viernes, 22 de mayo de 2015

historia de civilizaciones antíguas - sumeria


Ama-gi es una palabra sumeria que expresa la manumisión de los esclavos. Traducida literalmente, significa "retorno a la madre" en la medida que los antiguos esclavos "retornaban a sus madres" (i.e., liberados).1 Se cree que es la primera expresión escrita del concepto de libertad, siendo encontrada en documento de arcilla escrito alrededor del año 2300 a. C. en la ciudad-estado de Lagash.2
La inscripción corresponde al tiempo en que Urukagina asumió el poder en la región de Lagash, tras una revuelta contra los aumentos masivos de impuestos, cuando él permitió a grandes segmentos de la población abandonar los servicios compulsivos. Toda la reforma fue designada como "amar-gi", lo que significa que estaban en libertad para regresar a casa, e incluyó también la eliminación de muchas restricciones impopulares y la devolución de sus propiedades incautadas.2
La escritura cuneiforme Ama-gi ha sido adoptada como símbolo de varias agrupaciones libertarias, popularizándola.3 El periódico de laHayek Society del London School of Economics se titula Ama-gi.4 Una versión del símbolo es usada como logotipo de marca de la firma editorial de Estados Unidos, Liberty Fund.2 5 En Perú el símbolo es usado por el Instituto Político para la Libertad.6 En Costa Rica se formó un instituto liberal llamado Amagi.





Aratta fue un antiguo estado situado en algún lugar de Oriente Medio o Asia meridional, cuyos orígenes pueden situarse aproximadamente entre 2500-2100 a. C. Es mencionado en las leyendas sumerias más antiguas, en particular en Enmerkar y el señor de Aratta, como un país rico y montañoso, situado "río arriba", y gobernado por un rey llamado Ensuh-keshdanna, que compite conEnmerkar, rey de Uruk. Los dos principales candidatos a la identidad de Aratta son las regiones montañosas de lo que después seríaUrartu, el primer imperio armenio de la historia, y la recientemente descubierta civilización de Jiroft, en el sureste de Irán.
Aratta era conocida por sus metales, minerales y artesanos.1 Era también una fuente de plata, oro y lapislázuli.2 Se dice que la diosaInanna se trasladó de Aratta a Uruk, jugando un papel que podría describirse como "fabricante de reyes".- ..................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=6b6b75a4a4a607438fb1645b7a135c3127687d30&writer=rdf2latex&return_to=Aratta


