sábado, 23 de mayo de 2015

EL UNIVERSO: SU TAMAÑO Y COMPONENTES



Cuerpos menores

minor-bodies-iconLos cuerpos menores del Sistema Solar son aquellos que orbitan en torno al Sol y que no corresponden a un planeta, ni planeta enano ni satélite. Por lo tanto, son cuerpos menores los cometasasteroides y meteoroides. En base a la definición oficial de planeta por la Unión Astronómica Internacional (IAU), es posible definir como cuerpo menor del Sistema Solar a “todo cuerpo celeste que, sin ser satélite, no haya logrado suficiente tamaño/masa para adoptar un equilibrio hidrostático“.
Una particularidad de los cuerpos menores es que son muy pequeños, y por lo tanto difíciles de identificar. De hecho, son objetos que se están descubriendo continuamente y cuya cantidad total sólo puede ser estimada en base a diversas observaciones. Cada año se descubren cometas nuevos, los cuales provienen principalmente de la Nube de Öort; lo propio ocurre con los asteroides, que se hallan principalmente en el cinturón entre Marte y Júpiter, pero hay muchos otros sin una órbita definida, otros cercanos a la Tierra (NEOs, Near-Earth Objects) y otros potencialmente peligrosos (PHAs, Potentially Hazardous Asteroids).
Por otro lado, el número de meteoroides es prácticamente ilimitado, ya que comprende objetos de tamaño que va desde 100 µm hasta 50 m. Aquí se encasilla la gran mayoría de meteoros (popularmente conocidos como estrellas fugaces) que noche a noche cruzan la atmósfera terrestre y pueden ser vistos fugazmente, en noches despejadas, como un destello brillante que no dura más de 1-3 segundos, producto de la pulverización de estas partículas a gran altitud.
Una descripción más completa de cada integrante del grupo de los cuerpos menores, está disponible como parte de las subsecciones de la columna derecha.

Distribución y Caracterización de los Cuerpos Menores del Sistema Solar.
Desde los albores de la Humanidad se han observado en el cielo todo tipo de fenómenos astronómicos, los pasos de cometas y los impactos de meteoritos eran los más espectaculares y no dejaban indiferente a ningún ser humano. Los cometas suponían un auténtico espectáculo y para algunos era un mal presagio, se pensaba que el cielo estrellado era imperturbable, inamovible y cualquier cambio en él no tendría buenos resultados para los pobres humanos. No se conocía la mecánica del Sistema Solar y sólo se veía en las estrellas unas luces muy lejanas. ¿Pero qué son estos objetos que aparecían y desaparecían perturbando el inamovible cielo y que desde hace tanto tiempo han cautivado y aterrorizado a tantos seres humanos? La respuesta es sencilla, no son más que algunos tipos de los millones de cuerpos menores que tenemos en el sistema solar. En la actualidad se conocen miles de ellos, hay de todo tipo y forma, y ubicados en prácticamente todo el Sistema Solar. Los cometas y los meteoros (estrellas fugaces) son los que podemos observar a simple vista desde la Tierra, pero hay muchos tipos más. Los NEAs (objetos que pueden chocar con la Tierra), los Troyanos (objetos en órbitas junto a Júpiter), un cinturón enorme de asteroides entre Marte y Júpiter o los más alejados, los objetos de la Nube de Oort. Todos estos objetos aunque son pequeños e irregulares en comparación con los planetas, tienen una gran importancia, pues se han mantenido prácticamente imperturbables desde su formación en la nube molecular que dio lugar a lo conocemos en la actualidad como Sistema Solar. Por tanto su estudio es muy importante para conocer como se formó el Sol y los planetas. En este trabajo voy a explicar mediante una recopilación bibliográfica, la caracterización y ubicación de los cuerpos menores en el Sistema Solar.
1.- Objetivos, metodología, motivaciones e Introducción.
En este trabajo de final de Master voy a tratar de dar una visión general de todos los cuerpos menores del sistema solar, su distribución y características más importantes. Siendo una ampliación de lo visto en la asignatura 3 “Sistemas Planetarios” del Máster en Astronomía y Astrofísica de la Universidad Internacional Valenciana. La metodología seguida es una búsqueda de información a través de Internet, libros de astrofísica y artículos científicos de las últimas investigaciones sobre los cuerpos menores que podemos encontrar en la actualidad. Queremos dar una visión actual de lo que se sabe sobre la distribución y características de estos cuerpos menores, que son una auténtica reliquia del Sistema Solar primigenio. Las motivaciones para elegir este tema es mi vinculación a la observación de meteoros en la Sociedad de observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE). En sus inicios se estudió multitud de lluvias de meteoros, lluvias todas asociadas a cometas, ahí me dí cuenta de la importancia que tiene el estudio de los cuerpos menores del Sistema Solar. Todos estos cuerpos están relacionados de una forma u otra con nosotros, porque en cierto modo todos provenimos de la nebulosa solar y somos parte de ellos. Observando una estrella fugaz estamos viendo una chispa de compuestos primigenios del Sistema Solar. El estudio de los asteroides es también un tema de actualidad pues se está tomando conciencia del peligro que supone para la  Tierra el impacto de un gran asteroide. Y por tanto es importante que haya divulgación sobre los cuerpos menores, sobre todo estudiar cómo podemos actuar sobre ellos para evitar un choque con la Tierra. De hecho actualmente se está entrenando a astronautas, simulando condiciones de baja gravedad en el océano atlántico, para la futura visita a un asteroide a través de la misión NEEMO 15. Por tanto los cuerpos menores ahora más que nunca empiezan a ser grandes cuerpos a estudiar. Desde la nube molecular que dio lugar al sistema solar, tal y como lo conocemos en la actualidad, han pasado millones de años y todos los objetos se han ido ubicando en el espacio interplanetario siguiendo la propia física de la nube molecular.
Un cuerpo menor del Sistema Solar (CMSS o SSSB “small Solar System body”) es, según la Unión Astronómica Internacional (IAU) un cuerpo celeste que órbita en torno al Sol y que no es un planeta, planeta enano o satélite. La IAU por tanto define los planetas y los otros cuerpos en nuestro Sistema Solar de la siguiente forma: – Un planeta es un cuerpo celeste que:
(1) Tiene su órbita alrededor del Sol.
(2) Tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que asuma un equilibrio hidrostático (casi esférico).
(3) Ha despejado la vecindad de objetos alrededor de su órbita.
– Un planeta enano es un cuerpo celeste que cumple los puntos (1) y (2) pero no el (3). – A todos los demás objetos  (menos los satélites), que orbitan alrededor del Sol, se les denomina como cuerpos menores del sistema solar o CMSS


