sábado, 30 de mayo de 2015

Arquitectura


Arquitectura Romana en España
Generalidades
La característica esencial de la arquitectura romana es, sobre todo, su racionalidad y funcionalidad. Sin embargo, no debe olvidarse que su deliberada grandiosidad monumental como expresión del poder y superioridad de Roma frente a los pueblos conquistados. La arquitectura romana es heredera de la etrusca y en menor medida de la griega. Su evolución y variedad regional fueron relativamente pequeñas, presentando gran uniformidad debido al apego a principios más o menos estables fijados por el veronés Vitruvio en el siglo I d. de C.
Acueducto de Segovia, una de las joyas de la arquitectura romana en España
A la arquitectura arquitrabada de los griegos, la romana incorpora, de manera constante, el arco y la bóveda de raigambre etrusca. Las bóvedas empleadas fueron principalmente la cupuliforme, la de medio cañón, de horno y la de arista.
Los materiales empleados fueron básicamente la sillería pétrea, la mampostería, el ladrillo, en combinación frecuente con argamasa de hormigón.
Aunque los romanos emplearon los clásicos órdenes arquitectónicos griegos, los usaron con mayor libertad combinándolos entre sí en la misma fachada.
Arquitectura religiosa: el templo romano
El templo romano es de ascendente etrusco y griego. Del templo etrusco toma su ubicación sobre un alto podio con un único acceso frontal. Del templo griego toma la larga cella y la columnata perimetral, aunque salvo en el pórtico de acceso, que son exentas, están adosadas al muro. Es precisamente en este frontal donde su aspecto más se asemeja al del mundo griego.
En España se conservan restos de numerosos templos, aunque suelen ser muy parciales.
Detalle del templo romano de Córdoba
Destaca el muy bien conservado pero pequeño templo de Vic (Barcelona) y los restos de los templos de Diana y Marte de Mérida (Badajoz), Córdoba (VER IMAGEN SUPERIOR) y Talavera la Vieja (Alcántara).
Entre los monumentos funerarios, destaca la Torre de los Escipiones de Tarragona, el Dístilo de Zalamea de la Serena (Badajoz), el Mausoleo de Los Atilios en Sádaba (Zaragoza). Mención especial merece el Mausoleo de la villa de Centcelles (Tarragona) por ser el monumento paleocristiano más importante de cuantos se conservan en España.
Construcciones civiles
Las ciudades fueron los grandes centros de la convivencia y en general de la civilización romana. En España destacaron las ciudades de Tarragona, Sagunto, Cartagena, Barcelona, Córdoba, Sevilla, Itálica, Mérida, Zaragoza, Valencia, Toledo, Segóbriga, Lugo, Astorga, León, etc.
Arquitectura romana: teatro de Sagunto
Estas ciudades romanas necesitaron amurallarse para defenderse de las agresiones. Algunas de ellas lo hicieron al comienzo de la romanización, cuando las guerras con los pueblos celtíberos eran una amenaza real (Tarragona, Córdoba y Carmona). Las demás lo hicieron sobre todo en el siglo III, con las primeras invasiones germánicas.
En estas ciudades se construían edificios públicos para diferentes servicios y actividades (económicas, deportivas y de esparcimiento). Frecuentemente estos edificios se situaban en el foro, verdadero centro neurálgico de la urbe romana. Las termas eran grandes complejos arquitectónicos de esparcimiento y salud pública, donde se establecían baños de diferentes temperaturas (fría, templada, caliente, sauna) en salas distintas.
La basílica, edificio de tres naves separadas por columnas y con rematado en ábside, era el lugar dedicado a las transacciones mercantiles y servía también de juzgado. En la curia se celebraban reuniones políticas.
Algunos de los edificios más emblemáticos del mundo romano fueron los dedicados a los espectáculos. Solían estar cerca de la ciudad, pero fuera de las murallas.
Teatro romano de Segóbriga (Cuenca)El teatro romano, heredero del griego, dedicado a la representación de obras de dramaturgos clásicos, tenían forma semicircular y se dividían en orchestra, escenario y cavea o graderío. El anfiteatro, espacio ovalado fruto de la unión de dos teatros por la escena (de ahí su nombre) se usaba como lugar para la contemplación de luchas de animales, gladiadores, ejercicios circenses, simulación de batallas navales, etc. Por último, el circo, estaba destinado a carreras de cuádriga y era un espacio muy alargado en cuyo centro se colocaba la espina con grandes estatuas.
