viernes, 10 de julio de 2020

BATALLAS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA


La batalla de Foz de Arouce fue un suceso bélico acaecido el 15 de marzo de 1811 durante la retirada de Massena, en la última parte de la tercera invasión francesa de Portugal. Esta batalla está relacionada con el conjunto de acciones retardadoras ejecutadas por las tropas francesas bajo el mando del Mariscal Ney.

Monumento à 3ª Invasão Francesa em Foz de Arouce - panoramio
Obelisco en memoria a los sucesos bélicos.
Fecha15 de marzo de 1811
LugarFoz de AroucePortugal
ResultadoVictoria anglo-portuguesa
Beligerantes
Bandera Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
Flag Portugal (1707).svg Reino de Portugal
BanderaPrimer Imperio francés
Drapeau España napoleónica
Comandantes
Bandera Sir Arthur WellesleyBandera Michel Ney


Antecedentes[editar]

Durante la tercer invasión francesa de Portugal, el ejército de Massena fue detenido por un sistema defensivo conocido como Líneas de Torres Vedras. Por no haber recibido refuerzos que le permitieran atacarlas y ante las grandes dificultades en aprovisionar su ejército, Massena decidió retirarse en dirección al Valle del Mondego.
A partir de Condeixa, Massena comprendió que no tenía condiciones para establecerse en el Valle del Mondego y, por eso, decidió seguir en dirección a la frontera española. El primer objetivo era Celorico donde lo deberían aguardar la División Conroux del Noveno Cuerpo de Ejército (IX CE). Mientras el VIII CE seguía por la carretera Condeixa – Casal Novo – Miranda do Corvo y escoltaba los trenes, el VI CE siguió con su misión de ser la Guardia de Retaguardia del ejército de Massena. Después del Combate de Casal Novo las tropas francesas continuaron su marcha para Celorico. En esa tarde, el II CE, que había iniciado la retirada por un camino distinto, se juntó a la columna principal del ejército de Massena en Miranda do Corvo. De este modo, Massena había reunido una fuerza con alrededor de 44.000 hombres. El itinerario que seguían era terreno montañoso y de difícil acceso, por eso, Massena dio orden para que fuera destruido todo lo que no era considerado esencial.
Después de la destrucción de la mayor parte de los equipajes (14 de marzo), se siguió una marcha nocturna. El II CE siguió al frente, seguido por el VIII CE. Miranda do Corvo fue incendiada para ralentizar el avance de las tropas anglo-lusitanas que mantenían la persecución y Ney reinició la retirada el día 15 por la mañana. Después de una marcha penosa, los II y VIII CE alcanzaron el valle del Ceira en su paso por la población de Foz de Arouce y atravesaron el río por el puente que se encontraba parcialmente destruido pero aún útil. Ney, que llegó más tarde, apenas envió para el otro lado del río la División de Loison y una brigada de la División de Mermet. Ney permaneció, con la División de Marchand, una brigada de la División de Mermet y la Caballería Ligera de Lamotte, en el margen izquierdo (occidental) del Río Ceira. Por su lado, Wellington inició una marcha de persecución en la mañana del día 15 debido a la densa niebla que persistió en las primeras horas de la mañana. El comandante de la coalición anglo-portuguesa no quiso arriesgar avanzar sin visibilidad, pues corría el riesgo de ser sorprendido por los franceses. La persecución solo fue retomada cuando la visibilidad permitió confirmar que, del otro lado del Río Eça, en el horizonte, no se encontraba el ejército de Massena dispuesto a atacarlo. Cuando Picton (3ª División) y Erskine (División Ligera) avistaron a las tropas francesas, en los márgenes del Río Ceira, ya fue a mitad de la tarde.

El campo de batalla[editar]

Foz de Arouce es una población y freguesia en el municipio de Lousã. Se sitúa en el margen derecho del Río Ceira. Para atravesar el Río Ceira existía un puente romano (aún existe). En ambos márgenes del río el terreno es montañoso.

