lunes, 11 de mayo de 2015

edafología



 Ejercicio.
Ahora que ya sabemos hacer mapas ha llegado el momento de utilizarlos.
En este caso disponemos de un mapa del que hemos extraído este fragmento.

Se desea ordenar esta zona para lo cual disponemos del mapa de suelos que se muestra en la figura superior. En principio se pretende establecer el uso preferente relacionado con el desarrollo vegetal, deben asignarse las zonas para cultivos, alguna para pastos y el resto para uso forestal o de vida salvaje según sea posible.
En las últimas convendría tratar de reforestar con especies adecuadas a las características del suelo, donde existiera una mínima garantía de éxito. En este caso también será necesario elegir las especies más adecuadas que no necesariamente deben coincidir con las más deseadas.


 Respuesta al Ejercicio.
En la imagen no es posible observar la topografía del terreno al no aparecer las curvas de nivel, dada la escala del mapa base. No obstante la secuencia de suelos es tan clara que permite “ver” la forma del terreno con absoluta claridad.
En la zona SO aparece una formación montañosa que cae hacia el NE en que aparece una zona ondulada con áreas llanas en el ángulo NE y algo en el tercio sur del límite oriental.
En la zona montañosa se aprecian dos crestas correspondientes a las zonas de Leptosol lítico que forman grandes pendientes en las áreas del Acrisol léptico, que se suavizan algo hacia el SE y bruscamente hacia el NO. Quedan algunos valles colgados ocupados por los Cambisoles, coincidiendo con materiales areniscosos que sustituyen a las pizarras que sirven de base a los Acrisoles.
Al NO de la sierra aparece un terreno ondulado, posiblemente con un sustrato de areniscas y pizarras que permite un buen desarrollo del suelo pero una evolución solo incipiente, el horizonte C debe ser notablemente espeso pues el “solum” no debe ir más allá de 50-60 cm. Sería el área ocupada por los Cambisoles no lépticos.
Con este panorama la utilización óptima del terreno es fácil de establecer. La zona ondulada ocupada por los Cambisoles y el Antrosol, coloreada de verde claro, debería dedicarse al cultivo. El Antrosol se ha estado regando de antiguo, y con ese mismo sistema se podría utilizar el Cambisol éutrico que limita con él.
La zona norte ocupada por el Acrisol úmbrico, presumiblemente estará cubierta por vegetación arbórea, única capaz de mantener el horizonte úmbrico superficial, de modo que conviene dejarla como está. El resto de la zona verde oscura, que corresponde al Acrisol férrico, aunque sea suavemente ondulada, debería utilizarse de la misma forma; la razón de este uso vendría avalada por dos razones: la primera el escaso potencial productivo de los Acrisoles, máxime cuando existe una hidromorfía profunda que causa su carácter férrico; y de otro lado el beneficio que supone la contención arbórea de los posibles deslizamientos en la base de la montaña. En este caso, la dehesa sería una excelente opción con alcornoques preferiblemente. es muy posible que esa sea la actual utilización.
Las zonas de color azul claro, corresponden a Cambisoles epilépticos, posiblemente sobre materiales graníticos. En este caso los pastos serían lo más adecuado si no estuvieran ocupados estos suelos por una dehesa, que debería mantenerse.
En la zona de montaña, coloreada de azul oscuro, lo más urgente es mantener el terreno por su elevada pendiente. Si fuera factible, lo ideal sería la implantación de una vegetación arbórea de coníferas, muy rusticas y adecuadas a suelos ácidos.
La zona amarilla solo permitirá una vegetación herbácea utilizable para pastos con una carga ganadera muy baja. En la zona del Cambisol, menos ácido, podrían utilizarse leguminosas de mayor valor nutritivo. Sobre el Acrisol es difícil que prosperen y las gramíneas serían lo más adecuado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario