domingo, 25 de febrero de 2018

Santos por meses y días

santos del 22 de febrero

San Maximiano de Ravena, obispo
fecha: 22 de febrero
n.: c. 500 - †: 556 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
Elogio: En Ravena, en la provincia de Flaminia, san Maximiano, obispo, que cumplió con fidelidad su función episcopal y luchó contra los herejes de la época en favor de la unidad de la Iglesia.
San Maximiano fue el vigésimo octavo obispo de Ravena, así como el primer obispo de Occidente en llevar el título de «arzobispo», como titular de una diócesis metropolitana. Recibió la consagración episcopal de manos del papa Vigilio en el 546 y ocupó la sede por diez años. Gracias a su situación financiera sólida y disfrutando con su gran intuición de la eminente posición de vicario del Papa Vigilio y del emperador Justiniano, llegó a ser una de las figuras más importantes de Italia en el siglo VI. Se nos han transmitido sobre él noticias bastante exactas, gracias a la biografía escrita por el sacerdote Agnello, quien, a pesar de haber vivido dos siglos más tarde, fue un profundo conocedor de los escritos del santo.
Maximiano nació en el 498 en Pola, Istria, hoy en territorio croata, y llegó a ser diácono de la iglesia local. El afortunado hallazgo de un «tesoro» por él mismo o por su padre le permitió acercarse a la corte imperial de Constantinopla, donde podría ganarse el aprecio del santo emperador Justiniano (santo para la Iglesia ortodoxa). En el 545, después de la muerte del obispo de Ravena, los fieles de la ciudad pidieron al emperador adjudicar el palio a un candidato propuesto por ellos, pero éste, en cambio, aconsejó al Papa Vigilio asignar la sede vacante a Maximiano. Así que el nuevo obispo fue consagrado el 14 de octubre del 546, pero esto causará inevitablemente graves fricciones con la población de Ravena, que consideraron su nombramiento como una injerencia indebida en la vida de la ciudad. A Maximiano no le quedó más remedio que acampar fuera de los muros, como huésped del obispo arriano de los godos, pero con tacto y diplomacia consiguió ganarse gradualmente la simpatía de sus fieles hasta obtener el permiso de tomar posesión de su sede episcopal.
Su episcopado representó la edad de oro de la Iglesia de Ravena; de hecho, se completaron y consagraron las basílicas de San Miguel y de San Vital, muchas otras fueron embellecidas, y se deben enteramente a él San Juan, San Esteban y varias iglesias en su nativa Pola, decoradas con espléndidos mosaicos. Fue elevada la cantidad de libros de los que fue autor: crónicas, descripciones de Ravena, catálogos de los obispos de la ciudad y doce volúmenes de sus sermones. También preparó una cuidada edición de la Biblia acompañada de notas marginales y escribió un Sacramentario (misal) sobre el que supuestamente se basó al poco tiempo el Leonino. Su actividad se extendió por toda Italia, de la cual fue a todos los efectos el Primado durante la larga ausencia de Roma del papa Vigilio, y sus esfuerzos se centraron en particular en la restauración de la armonía y la unidad dentro de la Iglesia, dividida por el cisma de los «Tres Capítulos» (ver san Dacio). Su biógrafo Agnello lo describe como un pastor que «acogía a los extranjeros, reconvenía a los que caían en el error, daba a los pobres lo que necesitaban y consolaba a los sufrientes».
Maximiano murió en Ravena el 22 de febrero del 556, y sus restos fueron sepultados en la basílica de San Andrés, donde permanecieron hasta 1809, cuando fueron trasladados a la catedral, tras la secularización del templo por la administración napoleónica de la ciudad. En la basílica de San Vital, que se inauguró con gran pompa en presencia de los emperadores Justiniano y Teodora, Maximiano es retratado junto al emperador en el gran mosaico del lado norte del santuario, con una cruz salpicada de piedras preciosas.



