cerca del comienzo del delta del Nilo y con buena comunicación por el límite de la zona fértil de sus orillas tanto con Alejandría como con Pelusio, al oeste y al este respectivamente.26​ Los musulmanes la alcanzaron en mayo del 640. Babilonia era una ciudad fortificada,27​ y los bizantinos la habían preparado para resistir el asedio. En torno a la ciudad habían cavado un foso; entre este y las murallas se desplegó gran cantidad de soldados. Los musulmanes sitiaron la fortaleza de Babilonia en mayo de 640. Esta era una edificación enorme y casi triangular, con murallas de doce metros de alto y tres de grueso, reforzadas con numerosas torres y bastiones, que protegía una superficie de cincuenta mil metros cuadrados.28​ Las primeras fuentes musulmanas calculan que los bizantinos contaban en Babilonia con seis veces más hombres que los musulmanes. Durante los siguientes dos meses, los combates continuaron sin un vencedor claro, si bien los bizantinos lograron rechazar todas las acometidas de los sitiadores.27

Al no avanzar en la conquista de Babilonia, Amr decidió emprender una maniobra secundaria y envió un destacamento a atacar la rica ciudad de Fayún, situada a unos ochenta kilómetros al sur de Babilonia.272226​ La zona era un oasis famoso por su producción de cereal.22​ La operación era arriesgada, pues suponía cruzar el Nilo, perder la comunicación directa con Arabia de la que se esperaban refuerzos y permitir a los bizantinos derrotar a los ejércitos árabes por separado, en caso de que finalmente llegasen nuevas huestes del califa desde el este.26​ En todo caso, los bizantinos habían previsto la maniobra y en consecuencia vigilaban estrechamente los caminos que conducían a la ciudad.29​ También habían reforzado la guarnición de la cercana localidad de Lahun.30​ Cuando los árabes musulmanes se percataron de que las defensas de Fayún eran demasiado recias, se dirigieron hacia el desierto, a los límites del oasis y se dedicaron a apoderarse del ganado que encontraron.303126​ Tras la muerte del jefe de la guarnición local,26​ traicionado por un paisano, los bizantinos tuvieron que enviar apresuradamente nuevas fuerzas para conservar el oasis.22​ Los musulmanes, por su parte, se dirigieron a Oxirrinco, que tomaron antes de regresar al Bajo Egipto por el Nilo.32​ La noticia de la llegada de los refuerzos necesarios para acometer la toma de Babilonia hizo que el ejército musulmán abandonase temporalmente la conquista del oasis a comienzos de junio.3334​ El cruce del Nilo para reunirse con las huestes que llegaban en su auxilio no supuso problema alguno, ya que los bizantinos no aprovecharon el momento para atacarlo, pese a contar con nutridas fuerzas en Babilonia.3335

Refuerzos de Medina y batalla en Hiliópolis[editar]

En mayo, durante el infructuoso asedio de Babilonia, Amr le había escrito a 'Umar solicitando refuerzos.27​ El 6 de junio, llegaron a Heliópolis los refuerzos solicitados por Ibn al-As: tres grupos de unos cuatro mil soldados cada uno al mando de uno de los más antiguos compañeros del profeta,33​ el ilustre Zubair ibn al-Awam, estrecho colaborador de los dos primeros califas.3635​ Entre los recién llegados, había numerosos veteranos y compañeros de Mahoma, que habían acudido a participar en la conquista.35​ También se contaba entre ellos uno de los hijos del califa.35​ La ciudad, casi abandonada,37​ se hallaba a una docena de kilómetros al este de Babilonia.35​ Era la ciudad del Templo del Sol de los faraones, famosa por sus grandiosos monumentos, su importancia en la antigua religión egipcia y sus escuelas.38

Posible planta de la fortaleza de Babilonia, cuya pérdida fue una de las derrotas principales que hicieron que los bizantinos perdiesen la rica provincia de Egipto.

