domingo, 15 de noviembre de 2020

TIPOS DE CÉLULAS

 Las células basales de las vías respiratorias se encuentran en lo profundo del epitelio respiratorio, adheridas y revistiendo la membrana basal.1

Las células basales son las células madre o progenitoras del epitelio de las vías respiratorias y pueden diferenciarse para reponer todas las células epiteliales, incluidas las células ciliadas y las células caliciformes secretoras.23​ Esto repara las funciones protectoras de la barrera epitelial.

Las células basales son cuboidales con un gran núcleo, pocos orgánulos y microvellosidades dispersas.1​ Las células basales son las primeras células afectadas por la exposición al humo de los cigarrillos. Se considera que su desorganización es la responsable de los principales cambios en las vías respiratorias que son característicos de la EPOC

Estructura[editar]

Células del epitelio respiratorio. Las células basales se muestran en púrpura, las células ciliadas en marrón, las células caliciformes en verde y la glándula submucosa en azul.

Las células basales son cuboidales, con un gran núcleo, pocos orgánulos y microvellosidades dispersas. Las células basales están adheridas a la membrana basal y la recubren. 1

El número de células basales es mayor en las grandes vías respiratorias y disminuye cada vez más en las vías respiratorias más pequeñas. Su porcentaje en la tráquea es del 34%, en los grandes bronquios del 27%, y del 10% en los bronquiolos más grandes.1​ Las células basales pueden expresar un número de diferentes receptores, en particular el EGFR.

Los precursores derivados de las células basales se encuentran como células intermedias (también conocidas como células parabasales o indeterminadas) entre las células basales y las células diferenciadas.1

Función[editar]

Las células basales son las células madre, o progenitoras de todas las células del epitelio respiratorio. Las células ciliadas y las células secretoras que forman la barrera epitelial, y que funcionan en la depuración mucociliar, están diferenciadas terminalmente, lo que significa que no pueden autorrenovarse. Estas células son vulnerables a los daños y las células basales pueden reemplazar las células dañadas por diferenciación celular.3

Típicamente el epitelio de las vías respiratorias se recambia/remplaza (turnover) bastante lentamente con células basales en estado de reposo, y solamente se ven unas pocas células intermedias.3​ En respuesta al daño de las células diferenciadas, o al estrés causado por el tabaco, las células basales se activan, proliferan y forman parches clónicos, y el número de células intermedias aumenta.1​ 3​Cuando se activan, las células basales adquieren fenotipos asociados al daño, para permitir la diferenciación al tipo de célula particular que ha sido dañada.3
Las células intermedias se diferencian bajo el control de la proteína FOXJ1 en células ciliadas; y en células secretoras bajo el control de la señalización de Notch, y los factores de transcripción SPDEF y FOXA3.1​ La regeneración de las células puede ser normal o en el caso de los fumadores, la regeneración puede ser de fenotipos histológicos alterados.

Las células basales también pueden proporcionar una función de defensa regulando los mediadores inmunológicos innatos como la RNasa7, una proteína antimicrobiana.3​ RNase7 media la reparación de tejidos y la producción de citoquinas inflamatorias inducidas ya sea por el humo del tabaco o por el reconocimiento de patrones microbianos. Las células basales son las principales células productoras de RNase7. 5​ Esto se considera una posible respuesta de defensa de las células basales ante una lesión que se asociaría con un ataque microbiano.3​ La respuesta requiere una señalización a través del EGFR, que se expresa en gran medida en las células basales.3​ Otros mediadores inmunológicos innatos son la beta-defensina 2 y la lipocalina 2; las citoquinas pro-inflamatorias, las interleucinas IL6 e IL8; y la quimiocina CCL20

El reconocimiento real de los patrones microbianos tiene lugar en las células secretoras y ciliadas a través de receptores tipo Toll, y esto puede estimular la proliferación y diferenciación de las células basales para reparar el tejido dañado.3

Disfunción[editar]

Imagen SEM de los viriones sincitiales tomada de las células A549 en el epitelio del pulmón.