Las fuerzas en presencia[editar]

Las fuerzas francesas[editar]

Las fuerzas francesas involucradas en la Batalla de Foz de Arouce fueron dos divisiones del VI CE (Sexto Cuerpo de Ejército) bajo el mando del Mariscal Michel Ney. Los efectivos conocidos referentes a estas unidades reportan al día 1 de enero de 1811, estando muy distante esta fecha de 15 de marzo de 1811 (cuando se libró la batalla) y, de esta forma, no corresponden a la realidad pero pueden dar una idea de los cuantitativos envueltos. Fueron las siguientes unidades:
  • 1ª División de Infantería, bajo el mando del General de División Jean-Gabriel Marchand, con 182 oficiales y 4.805 plazas;
  • 2ª División de Infantería, bajo el mando del General de División Julien Auguste Joseph Mermet, con 212 oficiales y 6.040 plazas; sólo fue empeñada una Peleada;
  • Brigada de Caballería Ligera, bajo el mando del General de Peleada Auguste Étienne Marie Lamotte, con 48 oficiales y 604 plazas.
La 3ª División de Infantería (de Loison) se encontraba del otro lado del río (margen derecha).

Las fuerzas anglo-lusas[editar]

Del ejército de Wellington participaron solo dos divisiones británicas. Sin embargo, Wellington podía aun disponer de tres divisiones británicas más –las 1ª, 5ª y 6ª Divisiones– y de dos Brigadas Independientes Portuguesas, las 1ª y 5ª brigadas. Las unidades involucradas fueron:
  • 3ª División, con un efectivo de 6.050 hombres (4.500 británicos, 1.550 portugueses), bajo el mando del Mayor-General Sir Thomas Picton; de esta división formaba parte a 8ª Brigada de Infantería Portuguesa, bajo el mando del Teniente-Coronel Charles Sutton, que comprendía dos batallones del RÍE 9 (Regimento de Infantería 9) y dos del RÍE 21;
  • División Ligera, con un efectivo de 4.300 hombres (3.400 británicos, 900 portugueses), bajo el mando del Mayor-General Sir William Erskine;Las unidades portuguesas de esta División eran Cazadores 1 y Cazadores 3;

El Combate[editar]

Cuando la División Ligera y a 3ª División avistaron a las tropas francesas en los márgenes del Río Ceira ya era de tarde. La mayor parte del ejército de Massena se extendía por varios kilómetros por el horizonte más allá del río (margen derecho). En el margen izquierdo, en dos colinas, se encontraban la División de Marchand, una Brigada de la División de Mermet y la caballería de Lamotte. Picton y Erskine entendieron que ya era demasiado tarde para lanzar un ataque y además de eso la 6ª División, la que se encontraba más próxima, aún venía un poco atrás. De este modo, dieron órdenes para que sus unidades acampen y para que montaran puestos de vigilancia. Wellington llegó a las posiciones que sus unidades ocupaban poco antes de oscurecer.
Posición y movimientos de las principales fuerzas en Foz de Arouce.
El razonamiento que habían hecho los dos generales británicos fue, que aunque hube hecho Ney que, de adelantar la hora, ya no esperaba entrar en combate. Así, además de establecer débiles medidas de seguridad – su caballería no detectó la aproximación de los Aliadas - las tropas no ocuparon las posiciones defensivas adecuadas. Fue entonces que Wellington percibió llegando al frente, cuando, pudo observar las posiciones enemigas y no perdió la oportunidad: resolvió atacar inmediatamente. La 3ª División recibió orden para atacar la izquierda francesa y la División Ligera para atacar su derecha. Con esta decisión obtenía el efecto de sorpresa.
Fue la sorpresa que le permitió obtener el éxito inmediatamente en el primer ataque. Algunas compañías del 95th Rifles (de la División Ligera) siguieron por una carretera estrecha y llegaron al centro de Foz de Arouce, muy cerca del puente, casi sin encontrar oposición. Las demás unidades de la División Ligera se involucraron en un combate frontal con la División de Marchand y a 3ª División se dirigió para la Brigada de Mermet que constituía el flanco izquierdo francés. A pesar de la débil oposición encontrada por las compañías del 95th Rifles al final entraron en contacto con algunas fuerzas francesas. La confusión del combate con estas compañías, del lado del puente, alertó las tropas francesas para el peligro de quedar con la retaguardia cortada y varias unidades abandonaron la línea de combate y se dirigieron apresuradamente en dirección al río. Al intentar atravesar el puente, acabaron por ser confrontados con la caballería de Lamotte, que había atravesado el río aproximadamente una hora antes, de pasar para el margen izquierdo, donde se encontraba la División Marchand. Impedidos de pasar, los fugitivos intentaron la travesía en un vado cercano a la confluencia de los ríos. El caudal del río estaba alto y muchos se ahogaron y el águila regimental (del 39º Regimiento) se perdió y su comandante fue capturado.
Ney salvó la situación lanzando el 3º Batallón del 69º Regimiento (3/69me) en un contraataque contra las compañías del 95th Rifles que habían entrado en Foz de Arouce y amenazaban el puente. Ellas fueron obligadas a retirarse donde se encontraban los otros batallones de la División Ligera. El pasaje por el puente quedó así libre y las tropas francesas lo atravesaron con algún desorden. Mientras lo hacían fueron víctima del fuego de la artillería aliada y también del VIII CE que en medio de la confusión no pudieron distinguir entre las fuerzas amigas y las enemigas. Sin embargo anocheció y los franceses, después de completar la travesía explotaron el puente.
Las fuentes francesas documentan bajas que varían entre 200 y 400. Charles Oman ofrece una estimativa de cerca de 250 bajas. Del lado de los Aliados se registraron 71 bajas (9 muertos y 62 heridos) siendo dos portuguesas. Fue capturado el equipaje de Marchand y de Mermet, y alguna cantidad de bizcocho que la División Ligera no dejó de aprovechar. La persecución permitiría ahora a las tropas francesas ganar alguna distancia pues Wellington no podía avanzar con fuerza sin arreglar el puente, no solo para el paso de sus tropas pero también de los abastecimientos que ahora eran necesarios hacer llegar al frente. Aún no había sido establecido un depósito en Coímbra y, así, todos los abastecimientos venían de Lisboa. En cuanto al ejército de Massena, le restaba continuar su retirada a través de un territorio despoblado.
El historiador Charles Oman hace una comparación entre este combate y lo que se trabó el año anterior, en el inicio de la invasión, en la región de Almeida. En ambos casos, como refiere aquel autor, una guardia de retaguardia fue tentada a permanecer demasiado tiempo para allá de un curso de agua que apenas podía ser atravesado en un puente estrecho, casi llevando al desastre completo.








