Eladio o Heladio (c. 566 - 18 de febrero de 633), también conocido por San Eladio, Azobispo1 fue un eclesiástico y hombre de estado hispano visigodo.
Su sucesor en la sede San Ildefonso dejó escrita brevemente su vida en De viris illustribus;2 según éste, fue abad del monasterio agaliense, gobernador de una provincia, probablemente la Cartaginense,3 y miembro del Aula Regia durante el reinado de Sisebuto, a quien aconsejó la expulsión de los judíos del reino visigodo de Toledo.
En el año 615 fue elegido obispo metropolitano de Toledo, en cuya dignidad se mantuvo 18 años durante los reinados de Recaredo II, Suintila y comienzos del de Sisenando hasta el 633.4 Algunos autores apuntan que antes de esta fecha pudo volver al monasterio,3 quizás después de renunciar al episcopado.5
Aclamado como santo desde poco después de su muerte,6 su festividad se celebra el 18 de febrero.
San Eladio de Toledo, abad y obispo
fecha: 18 de febrero
†: 632 - país: España
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: 632 - país: España
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Toledo, en Hispania, san Eladio, que, después de haber dirigido los asuntos públicos en el palacio real, fue abad del monasterio de Agali y, elevado más adelante al obispado de Toledo, se distinguió por los ejemplos de caridad.
Eladio pasó los primeros años de su vida sirviendo en la corte de los reyes visigodos. Era hombre muy erudito y distinguido diplomático. Como representante del rey, asistió al Concilio de Toledo en 589 y firmó las actas. Ya por entonces se sentía inclinado a la vida religiosa. San Ildefonso, que más tarde recibiría al diaconado de manos de Eladio, cuenta que éste iba con frecuencia al monasterio de Agali, en las orillas del Tajo, donde ayudaba a los hermanos legos en las labores del campo y transportaba al monasterio los sacos de semillas.
Al fin el llamado de Dios se hizo tan insistente, que Eladio abandonó el mundo e ingresó en el monasterio. En 605 fue elegido abad. A la muerte del arzobispo Aurasio, en 615, se vio obligado a aceptar el gobierno de la sede con gran disgusto por su parte. Sabemos que fue extraordinariamente generoso con los pobres, pero carecemos de otros detalles sobre su gobierno. Algunos autores suponen que Eladio incitó al rey Sisebuto a expulsar del reino a los judíos, pero no existen pruebas de ello. San Eladio murió en el 633.
Tarasio también conocido como San Tarasio, (en griego: Ταράσιος), (c. 730–25 de febrero de 806) fue patriarca de Constantinopla desde el 25 de diciembre de 784 hasta su muerte en 806.
Tarasio nació y murió en Constantinopla. Hijo de un juez de alto rango, desde su infancia tuvo relación con otras familias importantes, como la del último patriarca, Focio. Tarasio desarrolló una carrera en la administración seglar y pasó a ser secretario imperial (asekretis). En este cargo, como mostró simpatías tanto por los Iconodulos como por la obediencia a las órdenes imperiales, la emperatriz Irene le nombró patriarca en 784, aunque en aquel tiempo era seglar. Sin embargo, como todos los bizantinos educados, estaba muy versado en teología, y en la Historia de la Iglesia no era inusual la elección de seglares cualificados.nota 1 Para poder ser nombrado patriarca Tarasio fue ordenado apresuradamente sacerdote antes de su consagración como obispo.nota 2 .
En 784 participó en el Concilio de Nicea II, convocado para tratar la controversia iconoclasta. Mientras duraron las deliberaciones se produjeron varios tumultos. Finalmente se condenó la iconoclasia y se afirmó oficialmente la veneración de las imágenes.
En 795 el emperador Constantino VI se divorció de María de Amnia y se volvió a casar con Teodote. Tarasio permitió este divorcio, lo que escandalizó a los monjes.
San Tarasio de Constantinopla, obispo
fecha: 18 de febrero
fecha en el calendario anterior: 25 de febrero
†: 806 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 25 de febrero
†: 806 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Constantinopla, san Tarasio, obispo, insigne por su piedad y erudición, que inició el Concilio Niceno II, en el cual los Padres defendieron el culto de las santas imágenes.