Cuerpos pequeños
El título Los Nueve Planetas es algo confuso. Además de los planetas y sus satélites el sistema solar contiene un gran número de objetos menores pero interesantes.
    Hay miles de asteroides y cometas conocidos, y sin duda hay muchos más desconocidos. Muchos asteroides tienen su órbita entreMarte y Júpiter. Unos pocos (como 2060 Chiron) están más alejados. También hay algunos asteroides cuyas órbitas los acercan más al Solque la Tierra (Atenas, Ícaro, Hephaistos). La mayoría de los cometas tienen órbitas altamente elípticas, por lo que pasan la mayor parte del tiempo en las regiones externas del sistema solar, con sólo breves pasos cerca del Sol.
    La distinción entre cometas y asteroides es un poco controvertida. La principal diferencia parece ser que los cometas tienen más volátiles y unas órbitas más elípticas. Aún así, hay interesantes casos ambiguoscomo el de 2060 Chiron (también conocido como 95 P/Chiron) y 3200 Phaeton y los objetos del Cinturón de Kuiper, que parecen compartir algunos aspectos de ambas categorías.
    También se llama planetas menores o planetoides a los asteroides (no confundir con "planetas enanos" que se refiere aMercurio y a Plutón). A las pequeñas rocas que orbitan alrededor del Soltambién se las llama meteoroides para distinguirlas de los asteroides grandes. Cuando un cuerpo así entra en la atmósfera terrestre se calienta hasta la incandescencia y la traza visible que deja en el cielo se conoce como meteoro. Si algún trozo sobrevive para alcanzar la superficie terrestre se le llama meteorito.
    Cada día caen a la Tierra millones de meteoros suficientemente brillantes como para ser visibles (constituyendo cientos de toneladas de material). La mayor parte se quema en la atmósfera antes de llegar al suelo. Los pocos que no lo hacen son nuestra principal fuente de información física sobre el resto del sistema solar.
    Finalmente, el espacio entre los planetas no está vacío en absoluto. Contiene una gran cantidad de polvo microscópico y gas, así como radiación y campos magnéticos.

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