De la Hispania romana, quedan importantes restos arqueológicos de teatros romanos, como el de Mérida, de gran belleza e importancia, pero también citamos los de Tarragona, Sagunto, Pollentia, Clunia, Osma, Toledo, Itálica, Regina, Málaga, Medellín, etc. En cuanto a anfiteatros, en aceptable estado quedan el de Itálica (el cuarto en tamaño de todos los romanos), Mérida, Tarragona y Segóbriga. Circos, se han localizado los de Tarragona, Calahorra, Mérida y Toledo, aunque dada su enorme extensión -el de Merída llegó a tener 435 metros de longitud- no han sido demasiado respetados por el tiempo y las obras acaecidas durante los muchos siglos posteriores. También, su material pétreo ha sido utilizado como cantera popular para la construcción de otros edificios.
Teatro romano de Mérida
En el terreno de las construcciones conmemorativas, se levantaron grandes columnas, pero sobresalen, por su belleza, los arcos de triunfo, edificios levantados con arco sencillo o triple, en los accesos a las ciudades para celebrar algún éxito militar o realzar la figura de algún político. En España tenemos el arco de Medinaceli, el de Bará y Cabanes. Lamentablemente, el de Caparra, de espectacular estructura cuadrifonte, está peor conservado.
Obras públicas
Las ciudades romanas, bien creadas sobre asentamientos indígenas o de nueva creación, exigieron la construcción de grandes obras para salvar ríos, abastecer de agua potable la urbe o facilitar viajes entre esas ciudades. Por ello, algunas de las obras de arquitectura romana más interesantes son los puentes, acueductos y calzadas.
En España, probablemente, los mejores puentes romanos que se conservan son los de Alcántara y Mérida, de perfil horizontal. Sobre esto diremos que la mayor parte de los puentes españoles anteriores al siglo XVII tuvieron base romana, sobre la que se hicieron reformas en época bajomedieval, variando su perfil convirtiéndolo en lomo de asno.
El puente de Alcántara, sobre el Tajo, es una magnífica obra de pericia ingenieril. Los sillares se asientan sobre la roca -sin cimentación- a soga y tizón. La longitud del puente es de 194 metros y la altura de la parte central, de 47 metros. Todos sus arcos son de medio punto. Fue erigido en el año 106 por el arquitecto Cayo Julio Lácer. En su centro se levanta un arco triunfal y en su cabecera un pequeño templo.
El larguísimo puente sobre el Río Guadiana de Mérida es obra del siglo I a. C. Tiene una longitud de 792 ms. y 62 arcos y es una obra de máxima importancia para la configuración urbana de Mérida. Aunque ha sufrido destrucciones parciales y restauraciones, todavía conserva tramos de gran autenticidad romana.
Puente romano de Mérida
La arquitectura romana tuvo uno de sus más espectaculares exponentes en los acueductos que transportaban agua a las ciudades desde manantiales o ríos. Su construcción era muy compleja y en ocasiones se tenían que salvar grandes desniveles por lo que en esas zonas su estructura era de arquerías superpuestas.
Acueducto de Segovia
El mejor acueducto que queda de Hispania y una de las obras de arte e ingeniería más grandiosas del mundo romano es el acueducto de Segovia, construido probablemente entre la segunda mitad del s. I y principios del II, en tiempo de los emperadores Vespasiano y Trajano. Tiene una longitud de 728 metros y 28,29 de altura en su punto más alto. Su construcción es a base de sillería sin argamasa de granito y consta de 167 arcos.
El acueducto de Mérida
El Acueducto de Los Milagros de Mérida medía 830 metros, con una altura de 25 y proporcionaba agua a la ciudad procedente del embalse de Proserpina. Todavía subsisten algunos pilares y arcos de granito y ladrillo, que al combinarse proporcionan una agradable y curiosa impresión cromática.
