domingo, 24 de mayo de 2015

santos cristianos


San Cecilio (siglo I o II?) es un santo de la Iglesia Católica considerado mártir.
Según una tradición cristiana medieval recogida en la leyenda de los siete varones apostólicos1 y el Códice Emilianense,2 documentos del siglo X basados en textos más antiguos, fue uno de los siete varones apostólicos, discípulos del apóstol Santiagoenviados a evangelizar a Hispania por san Pedro y san Pablo. Es considerado primerobispo de Ilíberis y desde finales del siglo XVI venerado como patrono de Granada y suarchidiócesis.
Tras la Reconquista, basándose en la tradición medieval y buscando enlazar la nueva Iglesia de Granada con sus más remotos orígenes en la comunidad cristiana de Ilíberis, una de las primeras parroquias creadas en la ciudad fue la de san Cecilio, aunque se veneraba a san Gregorio Bético o de Elvira como patrón.3 La extraordinaria aparición entre 1588 y 1599 en la torre Turpiana y en el Sacromonte —entonces monte de Valparaiso—, de una serie de reliquias, entre ellas las supuestas cenizas de san Cecilio, una lámina que indicaba que su martirio tuvo lugar en el monte Ilipulitano en el segundo año del imperio de Nerón y los Libros plúmbeos, intensificaron la devoción y el culto al santo obispo en Granada. A pesar de la polémica suscitada por los hallazgos, considerados actualmente un intento sincrético de la comunidad morisca para evitar laexpulsión que finalmente acabó produciéndose, un concilio local celebrado en 1600declaró auténticas las reliquias encontradas, mientras que los Libros plúmbeos, tras numerosas vicisitudes, fueron declarados falsos y condenados por un breve apostólicode Inocencio XI en 1682. A raíz de estos acontecimientos, se cambió la fiesta litúrgica de san Cecilio del 15 de mayo, fecha en que se celebraba junto a los otros seis varones apostólicos, al 1 de febrero, fecha del martirio según una de las láminas encontradas. Para venerar los restos, se creó, con el impulso del arzobispo de Granada Pedro de Castro, la Abadía del Sacromonte, lugar donde actualmente se conservan. Aunque no se proclamara oficialmente como tal, san Cecilio ha sido considerado desde entonces patrono de Granada y su archidiócesis.


San Cecilio
Martirio de san Cecilio.Heylan.png
Martirio de san Cecilio, zona central de un grabado deFrancisco Heylan realizado para la Historia eclesiántica de Granada de Justino Antolínez de Burgos
Nacimientosiglo I
Fallecimiento1 de febrero de 55
Granada
Venerado enIglesia católica
Principal SantuarioSacromonteGranada
Festividad1 de febrero (fecha de su martirio)
AtributosMitrabáculopectoralcapa pluvial y un libro
PatronazgoGranadaLa GarnatillaPicena



