domingo, 5 de julio de 2020

BATALLAS DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA


La batalla de Usagre se desarrolló el 25 de mayo de 1811 en UsagreEspaña, y enfrentó la caballería francesa del general de Latour-Maubourg a la caballería anglo-hispano-portuguesa del mayor general William Lumley. El enfrentamiento terminó con una victoria de los aliados hispano-anglo-portugueses.
El 25 de marzo de 1811, el mariscal Soult, cuyo ejército se batió en retirada como consecuencia de la Batalla de La Albuera, ordenó a la caballería del general Latour-Maubourg enfrentarse a la vanguardia enemiga bajo los órdenes del general Lumley. El encuentro tuvo lugar en el pueblo de Usagre, cuya la topografía fue aprovechada por Lumley para ocultar una parte de sus fuerzas a los franceses. Latour-Maubourg destaca a la brigada Briche sobre el ala izquierda, pero al no tener noticias de sus enviados, se decide a lanzar al ataque a los dragones de Bron de Bailly que consiguieron en un primer momento superar el puente que separa el pueblo de la margen norte, pero fueron derrotados por una carga oportuna de la caballería de Lumley que ocasionó a los franceses importantes pérdidas antes de poder retirarse. Latour-Maubourg se batió en retirada, dando la victoria a los aliados.

Batalla de Usagre
Localização de Usagre.jpeg
Localización de Usagre; al sureste de Badajoz
Fecha25 de mayo de 1811
LugarUsagreEspaña
Coordenadas38°20′42″N 6°10′18″OCoordenadas38°20′42″N 6°10′18″O (mapa)
Beligerantes
Bandera de Francia Imperio francésBandera de Reino Unido Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
Bandera de Portugal Portugal
Bandera de España España
Comandantes
Victor de Fay de Latour-MaubourgWilliam Lumley
Fuerzas en combate
30001​ a 3500 hombres.22280 hombres.
Bajas
170 muertos o heridos; 80 prisioneros.320 muertos o heridos


Contexto y preludio[editar]

Le maréchal Soult, duc de Dalmatie. Peinture de Louis-Henri de Rudder.
Después de la indecisa pero cruenta batalla de La Albuera, el 16 de mayo de 1811, el mariscal Soult comandante en jefe del ejército francés de Andalucía, decidió batirse en retirada. Su adversario, el general Beresford, con todas sus fuerzas asediando Badajoz, envió una parte de sus tropas en persecución de Soult que se retiraba lentamente hacia Llerena, retrasándole la marcha el gran convoy de heridos de la batalla de La Albuera que llevaba. El 25 de mayo, el mariscal ordenó al general de Latour-Maubourg marchar hacia Usagre y establecer combate con la vanguardia enemiga con el fin de conocer su fuerza y sus intenciones.1​Latour-Maubourg se puso en camino y llegó a Villagarcía, sobre la zona que ocupaban los destacamentos de caballería española y los persiguió unos ocho kilómetros hasta Usagre. Se encontró entonces frente a un cuerpo de caballería mandado por el major-general William Lumley, que formaba la vanguardia del ejército aliado.4

Topografía del terreno[editar]

El pueblo de Usagre se encuentra aproximadamente a 95 km al sudeste de Badajoz, a 75 km de La Albuera y a 20 km de Llerena. El terreno tiene un desnivel bastante suave, comprendido entre 390 y 620 m de altitud, y está atravesado por un arroyo que discurre por un profundo barranco. El pueblo está ubicado sobre la margen sur, entre dos sierrillas de cerros, una al sur y otra al norte del curso de agua. En este lugar, las tropas escondidas detrás de una cresta, no lejos de la margen de río, eran invisibles para los franceses. Estos últimos, para pasar al lado norte del arroyo, ya que este tiene dirección este-oeste, se vieron obligados de pedir prestado algo que les valiese de puente el cual desembocaba una pequeña garganta, cuyo acceso era un callejón muy estrecho.,51

Fuerzas enfrentadas[editar]

Orden de batalla francesa[editar]

El general de división Victor de Fay de Latour-Maubourg.
División de caballería destinada al ejército del mariscal Jean-de-Dios Soult : comandante en jefe general de división Victor de Fay de Latour-Maubourg: 30001​ a 3500 hombres.2
Brigada André François Bron de Bailly.
  • 4.º regimiento de dragones, coronel Pierre Joseph Farine du Creux
  • 20.º regimiento de dragones, coronel Desargus
  • 26.º regimiento de dragones, coronel Gabriel Gaspard Achille Adolphe Bernon de Montélégier
Brigada Joseph Bouvier de las Éclaz
  • 14.º regimiento de dragones, coronel Denis-Éloi Ludot
  • 17.º regimiento de dragones, coronel Frédéric Auguste de Beurmann
  • 27.º regimiento de dragones, coronel François Antoine Lallemand
Brigada Gilbert Julian Vinot
  • 2.º regimiento de húsares, coronel Vinot
  • 27.º régimient de cazadores a caballo, coronel duque Prosper-Louis de Arenberg
Brigada André Louis Elisabeth Marie Briche
  • 4 regimientos de cazadores a caballo y de húsares
  • Artillería de campaña

