El Campo Vaccino es un cuadro realizado por el pintorfrancés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 53 cm (+3) de alto y 72 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Fue pintado en 1636 y se encuentra en el Museo del Louvre, en París.
Historia[editar]
Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Este paisaje fue pintado para el embajador francés en Roma, Philippe de Béthune (1561-1649). Posteriormente fue propiedad de la condesa de Verrue (1737), de Gaignat (1757), Blondel de Gagny (1769), Poullain (1776) y del duque de Cossé-Brissac (1780-1793). Confiscado durante la Revolución francesa, pasó al Museo del Louvre. El lienzo sufrió una adición de tres centímetros en su parte inferior antes de 1781, fecha en que un grabado ya lo reproducía con sus medidas actuales.2
Figura en el Liber Veritatis —un cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras para evitar las falsificaciones— con el número 9, donde consta la firma CLAVDIO y, en el reverso, la inscripción faict pour monsig. lambasadeur de France mons.r de betune a Roma Claudio fecit in V.R.2
Descripción[editar]
Este cuadro se enmarca en un período de gran fecundidad que marca el inicio de una etapa de madurez en la producción del artista. Poco a poco Claudio se había ido ganando fama como paisajista, hasta el punto de que en 1635 recibió uno de los mayores encargos del artista: ocho grandes lienzos para el palacio del Buen Retiro, encargados por Felipe IV de España: las obras pintadas para el monarca español son las más monumentales realizadas por el artista hasta el momento y su concepción solemne y majestuosa marca un punto álgido en la producción del artista.3
Campo Vaccino era el nombre con que se llamaba entre los siglos xvi y xviii al área donde se encontraban las ruinas del Foro Romano, en Roma. El nombre derivaba de un mercado de ganado vacuno establecido allí, que pervivió hasta la ocupación napoleónica, fecha en que comenzaron las excavaciones arqueológicas en el Foro. Al parecer, el embajador Béthune quería dos vistas de Roma como recuerdo, una de la parte antigua de la ciudad (el Campo Vaccino) y otra de la parte nueva, que es la que aparece en la pareja de este cuadro, Puerto en el Capitolio, donde se aprecia el Capitolio junto al palacio de los Conservadores, actual sede de los Museos Capitolinos con el Palacio Nuevo. De ahí la estricta realidad topográfica reflejada en el cuadro, que casi parece una postal. Estos dos cuadros fueron las únicas vistas de Roma realizadas por Claudio, más tendente a plasmar paisajes en sus lienzos.2
La vista del cuadro está tomada desde el Capitolio. En la parte derecha del cuadro se alzan tres columnas pertenecientes a las ruinas del templo de Saturno y, tras ellas, unos majestuosos árboles. A los pies de estas columnas hay varios personajes charlando, ataviados con vestimentas de la época. En el lado izquierdo y en un segundo plano se ve la mitad del arco de Septimio Severo, tras que el que se percibe la fachada del templo de Antonino y Faustina. Más al fondo se ven edificios de la Roma de la época, mientras que en la parte central del cuadro, en una explanada, se aprecia el mercado y una multitud de gente que mercadea en él. La parte superior la ocupa un cielo surcado de nubes. Según una radiografía, abajo a la derecha, donde se encuentran las figuras charlando, había en una primera versión del cuadro una columna caída en el suelo, en una composición similar a una obra suya de unos pocos años antes, Capricho con ruinas del Foro Romano (Museum of Fine Arts, Springfield, Massachusetts).2
Para la confección de este cuadro Claudio se inspiró tanto a nivel estilístico como iconográfico en varios artistas de la época autores de vistas de Roma, como Pieter van Laer, Jacques Callot o los llamados bamboccianti, un grupo de artistas que efectuaban vistas de Roma y escenas cotidianas de la ciudad con personajes populares generalmente de pequeño tamaño, como en esta obra de Lorena; y, especialmente, Herman van Swanevelt, autor de una Vista de Campo Vaccino (1631, Fitzwilliam Museum, Cambridge) de diseño similar al de Claudio. Sin embargo, así como la obra de Swanevelt es rica en detalles y de un colorido brillante y uniforme, el cuadro de Claudio da preponderancia a la unidad de la escena, alterando incluso las proporciones de algunos edificios, así como a la luminosidad, que es más contrastada, con un primer plano más en sombra y un fondo más diáfano, iluminado por una luz de tono rosado.2
De esta obra se conserva un dibujo preparatorio en el British Museum de Londres (R 68, nº 124). Existen varias copias del cuadro, una conservada en la Dulwich Picture Gallery de Londres y otra en la National Gallery of Ireland en Dublín.
El rapto de las sabinas (en francés, L'Enlèvement des Sabines) es un cuadro del pintor francés Nicolas Poussin. Está realizado al óleo sobre lienzo. Mide 154,6 cm de alto y 209,9 cm de ancho. Fue pintado entre 1637 y 1638. Se encuentra en el Museo del Louvre, París, Francia.