La batalla de Majadahonda se desarrolló el 11 de agosto de 1812 en Majadahonda, cerca de Madrid, en el ámbito de la Guerra de la Independencia Española. A la división de caballería francesa del general Anne-François-Charles Trelliard se opuso la vanguardia del ejército anglo-portugués mandada por el brigadier-general D'Urban.
En la mañana del 11 de agosto, la caballería anglo-portuguesa del brigadier-general D'Urban, que marchaba en cabeza del ejército del duque de Wellington, ocupó los pueblos de Majadahonda y Las Rozas. Los portugueses fueron sorprendidos por la división de dragones del general Trelliard que los atacó; los portugueses no se enfrentaron a ellos y huyeron tan precipitadamente que abandonaron tres cañones en su fuga. Los franceses galoparon hasta Las Rozas y sembraron el pánico en el campamento británico antes de replegarse y de establecer una línea de batalla frente al enemigo. Posteriormente tuvo lugar un nuevo combate con resultado indeciso hasta que los escuadrones de reserva franceses entraron en combate y decidieron el resultado de la batalla a su favor.
El general Beresford, que no estaba satisfecho del comportamiento de la caballería portuguesa, a pesar de su buen comportamiento en la batalla de Arapiles el mes anterior, reclamó un correctivo para ellos pero esta petición que no fue tenida en cuenta por Wellington.