Amr y Zubair se encontraron en Heliopolis;37​ los bizantinos perdieron la oportunidad de impedir la reunión de los ejércitos de ambos.3935​ Amr estableció su cuartel en la descaecida ciudad, esperando con sus quince mil soldados la acometida de Teodoro, que había ido reuniendo tropas del Bajo Egipto para atacarlo.40​ Los bizantinos contaban con ventaja numérica frente a los musulmanes.4135​ Estos esperaban atraerlos a una batalla en campo abierto para evitar tener que asediar la fortaleza, para lo que no contaban con medios.37​ Paradójicamente, Teodoro, que no había acometido al enemigo cuando sus ejércitos se hallaban todavía separados, decidió hacerlo cuando ya se habían reunido y debían de contar con unos quince mil hombres.35​ A mediados de julio, las tropas bizantinas abandonaron Babilonia para marchar contra el ejército musulmán apostado en Heliópolis a través de la llanura que separaba las dos poblaciones.35​ Los jefes musulmanes los esperaban, habiéndoles tendido una celada, pues dos destacamentos se habían ocultado durante la noche para acometer los flancos del enemigo cuando este arremetiese contra el grueso de las fuerzas árabes.35

Los dos ejércitos chocaron cerca de Abbaseya.42​ La batalla concluyó con la victoria musulmana,3​ obtenida mediante el ataque desde varias direcciones de la hueste enemiga una vez que se trabó el combate principal; los bizantinos huyeron en desbandada.433744​ Los supervivientes bizantinos derrotados se retiraron a la fortaleza de Babilonia o a la de Nikiû.303744

Conquista de Fayún y Babilonia[editar]

Cuando las noticias de la victoria de los musulmanes en Heliópolis llegaron al Fayún, la guarnición bizantina al mando de Domenciano evacuó la ciudad durante la noche y huyó a Abuit. Embarcándose hacia la fortaleza de Nikiû, setenta kilómetros aguas abajo de Babilonia.44​ Cuando Ibn al-'As se enteró de la marcha de las fuerzas bizantinas, envió fuerzas allende el Nilo para ocupar las dos poblaciones evacuadas. Los musulmanes se dedicaron a ocupar la region de Fayún, que no resistió tras la brutal conquista y saqueo de su capital, y de Misr, al sur del delta.4544​ Tras el descalabro en Heliópolis, el ejército bizantino había quedado desbaratado salvo por las guarniciones.4544​ El control de El Fayún y Misr resolvió el problema del abastecimiento de las tropas musulmanas y les permitió reanudar el cerco de Babilonia; el ascenso de las aguas del Nilo en agosto impedía además continuar la conquista de la zona del delta.44

Así pues, tras la victoria de Heliópolis, los musulmanes se aprestaron a conquistar Babilonia en septiembre del 640.2846​ La fortaleza logró resistir aún varios meses, pese a la falta de socorros y la hostilidad de la población.2846​ Las negociaciones para rendirla, no obstante, comenzaron pronto, en octubre, desde la cercana isla de Rauda, a donde se trasladó el patriarca para tratar en secreto con los sitiadores.46​ Un primer acuerdo de rendición dispuso el sometimiento de la provincia a los musulmanes y el pago del acostumbrado tributo siempre y cuando el Gobierno imperial lo aceptase.47​ Para lograr la aquiescencia imperial, Ciro marchó de inmediato a Constantinopla.47​ Fue mal recibido, destituido de su cargo por traición y enviado al exilio.48​ El fracaso de esta tentativa de poner fin al conflicto motivó la reanudación de la lucha y de las escaramuzas entre la guarnición de Babilonia y sus sitiadores.49​ Finalmente, la llegada de la noticia de la muerte del emperador en marzo del 641 —había fallecido el 11 de febrero—, la subsiguiente crisis sucesoria y la falta de auxilio hicieron que los defensores finalmente capitulasen el 9 del abril.50351​ Según otra versión, fue Zubair el que logró tomar finalmente la fortaleza por asalto, escalando sus muros.5249​ La capitulación permitió a los restos de la guarnición partir aguas abajo, mientras los musulmanes ocupaban la plaza.49

Rendición de Tebaida (sudeste de Egipto)[editar]

