miércoles, 13 de diciembre de 2017

NAVIDAD


Historia del árbol de Navidad 

Uno de los acontecimientos que se comparte en la preparación de Navidad, es el armado del árbol navideño, que acompaña todo el ciclo festivo. 
Las antiguas civilizaciones europeas y asiáticas adoraban a los árboles, símbolos de la fuerza de la Madre Tierra. Cuando llegaba el invierno y los árboles se quedaban sin hojas, los aldeanos colgaban telas de colores y piedras pintadas de sus ramas, para que sus hojas y frutos volvieran a brotar en Primavera, y así, asegurar la vida vegetal, la vida animal y la supervivencia. 

En el siglo VIII, la Iglesia adoptó esta tradición, se tomó como árbol simbólico el pino y el abeto, ya que la silueta triangular representa al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 
También se agregaron las luces que representan el espíritu interior y el amor. 
La estrella en la punta del pino representa a la estrella de Belén, también simboliza: unión y paz hogareña. 

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El Pesebre 

San Francisco de Asís tuvo la iniciativa de hacer una tradición del armado del Pesebre. Luego esta costumbre se extendió a toda Europa y más tarde a América. El nacimiento de Jesús se puede representar con personas en Parroquias o en un ámbito familiar. La escena es relatada en los Evangelios de San Mateo y San Lucas. 

El armado del Pesebre se realiza en todas las casas cristianas, colocando muñecos de barro o arcilla pintados de María, José y el Niño, representando el momento del nacimiento. También se agregan los reyes magos, la estrella de Belén y varios pastores. Algunas personas incluso realizan grandes maquetas que pintan y adornan con musgo, árboles, animales y otros detalles que aporta la familia. 

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Las hojas de muérdago 

El muérdago era considerado una planta sagrada, que atraía la buena suerte. También se dice que si una chica se besa con su novio debajo de un muérdago en el día de Nochebuena, se casarán en el año que comienza. 

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Las tarjetas navideñas 

Henry Cole, en el año 1843, en Londres pidió que le imprimieran un diseño con un mensaje para todos sus familiares y amigos, y así, evitarse escribir cada una de las tarjetas. Desde entonces el diseño de diferentes mensajes y diseños evolucionó año tras año, utilizando diferentes tipos de papel, colores y frases. Hace ya diez años que del papel pasamos a la tarjeta electrónica animada, que es la manera más fácil de llevar en segundos y con un solo clic, mensajes y buenos deseos para la Navidad y Año Nuevo. 

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Papá Noel 

El origen de Papá Noel más reconocido es el inspirado en San Nicolás, quien regaló todos sus bienes y se internó en un Monasterio. San Nicolás fue muy reconocido por su generosidad con las personas carenciadas y los niños. Su fama trascendió las fronteras y dio origen a muchas leyendas que se contaron de generación a generación, hasta llegar a nuestros días. 

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Los regalos 

Los regalos debajo del árbol es una costumbre que viene desde el siglo VIII a.C. en Roma. Cuando comenzaba el año se regalaban ramas de árboles sagrados para que en el nuevo año tuvieran prosperidad. Luego las ramitas se cambiaron por figuras de miel y monedas, acompañadas de buenos deseos de amigos y familiares, hasta llegar a pequeños regalos que hacen felices a miles de niños y no tan niños.





Una historia de Navidad

En ocasiones pensamos que nuestros problemas son los más grandes del mundo.

Algo parecido le sucedió a un muchacho llamado Francisco, hasta que le sucedió un encuentro inesperado con una señora.

Frank, así le llamaban, siempre había sido un buen estudiante y deportista. En sus estudios, era un alumno sobresaliente.

Le gustaba el básquetbol y sabía jugarlo. 
En su casa le llamaban "el atleta de la temporada y él se sentía feliz. 

Se había preparado especialmente para jugar la próxima temporada. 
Incluso había comprado unos tenis muy suaves y cómodos para jugar.
Tal vez por esa situación tan halagadora le produjo un gran dolor cuando al leer la lista de los seleccionados no se encontró en ella.

Lleno de esperanzas buscaba frenéticamente su nombre, 
pero no estaba.
Ese día sintió como si hubiera dejado de existir, como si se hubiese vuelto invisible.

Muy triste salió de los vestidores, tratando de encontrar una explicación a su exclusión del equipo.

Caminó durante un buen rato pero nada lo consolaba.
Duró varios días de mal humor, no queriendo hablar con nadie y respondiendo mal a sus padres cuando intentaban acercársele.
Nada le agradaba.