Batalla de Majadahonda
Parte de Guerra de la Independencia Española
Bataille de Majadahonda Deuxième phase.svg
Esquema de la segunda fase de la batalla.
Fecha11 de agosto de 1812.
LugarMajadahondaEspaña
Coordenadas40°28′00″N 3°52′00″OCoordenadas40°28′00″N 3°52′00″O (mapa)
ResultadoVictoria francesa.
Beligerantes
Bandera de Francia Imperio francésBandera de Reino Unido Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
Flag of Portugal (1750).svg Portugal
Comandantes
Anne-François-Charles TrelliardBenjamin D'Urban
Coronel de Jonquières
Fuerzas en combate
1416 hombres1975 hombres
Bajas
100 a 120 muertos o heridos53 muertos; 98 heridos; 45 prisioneros y 3 cañones

Contexto y preludio de la batalla[editar]

Marie Antoine de Reiset (1775-1836), coronel del 13.º de dragones.
Después de la derrota del ejército francés del mariscal Marmont en la batalla de Arapiles, el 22 de julio de 1812, las tropas del general Wellington se dirigieron hacia Madrid. Mientras tanto José Bonaparterey de España, que sopesaba cual era la mejor postura a mantener, decidió finalmente retirarse en dirección sur, hacia sierra Morena. Su ejército, posicionado en defensa de la capital, siguió en su posición y derrotó a las tropas anglo-portuguesas a su llegada. No obstante, la división de caballería del general Anne-François-Charles Trelliard permaneció en el mismo lugar y la brigada de dragones del coronel francés Reiset pasó la noche del 10 al 11 de agosto en Las Rozas.1​ El día 11 le advirtieron del acercamiento de la vanguardia de Wellington.1
La mañana del 11 de agosto, D'Urban llegó a Las Rozas y realizó andanadas de disparos de cañón contra la brigada del coronel francés Reiset, que tuvo que retroceder.2​ Majadahonda estuvo ocupada a las diez de la mañana por la caballería portuguesa, mientras que las tropas de la Legión Real Alemana se instalaron algo más atrás del pueblo, en Las Rozas.1​ Durante este tiempo, los franceses se retiraron hacia Boadilla del Monte, donde fueron sorprendidos por el rey José en persona. Este le preguntó al general Trelliard por la fuerza de las columnas enemigas, que deseaba conocer, y ordenó avanzar cuanto antes con el fin de sorprender a la vanguardia de Wellington.3

Fuerzas litigantes[editar]

La vanguardia de Wellington estaba comandada por el brigadier general Benjamin D'Urban. Estaba compuesta por el 1.º, 11.º y 12.º regimientos de dragones portugueses, de dos regimientos de dragones pesados y un batallón de infantería de la Legión Real Alemana. Todo este ejército iba acompañado de una batería de artillería pesada de seis cañones, tirada por caballos, y mandada por el capitán MacDonald.4​ El brigadier general Bock, al mando de las tropas alemanas, tomó temporalmente el mando de toda la caballería británica pero fue retornado a su puesto anterior por el coronel de Jonquière.1
Frente a ellos, la división de dragones franceses del general Trelliard alineaba dos brigadas: la primera, mandada por el coronel Marie Antoine de Reiset que estaba formada por los 13.º y 18.º regimientos de dragones; el 19.º y el 22.º regimientos de dragones formaban la segunda, bajo el mando del coronel Rozat de Mandres. Esta división estaba reforzada por los 200 dragones italianos Napoleone del coronel Schiazzetti y por una compañía de los lanceros de Berg.4

Orden de batalla francesa[editar]

General de división Anne-François-Charles Trelliard, comandante en jefe. Once escuadrones, una compañía; 1416 hombres
  • 1.ª brigada: coronel Marie Antoine de Reiset. Cinco escuadrones; 600 hombres
    • 13.º regimiento de dragones: coronel Marie Antoine de Reiset. Tres escuadrones; 350 hombres
    • 18.º regimiento de dragones: Dos escuadrones; 250 hombres
  1. 2.ª brigada: coronel Nicolas Rozat de Mandres. Cuatro escuadrones; 550 hombres
    • 19.º regimiento de dragones: Un escuadrón; 100 hombres
    • 22.º regimiento de dragones: coronel Rozat de Mandres. Tres escuadrones; 450 hombres
  1. 3.ª brigada: coronel Schiazzetti. Dos escuadrones y una compañía; 266 hombres
    • Regimiento de dragones italianos Napoleone: coronel Schiazzetti. Dos escuadrones; 200 hombres
    • Lanciers de Berg: capitán de Latour. Una compañía; 66 hombres.4

Orden de batalla anglo-portugués[editar]