Orden de batalla aliada[editar]

Mayor general William Lumley.
Caballería anglo-hispano-portuguesa : mayor general William Lumleycomandante en jefe — 2280 hombres.2
  • Caballería británica — 980 sables
  • 13th Light Dragoons Regiment
  • 3rd Dragoon Guards
  • 4th Dragoons
  • Caballería portuguesa, brigadiers-generales Madden y Otway — 1000 sables
  • Caballería española, comandante de Penne Villemur — 300 sables
  • Artillería a caballo, capitán Lefebure

Desarrollo de la batalla[editar]

Después de haber oteado el terreno, el mayor-general Lumley destaca a la caballería portuguesa y al regimiento 13.º dragones ligeros delante de la ciudad, donde se unen a los españoles de Penne Villemur. Sobre el otro margen, observando este movimiento, Latour-Maubourg dispara su artillería. Los escuadrones aliados se repliegan entonces en orden sobre Usagre y se resguardan detrás de un montículo, desde donde pueden vigilar el acceso al pueblo. Lumley, escondido detrás de las alturas, se mantiene en reserva con el 3rd Dragoon Guards y el 4th Dragoons, mientras que los cañones del capitán Lefebure acometen a la contrabatería.6
Batalla de Usagre, 25 de mayo de 1811.
No obstante, ante la lentitud de la acción, Latour-Maubourg ordenó al general Briche que rodeara el flanco izquierdo enemigo atravesando el arroyo. Briche partió con su caballería ligera y se presentó ante un vado utilizado poco antes por los Portugueses de Otway que se posicionó cerca de esa zona y se mantuvo atento para atacar a los franceses. Poco deseoso de comprometer el combate, Briche remontó el curso del riachuelo en busca de otro punto de paso, pero no informó a Latour-Maubourg de su situación el cual se impacientó y transmitió finalmente al general Bron de Bailly la orden de atravesar el puente con su brigada de dragones.7
Estos entraron en combate y, a pesar del fuego de la batería Lefebure, comenzaron a desplegarse sobre la margen norte. Mientras tanto los Dragoon Guards y el 4.º de Dragoons se encontraron y cargaron juntos contra el flanco del 4.º regimiento de dragones franceses que fue severamente castigado, al igual que el 20.º que llegaba para ayudarlos.7​ Los jinetes de Bron de Bailly intentaron atravesar el puente, pero lo impidió la llegada del 26.º de dragones que vino en su apoyo; en la confusión, numerosos soldados franceses saltaron desde el puente al río con el fin de alcanzar la margen sur.8
Latour-Maubourg llegó a tiempo para comprobar el avance de los británicos y ordenó a una de sus unidades que ocuparan las casas a lo largo de la margen para realizar un bombardeo.9​ Los franceses abandonaron el campo de batalla, donde dejaron un gran número de caballos en manos de sus adversarios.3

Bajas y pérdidas[editar]

La caballería francesa, sobre un efectivo inicial de aproximadamente 3000 sables, perdió 250 muertos o heridos y 80 prisioneros,9​ entre los cuales estaba el coronel Farine del 4.º régiment de dragones.10​ El historiador John William Fortescue comenta que las estimaciones varían de una fuente a la otra: mandándolo Picard, en su labor sobre la caballería revolucionaria e imperial, da la cifra de 170 muertos o heridos y 80 prisioneros, mientras que el general Lumley indica la captura 78 soldados franceses. El histórico del 3.º Dragoon Guards de Richard Cannon mencionó con respecto a ello la baja de 96 sub-oficiales y dragones franceses capturados, sin contar los oficiales.3
Los británicos tuvieron por su parte menos de una veintena de muertos o heridos.








La batalla de Villagodio fue un enfrentamiento enmarcado dentro de la Guerra de la Independencia española y ocurrido el 6 de enero de 1809 a las afueras de la ciudad de Zamora, en el paraje conocido como Villagodio. Allí se enfrentaron un cuerpo de unos 800 voluntarios de la ciudad, al mando del comandante Agustín Manso, a varias unidades del ejército regular francés comandadas por el general Pierre Maupetit.
El resultado fue el aplastamiento de los voluntarios por el poderoso ejército francés y la posterior toma de la ciudad de Zamora de notable valor estratégico en los planes de Napoleón para la conquista de Portugal.

