jueves, 3 de mayo de 2018

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santos del 22 de mayo

Santa Joaquina de Vedruna Vidal (BarcelonaEspaña1783 - ibídem1854) fue una santa española fundadora de la Congregación de las Carmelitas de la Caridad, canonizada en 1959 por la Iglesia católica.


Santa Joaquina de Vedruna
Joaquima de V, Morell, 1903.jpg
NombreJoaquina de Vedruna Vidal
Nacimiento16 de abril de 1783
BarcelonaFlag of Spain.svg España
Fallecimiento28 de agosto de 1854 (71 años)
BarcelonaFlag of Spain.svg España
Venerada enIglesia católica
Beatificación1940 por Pío XII
Canonización1959 por Juan XXIII
Festividad22 de mayo
PatronazgoCongregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad - Vedruna



Biografía[editar]

Nació en Barcelona el 16 de abril de 1783. Su padre, Don Lorenzo de Vedruna, era un acaudalado miembro de la nobleza catalana y alto cargo del gobierno. Su familia era muy católica. La niña, desde muy pequeña, tuvo mucha devoción al Niño Jesús y a las benditas almas. Algo que la caracterizó desde sus primeros años fue un gran amor a la limpieza. No toleraba ninguna mancha de mugre en sus vestidos. Y esto la fue llevando a no tolerar tampoco manchas de pecado en su alma. Por parte de algunos sectores de la Iglesia se ha querido ocultar el origen aristocrático de la familia. Por su gran amor a Dios, quiso ingresar a las Carmelitas Calzadas a la edad de doce años, pero la superiora entendió que no tenía la madurez suficiente para tal decisión, le recomendó ir a casa y hacer caso a sus padres. Tomó matrimonio con Teodoro de Mas, de aristocrática familia de Vich, a los 16 años, con quien tuvo nueve hijos y bastantes nietos. Teodoro también tenía una vocación religiosa no realizada, eso los unía. Él era abogado pero en las guerras napoleónicas debió ir a pelear a Francia. Por ello, a diferencia de la mayoría de las santas mujeres, que mayoritariamente no formaron familia propia, Joaquina se distingue por haber tenido conocimiento del mundo, en cuanto a los que significa tener a sus hijos enfermos, tener dificultades económicas, tener a su marido enfermo, enviudar. A los 47 años fundó la Comunidad de las hermanas Carmelitas de la Caridad, y al morir a los 71 años había fundado conventos, escuelas y hospitales en diversos sitios de España.
Enoblecimiento familia vedruna

Vida religiosa[editar]

Sin embargo Joaquina dedicó el resto de su vida a actividades de enseñanza y asistencia de enfermos, para lo cual su director espiritual, el capuchino Esteban de Olot le sugirió que fundara en 1826 la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad. El obispo de VichPablo Jesús Corcuera, de origen gaditano, le pidió que fuera de inspiración carmelita, por la gran devoción a la Virgen del Carmen que se tenía y aún se tiene en Cádiz. El mismo obispo escribió la regla el 6 de febrero de 1826 y el 26 de febrero de ese mismo año, ella y otras ocho mujeres pronunciaron los votos.
Tras su destierro en Francia entre 1839 y 1843 a causa de sus ideas carlistas,12​ regresó y fundó veintidós comunidades a pesar de los desafíos producidos por la inestabilidad política. La congregación se expandió por EspañaHispanoamérica y Asia. El carisma de Vedruna, que tiene un importante movimiento laical, se orienta a la educación y el cuidado de los enfermos. También envió a un grupo de hermanas para que llevaran su mensaje a un pueblo de la provincia de Buenos Aires (Argentina) llamado Suipacha. Cuando llegaron abrieron el Colegio Nuestra Señora del Carmen.