Después de una lesión en el epitelio de las vías respiratorias, las células basales pueden infectarse por el virus sincitial respiratorio. Cuando esto ocurre, la célula basal puede ser desequilibrada para favorecer la diferenciación de las células productoras de mucosa (células secretoras) sobre la de las células ciliadas. La proporción normal entre células ciliadas y células secretoras es de 10 a 1, y esto está muy controlado en la mayor parte del árbol respiratorio.3​ Cuando esta proporción se altera de esta manera, el efecto es la generación de la hiperplasia de moco asociada a una serie de enfermedades respiratorias, debido a la insuficiente acción ciliar necesaria para la depuración mucociliar. La liberación de antimicrobianos puede producirse como una defensa de segunda línea con diferenciación celular.3​ 5

La ruptura de la barrera de unión es una característica común del asma y de las enfermedades respiratorias relacionadas con el tabaco. La persistente activación de la respuesta inmune innata en las células basales, puede contribuir a la característica inflamación crónica que se observa en estos trastornos.3

Significación clínica[editar]

La hiperplasia de las células basales de las vías respiratorias es el primer indicio de una anomalía relacionada con el tabaco en el pulmón.41​ A esto le sigue el acortamiento de los cilios, la pérdida de células ciliadas, la hiperplasia de células mucosas y la pérdida de las uniones celulares que dan una barrera epitelial con fugas. Con el estrés persistente del tabaquismo, las células basales se desorganizan y pierden su capacidad de regeneración necesaria para reparar la barrera. Se considera que las células basales desorganizadas son las responsables de los principales cambios en las vías respiratorias que son característicos de la EPOC, y con el estrés continuo pueden sufrir una transformación maligna. Los estudios han demostrado que el desarrollo inicial del enfisema se centra en los primeros cambios del epitelio de las vías respiratorias pequeñas. Las células basales se alteran aún más en la transición del fumador a la EPOC clínicamente definida. 1

Imagen que muestra la acumulación de moco en las vías respiratorias.

La disfunción de las células basales causa la sobreproducción y secreción de moco, y la disminución de la eliminación de moco que lleva a los rasgos característicos de la hipersecreción de moco, y a la tos productiva de la bronquitis crónica y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)6​. La acumulación de moco en la EPOC influye en la función pulmonar, la calidad de vida, las exacerbaciones, las estancias hospitalarias y la mortalidad, para peor.











Las células epiteliales reticulares (o células epitelioreticulares) son parte de la estructura cortical y medular del timo. Sin embargo, histológicamente, son más fácilmente identificadas en la médula. Las mismas poseen gránulos secretorios que se piensa, contienen las hormonas tímicas.

Existen seis tipos distintos: Los tipos 1-3 se encuentran en la corteza, y los tipos 4-6 en la médula. Funcionalmente, son las principales involucradas en asegurar que ninguna célula T sobreviva si es que ataca a las propias células, proceso denominado: selección negativa del cuerpo. Función que cumplen mediante la expresión de una gran proporción del genoma, expresando entonces la mayor cantidad posible de proteínas (propias o auto-proteínas) que le permite su membrana celular. A medida que los linfocitos T migran desde la corteza del timo hacia la médula, se ponen en contacto con varias células epitelioreticulares, y si los mismos reconocen las proteínas propias de las últimas como patógenas, entonces, la célula epitelial destruye al linfocito T.












Célula olfativa envainada

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Neuroglia del cerebro mostrada por el método de Golgi.
Desarrollo embrionario en el sistema nervioso central.
Plano de las neuronas olfativas.

El glía envolvente olfativo (OEG), también conocido como células olfativas envainadas (OEC) o células gliales envainadas olfativas, son un tipo de macroglia (glía radial) encontrado en el sistema nervioso. También se conocen como células olfativas de Schwann porque envainan los axones no mielinizados de las neuronas olfativas de una manera similar a las de las células envainadas de Schwann de las neuronas periféricas no mielinizadas. También comparten la propiedad de ayudar a la regeneración axonal. El OEG es capaz de fagocitar los desechos axonales in vivo y fagocitan las bacterias in vitro. El glia olfativo que expresa el LYZ se cree que desempeña un papel importante en inmunoprotección en la mucosa, donde las neuronas están directamente expuestas al ambiente externo. El OEG ha sido probado con éxito en la regeneración axonal experimental en ratas adultas con daño medular traumático y los ensayos clínicos se llevan a cabo en la actualidad para obtener más información sobre las lesiones de la médula espinal y otras enfermedades neurodegenerativas.



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