Batalla de Villagodio
Guerra de la Independencia Española
Obelisco de la Batalla de Villagodio.JPG
Obelisco conmemorativo de la batalla de Villagodio.
«Los zamoranos de 1908 dedican esta inscripción a los héroes del 6 de enero de 1809. Este monumento fue erigido en 1819».

Fecha6 de enero de 1809
LugarPuente de Villagodio, Zamora
Flag of Spain.svg España
ResultadoVictoria francesa
Beligerantes
Flag of Spain (1785–1873, 1875–1931).svg EspañaBandera de Francia Primer Imperio francés
Comandantes
Bandera de EspañaComandante Agustín MansoBandera de FranciaGeneral Pierre Maupetit,
Bandera de FranciaGeneral Pierre Belon Lapisse
Fuerzas en combate
800 voluntarios1200 soldados
Bajas
130 muertos. ±300 heridos o prisioneros13 muertos y algunos heridos.

Antecedentes[editar]

Durante el mes de mayo de 1809 se extendía por toda España un profundo malestar popular contra la invasión y dominación francesa y Zamora no fue ajena a esta corriente. Pero mientras que las autoridades locales permanecían pasivas, resignadas y más proclives a colaborar con el francés que a la revuelta, las clases populares salían a la calle para exigir frente a la casa del gobernador de la ciudad la entrega de las armas que se guardaban en el castillo, además de que se retuviese el dinero exigido por las autoridades francesas de Madrid.2
Ignacio Yáñez de Rivadeneira, corregidor de Zamora en aquel entonces, enviaba con fecha 31 de mayo el siguiente comunicado urgente a Madrid:
No tenemos fuerzas militares para hacer respetar la autoridad judicial que está expuesta a insultos indecorosos ante una gente que no desiste de la idea de que le entreguen armas y detener la remesa de dinero desde Zamora a Madrid.
2
Los días pasan y las autoridades tratan de mantener su postura pero el levantamiento del pueblo es cada vez más airado y violento.
El pueblo atumultuado con tambor, bandera y grande gritería en la plazuela del Salvador había sacado violentamente de sus casas a militares retirados y autoridades reclamándoles que se queme la Real Orden y se formasen Juntas compuestas por el señor Obispo y el señor Gobernador Militar, Intendente General, Corregidor, Deán y Prior, Caballeros y hombres buenos.
Actas del ayuntamiento de Zamora, 2 de junio de 1808
A su pesar, el gobernador de la ciudad, Juan Pignatelli, accede al fin a entregar las armas al pueblo. Se crea entonces la Junta de Armamento y Defensa y Zamora pasa a formar parte del Ejército de Castilla bajo el mando del general Gregorio de la Cuesta.2
Se alistaron un total de 844 voluntarios creándose dos batallones, uno con el nombre de «Voluntarios» y el otro con el de «Nacionales de Zamora».

El enfrentamiento[editar]