Fallecimiento y canonización[editar]

El cuerpo incorrupto de Santa Joaquina de Vedruna.
Por último, la enfermedad la obligó a abandonar su puesto como superiora de la orden y, aunque falleció debido a un brote de cólera en Barcelona, durante los cuatro últimos años de su vida fue víctima paulatina de parálisis. Falleció el 28 de agosto de 1854 a la edad de 71 años.
Joaquina era conocida por su gran sentido de la oración, confianza profunda en Dios y caridad desinteresada. Fue beatificada por el papaPío XII en 1940 y canonizada en 1959 por el papa Juan XXIII.
Su festividad se celebra el 22 de mayo.






22 de mayo
 Santa Joaquina de VedrunaFundadora
Año 1854
Santa Joaquina VedrunaJoaquina significa: "Dios dispondrá".
Esta es una santa que duró casada hasta los 33 años. Tuvo ocho hijos y bastantes nietos. A los 47 años fundó la Comunidad de las hermanas Carmelitas de la Caridad, y al morir a los 61 años había fundado conventos, escuelas y hospitales en diversos sitios de España.
Nació en Barcelona, España, en 1773. Su padre, Don Lorenzo de Vedruna, era rico y alto empleado del gobierno. Su familia era muy católica.
La niña desde muy pequeña tuvo mucha devoción al Niño Jesús y a las benditas almas.
Algo que la caracterizó desde sus primeros años fue un gran amor a la limpieza. No toleraba ninguna mancha de mugre en sus vestidos. Y esto la fue llevando a no tolerar tampoco mancas de pecado en su alma.
A los doce años sintió un gran deseo de ser religiosa carmelita. Pero las monjitas no la aceptaron porque les parecía muy niña todavía para decidirse por la vocación religiosa.
A los 26 años, en 1799, contrae matrimonio con un rico hacendado, don Teodoro de Mas, muy amigo de su padre, y empleado oficial como él. Teodoro estimaba mucho a las tres hijas de Don Lorenzo y para decidirse por una de ellas les llevó un pequeño paquetico de dulces de regalo. Las dos primeras lo rechazaron como un regalo demasiado infantil, pero Joaquina lo aceptó con alegría exclamando: "Me encantan las almendras". Este gesto de humildad decidió al joven a elegirla como esposa.
Al principio de su matrimonio sentía a veces serios escrúpulos por no haber seguido la vocación de religiosa que de niña tanto le llamaba la atención, pero su esposo la consolaba diciéndole que en la vida de hogar se puede llegar a tan alta santidad como en un convento y que con sus buenas obras de piedad iría reemplazando las que iba a hacer en la vida religiosa. Esto la tranquilizó. 16 años vivió con su esposo, y Dios le regaló ocho hijos. Y como premio a su sacrificios, cuatro hijas se hicieron religiosas, y varias de sus nietas también.
Cuando Napoleón invadió España; el esposo de Joaquina se fue al ejército a defender la patria y participó valerosamente en cinco batallas contra los invasores. Joaquina y sus niños tuvieron que abandonar la ciudad de Barcelona y huir hacia la pequeña ciudad de Vich.
Cuando Joaquina y sus hijos andaban por la llanura huyendo, de pronto apareció una misteriosa señora y la condujo hasta Vich a casa de una familia muy buena, que los recibió con gran cariño. Enseguida la Señora desapareció y nadie pudo dar razón de ella. Joaquina creyó siempre que fue la Sma. Virgen quien llegó a auxiliarla.
Un día mientras estaba rodeada de su familia, le pareció oír una voz que le decía: "Pronto te vas a quedar viuda". Ella se preparó a aceptar la voluntad de Dios, y a los dos meses, aunque su esposo gozaba de buena salud, y apenas tenía 42 años, murió imprevistamente. Joaquina quedaba viuda a los 33 años, y encargada de ocho hijitos.
Desde aquel día dejó todos sus vestidos de señora rica. Y se dedicó por completo a ayudar a los pobres y a asistir a los enfermos en los hospitales. Al principio la gente creía que se había vuelto loca por la tristeza de la muerte de su esposo, pero pronto se dieron cuenta de que lo que se estaba volviendo era una gran santa. Y admiraban su generosidad con los necesitados. Ella vivía como la gente más pobre, pero todas sus energías eran para ayudar a los que padecían miseria o enfermedad.