CECILIO
De la raíz latina caecus , en su forma diminutiva caéculus, proceden los nombres romanos Cecilio y Cecilia, que pasaron luego al cristianismo. Mientras fue un nombre exclusivamente romano, se usó más en masculino que en femenino; pero al pasar a nombre cristiano, fue tal el prestigio de la mártir Santa Cecilia, que se convirtió éste en nombre muy valorado, quedando en un segundo plano el masculino.
San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los que la tradición llama "varones apostólicos" enviados a España por San Pedro y San Pablo a predicar el evangelio. Los otros seis son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio. La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta que San Cecilio fue obispo de Illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano. Pero la larga dominación árabe destruyó todos los rastros de cristianismo. Granada estuvo bajo los sarracenos casi ochocientos años; no los suficientes para perderse la memoria y la tradición, pero sí para no quedar ni rastro de documentos ni reliquias. San Cecilio es patrón de Granada, y su fiesta se celebra el 1 de febrero.
Otros dos santos con este nombre conmemora la Iglesia: San Cecilio obispo de Elvira, que murió el año 65 y cuya fiesta se celebra también el 1 de febrero, y San Cecilio presbítero de Cartago. Su fiesta se celebra el 3 de junio. La divina Providencia puso en sus manos la conversión del gran San Cipriano. Su bautizo tuvo lugar el 18 de abril del año 246. Poco después, al morir el obispo Donato, fue elegido Cipriano, el discípulo de Cecilio, para ocupar la sede episcopal, llegando a ser uno de los más grandes obispos que tuvo la diócesis de Cartago.
Entre los Cecilios famosos no podemos olvidar al gran Cecilio Metelo, jefe militar y político romano, cónsul en 251 y 247, jefe de la caballería, soberano pontífice del 243 hasta su muerte, dictador en 224. Venció a los cartagineses en Sicilia y quedó ciego al salvar al Pal.ladium de un incendio (de aquí, probablemente, el nombre de Cecilio) el 241. Se le erigió una estatua en el Capitolio. Tras él toda una dinastía de Cecilios Metelos. Su hijo Quinto (m. 175 a. C.); su nieto Quinto Cecilio Metelo, llamado el Macedónico (m. 105 a. C.), que sofocó varias sublevaciones en Hispania; los dos sobrinos de éste: Lucio, llamado el Dalmático (m. 104 a. C.) y Quinto, el Numídico, que derrotó a Yugurta en África; el hijo de éste, Quinto Cecilio Metelo Pío (130-64 a, C.), que fue cónsul y gobernador de Bética. Y alcanza la dinastía hasta Pío Escipión (m. 46 a. C.)


San Cecilio : Santoral del Día 1 de Febrero

San Cecilio
El santoral de hoy, 1 de febrero, está marcado por la festividad de San Cecilio, mártir venerado por la Iglesia Católica y obispo de la Ciudad de Granada, siendo además Patrón de la ciudad andaluza desde finales del siglo XVI y su archidiócesis.

La vida de San Cecilio o Cecilio de Elvira tuvo lugar en el siglo I, siendo sanado por el propio Jesucristo de la ceguera que padecía, fue uno de los siete Varones Apostólicos que junto a Santiago predicaron la Palabra de Dios en la Península Ibérica enviados por San Pedro y San Pablo.

San Cecilio sucedió a San Gregorio de Elvira como patrón de Granada al ser halladas las que aparentemente eran sus reliquias en Sacromonte, anteriormente llamado monte de Valparaíso, siendo aclamado por unanimidad tras éste hecho que hizo crecer la devoción y culto por el santo entre el pueblo.

Junto a las reliquias de San Cecilio se hallaron también los denominados Libros Plúmbeos, o de plomo, que pretendían ser el llamado quinto evangelio, pero que no resultaron ser más que una falsificación llevada a cabo por la comunidad morisca en un intento de evitar su expulsión de Granada.

Según una de las láminas encontradas junto a las reliquias de San Cecilio, el santo fue martirizado por los romanos, siendo quemado en cal viva, el 1 de febrero del año 55, motivo por el cual, coincidiéndo con la fecha de su martirio, se celebra en este dia su festividad litúrgica, cambiando la fecha de su onomástica para venerar sus restos, fijada anteriormente el 15 de mayo.

Pedro de Castro Cabeza de Vaca y Quiñones, arzobispo de Granada, mandó construir la Abadía del Sacromonte, inspirada en el madrileño Monasterio del Escorial, que se convertiría en lugar de peregrinación.

Hoy, 1 de febrero, se celebran también los siguientes santos del día:

San Basilio, Santa Brígida, San David, San Everardo, Santa Ida, Santa Inocencia, San Pablo, San Pionio, San Severo, San Sigeberto, San Simón, San Soro, San Tuján y Santa Viridiana.







Clemente de RomaClemente Romano o san Clemente I, fue un cristiano insigne de finales del siglo I, uno de los llamados Padres apostólicos por haber transmitido el «eco vivo» de la predicación de los apóstoles de Jesús de Nazaret.1 Fue obispo de Roma,2 de lo que ya dio noticia la lista de obispos compilada por Ireneo de Lyon, quien lo llamó el «tercero después de los Apóstoles» y le dedicó un espacio considerable. Se suele situar la elección de Clemente en el año 88 y su muerte en 97. En cambio, el Liber Pontificalisle asigna nueve años de episcopado en tiempos de los emperadores Galba yVespasiano, y el martirio por la fe, mientras que la cronología de Eusebio de Cesarea(Historia eclesiástica III, 15) y la biografía que trazó Jerónimo de Estridón (Vir. ill. 15) sitúan su muerte en el tercer año del reinado de Trajano, es decir, en el año 101. Por su carácter de obispo de la «ciudad eterna», la Iglesia católica lo considera su cuarto papa.- .........................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=e8acf6d2aba433e96a78f6081d40abc4edce8cfe&writer=rdf2latex&return_to=Clemente+de+Roma



