martes, 20 de marzo de 2018

CUADROS POR ESTILO

CUADROS DEL GÓTICO

Retrato de un orfebreRetrato de un joyeroRetrato de hombre con gorro azulHombre del capirón azulHombre del turbante azul u Hombre con anillo es una pequeña tabla al óleo del pintor primitivo flamenco Jan van Eyck. En ella se retrata a un hombre no identificado. Los artistas de este periodo no solían titular sus obras, por lo que a lo largo de los años a este obra se le han dado varios títulos genéricos. Durante muchos años la sortija se interpretó como algo relacionado con su profesión, y hoy día se cree que puede ser un emblema de esponsales, por lo que se le da al cuadro nombres que hacen referencia al sombrero o a su color. 1​ La pintura, que solo mide 22,5 cm x 16,6 cm con marco, se encargó y completó alrededor de 1430. Contiene un número de elementos típicos de los retratos seculares de Van Eyck, incluyendo un ligero sobredimensionamimnto de la cabeza, un fondo oscuro y plano, atención a los pequeños detalles y texturas de la cara del hombre, y dispositivos ilusionistas. 2
La pintura fue atribuida a Van der Eyck a final del siglo XIX, algo con lo que no estaban de acuerdo algunos historiadores de arte hasta el 1991 cuando una limpieza y un análisis infrarrojo revelaron un dibujo subyacente y métodos de tratamiento del aceite que eran sin lugar a dudas de Van Eyck. Antes de 1948, la tabla estaba en el Museo Nacional Brukenthal de SibiuRumaníay ese año el nuevo régimen comunista la llevó junto con otras al Museo Nacional de Arte de Rumanía en Bucarest y regresó a Sibiu cuando esta ciudad fue Capital Europea de la Cultura en 2007.







Retrato de una anciana es un óleo sobre madera de Hans Memling, (1470-1472) que se encuentra en la sala Richelieu del Museo del LouvreFrancia. El museo la adquirió en 1908 a François Kleinberger.12
Durante la década de 1460, Hans Memling (1440-1494) se estableció en la próspera ciudad de Brujas donde su talento fue recompensado con numerosos encargos. Gran parte de ellos consistían en retratos, género en el que el pintor destacaba especialmente. Al igual que otros retratos del autor, en este caso la modelo posa ofreciendo un plano de tres cuartos, en una época en que los retratistas italianos todavía pintaban de perfil. La modelo no mira al observador, sino que baja la mirada a la esquina izquierda del marco para sugerir devoción e introspección. Como en esta obra, Memling solía situar sus modelos frente a una paisaje.
Retrato de una anciana desarrolla la brillantez técnica de este pintor, particularmente en la nariz y la ropa, con la que enmarca la parte alta del rostro y en el cuello es transparente en algunas zonas para dejar entrever los tonos de la piel o los detalles en las texturas en piel del vestido. La quietud y compostura características del arte de Memling probablemente coincidían con la imagen que de sí mismos tenían los individuos de sus cuadros. Los rasgos de la mujer retratada transmiten una firme satisfacción de sí misma, la conciencia confiada de la virtud.


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