viernes, 23 de marzo de 2018

Santos por meses y días

santos del 10 de abril

San Ezequiel Moreno y Díaz O.A.R. (Alfaro9 de abril de 1848- † MonteagudoNavarra19 de agosto de 1906) fue un sacerdote agustino recoleto español, venerado como santo en la Iglesia católica. Hoy, el Santo es invocado como patrón de los que padecen cáncer.

San Ezequiel Moreno Díaz O.A.R. (Orden de Agustinos Recoletos)
Sanezequiel02.jpg

Obispo de Pasto
2 de diciembre de 1895 - 19 de agosto de 1906
PredecesorManuel José Cayzedo y Martínez
SucesorAdolfo Perea

Obispo titular de Pinara
Designado el 23 de octubre de 1893
Ordenado el 1 de mayo de 1894
Predecesor---
SucesorJohn Joseph Glennon

TítuloObispo de Pasto
Otros títulosObispo titular de Pinara
Información religiosa
Ordenación sacerdotal3 de junio de 1871
Ordenación episcopal1 de mayo de 1894 por Bernardo Herrera Restrepo
Culto público
Beatificación1 de noviembre de 1975 por Pablo VI
Canonización11 de octubre de 1992 por Juan Pablo II
Festividad19 de agosto
Información personal
NombreSan Ezequiel Moreno Díaz O.A.R. (Orden de Agustinos Recoletos)
Nacimiento9 de abril de 1848 en Alfaro
Fallecimiento19 de agosto de 1906 en Monteagudo (Navarra)

Biografía[editar]

Profesó en los Agustinos Recoletos el 21 de septiembre de 1864 en Monteagudo (Navarra), donde llegó a ser prior del monasterio. Fue ordenado sacerdote en Manila (Filipinas) el 3 de junio de 1871 y llegó a ser un misionero reconocido. Sirvió como vicario Apostólico de Casanare y fue nombrado Obispo de Pinara (Colombia) el 23 de octubre de 1893. Fue obispo de Pasto (Colombia) el 2 de diciembre de 1895, fecha en que también se lo designó vicario apostólico de Casanare (Colombia).1​ Fue querido en su diócesis por su generosa caridad. A nivel teológico, su obra más importante fue la defensa de las Apariciones de Jesucristo a Sor Encarnación Rosal, ocurridas en el año 1857 en el Beaterio de Belén de Guatemala, para lo cual escribió una tesis llamada "Devoción a los Dolores Internos del Sagrado Corazón de Jesús", recibiendo la aprobación de la Sede Apostólica. Juan Pablo II lo proclamó santo en 1992, durante la celebración de la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo, República Dominicana, y en el marco del V Centenario de la Evangelización del Continente Americano.

Intervención en política colombiana[editar]

En plena Guerra de los Mil Días, que asoló a Colombia con más de cien mil muertos, predicó en varias oportunidades, usar radicalmente la fuerza contra los liberales, considerados enemigos de la religión católica.Por ejemplo, en varias cartas, en su calidad de obispo, en plena guerra civil (1900), exhortó a la feligresía a empuñar las armas:
“La guerra, sin duda, es un mal que tiene su origen en los pecados de los hombres, y es un castigo que Dios permite para purificación de la nación. Es preciso, pues, arrepentimiento, oraciones y penitencias. Pero es necesario también empuñar las armas, y no prestar oídos a los liberales pacifistas,hombres que pasan por honrados y prudentes, “que con nadie se meten,” como ellos dicen, que tienen sonrisas afectuosas para la Religión y sonrisas complacientes para sus enemigos2
Como la mayoría de los prelados de la Iglesia católica colombiana de su época, Moreno se alineó con las ideas del gobierno conservador del momento. Durante la citada Guerra de los Mil Días, usó sus escritos y predicaciones para atacar al Partido Liberal Colombiano de posiciones anticlericales. En América latina había resurgido en el siglo XIX la expresión «el liberalismo es pecado» como respuesta al anticlericalismo.3​ Ezequiel Moreno escribió:
No hago testamento, porque soy religioso y nada tengo [...] Confieso, una vez más, que el liberalismo es pecado, enemigo fatal de la Iglesia y del reinado de Jesucristo y ruina de los pueblos y naciones [...]45
Testamento, 6 de octubre de 1905