Durante la primera dinastía de Uruk en Mesopotamia, cuando los templos religiosos eran los palacios de la regencia y los reyes sus sumos sacerdotes – “Kish fue abatida por las armas; La realeza pasó a Eanna (templo de Annu)”, así nos lo transmite la lista real sumeria -, aparece la figura, a la vez histórica y mítica, de Enmerkar, “Señor de Uruk” entre el  2690-2650 a.c. aprox., y a quien se atribuye la construcción del ziqqurat de la “Señora de los Cielos”, la diosa Inanna, dentro del recinto sagrado de Eanna – La “Ishtar” acadia, “Diosa de Fertilidad y de la Guerra”, hija del dios lunar  Nannar/Sin y Ningal y gemela de Utu/Shamash, el dios Sol. Conforman la tríada de dioses principales del panteón semítico mesopotámico -. Si bien el conocimiento histórico de Enmerkar es ténue,  por el contrario su protagonismo en la denominada “Épica sumeria” engrandece su presencia. Poemas como “Enmerkar y el Señor de Aratta”“Enmerkar y Ensuhesdanna” y Lugalbanda y Enmerkar”, así como “Lugalbanda en la cueva de la montaña” – Lugalbanda, vasallo/héroe del rey Enmerkar y posterior sucesor – le dán un lugar relevante, junto con Gilgamesh,  en la literatura sumeria del periodo dinástico arcáico.
« … Escucha (dice Inanna..) que tu embajador suba con el mensaje a la cordillera de Zubi que baje con él de ellas, que las gentes de Susa hasta las montañas de Anshan le saluden como ratoncillos por respeto hacia mí, y que las gentes de todas las grandes cordilleras, que se han poblado por sí solas ¡A una palabra, que se arrastren en el polvo por respeto a él! ¡Aratta se someterá por mí! » Pasaje del poema “Enmerkar y el Señor de Aratta” Texto neo-sumerio. Siglo XXI a.c. (sobre una versión anterior con posible datación en la primera mitad del III milénio)
Nota sobre el texto:  Si bien en esta traducción, que nos proporciona F. Lara, “Zubi” aparece como nombre de una cordillera, los Montes Zagros,  en otras interpretaciones  del término sobre textos de “Sargón en tierras extranjeras” (J.G. Westenholz,  sobre RGTC, 2-3) nos dan la alternativa de “cruce de un canal”. También  se alude, en la versión hittita del citado texto, “el cruce del río Aranzah”, nombre hittita para el río Tigris (KBO 22,6 y 16-20, Güterboek),  y que parece rubricar tal alternativa.
No cabe duda que el origen de la cultura  sumeria ha sido tema harto especulativo, y que una de las vertientes ha sido el estudio de la poética  con protagonismo en los albores del periodo histórico sumerio como posible fuente de adquisición de teorías. Textos, que en su generalidad, nos transmiten bastantes vocablos que no se consideran ni sumerios, ni semitas, así como otras peculiaridades – caso de término “Kur” que define tanto a “país” como a” montaña”, ó  “Kur.gal” , epíteto del mismo dios En.lil, “la Gran Montaña” , así como el hecho que unos residentes en zonas aluviales costeras, ó en llanuras, tengan conocimientos  avanzados, para su tiempo,  de metalurgia y cantería – . Varias son las teorías que sustentándose en estas corroboraciones afirman no sólo lo externo de los principios culturales mesopotámicos, como es mi caso, si nó incluso su propia procedencia como pueblo, ubicándola en Anatolia, – basándose en similitudes de formas y composición de cerámicas y sus características montañosas – en las costas del Mar Caspio –  Según el texto “Enki y Ninmah”, el nacimiento de la agricultura aconteció en la ciudad de Kharali cerca del lago Urmia,  que por otro lado es una zona rica en minerales,  y del cual se  posee la  evidencia de semejanzas en las edificaciones de tipo “terraza” encontradas en los yacimientos de Turkmenistán, norte de Irán ó Afghanistán, con construcciones templarias sumerias – y Oeste de la India y Pakistán – en base a argumentos raciales y lingüísticos, culturales y arqueológicos, caso ejemplar de estos últimos, la utilización de nácares, conchas marinas y cilindros-sello -,siendo aquí, y en este contexto, cuando adquiere significación la teórica ubicación de la ciudad de Aratta.

Actual mapa político meseta iránia (desplegar..)
¿Donde está Aratta y que protagonismo tiene en la controversia sumeria..? La posible ubicación de la ciudad, hoy en día, deja mucho de estar confirmada. Existen cuatro principales teorías (1978-): La primera que se encuentre en las estribaciones sur occidentales del Caspio – defendida por G. Hermann, basándose en la explicaciones antes mencionadas y que han sido rebatidas al establecer la localización de Anshan en la provincia sur occidental iraní de Fars (Tall-i-Maylan)  – , dos alternativas que la sitúan en provincias del sur del actual Irán – que  es la dual opción de S.N. Kramer (2007) –, demás occidental a más oriental, Kerman – defendida por Yusuf  Madjidzadeh en su relación con los descubrimientos arqueológicos realizados en Jiroft – y Sistan i Beluchistán – sostenida por Hansman y que identifica Aratta con el yacimiento del II y III milénio a.c., si nó anterior, de Shahr-i-Sokhta cerca del río Helmand – y por último la mantenida por Sol Cohen (1973)  dentro del conjunto que forman las provincias de Hamadan, Nahavan, Kermanshah y Sanandaj en el noroeste de Irán.