Durante diez años estuvo dedicada a penitencias, muchas oraciones y continuas obras de caridad, pidiéndole a Dios que le iluminara lo que más le convenía hacer para el futuro. Cuatro de sus hijas se fueron de religiosas y los otros cuatro hijos se fueron casando, y al fin ella quedó libre de toda responsabilidad hogareña. Ahora iba a poder realizar su gran deseo de cuando era niña: ser religiosa.
Se encontró providencialmente con un sacerdote muy santo, el Padre Esteban, capuchino, el cual le dijo que Dios la tenía destinada para fundar una comunidad de religiosas dedicada a la vida activa de apostolado. El sabio Padre Esteban redacta las constituciones de la nueva comunidad, y en 1826, ante el Sr. Obispo de Vich, que las apoya totalmente, empieza con ocho jovencitas su nueva comunidad a la cual le pone el nombre de "Carmelitas de la Caridad".
Pronto ya las religiosas son trece y más tarde cien. Su comunidad, como el granito de mostaza, empieza siendo muy pequeña, y llega a ser un gran árbol lleno de buenos frutos. Ella va fundando casas de religiosas por toda la provincia.
Tuvo Santa Joaquina la dicha de encontrarse también con el gran apóstol San Antonio María Claret cuyos consejos le fueron de gran provecho para el progreso de su nueva congregación.
Vino luego la guerra civil llamada "Guerra Carlista" y nuestra santa, perseguida por los izquierdistas, tuvo que huir a Francia donde estuvo desterrada por tres años. Allí recibió la ayuda muy oportuna de un joven misteriosos que ella creyó siempre haber sido San Miguel Arcángel, y Dios le preparó en estas tierras a una familia española que la trató con verdadera caridad.
Al volver a España, quizás como fruto de los sufrimientos padecidos y de tantas oraciones, empezó a crecer admirablemente su comunidad y las casas se fueron multiplicando como verdadera bendición de Dios.
En 1850 empezó a sentir los primeros síntomas de la parálisis que la iba a inmovilizar por completo. Aconsejada por el Vicario Episcopal renunció a todos sus cargos y se dedicó a vivir humildemente como una religiosa sin puesto ninguno. Aunque conservaba plenamente sus cualidades mentales, sin embargo dejó a otras personas que dirigieran la Congregación. Dios le suscitó un nuevo y santo director para su comunidad, el Padre Bernardo Sala, benedictino, quien se propuso dirigir a las religiosas según el espíritu de la santa fundadora.
Durante cuatro años la parálisis se fue extendiendo y la fue inmovilizando por completo hasta quitarle también el habla. Vino luego una epidemia de cólera, la cual acabó con su vida y el 28 de agosto de 1854 pasó santamente a la eternidad.
Antes había tenido el gusto de ver aprobada su Comunidad religiosa por la Santa Iglesia en 1850. Y desde entonces ha venido ayudando de manera prodigiosa a sus religiosas que se han extendido por muchos países.
La Comunidad de Carmelitas de la Caridad tiene ahora 290 casas en el mundo con 2,724 religiosas. 40,079 niñas son educadas en sus colegios y 4,443 personas soln atendidas en sus hospitales.
Fue declarada santa por el Papa Juan XXIII en 1959 (siendo ella la primera persona que canonizó este Pontífice).
Santa Joaquina: sin hacer milagros en vida, y siendo una sencilla madre de familia, una esposa afectuosa, y una mujer que tuvo que sufrir mucho en la tierra, y que dedicó sus grandes energías en ayudar a los necesitados, sea para nosotros un modelo para imitar, y una poderosa protectora que ruegue por nuestra santificación y la salvación. Que Dios nos mande muchas santas como ésta, muchas Joaquinas más.











Santa Rita de Casia (en italianoRita da Casciabautizada con el nombre de Margherita Lotti;Roccaporena, 1381 - Cascia1457) fue una religiosa italiana y una de las santas más populares de la Iglesia católica.[cita requerida] Su nombre es probablemente una abreviación de Margherita. Sus símbolos representativos son las rosas y los higos.

