domingo, 4 de febrero de 2018

CUADROS POR ESTILO

CUADROS DEL GÓTICO

Anunciación entre los santos Ansano y Margarita (en italiano]] Annunciazione tra i santi Ansano e Margherita) es un tríptico pintado al temple por el pintor italiano Simone Martini en colaboración con Lippo Memmi. Fue pintado en 1333. La parte central es tres veces más ancha que las laterales: 184 cm de alto por 114 cm de ancho; los compartimentos laterales tienen unas dimensiones de 105 por 48 cada uno. Se exhibe actualmente en la Galleria degli Uffizi en Florencia. Está considerada la obra maestra de Simone Martini y de la escuela sienesa y de la pintura góticaen general. Fue realizado para un altar lateral de la catedral de Siena.

De la obra se conoce una documentación que confirma la firma y la fecha puesta sobre una esquina, visible en el único fragmento antiguo inserto en el actual ensamblaje decimonónico. Están documentados los nombres de Simone y cuñado Lippo Memmi, pero se desconoce qué es lo que se debe atribuir a cada uno de los pintores. Sólo sobre la base de consideraciones estilísticas se ha elaborado la hipótesis de que la parte central con la Anunciación se atribuye a Simone y los dos santos y los tondos con los profetas son de Lippo.
Una obra de género, de extraordinaria finura lineal, no tiene modelos coetáneos en Italia, pero acaso sí surgen parecidos cuando se compara con los manuscritos miniados por la corte francesa o con las pinturas más fantasiosas producidas en Alemania o en Inglaterra. Esta "manera" norte-europea allanó el camino para el reclutamiento de Simone Martini en el entorno de los pintores italianos en la corte papal de Aviñón, donde estuvieron presentes otros italianos, pero ninguno florentino, en cuando la clásica monumentalidad de la escuela giottesca no encontraba consenso en la sociedad gótica francesa.
La pintura fue encargada para el altar de san Ansano, uno de los protectores de Siena, en la catedral sienesa, donde permaneció hasta el año 1799, cuando el Gran Duque Pedro Leopoldo lo hizo transportar a Florencia, donde fue expuesto el mismo año en los Uffizi.

Descripción[editar]

Anunciación.
La tabla está compuesta por un gran compartimento central, con la Anunciación, y por dos compartimentos laterales con san Ansano (a la izquierda) y una santa generalmente identificada como santa Margarita (a la derecha). San Ansano, patrón de Siena, lleva sus atributos: una bandera considerada como la “bandera de la Resurrección” que simboliza la victoria sobre la muerte. También, puesto que murió martirizado, lleva la palma.
Por encima hay cuatro tondos o medallones con profetas que son de izquierda a derecha: JeremíasEzequielIsaías y Daniel. Isaías porta un rollo con la profecía que aparece en la Biblia.

El panel central[editar]

La escena central muestra a mano izquierda el ángel apenas aterrizado, con la capa todavía aleteante en un elegante arabesco y las alas, de una finísima trama de plumas doradas, todavía desplegadas. La Virgen, sentada en un trono de espacialidad incierta, un poco en perspectiva y un poco en axonometría, es sorprendida durante la lectura (el libro es también una llamada contra los adversarios de las profecías de las Sagradas Escrituras) e instintivamente tiene un gesto de hosquedad, cerrándose la capa con la mano y apretando los hombros, a medio camino entre la asustadiza castidad y la altanera hosquedad. Su expresión, con la boca estrecha y los ojos sutiles, es de extraordinaria gracia aristocrática pero también un poco alterada. Su ropa está compuesta según pasos rítmicos que tienen la fineza de un arabesco y que desmaterializan el cuerpo, devolviéndolo una pura línea decorativa: las piernas están de hecho aplanadas, apenas intuibles por la tendencia nerviosa del borde de la ropa. Los santos, por otro lado, tienen la misma fisonomía, debida al uso de modelos de carta para obtener la forma de las figuras, sin ningún interés en la representación individual.
El ángel Gabriel aparece en la parte izquierda del panel central. De su boca salen las palabras doradas, que aparecen en el Evangelio de San Lucas: Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, como un auténtico antepasado de los tebeos. Lleva en la mano una rama de olivo. En el borde de su túnica aparecen bordadas otras palabras. Completa la escena un pavimento de mármol moteado (espacialmente incoherente con el de los paneles laterales) sobre el que en el centro se encuentra una preciosa jarra dorada con algunos lirios, flor mariana símbolo de pureza y virginidad; en lo alto se encuentra la paloma del Espíritu Santo rodeada por cabecitas de querubines alrededor. El fondo es una deslumbrante extensión de oro, que da a la escena una apariencia abstracta pero también extraordinariamente espiritual. Todo queda aún más en evidencia principalmente por los dorados de los vestidos y de otros detalles, según algunas técnicas que parece que Simone hubiera inventado justo para esta obra. Esencialmente se trata de pintar sobre la hoja de oro, sea extendiendo caligráficamente el color y con veladuras para dejar a la vista el oro de abajo, el "palliatura", visible en las alas del ángel, sea arañando sucesivamente el color para crear motivos adamascados, como en el vestido del ángel. A ello debe añadirse el rico punzonado, la elaboración con el buril y con el cincel de detalles como las aureolas o los bordes de los vestidos, que crean una superficie pictórica extremadamente preciosa y de calidad altísima. El uso de las veladuras fue una característica basilar de la dulzura de la pintura de Simone Martini, que en su entono de Aviñón si difundió haciendo de premisa para la gran pintura norteña del siglo XV y la técnica del color al óleo.
El ángel.