Meseta de Irán. Mapa de biotopos. Se supone similar al de IV milénio a.c. (desplegar...)
Un dato importante a tener en cuenta, como es la climatología,  nos lo facilita Crawford ,”Dilmun and its Gulf neighbours”, asegurándonos la no existencia de cambios pluviales y  de  insolación importantes en la meseta iraní desde el VI milénio, y por tanto de fauna y flora. Hecho que , según Madjidzadeh, desvirtuaría la hipótesis de Hansman al no aparecer en el relato sumerio ninguna alusión al “Gran  Desierto de Sal”  ó “Dash-e-Lut” en la provincia de Kerman. Si bien esta suposición deniega la posibilidad de un hecho evidente, y es que la antigüa ruta terrestre comercial mesopotámica cruzaba la zona dejando el desierto al norte y que concuerda con los derroteros utilizados por la “Ruta de la Seda” , durante los siglos II d.c. y posteriores, en su conexión sur irano-iraquí  en dirección a la actual provincia de Sostan i Beluchistan. Esta afirmación no es óbice para poner en duda que los restos correspondientes al IV y III milenio a.c. encontrados en Jiroft no correspondan a un importante nudo comercial, y de comunicaciones, entre las culturas mesopotámicas, la región iránia de los Zagros-Caspio y del Valle del Indo.
¿Y que protagonismo tiene Aratta en la controversia sumeria..? Volviendo al texto del “Enmerkar y el Señor de Aratta”, el cual nos refiere las “tiranteces” político-económicas entre el reino de Uruk y el de Aratta. Éste escrito nos proporciona una serie de posibles aseveraciones tales como un mas que posible potencial económico y cultural del asentamiento de Aratta.
« ¡Hermana mía! (Refiriéndose a Inanna…) Que la ciudad de Aratta trabaje con destreza el oro y la plata para Uruk, que me corte  claro lapislázuli en bloques, y que con el ámbar y brillante lapislázuli construya una montaña (ziqqurat..) pura ¡ Que Aratta edifique en un sitio elevado el exterior de tu morada, la casa baja del Cielo! (…) ¡Que Aratta se someta a Uruk, que el pueblo de Aratta baje para mí piedra de la montaña! ¡Que con esa piedra me construya el Urugal..!  » Pasaje de “Enmerkar y el Señor de Aratta”.
Potencial al que se añade la supuesta posesión de los “me” sagrados y que según el texto, Inanna, al cambiar su residencia a Uruk desde Aratta,  trae consigo. Los “me” son las esencia de la cosas, son los poderes creativos, regenerativos y moldeadores de todo lo que existe – aparece una explicación valorativa de su función en el poema “Inanna y Enki” donde Enki, en su embriaguez, cede todos su “me” a la diosa. Enki, entre otras atribuciones, es la personificación de la sabiduría y de la civilización (compatibilizar su  relación con los apkallu)  y cuya máxima expresión de la civilización transmitida por la diosa, en el texto, es la presentación de una “escritura propia” uruquita al soberano de Aratta –