San Apolonio, mártir
fecha: 21 de abril
fecha en el calendario anterior: 18 de abril
†: 185 - país: Italia
otras formas del nombre: Apolonio el apologista o el apologeta
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
Elogio: En Roma, conmemoración de san Apolonio, filósofo y mártir, que en tiempo del emperador Cómodo, ante el prefecto Perenio y el Senado, defendió con aguda palabra la causa de la fe cristiana, y la confirmó con el testimonio de su sangre al ser condenado a la pena capital.
San Apolonio fue martirizado en Roma en el 185, bajo el imperio de Cómodo (161-192); las noticias nos han llegado por medio de cuatro fuentes: ante todo por los procesos verbales contenidos en los relatos («Actas») de los antiguos mártires, incorporados en la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea, obispo e historiador (265-340); en dos capítulos del «Varones Ilustres» de san Jerónimo, y en dos redacciones de la «Passio», una en armenio y una en griego, descubiertas en el siglo XIX.
Según estas fuentes, Apolonio era un ilustre personaje romano, erudito en ciencia y filosofía, y parece que incluso Senador. Puesto que era cristiano, fue denunciado al prefecto del Pretorio, Perennio, por lo que fue llamado a disculparse, y, según san Jerónimo, él leyó delante del senado un «insigne volumen descriptivo de la fe en Cristo». Puesto que este «volumen» en vez de ser una retractación, contenía una apología del Cristianismo, contrario al rescripto imperial de Trajano, que prohibía esas manifestaciones, Apolonio fue condenado a muerte.
Los textos refieren que fue sometido a dos interrogatorios, a distancia de tres días uno del otro, el primero presidido por el propio Perennio, el segundo por un colegio de senadores, consejeros y juristas. La descripción de la audiencia maravilla por el tono comedido y el tratamiento, no sólo por su rango social, al contrario que otras pasiones claramente inverosímiles o demasiado breves. Es escuchado con atención, lo interrumpen sólo para contestar, pero con seriedad, sus argumentaciones, o para moderar la aspereza de sus palabras y por tanto la posibilidad de ser castigado por ellas. Perennio es un juez iluminado y magnánimo, así como Apolonio un hombre de mente pronta y vivacísima; no tenemos en esta situación la mera repetición de las amenazas a los cristianos, de que no rechacen sacrificar a los dioses, tal como es común en las hagiografías de los mártires. A Apolonio le gusta vivir, pero no duda en escoger la muerte, porque sin ninguna constricción cree en la doctrina de la resurrección y del juicio final, porque incluso si esta doctrina fuera también ilusión o error, consuela e ilumina la vida, sacándola de compromisos humillantes.
En cuanto a la muerte recibida, los textos discordan: en la pasión griega Apolonio muere después de que le parten las piernas, suplicio que recibe también su denunciante (aunque no se aclara por qué), mientras que en la armenia es decapitado, y ésta es la versión recogida en el Martirologio Romano. Su figura fue inscripta tarde en los martirologios cristianos, ya que no fue objeto de una precisa conmemoración en los primeros siglos; en el Medioevo fue confundido con otros dos santos del mismo nombre, Apolonio de Alejandría, y un Apolonio mártir que se celebraba el 18 de abril, fecha que durante mucho tiempo fue la del apologista, inscripto actualmente en el día 21.








San Beda el Joven, monje
fecha: 10 de abril
†: c. 883 - país: Italia
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa
Elogio: En Gavelo, en el territorio de Venecia, san Beda el Joven, monje, que, tras estar sirviendo durante cuarenta y cinco años al emperador, eligió servir al Señor en el monasterio el resto de su vida.
El cuerpo de este santo monje reposa hoy en la iglesia benedictina de Santa Escolástica de Subiaco, en una urna de plomo, luego de su último traslado en 1854. Sin embargo, antes de esto, estuvo en distintas ubicaciones, entre ellas en el monasterio benedictino de San Benigno de Genova, a donde había sido llevado en 1233, y respecto de lo cual se cuenta una curiosa anécdota: el P. Daniel Pappebrochio, SJ, uno de los bolandistas responsable de la noticia sobre este santo en Acta Sanctorum, dice que fue él personalmente al monasterio, pero se encontró con que los ingenuos monjes estaban completamente convencidos de que quien estaba enterrado allí no era otro que san Beda el Venerable, cuyo cuerpo habría sido trasladado desde Inglaterra hasta Italia... y allí hacían unas interpretacioens de manuscritos para sostener esta piadosa creencia. Luego de mucho batallar y mostrarles con pruebas de que no era así, sino que se trataba de un santo tocayo -también inglés- del gran Beda, los monjes terminaron aceptando la realidad del asunto.
Rebuscando entre manuscritos antiguos se encontró la «Vita S. Bedae» que los bolandistas reproducen. Es un documento interpolado y de escaso valor, muy tardío (del siglo XIV o XV), que narra fundamentalmente los traslados de las reliquias, que fueron a parar del monasterio de Santa María de Gavello, de donde Beda era monje, al este de Italia, a San Benigno de Génova, en el otro extremo. Sobre la vida del santo no sabemos en realidad más que lo que recoge el elogio del Martirologio Romano: que antes de ser monje fue funcionario en la corte de Carlomagno, y se retiró luego del mundo. Sin embargo, brilló por su especial don de milagros, tanto en vida como en su tumba, que fue muy venerada.
En 1906 la comunidad benedictina de Gavello obtuvo de la de Subiaco el retorno de algunas reliquias, y el culto local logró nuevo vigor, celebrándose desde 1907 la fiesta el tercer domingo de Adviento, fecha de ese traslado de reliquias. El Martirologio lo inscribe el 10 de abril, que es la fecha de muerte según la mencionada «Vita».