La presencia en la Península del emperador en persona, que recaló en Benavente el día de 3 de enero de 1809, provocó un inesperado movimiento de tropas tanto por un bando como por otro, por lo que las divisiones del general inglés Beresford, responsables de la protección de las tierras zamoranas, se desplazaron de urgencia hacia Galicia por orden del mariscal John Moore dejando la zona indefensa.
Cuando el día 5 de enero se tuvo noticia en la ciudad de la proximidad de una avanzadilla francesa, un grupo de voluntarios salieron a su encuentro consiguiendo neutralizarla. Se hicieron varios prisioneros así como la captura de caballos, provisiones e incluso dos piezas de artillería.3​ Plenos de entusiasmo por la pequeña victoria conseguida, sobrevalorando sus capacidades y en contra de la opinión de los pocos militares profesionales presentes, el grupo de enfervorizados voluntarios, con más corazón que cabeza, decidieron hacer frente al grueso de las tropas francesas que se acercaban situándose para ello en el puente de Villagodio sobre el río Valderaduey.
El resultado fue el que se esperaba. Los voluntarios zamoranos, mal pertrechados, desorganizados e inexpertos, no fueron rival para los soldados del general francés Pierre Maupetit (:fr:), una brigada de caballería compuesta por el 5º regimiento de dragones y el regimiento de caballos ligeros de Westfalia,1​ perfectamente equipados, instruidos y fogueados en mil batallas. Una carga de dragones superó la resistencia de los soldados españoles, cuya línea de retirada fue cortada por la caballería francesa.4
Opusieron toda la resistencia humanamente posible y la lucha se alargó durante todo el día, pero a pesar del esfuerzo titánico, 130 zamoranos murieron y otros muchos resultaron heridos o fueron hechos prisioneros. En total se calcula que medio millar de hombres no pudieron volver a sus casas aquella jornada.
Algunos historiadores especulan con la posibilidad de que aquella avanzadilla fuera un cebo puesto por los franceses para forzar la salida de las fuerzas de la ciudad alejándolos de las defensas que proporcionaban sus sólidas murallas.3
Catedral y murallas de Zamora.
Sin embargo, Maupetit no podía asaltar la ciudad sin el apoyo de la infantería y se vio obligado a pedir refuerzos al general Pierre Belon Lapisse, cuya división estaba cerca. Los días 8 y 9 de enero se redujeron, por tanto, a unos pocos intercambios de artillería y los franceses aprovecharon este tiempo para estudiar las defensas de la ciudad.5​ Un primer refuerzo, en este caso un batallón de la 8ª línea acompañado de una pieza de artillería, llegó a Zamora asentándose bajo las murallas de la ciudad, seguido el 9 de enero por una columna formada por la 45ª línea, dos batallones de la 16ª línea y dos cañones, todos bajo las órdenes del general Augustin Darricau.1
El 10 de enero, Maupetit se dispuso a entrar en la ciudad. El general Darricau estaba a la derecha con dos batallones de la 16ª Línea Ligera, un batallón de la 45ª Línea y cuatro cañones, mientras que a la izquierda estaba un batallón de la 8ª Línea con una pieza de artillería y en el centro dos batallones de la 45ª y un cañón. Se produjo una pelea de cuatro horas, particularmente en los suburbios, que fueron tomados por la 16º Ligera.1​ Eventualmente la artillería francesa abrió una brecha en las murallas cerca de la antigua puerta de san Pablo, permitiendo que las tropas de asalto entraran en la ciudad. Hoy en día aún es visible la reconstrucción que se hizo posteriormente en ese lienzo de la muralla. Los defensores abandonaron entonces la ciudad sin luchar y se retiraron a la orilla izquierda del Duero.6​ Las fuerzas imperiales se apoderaron, entre otros botines, de 8 cañones y 2.500 rifles almacenados en la ciudadela. Según Balagny, las pérdidas francesas se limitaron a "3 artilleros y 10 hombres de campo muertos y unos pocos heridos ".1

La mayoría de los cuerpos caídos en el combate, salvo contadas excepciones que se realizaron prácticamente en la clandestinidad, quedaron insepultos y esparcidos por el paraje de Villagodio. Sólo algunos años más tarde, cuando la presión francesa fue disminuyendo, se recogieron los restos que se pudieron hallar dándoles sepultura conjunta. De este modo consta con fecha 6 de octubre de 1812 en el obituario de la parroquia de San Juan de Puerta Nueva.3
Grada abajo, en la sepultura del numero cuarenta i tres a todos los huesos que pudieron ser hallados en los campos de Villagodio, de todos los celosos i buenos españoles que en él murieron el día seis de enero del año pasado de mil ochocientos i nueve, en defensa de la Patria i Religión, i a impulsos de la tiranía i crueldad de los franceses.

Consecuencias[editar]

El general Lapisse llegó a Zamora el 12 de enero de 1809, dos días después de la caída de la ciudad, e impuso a la ciudad una contribución de cuatro millones de reales. El día 14 tuvo lugar una ceremonia presidida por el Obispo de Zamora en la que los habitantes reconocieron oficialmente la autoridad del Rey José Bonaparte.
La ocupación de Zamora por los franceses se prolongó durante algo más de tres años, tiempo durante el que Zamora se convirtió en una estratégica plaza de paso obligado donde se acuartelaban tropas y se almacenaban provisiones y armamento con destino a la conquista de Portugal. Esto supuso para la ciudad un aplastante sistema fiscal que esquilmó las arcas municipales y profundizó aún más la miseria que por la escasez y restricciones ya venían arrastrando las clases populares y los comerciantes. Por otro lado, las parroquias y conventos tuvieron que vender hasta su último cáliz o cruz para hacer frente a las imposiciones de los invasores. Ni siquiera la Catedral de Zamora se libró del saqueo, fundiéndose algunas de sus campanas, verjas y rejas, además de ser usada como almacén de aprovisionamiento. Todo ello con la permisividad y colaboración de las autoridades locales.7
No es de extrañar entonces que gran cantidad de zamoranos abandonaran la ciudad y no pocos lo hicieran para crear o unirse a partidas guerrilleras como las de Julián Sánchez "El Charro", Lorenzo Aguilar o Juan Mendieta, dedicadas a hostigar y entorpecer a las tropas francesas especialmente en las zonas limítrofes con Portugal.2
Tras las derrotas francesas en Arapiles y Ciudad Rodrigo en 1812, el abandono de Zamora se esperaba como inminente, hecho que ocurrió el 31 de marzo 1813.

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