Tampoco les va a la zaga el extraordinario Acueducto de Ferreres que transportaba agua hasta Tarraco (Tarragona) construido en el siglo II, en la época de Trajano. Aunque tuvo una enorme longitud en su origen, actualmente conserva tan solo 164 metros y tiene una altura máxima de 26.
Una curiosa y transformada obra civil de arquitectura romana en terreno español es el faro denominado "Torre de Hércules", aunque su aspecto exterior es neoclásico por la transformación que sufrió en 1791.

 El Arte Romano se inicia en íntima conexión con el Arte Etrusco y con el de las colonias griegas de la Magna Grecia, de cuya cultura es directo heredero, incorporando, además, múltiples elementos de las más diversas culturas mediterráneas bajo dominio romano, con un sincretismo sumamente característico.
- Se desarrolla fundamentalmente a partir del siglo III a.C. y evoluciona con evidente homogeneidad hasta el siglo V d.C., a través de las etapas que van señalando su evolución política: República (hasta el año 27 a.C.), Alto Imperio (hasta el siglo III d.C.) y Bajo Imperio (siglos IV y V d.C.).
1. LA ARQUITECTURA ROMANA
- El espíritu práctico del pueblo romano se impone en las obras arquitectónicas, interesa hacer obras útiles, lo que contribuye a la uniformidad de los modelos arquitectónicos. Además, deben responder al espíritu de grandiosidad, orden y permanencia, que rigen la política romana; la arquitectura romana es la expresión de su poder y esto lleva a su afán de eternidad y colosalismo monumental.
- Según la disposición de los materiales en los muros se obtenían diferentes aparejos. Los principales aparejos romanos son: opus quadratum, con sillares de piedra aparejado a soga y tizón o al hilo; opus latericium,  de ladrillos más estrechos y profundos que los actuales; opus reticulatum, que no es un aparejo, sino una forma de darle un aspecto exterior agradable mediante pequeñas teselas de forma piramidal perfectamente escuadradas, incrustadas en el muro; opus incertum, que utilizaba pequeños bloques de piedra colocados sin orden, reforzado en las escuadras por sillares tallados; opus caementicium, de cemento, el hormigón romano (mezcla de cal, arena, cascotes y piedras ligeras, que permitía una construcción rápida y crear multitud de formas como las inmensas bóvedas y cúpulas que van a caracterizar a la arquitectura romana), vertido en una armadura de madera que más tarde se retiraba (encofrado).
- Todos estos materiales constructivos se recubrían con materiales nobles. Algunos de las construcciones que se han conservado eran enteramente de mármol, pero esto era un lujo sólo al alcance de los emperadores, por lo que eran mucho más frecuentes los revestimientos de mármol o de mosaicos.
- En la arquitectura romana se funden los “sistemas arquitrabados” griegos, utilizándose los órdenes griegos (con más libertad, introduciendo variantes y superponiendo varios en un mismo edificio, según criterios de riqueza decorativa se ordenan toscano, jónico, corintio y compuesto) y el orden toscano (de fuste liso y con basa, que sustituye al dórico), con las soluciones en arco y bóveda de los etruscos, “arquitectura abovedada”, sobresaliendo los arcos de medio punto, las bóvedas de medio cañón y anulares y las cúpulas.
1.1. El Foro
- La ciudad romana estaba rodeada por una muralla y su trazado urbano se establecía con cierta regularidad, siguiendo el modelo etrusco y helenístico hipodámico, en torno a las dos calles principales perpendiculares, el cardo (N-S) y el decumanus (E-O). Es esencial en la ciudad, como centro de la vida política, religiosa y administrativa y de la actividad comercial. El foro es el gran espacio donde confluyen las vías y donde se sitúan los edificios más importantes como la curia, los principales templos, las basílicas, las termas, los arcos de triunfo, etc.
- Ejemplos:
          
          
+ En Roma el Foro Romano o Republicano: la zona central en torno a la que se desarrolló la antigua Roma.
+ Los Foros Imperiales: sucesión de ampliaciones del foro romano que se realizaron al final de la época republicana y al principio de la época imperial por diferentes emperadores, que erigieron sus propios foros hasta formar un vasto complejo en el centro de Roma; el complejo consta de cuatro foros imperiales, el Foro de César, el Foro de Augusto, el Foro de Nerva y el Foro de Trajano, realizados debido a la creciente demanda al centro político y administrativo del estado y de la ciudad y, además, debido al deseo en cada caso de tener un foro más representativo y solemne.