Cilindro-sello. III milénio a.c. Jiroft. Irán. Figuran serpientes entrelazadas, a modo de caduceo, junto a otros seres con detalles zoomórficos. (tal vez dos hombres-toro. Los "kusarikku". mesopotámicos)
Si bien es cierto que existen dos posibles interpretaciones generales al texto, por un lado la de F. Lara que nos propone una relación colonial de Uruk sobre Aratta, tratándo el relato como el intento de secesión de ésta última – El texto nos proporciona la información de la existencia de un templo a Inanna en Aratta, y  por tanto competidor del “giparu” de Uruk -, mientras que una segunda opción,  sostenida por S. Kramer,  nos dicta un intento ó proceso de conquista y que concordaría con el guión de “episodios nacionales” a los que nos dirigen los textos  – Es de notar que  las excavaciones realizadas en Jiroft, y según Madjidzadeh, nos direccionan a la existencia de un templo escalonado de mayores dimensiones que el Eanna – y que nos hacen suponer, si nó una posición superior de la ciudad iránia, si cuando menos una paralela al reino mesopotámico.
Es de considerar que nuestros generales postulados actuales sobre la composición cultural  del mundo en el periodo que comprende el final del IV y principios del III milenio a.c.,  si nó antes,  posiblemente deban de ser revisados. Hemos de ser conscientes que, tal vez,  ya no quepa una exclusiva “cuna de la civilización occidental” ligada  a los valles del Tigris, Eufrates y sus sinérgicos anexos ; Es más, habría que preguntarnos  si nó se trataría más que de una mera “prolongación” de otras civilizaciones más antiguas, ó bien sus equivalentes en el tiempo,  que pudieron surgir dentro de un contexto más extenso  y que incluiría tanto la meseta iránia y el Caspio, como otras regiones asiáticas más orientales tales que el actual Afghanistán, Pakistán, India ó  incluso Turkmenistán y que evidentemente, como nos concluye el texto,  influyeron fuertemente en la temprana cultura sumeria.

Fig. 74



Aunque, en términos generales, se sostiene que las evidencias de los orígenes mesopotámicos de la civilización del Indo y de los contactos entre Sumer y el valle del Indo se limitan a unos cuantos restos arqueológicos, creemos que existen también evidencias textuales que confirman estos lazos.

De interés particular resulta un largo texto al que los expertos llaman Enmerkar y el Señor de Aratta, cuyo fondo es el de la subida al poder de Uruk (Erek en la Biblia) y de Inanna.

Este texto describe Aratta como la capital de un país situado más allá de las cadenas montañosas y más allá de Anshan, es decir, más allá del sudeste de Irán. Ahí es, precisamente, donde se encuentra el valle del Indo; y expertos como J. van Dijk (Oñentaüa 39,1970) han supuesto que Aratta era una ciudad «situada en la meseta iraní o junto al río Indo».

Pero los más sorprendente de todo es el hecho de que, en el texto, se habla de los silos de cereales de Aratta. Era un lugar en donde «el trigo crecía solo, y las judías también crecían solas» -las cosechas se acumulaban y se almacenaban en los depósitos de Aratta. Más tarde, con el fin de exportarlo, «metían el cereal en sacos, los cargaban en cajas de carga y los ponían en los costados de los burros de transporte».

La ubicación geográfica de Aratta, y el hecho de que sea un lugar famoso por sus judías y sus cereales almacenados, lleva necesariamente a pensar en la civilización del Indo. Y lo cierto es que uno llega a preguntarse si Harappa o Arappa no será el eco presente de la antigua Aratta.

El antiguo texto nos remonta a los comienzos del reino de Erek, cuando un semidiós (el hijo de Utu/Shamash y de una mujer humana) se convirtió en sumo sacerdote y rey en el sagrado recinto a partir del cual se desarrollaría la ciudad. Hacia el 2900 a.C, le sucedió su hijo Enmerkar, «que construyó Uruk», según las Listas Sumerias de los Reyes, transformándola, de la morada nominal de un dios ausente (Anu), en el principal centro urbano de una deidad reinante.

Y consiguió esto al convencer a Inanna para que eligiera Erek como su sede de poder, y al agrandar para ella el templo de Eanna («Casa de Anu»). Por este antiguo texto sabemos que, primero de todo, Enmerkar pidió de Aratta que contribuyera en la ampliación del templo con «piedras preciosas, bronce, plomo, losas de lapislázuli», así como con «hábiles trabajos de oro y plata», para que el Monte Sagrado que se estaba elevando para Inanna fuera digno de la diosa. 

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