San Tarasio ejercía el cargo de secretario del joven emperador Constantino IV y de su madre Irene. A pesar de ser laico, Paulo IV, patriarca de Constantinopla, le propuso por sucesor suyo, en el momento de retirarse a un monasterio. La corte, el clero y el pueblo confirmaron la elección de Tarasio. El santo era de familia patricia y había recibido una educación esmerada. En la corte, en un ambiente de sensualidad y halagos, había sabido llevar una vida casi monacal. Se resistió mucho a aceptar el nombramiento de patriarca, en parte porque no era sacerdote y en parte también, por la difícil situación que había creado la política de los emperadores contra la veneración de las imágenes sagradas, a partir de León III, en el 726. Cuando Tarasio fue elegido patriarca, la emperatriz Irene ejercía la regencia, pues su hijo, Constantino IV, sólo tenía diez años. Irene era una mujer ambiciosa y muy cruel, pero no era iconoclasta, es decir, no se oponía a la veneración de las imágenes. Esto facilitó la reunión de un Concilio, puesto que Tarasio, consagrado en la Navidad del año 784, había aceptado la dignidad patriarcal, bajo la condición de que se celebrara un sínodo para restablecer la unión deshecha por la campaña inococlasta. El séptimo Concilio Ecuménico se reunió en Nicea el año 787, presidido por los legados del papa Adriano I. Las discusiones llevaron a la conclusión de que la Iglesia podía permitir que se tributara a las imágenes un culto relativo, no el culto de adoración que sólo se debe a Dios. Como lo hizo notar el Concilio, quien reverencia a una imagen, reverencia a la persona que ésta representa.
Obedeciendo a las decisiones conciliares, Tarasio restituyó en su patriarcado el culto de las imágenes. Igualmente trabajó por desarraigar la simonía. Su vida fue un modelo de perfecto desinterés material, volcada hacia el clero y el pueblo. En su casa y en su mesa no había nada de la magnificencia que ostentaban sus predecesores. Consagrado al servicio del prójimo, Tarasio apenas permitía que sus criados le sirviesen. Dormía muy poco y en sus ratos de ocio se consagraba a la oración y la lectura espiritual. Prohibió al clero el uso de vestidos preciosos y se mostró particularmente severo por lo que se refiere al teatro. Con frecuencia repartía personalmente alimentos a los pobres; para que nadie se sintiese abandonado, visitaba todos los hospitales y obras de beneficencia en Constantinopla.
Algunos años más tarde, el emperador se enamoró de Teódota, una dama de honor de su esposa, la emperatriz María. La emperatriz madre, Irene, le había obligado a casarse con María, de la que el emperador decidió divorciarse. Para ello, intentó ganarse la voluntad del patriarca y le envió a un mensajero para anunciarle que la emperatriz quería envenenarlo. Tarasio respondió al mensajero: «Di al emperador que estoy dispuesto a morir antes que ayudarle a realizar su propósito». Entonces el emperador trató de ganarle por medio de halagos. Llamó, pues, al patriarca y le dijo: «A ti no puedo ocultarte nada, pues te considero como a mi padre. Es indudable que la Iglesia permitirá que me divorcie de una mujer que ha intentado envenenarme. La emperatriz María merece la muerte o la prisión perpetua». El emperador mostró a Tarasio un vaso con veneno que, según él, la emperatriz había tratado de hacerle beber. Pero el patriarca no se dejó engañar, y replicó que estaba cierto de que Constantino quería divorciarse de la emperatriz porque estaba enamorado de Teódota; además le manifestó que, aun en el caso de que la emperatriz María fuese realmente culpable, el nuevo matrimonio constituiría un adulterio. El monje Juan, que se hallaba también presente, habló con gran valentía en el mismo sentido que el patriarca; el emperador, furioso, les mandó retirarse de su presencia. Después echó a la emperatriz María fuera del palacio y la obligó a tomar el velo. Como Tarasio se negase a casarle con Teódota, el matrimonio se llevó a cabo ante el abad José, un personaje de la Iglesia de Constantinopla. En adelante Tarasio tuvo que soportar el resentimiento de Constantino, quien le persiguió durante el resto de su reinado. Se cuenta que el emperador hacía seguir al patriarca en todos sus movimientos, que había prohibido a todos que hablasen con él sin su permiso, y que desterró a muchos de los amigos y servidores de Tarasio por dirigirle la palabra. Entre tanto, la emperatriz Irene que quería seguir gobernando, se ganó a los principales personajes de la corte y el ejército, encarceló a su hijo y le mandó sacar los ojos. Irene gobernó durante cinco años, hasta que fue depuesta por Nicéforo, quien usurpó el imperio y la desterró a la isla de Lesbos.