Fulberto de Chartres (St. Fulbert) (v. 960 - 1028obispo de Chartres, amigo y discípulo de Gerberto de Aurillac.
Santo de la Iglesia católica. Su festividad es el 10 de abril. Es el fundador y la personalidad más eminente de la Escuela de Chartres. Sabio de renombre, docente en ciencias profanas, teólogo y científico, ha pasado a la historia por ser el maestro de obras de la reconstrucción de la espléndida catedral de Chartres, después del incendio en la noche del 7 de septiembre de 1020.
Se ignora su lugar de nacimiento exacto y la fecha del mismo pero se estima que podía ser originario de Picardía. Su nombre proviene del alemán "volk" - pueblo y "bert" - brillante, la traducción sería algo así como "brillante del pueblo". Al contrario que sus predecesores y de sus sucesores en el episcopado de Chartres, todos hijos de familias nobles, Fulberto provenía de familia humilde. Se educó en Reims, donde muy probablemente recibió parte de su formación de parte del arzobispo Gerberto d’Aurillac, futuro papa de nombre Silvestre II, conocido por ser el "Papa del año mil". Está documentada su estancia en Reims a lo largo del año 984. Fue enviado luego a Chartres donde enseñó durante 20 años antes de ser nombrado obispo de esta ciudad a la edad de 50 años (en el año 1007). Allí fundó una escuela de gran fama y notoriedad, la Escuela de Chartres, de carácter neoplatónico y neopitagórico, que destacó principalmente en filosofíamatemáticas y astronomía, además de teología.
Fue preceptor de Roberto, hijo del rey Hugo Capeto quien más tarde, ya como rey Roberto II de Francia, conocido como "el piadoso" le nombraría obispo de Chartres, en 1007. Fue un obispo consciente de la necesidad de independencia de la Iglesia. Fue consejero de numerosos príncipes y reyes, entre otros de Inglaterra, Hungría y Dinamarca.
Muere el 10 de abril de 1028. Desde el 10 de abril de 1861, la Iglesia celebra su festividad en esta fecha.
Fue un afamado maestro en teología pero también enseñó gramática, retórica, dialéctica, aritmética y geometría. Fulberto fue calificado por sus contemporáneos como el «venerable Sócrates de la academia de Chartres». Un punto destacado requiere su enseñanza acerca de astronomía y del manejo del astrolabio, aprendido probablemente en Reims a través del arzobispo Gerberto quien había residido en Gerona y viajado por la España musulmana tomando contacto con la astronomía árabe.
Para Fulberto, el hombre había recibido en su nacimiento la marca divina. Su doctrina neoplatónica daba al hombre una reseñable libertad de decisión ante su creador. Haciendo una interpretación del capítulo tercero del Génesis que proviene de San Agustín los neoplatónicos consideraban al hombre agente totalmente responsable y por tanto libre en sus decisiones, de pecar o no pecar y con ello condenarse o no hacerlo. El pecado es así presentado como la desobediencia humana a la voluntad divina y el extravío del camino definido por Dios. Fulberto profesó gran devoción a la Virgen, que fue siempre el centro de su espiritualidad.
Debido tanto a su cargo y posición como a su profunda y extensa formación Fulberto mantuvo contacto constante y directo con los hombres más poderosos de su época. En este dominio, su talento se hizo notar tras el lamentable incendio de su catedral en 1020. Su carisma le permitió obtener financiación no solamente de los particulares y gremios de la ciudad, sino también de los grandes de Europa, incluidos algunos soberanos paganos como Knut, rey sajón de Dinamarca. 

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