Brigadier-general: Benjamin D'Urban, comandante en jefe. Once escuadrones, un batallón y seis cañones; 1975 hombres
  • Brigada: Benjamin D'Urban. Siete escuadrones; 760 hombres
    • 1.º regimiento de dragones Alcantara: teniente coronel Barbacena. Dos escuadrones; 220 hombres
    • 11.º regimiento de dragones Almeida: teniente coronel Bernardius. Dos escuadrones; 220 hombres
    • 12.º regimiento de dragones Miranda: teniente coronel Tuxeira Lobo. Tres escuadrones, 320 hombres
  • Brigada de Jonquières — Cuatro escuadrones; 655 hombres
    • 1st Heavy Dragoons de la King's German Legion, coronel de Jonquières. Dos escuadrones; 300 hombres
    • 2.º Heavy Dragoons de la King's German Legion. Dos escuadrones, 355 hombres
  • Infantería de ataque. Un batallón
    • 1st Light Battalion de la King's German Legion: Un batallón; 560 hombres
  • Artillerie: capitán MacDonald. Seis cañones
    • Destacamento de la Royal Horse Artillery, capitán Dyneley. Seis cañones.4

Desarrollo de la batalla[editar]

Derrota de los portugueses[editar]

Batalla de Majadahonda completa. Plan de la batalla de Majadahonda, le 11 de agosto de 1812, primera y segunda fase.
Hacia el final de la tarde, la división Trelliard reapareció en la carretera de Boadilla del Monte y se desplegó frente a Majadahonda.3​ Su regreso sorprendió a D'Urban que desplegó apresuradamente sus escuadrones mientras que cuatro cañones ingleses bajo el mando de MacDonald se pusieron en batería protegidos por los portugueses y un pelotón de dragones pesados mandados por el teniente Kuhls.3​ La caballería francesa atacaba duramente a la portuguesa y, a su vez, D'Urban hizo lo propio cargando con sus dragones; pero estos últimos, una vez establecida la batalla, en lugar de atacar se fugaron en desorden y abandonaron a sus oficiales en medio del asalto.3​ El general D'Urban consiguió escapar pero los tenientes-coroneles Barbacena y Tuxeira fueron hechos prisioneros. Los dragones Napoleone atacaron en formación oblicua sobre la batería de los aliados, destruyeron la mitad del destacamento de dragones británicos y se apoderaron de tres bocas de fuego.3​ El capitán Dyneley, que mandaba la artillería en aquel momento, fue hecho prisionero por un oficial italiano. Explotando su éxito, la división Trelliard persiguió al enemigo hasta Las Rozas.5

Combate de caballería y derrota británica[editar]

Dragones pesados de la King's German Legion. Dibujo de Richard Knötel, de la série des Uniformenkunde.
Durante este tiempo, los soldados de la King's German Legion instalaron su vivac en Las Rozas. El coronel de Jonquières recibió varios mensajes enviados por el subteniente Kuhls que le informaba que la caballería francesa había atacado Majadahonda.6​ No obstante, de Jonquières no consideró la posibilidad de un asalto contra la caballería francesa y no tomó ninguna precaución.7​ De hecho, cuando los dragones franceses de Trelliard desembocaron en el pueblo, la brigada pesada alemana fue sorprendida completamente: la mayoría de los soldados estaban en camisa y los caballos desensillados.8​ Los disparos del 1st Light Battalion de la King's German Legion detuvieron ligeramente el avance francés, pero la infantería británica tuvo que refugiarse dentro del pueblo al igual que la caballería que vino a apoyarlos. La caballería francesa, en su avance, se incautó incluso de armas y otros materiales del enemigo, pero su empuje fue detenido por el grueso del «batallón ligero alemán» y los franceses se vieron obligados a evacuar esa zona para reorganizarse en la llanura que hay detrás de Las Rozas. Pasada «la tormenta», la brigada de de Jonquières se posicionó a la entrada del pueblo y, bien situado, esperó la llegada de los refuerzos portugueses de D'Urban.9
Las fuerzas francesas, empujadas a la acción después de una provocación del coronel de Jonquières que repetía irónicamente a los fanceses: —«¡Adelante, señores franceses, no tengáis miedo!»—, los dragones de Reiset marcharon hacia el enemigo, lo que bastó para hacer huir a los portugueses.10​ La brigada de Reiset, fatigada por el esfuerzo hecho en los combates precedentes fue relevada por la brigada Rozat y a los dragones italianos de Schiazzetti para que siguieran con la tarea de continuar la carga. El enfrentamiento comenzó y los franceses retrocedieron poco a poco frente a los dragones pesados de la King's German Legion alemana. Trelliard acometió entonces con sus reservas, dos escuadrones frente a los británicos, que no tenían más. Según fuentes del autor D. Mané,10​ un alférez del 22.º de dragones presente en la batalla cuenta que «estábamos tan apretados que apenas se podía hacer uso de las armas». Los ingleses retrocedieron y el coronel de Jonquières, su jefe, fue capturado. Nuevamente, los vencidos se retiraron hacia Las Rozas, donde el batallón de infantería ligera de la King's German Legion alemana se ha había atrincherado. Incapaz de defender solo la posición e informado de la llegada de los refuerzos británicos, Trelliard abandonó el campo de batalla pero sin ser atacados por el enemigo, «tomándose el tiempo necesario para quemar las cureñas de los cañones».10