Santa Rita de Casia
Santa Rita Cascia.jpg
Imagen más antigua de Rita de Casia (1457)
Santa
NombreMargherita Lotti
Nacimiento1381
RoccaporenaItalia
Fallecimiento22 de mayo de 1457
CasciaItalia
Venerada enIglesia católica
Beatificación1627 por Urbano VIII
Canonización24 de mayo de 1900 por León XIII
Festividad22 de mayo
AtributosCruz, corona de espinas, rosas, higos
PatronazgoCausas imposibles, problemas maritales


Biografía[editar]

Rita nació en la aldea de Roccaporena, 5 km al oeste del pueblo de Cascia (provincia de Perugia, región de Umbría) en 1381 y falleció el 22 de mayo de 1457.
Nació de padres mayores. A pesar de que quería ser monja, cuando tenía 14 años de edad1​ sus padres la casaron con un hombre del pueblo llamado Paolo Mancini. Su esposo le causó muchos sufrimientos, pero ella se consolaba en la oración y le devolvió su crueldad con bondad, logrando su conversión a Cristo con el paso de los años.
Tuvieron dos hijos mellizos, Jacobo y Paolo. Un día Manccini —que trabajaba como sereno de la aldea de Rocca Porena y tenía muchos enemigos por sus fechorías pasadas- fue emboscado y asesinado. Una vez viuda, pero aliviada ya que había logrado que Paolo muriera en paz, Rita pidió la admisión al monasterio de las agustinas de Santa María Magdalena, en Cascia (establecido en 1256). Pero no fue aceptada debido a que sólo se permitían vírgenes. Un año más tarde (1417) también murieron sus dos hijos púberes. Fallecieron ambos al mismo tiempo, de muerte natural. Rita los había preparado plenamente para encontrarse con Cristo. Con un amor heroico por sus almas, le había suplicado que ambos adolescentes murieran, porque temía que estuvieran planeando vengar el asesinato de su padre (la ley de la vendetta). Habrían cometido así el pecado de la venganza, lo que hubiera condenado sus almas eternamente. Ambos se enfermaron y murieron, también pidiendo perdón a su madre por todos los dolores que le habían causado.
Ya sin obligaciones familiares, Rita fue aceptada en el convento, recibió los hábitos de monja, y más tarde realizó su profesión de fe. Tenía 36 años. En el convento, Rita se entregó a una vida de oración y penitencia.

Estigmatizada[editar]

De acuerdo a la tradición en 1428, una madrugada Rita recibió de manos de Cristo una larga astilla de maderaclavada en el hueso de la frente. Se trataba de un estigma divino: la marca de la corona de espinas que Jesucristo había exhibido en la cruz. Le extrajeron la astilla y la guardaron como reliquia sagrada. Cada madrugada el estigma se le volvía a abrir por sí mismo, hasta que empezó a expeler un fuerte olor inmundo, que se mantuvo milagrosamente el resto de su vida.
En 1453 Rita cayó en cama gravemente enferma. Desde ese momento, estando siempre atendida por novicias, la herida de su frente gradualmente se cerró, pero Rita pasó los últimos cuatro años de su vida con infecciones en la sangre.

Las rosas de Rita[editar]

Uno de los símbolos de santa Rita es la rosa. En su vejez, ella contaba que su marido le prohibía dar de comer a los pobres. Un día en que estaba saliendo de su casa con un pan bajo sus ropas, Mancini la confrontó y le quitó el vestido: pero el pan se había convertido milagrosamente en rosas. Esta historia también se cuenta que le sucedió a Santa Isabel de Portugal y a san Diego de Alcalá.
Al final de su vida, la visitó su prima de su aldea de Rocca Porena. Le preguntó si quería algo y Rita le pidió que le llevara una rosa del jardín del convento. En pleno invierno, la prima creyó que no encontraría nada, pero cuál no sería su sorpresa al encontrar un pimpollo de rosa. Se lo llevó a Rita. Esa rosa representaría el amor de Cristo hacia Rita, y la capacidad de Rita de interceder por las causas imposibles.
Generalmente se la pinta sosteniendo rosas, o con rosas apoyadas en el piso a sus pies. El día de su fiesta, el 22 de mayo, las iglesias de Santa Rita o las regentadas por la Orden de San Agustín, en todo el mundo, distribuyen rosas a los participantes devotos y durante la misa el sacerdote las bendice.