Este cuadro representa el episodio mítico del Rapto de las sabinas por los romanos a causa de la falta de mujeres y por consecuencia, de descendencia. En este mito, los Romanosorganizan un banquete con los sabinos y aprovechan para raptar a las mujeres sabinas que posteriormente serán las que juntaran los dos pueblos.
La composición de esta tela refleja toda la tensión y el drama del episodio. Los personajes son numerosos: los soldadosromanos se emparejan con las mujeres que se esfuerzan en huir y lloran. Sólo en medio de un caos, una vieja sabina implora a Rómulo, personaje con el manto rojo que supervisa la escena en la parte derecha de la tabla. La arquitectura está presente como un decorado de teatro. Es evidentemente anacrónica por su clasicismo. Poussin utiliza un modo de expresión «furiosa» que, según él, describe perfectamente las increíbles escenas de guerra. Utiliza colores fuertes y agresivos como el rojo, el naranja o el amarillo.
El vado, también conocido como Paisaje con pastores, es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 68 cm de alto y 99 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Fue pintado en 1644 y se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid.
Historia[editar]
Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Se desconoce quién encargó el cuadro. En 1746 consta como propiedad de Felipe V de España en el palacio de La Granja. En 1794 consta en el palacio de Aranjuez, al menos hasta 1827. Posteriormente pasó al Museo del Prado con el número de catálogo PO2257.2
Esta obra formaba pareja (pendant) con otro cuadro perdido o destruido a inicios del siglo xix. En el inventario de La Granja se lee: «Dos países en lienzo de Claudio de Lorena, el uno con un río que van vadeando unos bueyes hacia una fábrica o portal de columnas y el otro con otro río a cuya orilla hay dos fábricas, la una en figura redonda y la otra cuadrada, de tres quartas y dos dedos de alto, vara y ocho de ancho».3
Está firmado abajo a la derecha: CLAVDIO GELLE f ROMA 164[...].4 Figura en el Liber Veritatis —un cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras para evitar las falsificaciones— con el número 85 y la inscripción «para Roma».5
Descripción[editar]
Este paisaje pertenece al período de madurez del artista. Por entonces Claudio era uno de los más famosos paisajistas de Europa, honrado por soberanos como Urbano VIII y Felipe IV. En los años 1640 recibió la influencia de Rafael —a través de los grabados de Marcantonio Raimondi—, especialmente en las figuras,6 así como de Annibale Carracci y Domenichino, como se denota en sus obras Paisaje con San Jorge y el dragón (1643), Paisaje con Apolo custodiando los rebaños de Admeto y Mercurio robándoselos (1645) y Paisaje con Agar y el ángel (1646).7
El paisaje domina la casi totalidad de la composición, una típica estampa de la campiña romana que solía representar Claudio en sus obras. En primer término en la parte inferior del cuadro aparece un pastor sentado, descalzándose para atravesar el río, mientras que cuatro vacas cruzan el vado que da nombre al cuadro. Al otro lado se ve a lo lejos otro pastor que ya ha cruzado. En la parte central una barca surca el río, mientras que al fondo hay un puente que lo atraviesa. A ambos lados del río, en la parte central y derecha del cuadro, se yerguen unos altos árboles, mientras que a la izquierda se alzan unos edificios de aspecto clásico. El artista se recrea como es habitual en sus obras en los efectos lumínicos creados por el cielo, el agua y la vegetación, plenos de transparencias y reflejos que otorgan al cuadro un aspecto brillante y apacible, recreando un instante de ensoñación ideal, un aire bucólico que es constante en la producción de Lorena.3
La composición del cuadro se basa en un anterior grabado de Claudio de 1636 (Blum nº 18). A su vez, repitió esta misma composición en Paisaje con pastores (1670, Alte Pinakothek, Múnich).8 Existe otra versión de este cuadro conservada en el California Palace of the Legion of Honor en San Francisco, cuya atribución dudan los expertos entre el propio Claudio o alguno de sus discípulos o imitadores, como Angeluccio, Gian Domenico Desiderii, Gaspard Dughet o Sébastien Bourdon.2
Esta es una de las obras más logradas de Claudio, más que la serie de ocho cuadros encargados por Felipe IV para el palacio del Buen Retiro entre 1635 y 1640, en dos grupos: cuatro de formato longitudinal (1635-38: Paisaje con las tentaciones de San Antonio, Paisaje con San Onofre, Paisaje con Santa María de Cervelló y un cuarto desconocidonota 1) y cuatro de formato vertical (1639-41: Paisaje con Tobías y el Arcángel Rafael, Paisaje con el embarque en Ostia de Santa Paula Romana, Paisaje con Moisés salvado de las aguas del Nilo y Paisaje con el entierro de Santa Serapia).9 En El vado muestra un alto grado de maestría en la ejecución del lienzo, lo que supone una seña de madurez y un punto álgido en la producción del artista.
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