Maximiano de Ravena, Santo
Obispo, 22 de febrero


Por: Cristina Huete García | Fuente: hagiopedia.blogspot.com 



Obispo
Martirologio Romano: En Ravena, en la provincia de Flaminia, (hoy en la provincia de Ravena), Italia, san Maximiano, obispo, que cumplió con fidelidad su función episcopal y luchó contra los herejes de la época en favor de la unidad de la Iglesia ( 556)
Breve Biografía
Natural de Pola en Istria (hoy Croacia) donde era diácono. El afortunado hallazgo de un «tesoro» por él mismo o por su padre le permitió acercarse a la corte imperial de Constantinopla, donde podría ganarse el aprecio del emperador Justiniano. En el 545, después de la muerte del obispo de Ravena, los fieles de la ciudad pidieron al emperador adjudicar el palio a un candidato propuesto por ellos, pero éste, en cambio, aconsejó al Papa Vigilio asignar la sede vacante a Maximiano. Así fue designado obispo por el mismo emperador Justiniano y consagrado por el papa Vigilio, pero no fue aceptado por los raveneses por la humildad de su cuna.
Se fue ganando el afecto de sus fieles construyendo monumentos, iglesias y otras edificaciones como la basílica de San Vital, joya del arte bizantino. San Maximiano fue el vigésimo octavo obispo de Ravena, así como el primer obispo de Occidente en llevar el título de «arzobispo», como titular de una diócesis metropolitana (546-556). Proclamó la unidad de la Iglesia contra los herejes.
Llegó a ser una de las figuras más importantes de Italia en el siglo VI. Su episcopado representó la edad de oro de la Iglesia de Ravena. Fue elevada la cantidad de libros de los que fue autor: crónicas, descripciones de Ravena, catálogos de los obispos de la ciudad y doce volúmenes de sus sermones. También preparó una cuidada edición de la Biblia acompañada de notas marginales y escribió un “Sacramentario” (misal) sobre el que supuestamente se basó al poco tiempo el Leonino.


Su actividad se extendió por toda Italia, de la cual fue a todos los efectos el Primado durante la larga ausencia de Roma del papa Vigilio, y sus esfuerzos se centraron en particular en la restauración de la armonía y la unidad dentro de la Iglesia, dividida por el cisma de los «Tres Capítulos». Su biógrafo Agnello lo describe como un pastor que «acogía a los extranjeros, reconvenía a los que caían en el error, daba a los pobres lo que necesitaban y consolaba a los sufrientes».
Maximiano murió en Ravena el 22 de febrero del 556, y sus restos fueron sepultados en la basílica de San Andrés, donde permanecieron hasta 1809, cuando fueron trasladados a la catedral, tras la secularización del templo por la administración napoleónica de la ciudad. En la basílica de San Vital, que se inauguró con gran pompa en presencia de los emperadores Justiniano y Teodora, Maximiano es retratado junto al emperador en el gran mosaico del lado norte del santuario.

San Maximiano de Rávena

San Maximiano de Rávena
22 de febrero
Nombre:Maximiano
Género:Masculino
Fiesta:22 de Febrero
Nacimiento:. , Muerte:556. Ravena, Italia
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En Ravena, en la provincia de Flaminia, san Maximiano, obispo, que cumplió con fidelidad su función episcopal y luchó contra los herejes de la época en favor de la unidad de la Iglesia.