1.2. Edificios públicos
A) La Curia
- Edificio para las reuniones políticas. La curia por antonomasia era la Curia Hostilia de Roma, el edificio donde el Senado Romano se reunía de forma más frecuente. Reconstruida varias veces César la trasladó de su primitiva ubicación al lugar donde hoy se halla en el Foro Romano. La nueva Curia cambió el nombre por decreto Senatorial, pasando a llamarse Curia Iulia, y fue acabada en el 29 a.C. por Augusto. El edificio actual data de la reconstrucción llevada a cabo por Diocleciano a finales del siglo III.
B) El Templo Romano
- Su estructura sigue el modelo etrusco, sobre un podium, con un único acceso porticado, pseudoperíptero, pero utiliza los órdenes griegos.
- Ejemplos:
     
+ El Templo de la Fortuna Viril en Roma: construido a finales del siglo II o principios del I a.C., en la época de la República, se encuentra en el Foro Boadio, el foro del comercio del buey; es de orden jónico, próstilo, tetrástilo y pseudoperíptero; el frontón, que sobresale mucho, y el entablamento son lisos.
+ La Casa Cuadrada o Maison Carrée (se encuentra en Nimes, Francia y es ya de época imperial, probablemente de tiempos de Augusto; es un templo de orden corintio, próstilo, hexástilo ypseudoperíptero).
- También templos circulares, como el Templo de Vesta en Roma (del siglo I a.C., de época republicana, también se encuentra en el foro Boadio; es llamado así porque era circular, pero en realidad estaba dedicado a Hércules Víctor Olivarius, que era el patrón del comercio del aceite; la cella es circular y está rodeada de columnas exentas de capitel vegetal; le falta el entablamento y la cubierta).
- Original es el Ara Pacis de Augusto, que veremos también en escultura: altar realizado en el 13 a.C. para conmemorar la paz tras la guerra de las Galias y de Hispania; el altar está cercado por un muro ligeramente rectangular de unos 10 metros, realizado en mármol y decorado con relieves, en el exterior con dos frisos, en la parte baja uno con decoración floral y minúsculos animalillos y en la parte superior donde aparece una magnífica procesión, en la que se encuentran Augusto con su familia, cortesanos, etc., con una gran riqueza en actitudes, posiciones y vestimentas, con hombres, mujeres y niños en distintos planos, que dan profundidad y crean un excelente espacio; junto a una de las puertas hay una representación mitológica de la tierra, con dos niños y frutos en su regazo, animales a sus pies y junto a ellos, vegetación, y flanqueándola hay dos ninfas, una sobre un cisne y la otra sobre un lobo marino; el interior se decora con bucráneos y guirnaldas.
- Excepcional por su planta redonda, su gran cúpula de casetones y la nueva concepción del espacio en los templos, la interiorización, es el Panteón de Agripa en Roma: no fue lugar de enterramiento, sino un templo dedicado a todos los dioses, realizado en el 27 a.C. por Agripa, peor sufrió un incendio en el 80 d.C. y en el 125-128 lo reconstruyó Adriano, manteniendo la inscripción de Agripa; realizado en hormigón y ladrillo y está recubierto al interior por placas de mármol y al exterior con estucado y pintura; al interior el muro se aligera con hornacinas, alternas rectangulares y semicirculares, en las que se coloca la estatua de un dios, y delante de cada una de ellas se sitúan dos columnas que soportan un entablamento que sólo se rompe en la puerta de entrada y en la hornacina central; sobre este entablamento se situaba la cúpula de media naranja, de 43 m. de diámetro y de altura, recubierta por casetones cuadrados que se van haciendo trapezoidales según se sube en altura para dar una mayor sensación de profundidad; en el centro tiene un óculo abierto de unos 9 m. de diámetro que está bordeado de bronce; la cella está precedida por un pórtico octástilo de orden corintio, muy profundo, con otras ocho columnas detrás de las frontales que dividen el espacio en tres, dejando el espacio central más amplio, más ancho y alto.
          

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