Pero un día de mucho frío y lluvia, tomó el autobús de costumbre y se sentó cerca del chofer.

Una mujer muy adelantada en su embarazo con paso lento subió al camión y se sentó detrás del asiento del chofer.
Entonces el chofer le preguntó en voz alta:
"¿Dónde están sus zapatos, señora?
Porque afuera habrá sólo diez grados".

Francisco no se había fijado, pero efectivamente la señora iba sólo con unas calcetas medio mojadas.

La señora le contestó al chofer:
"No puedo darme el lujo de tener zapatos.
Subí al autobús sólo para calentarme los pies. Si no le importa viajaré con usted un rato".

El chofer se rascó su cabeza calva y exclamó:
"Sólo dígame cómo es que no puede permitirse unos zapatos." 
La señora le dijo:
"Tengo ocho hijos. Todos tienen zapatos.
No quedó dinero para mí. 
Pero está bien, el Señor cuidará de mí." 

En ese momento Frank miró hacia abajo, observó sus nuevos tenis Nike de Básquetbol.
Sus pies estaban cálidos y cómodos, igual que siempre.
Y entonces miró a la mujer, sus calcetas estaban desgarradas.

Pensó que esa persona era "invisible" en otro sentido. 
Era una señora marginada y olvidada por la sociedad. 

Él siempre podría darse el lujo de tener zapatos.
Ella tal vez nunca.
En un momento se quitó los tenis.
Pensó que tendría que caminar tres cuadras, pero el frío nunca le había molestado.

Cuando el autobús se detuvo en la parada final Frank esperó hasta que todos se hubieran bajado.  Entonces recogió sus tenis, se acercó a la mujer y se los entregó diciéndole: "Tenga señora, usted los necesita más que yo". 

No esperó a que le diera las gracias, sino que bajó de prisa sin darse cuenta que caía en un charco.

No importaba, no sentía el frío.
En eso escuchó a la señora que desde la ventana del autobús le decía:
"Mira, ¡me quedan perfectos!".
A la vez, el chofer le preguntaba 
"¿Cómo te llamas muchacho?".
Él respondió, "Frank".
El chofer le dijo: "Muy bien, Frank. En mis veinte años de chofer nunca he visto algo semejante".
La mujer, llorando, le decía al chofer:

"Ya ve. Le dije que el Señor cuidaría de mí" 
Y volviéndose, dijo:
"Gracias Frank". 

"No hay de qué. No es gran cosa; además es Navidad", respondió Frank, quien se dirigió a su casa con los pies helados pero con el corazón contento y riéndose por haberse preocupado de no jugar con la selección ese año. 

Autor: José Martínez Colín
Sacerdote - Ingeniero 






Tiempo de dar gracias en Navidad

Da gracias, por la vida misma
Aunque la tuya no sea la más perfecta,
Dios te la dio y el tenerla es ya un milagro
Aprende a valorarla para hacerla llevadera.
No hagas de ella algo vano y vacío.  
Da gracias por el aire que respiras
Es tan natural y vital y ni cuenta te das
de que sin él con seguridad no vivirías.
Por cada respiro que des recuerda y ten presente
Que Dios lo creó pensando en ti.

Da gracias por la luz del sol
Es la que te permite veamos el día en esplendor.
La que da vida a la hermosura de la creación
Y da calor a los seres vivos de la tierra.

Da gracias por la noche,
Dios la hizo para darnos descanso.
Para que la tierra repose del afán del día,
Y es cuando realmente puedes relajarte y meditar.
Para poder reponer fuerzas para seguir adelante.

Da gracias por el agua que cae del cielo,
Dios la envía para hacer de nuestro suelo
uno fértil y productivo
Y es la misma agua que al estar sedientos
Calma nuestra sed. 

Da gracias por las pruebas que llegan a ti
No te lamentes cuando éstas llegan,
Mas bien tómalas de un modo positivo
Las pruebas purifican tu espíritu
Y te hacen más fuerte para enfrentarte a la vida. 

Da gracias por todo lo que eres,
No te quejes de que no siempre es como quieres
Dios permite todo lo que llega a tu vida,
Pero lo permite porque tiene su razón de ser.
Nada pasa sólo porque sí
Al final verás y entenderás la razón.

Da gracias a Dios por todo,
Por las cosas grandes y aún por pequeñeces
El, muy agradecido nos recompensará.
Da siempre gracias...
Sentirás alivio y paz si las das de corazón.

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