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San Pedro Crisólogo, obispo de Ravena en la segunda mitad del siglo V (432-452), nos dice en el sermón 128 que Apolinar fue el primer obispo de Ravena y el único mártir de la ciudad. Ahora bien, especificando algo más el concepto de martirio de este Santo, nos comunica a través de ponderaciones oratorias que, de hecho, no murió por efecto de los tormentos y con la efusión de su sangre, por lo cual no podía ser considerado con rigor como mártir. Sin embargo, añade que los trabajos que tuvo que sufrir en el gobierno de su iglesia y la paciencia que mostró en todos ellos, que a veces llegó a la efusión de sangre, permiten considerarle en nada inferior a los mártires. En efecto, según dice él estuvo siempre dispuesto al supremo sacrificio y a punto de ser sacrificado cuando se dejó convencer por las oraciones de su grey, y quedó todavía algún tiempo en este mundo, difiriendo el cumplimiento de sus deseos.
Tales son las noticias que, en substancia, nos comunica San Pedro Crisólogo sobre San Apolinar. Por otra parte, según una fórmula de juramento usada en Ravena desde fines del siglo VI, transcrita por San Gregorio, aparece claramente que entonces se daba comúnmente a San Apolinar el título de mártir. Por lo demás, los martirológios posteriores, a partir de este tiempo, transmiten constantemente la noticia de que San Apolinar de Ravena murió mártir.
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Asimismo se admite generalmente que San Apolinar es el obispo más antiguo y Ravena la primera diócesis de la alta Italia. Así lo atestiguan F. Savio en sus investigaciones sobre los obispados de la Lombardía y Harnack en su célebre estudio Sobre la extensión del cristianismo en el siglo III. Ambos suponen que San Apolinar gobernó la diócesis de Ravena en la segunda mitad del siglo II. Por otra parte, tanto de las expresiones de San Pedro Crisólogo y de San Gregorio Magno como de otras de Fortunato en su Vida de San Martín, se deduce que el cuerpo de San Apolinar era venerado en Ravena.
Y con esto entramos en terreno plenamente histórico, del que poseemos abundantes noticias. A partir del siglo VI San Apolinar se constituye en un santo sumamente venerado en la Edad Media, a medida que la ciudad de Ravena iba ganando en significación, estableciendo una verdadera competencia con Roma. Consta, en efecto, que ya desde el año 500 San Apolinar goza de gran veneración en toda la llanura del Po, por lo cual su nombre es incluido en el canon del rito ambrosiano. Durante el gobierno del obispo de Ravena, Ursicino (534-538), se construye en honor de San Apolinar una iglesia en Classe, en las afueras de la ciudad. Un rico banquero llamado Julián contribuye a su extraordinaria magnificencia, y su consagración, verificada con gran pompa en 549 por el obispo Maximiano, marca el principio de una nueva era para Ravena; pues, realizada por Justiniano I (527-565) la conquista del sur y centro de Italia y constituida Ravena en capital de este territorio bizantino, se inicia el período de grandeza de esta ciudad. Desde entonces una de sus tendencias es ofuscar en lo posible la grandeza de Roma, a lo cual contribuyen eficazmente los emperadores bizantinos desde el Oriente, con su constante oposición a los Romanos Pontífices.



San Pascasio de Vienne, obispo
fecha: 22 de febrero
†: s. IV - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
Elogio: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Pascasio, obispo, célebre por su erudición y la santidad de sus costumbres.
Fue el undécimo obispo de la prestigiosa y antigua sede de Vienne, en Francia, luego de san Simplicio. Aunque se han hecho a lo largo de la historia distintas cronologías de la sucesión viennense, todas coinciden en situar a Pascasio en el final del siglo III e inicios del IV; en realidad en época de martirios, ya que se produjo la persecución de Dioclesiano y Maximiano, pero no fue él mismo mártir, si no que más bien, habiendo atravesado el peligro, le tocó la organización de la diócesis para el tiempo de paz que siguió.
Uno de los hechos importantes de su episcopado fue el hallazgo de algunas reliquias de san Mauricio en el Ródano, adonde habían sido arrojados muchos cuerpos de los valientes mártires de la legión tebana. «El cuerpo había sido separado -dice la antigua crónica- y la cabeza descansaba sobre su escudo». El obispo, que había recibido aviso del cielo de estas tan augustas reliquias, las deposita en la iglesia de los Santos Macabeos, que pasó a llamarse de San Mauricio, en homenaje al ilustre jefe del grupo de mártires, y desde allí la diócesis tiene a san Mauricio como patrono.
Aunque no se han conservado escritos del obispo, en los martirologios antiguos es unánime la apreciación de su alto grado de santidad, parejo con su erudición. Suele datarse su muerte en el 312.



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