Clemente de Roma

Judío, obispo de Roma entre el 92 al 101 d.c. y discípulo del apóstol Pablo. (La iglesia Católico-Romana le considera el tercer "Papa" al frente de la sede de Roma en su lista de supuesta sucesión apostólica).

En el año 96 d.c. (todavía estamos en el s. I y aún vive el apóstol Juan) en la iglesia de Corinto se ha producido una escisión: una serie de miembros descontentos han depuesto a los obispos y presbíteros de la iglesia, algunos de ellos, según nos cuenta el mismo Clemente, designados directamente por los apóstoles (Clemente a los Corintios 44:1-3). Ante tan grave escándalo, y sin que se le hubiese pedido su intervención, Clemente, obispo de Roma decide enviar una carta.

Este Clemente judío, es al cual, según Orígenes y Eusebio de Cesarea (Hist. Ecl. VI, 3.15), se refiere el Apóstol Pablo en su carta a los Filipenses, capítulo 4, versículos 2 al 3:
"Ruego a Evodia, y también a Síntique, que se pongan de acuerdo como hermanas en el Señor. Y a ti, mi fiel compañero de trabajo, te pido que ayudes a estas hermanas, pues ellas lucharon a mi lado en el anuncio del evangelio, junto con Clemente y los otros que trabajaron conmigo. Sus nombres ya están escritos en el libro de la vida.".
Clemente en esta carta, escrita unos 10 años antes de las de Ignacio tras las persecuciones de Domiciano, por lo que la podemos datar sin error hacia los años 96-98 d.C., con la mansedumbre propia de un padre, pero la firmeza que su ministerio confirmado por los mismos apóstoles le da a la vez, exhorta a los Corintios a cesar en su obstinada actitud divisora. En efecto, no han pasado 40 años desde que el mismo Pablo el Apóstol les escribiese en su primera epístola a los Corintios, exhortándoles a no causar ni fomentar divisiones, pero parece que dicha exhortación ha sido olvidada cuando Clemente les escribe.

Leyendo la carta de Clemente a los Corintios, nos parece estar delante de una de las famosas epístolas perdidas del apóstol Pablo, el estilo, la exhortación, la doctrina, las expresiones, en todo nos recuerdan a su maestro, el apóstol de los gentiles. De hecho Clemente en algún momento llega a citar un texto, que él considera inspirado y de la escritura, pero del cual se ignora su procedencia (22:3). ¿No estaremos ante una cita de algún escrito perdido del apóstol Pablo?. Es hermoso como de modo sencillo, sin dejar de citar en todo momento las Escrituras, les expone a los Corintios un compendio de ejemplos y exhortaciones para que se vuelvan de su locura divisora.

La carta de Clemente es además un compendios extraordinario para conocer la liturgia de los cristianos de Roma del siglo I

El catolicismo romano no ha dejado pasar la ocasión para presentar esta carta como una prueba de que ya desde la antigüedad cristiana más remota, el obispo de Roma contaba con primacía jerárquica sobre las demás iglesias. Consideramos absolutamente forzadas estas conclusiones, para el lector independiente del texto clementino.

Los teólogos protestantes podrán encontrar a su vez en esta preciosa epístola, aún de tiempos apostólicos, una confirmación de la doctrina de la justificación por la sola fe en la gracia salvadora de Dios:
"De igual modo nosotros, por Su voluntad llamados en Cristo Jesús, nos santificamos no por nuestros méritos, sabiduría, inteligencia, piedad o cualquier otra obra que hacemos en santidad de corazón, sino por la fe, por la cual Dios Todopoderoso ha santificado a todos desde el principio" (Clemente a los Corintios 32:4)






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