El 22 de diciembre, Ciro de Alejandría firmó un tratado con los musulmanes.53​ Por el tratado, se reconoció la soberanía musulmana sobre todo Egipto, y efectivamente sobre Tebaida, y los egipcios acordaron pagar la Jizya a razón de 2 dinares por adulto varón.54​ El tratado estaba sujeto a la aprobación del emperador Heraclio, pero Ciro estipuló que incluso si el emperador repudiaba el tratado, él y los coptos de quienes era el Sumo Sacerdote honrarían sus términos, reconocerían la supremacía de los musulmanes y pagarían la Jizya.<ref name="ReferenceA">"Umar (634-644)". Ciro envió un informe a Heraclio y pidió su aprobación a los términos del tratado. También ofreció razones para justificar la aceptación de los términos del tratado. 'Amr envió un informe detallado a' Umar y le pidió sus instrucciones adicionales. Cuando 'Umar recibió este informe, le contestó que había aprobado los términos que Heraclio aceptó presentarles.54​ Deseó que, tan pronto como se conocieran las reacciones de Heraclio, se lo informara para que se pudieran emitir con prontitud las instrucciones necesarias..53​La reacción de Heraclio ante el informe de Ciro fue violenta. Lo removió del cargo de virrey de Egipto, pero él permaneció como el Jefe de la Iglesia Copta: este era un asunto en el que el emperador no podía interferir. Heraclio envió órdenes estrictas al comandante en jefe de las fuerzas bizantinas en Egipto de que los musulmanes debían ser expulsados de Egipto. Ciro esperó a 'Amr y le dijo que Heraclio había repudiado el tratado de Babilonia. Aseguró a 'Amr que, en lo que respecta a los coptos, se seguirían los términos del tratado. 'Amr informó estos desarrollos a' Umar. 'Umar deseaba que, antes de que los bizantinos pudieran reunir más fuerzas, los musulmanes deberían atacarlos y expulsarlos de Alejandría. Se registra que Ciro pidió tres favores a los musulmanes, a saber:

  1. No rompan su tratado con los coptos;
  2. Si los bizantinos después de este repudio piden paz, no hagan las paces con ellos, sino trátenlos como cautivos y esclavos; y
  3. Cuando muera, permítanme ser enterrado en la iglesia de San Juan en Alejandría.

Esta posición fue en beneficio de los musulmanes, ya que los coptos eran los nativos de la tierra de Egipto y55​ tanto los bizantinos como los musulmanes eran extraños.

Marcha a Alejandría[editar]

Antiguos teatros romanos en Alejandría.

Tras apoderarse de Babilonia, el siguiente objetivo de los musulmanes era la capital provincial, Alejandría.5657​ Apenas tres meses quedaban para que las crecidas del Nilo, que comenzaban en agosto,58​ estorbasen grandemente los movimientos.56​ Por ello, Ibn al-As se apresuró a restaurar la fortaleza conquistada y el puente de barcas que permitía cruzar el río y comenzó los preparativos para la marcha hacia el norte.56

El primer choque con los bizantinos, de nuevo favorable a los musulmanes, ocurrió en Tarrana, a unos sesenta y cinco kilómetros al norte de Babilonia.57​ Sin embargo, el primer obstáculo de importancia fue Nikiu, cerca de la moderna Manuf, que Domenciano defendía con la guarnición local y la flota fluvial.59​ La ciudad se hallaba en la orilla este del Nilo y el ejército avanzaba por la opuesta.58​ Al aproximarse el ejército enemigo, empero, Domenciano huyó por barco a Alejandría, lo que desató el caos en la guarnición, que trató en vano de hacer lo propio, pues los marineros se habían retirado a sus aldeas con las embarcaciones.5958​ Los musulmanes aniquilaron a la guarnición a orillas del Nilo y luego ocuparon la ciudad y pasaron a cuchillo a sus habitantes, el 13 de mayo del 641.5958​ Parece que las matanzas tenían un objetivo político y militar: someter mediante el terror a las poblaciones del delta, un terreno poco propicio para los árabes, que deseaban así evitar tener que sojuzgarlo.58​ El ejército musulmán seguía al bizantino, que se retiraba en dirección a Alejandría.59​ En Tarnut, los bizantinos estuvieron a punto de acabar con una avanzadilla musulmana, que requirió el auxilio del grueso del ejército para librarse.5960​ Tras un nuevo choque en Damanhour, que concluyó una vez más con la retirada de los bizantinos, el siguiente combate de importancia se dio en Karyun.60​ Allí, en julio, hubo otro reñido y dilatado choque, en el que los musulmanes lograron vencer y obligar a los bizantinos a continuar la retirada.

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