Bajo el reinado de Nicéforo, Tarasio desempeñó sin contratiempos sus deberes pastorales. En su última enfermedad no dejó de celebrar el santo sacrificio, mientras pudo moverse. Poco antes de morir, Tarasio tuvo una visión en la que, según cuenta su biógrafo -que se hallaba con él en ese momento-, el prelado parecía responder a las acusaciones de un grupo de hombres que juzgaban cada una de las acciones de su vida. Tarasio se mostraba sumamente agitado al responder a las acusaciones. Esto atemorizó mucho a todos los presentes, pues la vida del patriarca había sido muy íntegra. Pero a la agitación sucedió una gran serenidad y san Tarasio entregó su alma a Dios en medio de una gran paz, después de haber gobernado al patriarcado durante veintiún años. No faltaron quienes pensaron que san Tarasio se había mostrado demasiado complaciente con el emperador en el asunto del divorcio, ya que otros tuvieron actitudes más extremas, como san Platón y san Teodoro el Estudita, encarcelados por Constantino.
Teotonio de Coimbra (Tartinhade, Ganfei, 1082 - Coimbra, 1162) fue un religioso portugués, prior de Viseu y fundador de la Orden de Canónigos Regulares de la Santa Cruz. Es venerado como santo por diversas confesiones cristianas.
San Teotonio | ||
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Estatua de Teotonio en Valença do Minho | ||
Fundador de la Orden de Canónigos Regulares de la Santa Cruz | ||
Nacimiento | 1082 Tartinhade (Ganfei, Valença do Minho), Portugal | |
Fallecimiento | 18 de febrero de 1162 Coimbra, Portugal | |
Venerado en | Iglesia Católica | |
Canonización | 1163 en Roma por Alejandro III | |
Festividad | 18 de febrero | |
Patronazgo | Patrón de la ciudad y diócesis de Viseu |
Biografía[editar]
Teotonio nació en 1082 en Tartinhade (Ganfei), cerca de Valença do Minho (Portugal); estudió en el monasterio benedictino de Ganfei. Con 10 años, mostró su inclinación por la religión y marchó a Coimbra, donde su tío era obispo, para formarse. Estudió filosofía y teología en la escuela catedralicia, siendo su director espiritual el padre Tello.
Cuando su tío murió, fue con otro de sus tíos, prior del monasterio de Viseu, para completar su formación. Se ordenó sacerdote y sucedió a su tío como prior en el monasterio en 1112. Hizo un peregrinación a Jerusalén y volvió siendo elegido obispo de Viseu, pero no quiso aceptar el cargo y prefirió continuar como misionero.
Volvió a marchar a Tierra Santa, donde tenía intención de quedarse. Su antiguo director, el padre Tello, lo llamó ya que quería fundar una comunidad religiosa y necesitaba ayuda. Teotonio volvió y, con Tello y once religiosos, fundó en 1131 una orden de canónigos regulares en el monasterio de Santa Cruz de Coimbra. La congregación se puso bajo la Regla de San Agustín y pidieron a Inocencio II su protección y autorización; el papa autorizó con la bula Desiderium quod, del 26 de mayo de 1135, fundando así la orden de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz.
En Portugal siguió una dinámica misionera para evangelizar las tierras conquistadas por los cristianos a los musulmanes, además de abrir escuelas para formar cristianamente a los jóvenes. Fue consejero espiritual del rey Alfonso I de Portugal, que hizo donaciones a su orden. También mantuvo contactos con Bernardo de Claraval.
A los setenta años renunció al cargo de prior. Un año después, Anastasio IVquiso consagrarlo como obispo de Coimbra, pero no quiso aceptarlo. Dedicado a la plegaria, murió el 18 de febrero de 1162.
Veneración[editar]
Sus reliquias fueron trasladadas a una capilla del monasterio de Santa Cruz de Coimbra. Fue canonizado por el papa Alejandro III, solo pasado un año desde su muerte, en 1163, por su contribución a la reforma de la vida religiosa en Portugal. Teotonio fue el primer santo portugués que fue canonizado.1 Su culto, el 18 de febrero, fue difundido por los agustinos. En 1602 fue proclamado patrón de la ciudad y diócesis de Viseu.
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