Pérdidas[editar]

Sir Benjamin D'Urban (1777-1849), comandante en jefe de la caballería portuguesa en Majadahonda.
Al término de los combates las pérdidas francesas ascendían al centenar de soldados, un oficial muerto y otros 15 heridos. El 13.º regimiento de dragones tuvo la pérdida del jefe de escuadrón Maurouard, muerto en combate y de otros seis oficiales heridos; el coronel era de Reiset. La brigada Rozat de Mandres dejó sobre el terreno seis muertos y 28 heridos; el coronel Schiazzetti admitió al respecto un total de bajas de 10 hombres fuera de combate de su regimiento de dragones italianos, incluyendo al teniente Araldi, que fue herido.11
Los anglo-portugueses, por su parte, contaban con 53 muertos, 98 heridos y 45 prisioneros, que hace un total de 196 bajas. La brigada portuguesa de D'Urban tenía 108 jinetes fuera de combate y 23 prisioneros entre los cuales estaba el teniente coronel Tuxeira Lobo. El asalto a las baterías de la Royal Horse Artillery le costó la pérdida de tres cañones, 12 artilleros muertos o heridos así como 15 hombres capturados; su jefe era el capitán Dyneley. La brigada de los dragones pesados de la King's German Legion tuvieron 14 muertos, 40 heridos y 7 prisioneros y su jefe era el coronel de Jonquières. El 1st Light Battalion de la King's German Legion parece que no tuvo ninguna pérdida,12​ lo que estaba en contradicción con lo mencionado por Digby Smith que dejó constancia de una pérdida de siete heridos.13

Análisis y consecuencias[editar]

Dragón francés del 19.º regimiento en España, 1811. Dibujo de Ernesto Fort, creado de acuerdo con documentos españoles de 1913.
Según Beamish, la bravura desplegada por ambos regimientos de dragones pesados británicos estuvo reconocida por el duque de Wellington14​ que les concedió el honor de entrar los primeros en Madrid al día siguiente.15​ El comportamiento de los regimientos portugueses, aquellos mismo que se habían distinguido algún tiempo atrás en la batalla de los Arapiles, ahora, en cambio, fueron severamente criticados.16​ El general D'Urban, que estaba al mando, escribió al respecto el día siguiente del combate:
En Salamanca, me siguieron por las líneas enemigas como lo hicieron los dragones británicos; ayer, que tan mal han cumplido con su deber durante la primera carga, se fueron lo suficiente lejos para dejarme en medio de las tropas enemigas. En el segundo ataque (después de haberme recuperado), a pesar de mis esfuerzos más audaces, no podía acercarme a menos de 20 metros del enemigo. «Me dejaron solo y desaparecieron ante los cascos franceses como las hojas ante el viento de otoño».17
El general Beresford, al mando del ejército portugués, deseaba consecuentemente administrar un castigo ejemplar a su caballería por su defección en Majadahonda, pero Wellington lo impidió, «porque, incluso mala, tenía necesidad de la caballería portuguesa». Según fuentes del historiador Mané, el general en jefe británico no estaba menos descontento de este revés, que perdió los tres únicos cañones de toda su carrera, lo que le incitó a decir a propósito del combate: «Maldito suceso».18​ Original en inglés: «A devil of an affair!».

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