Las abejas de Santa Rita[editar]

Narra la leyenda que, inmediatamente después de ser bautizada, abejas blancas entraban y salían de la boca de Rita sin hacerle daño.
No se duda de que este episodio de las abejas pertenece a la primera tradición ritiana, pero no se lo considera necesariamente como un fenómeno sobrenatural. De todas el papa Urbano VIII manifestó un gran interés y, además de llevarlas en su escudo pontifical, se preocupó en persona de estudiar el comportamiento de esta especie de abejas que, al parecer, son únicas en el mundo. Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas, pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. Esta se descubrió más tarde en su nido en el monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia.
Aún hoy, en el antiguo monasterio donde Rita vivió y murió como monja agustina, se encuentran a las abejas "murarias", llamadas así porque habitan en los muros. Aunque la devoción popular ha preferido llamarlas "abejas de Santa Rita" por haberlas relacionado con aquellas misteriosas abejas que rodearon su cuna pocos días después de su bautismo.
Pero en Casia las "abejas de santa Rita" no sólo viven en los muros del monasterio, sino que también junto a éste. Así lo ha querido la Beata Teresa de Casia (Madre Teresa Fasce) que en 1938 fundó la "colmena de Santa Rita", una obra donde niños carenciados reciben ayuda para crecer fuertes, y emprender luego el vuelo de la vida.
Según una tradición, desde que era bebé, mientras dormía en una cesta, abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel sin hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus padres. Uno de los campesinos, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido. Su brazo se sanó inmediatamente.
Después de 200 años de la muerte de Santa Rita, algo extraño ocurrió en el monasterio de Cascia. Las abejas blancas surgían de las paredes del monasterio durante Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de mayo, cuando retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año. Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al monasterio.

Muerte[editar]

Cuerpo incorrupto de Santa Rita situado en la Basílica de Santa Rita en CasciaItalia.
Rita murió en el convento agustiniano el 22 de mayo de 1457 a la edad de 76 años. La gente se agrupó en el lugar para mostrar los últimos respetos a su cadáver, que emitía una intensa fragancia dulce (como si hubiera sido embalsamado). Su cuerpo se conserva hasta la actualidad (aunque muy deshidratado). Empezaron a correr rumores de que por intercesión de la monja, sucedían curaciones milagrosas. Así la devoción hacia Rita se extendió por toda Italia.

Canonización[editar]

Rita fue beatificada por el papa Urbano VIII en 1627, cuyo secretario privado Fausto Cardinal Poli había nacido a 15 km de Roccaporena, que había sido el lugar de nacimiento de Rita).
El 24 de mayo de 1900 fue canonizada por el papa León XIII.
La fiesta de Santa Rita es el 22 de mayo.

Patronazgos[editar]

Santa Rita es patrona de:
  • Las enfermedades
  • Las heridas
  • Los problemas maritales
  • Las causas imposibles
  • Las pérdidas
  • El abuso
  • Las madres
  • Los matrimonios
  • La familia
  • La paz
  • De los casos difíciles y desesperados
  • Las causas perdidas

A raíz de su beatificación, a principios del siglo XX se construyó un gran santuario de Santa Rita en Cascia, la Basílica de Santa Rita de Casia. Éste, y una casa en Rocaporena construida en el sitio donde se cree que estaba su casa natal, son los dos lugares de peregrinación más activos de Umbría.
En España se la llama la santa de los imposibles y abogada de sus causas.
En la Argentina, es patrona de Esquina, en la provincia de Corrientes.

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