Crítica[editar]

La obra es una de las más célebres de los Uffizi, desde que se desveló el interés por los "primitivos" y el arte gótico, del cual Simone Martini fue maestro indiscutido y anticipador del gótico cortés. Los hermanos Goncourten la segunda mitad del siglo XIX quedaron fascinados por la pintura, pero vieron una sensualidad siniestra, en particular en el ángel, al que atribuyeron un "largo cuello de serpiente" y de una extraña "belleza perversa".
Bernard Berenson y Roberto Longhi hizo en lugar de ello de la ópera un símbolo del estilo lineal, parangonable por su elegancia a las miniaturas persas y a las mejores obras del arte chino y japonés.
Cristina Acidini incluyó esta Anunciación en el libro Capolavori dell'arte(Obras maestras del arte), dedicado a las mejores realizaciones artísticas de todas las épocas y de todas las culturas.









La apoteosis de la Virgen es una pintura sobre tabla obra del pintor renacentista del gótico tardío o primitivo flamenco Gerardo de San Juan. Data del período 1490-1495 y se guarda en el Museo Boymans Van Beuningen, de Rótterdam (Países Bajos).
Se trata de una tabla de pequeño tamaño, destinada a la devoción particular, y no a ser expuesta como retablo en una iglesia. En la época en que fue pintado (finales del siglo XV) se extendía la práctica del Rosario, que se rezaba ante este tipo de pequeñas imágenes religiosas.
Lo que ilustra es un fragmento del Libro del Apocalipsis en que, sin mencionar directamente a la Virgen María, se refiere a ella cuando habla de (Apocalipsis 21:1-5)
...una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (...) También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;...












El Baldaquino de Tost es un baldaquín realizado por el taller de la Seo de Urgel pintado hacia 1220, que actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de Arte de Catalunya.1​ Ingresó en el museo con el número de registro 003905-000, como una adquisición de la colección Plandiura, el año 1932.
Del baldaquín se conserva también, en el MEV, la crestería 2​ y la viga delantera.3​ Procede de la iglesia de Sant Martí de Tost de la comarca catalana del Alto Urgell4​ La tabla del baldaquín de Tost, que cubría el altar para darle más relevancia, corresponde al tipo de mueble litúrgico que iba fijado con unas vigas en la pared absidal. Otro tipo de baldaquín románico es el que tiene forma de templete, que podía ser también de madera, como el de baldaquín de Toses, 5​ o bien de piedra, como el que había en el monasterio de Ripoll y del que se conservan las bases bellamente esculpidas.

Descripción[editar]

La imagen central es un Cristo en Majestad, rodeado como es habitual en estas pinturas de una mandorla alrededor de la cual se encuentra el tetramorfo o representación de los cuatro evangelistas canónicos. Jesús lleva un libro en la mano donde se puede leer "Ego sum lux mundi" ('Yo soy la luz del mundo'), una fórmula también prototípica de esta iconografía románica. Los rasgos del rostro presentan ya características que anticipan el gótico, un poco menos planos que la cara románica estándar. La policromíadel conjunto se ha conservado bastante bien, con tonos vivos rojos, verdes y azules.
La tabla de Tost tiene una representación del Señor en majestad, con nimbo crucífero y entronizado en la mandorla, que, en la época, debió ser dorada, con el libro en la mano izquierda con una cita bíblica, EGO SVM LVX MVNDO, que lo proclama como la luz del mundo. Con la derecha, hace el signo de bendición. En su entorno, están los cuatro símbolos de los evangelistas o tetramorfo, cada uno de los cuales lleva, en lugar del libro del Evangelio de ejemplos más primitivos, un rótulo o filacteria con su nombre.
En el águila de Juan y el toro de Lucas se puede observar, en especial, la subordinación de la figura a su marco, es decir, en el espacio que se dispone, aunque esto represente una distorsión extraña o antinaturalista de las formas. Aquí, la manera de resolver la configuración de estos dos símbolos es especialmente remarcable. El estilo pictórico, por otra parte, evidencia algunos rasgos figurativos de carácter más naturalista, como la figura y el rostro del ángel de Mateo, más próximo al nuevo espíritu del gótico.
Esta confluencia de recursos propios de dos lenguajes pictóricos evidencia las influencias y tensiones artísticas de una época de cambio. En cuanto a los colores, la restauración reciente ha permitido recuperar el azul y el rojo originales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario