lunes, 4 de mayo de 2015

Neurociencia



Neuroanatomía

Neuroendocrinología

La hipófisis o glándula pituitaria es una glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasisincluyendo las hormonas tróficas que regulan la función de otras glándulas del sistema endocrino, dependiendo en parte delhipotálamo el cual a su vez regula la secreción de algunas hormonas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca del hueso esfenoides, situada en la base del cráneo, en la fosa cerebral media, que conecta con elhipotálamo a través del tallo pituitario o tallo hipofisario. Tiene forma ovalada con un diámetro anteroposterior de 8 mm, trasversal de 12 mm y 6 mm en sentido vertical, en promedio pesa en el hombre adulto 500 miligramos, en la mujer 600 mg y en las que han tenido varios partos, hasta 700 mg.- ...............................................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=8df421dc3f4bc3532ec326f4ce6e11007efc3f8a&writer=rdf2latex&return_to=Hip%C3%B3fisis

La Glándula Hipófisis
Glándula Hipófisis
La Hipófisis tal vez sea la glándula endocrina más importante: regula la mayor parte de los procesos biológicos del organismo, es el centro alrededor del cual gira buena parte del metabolismo a pesar de que no es mas que un pequeño órgano que pesa poco más de medio gramo.
Situación y estructura.
La Hipófisis esta situada sobre la base del cráneo. En el esfenoides, existe una pequeña cavidad denominada "silla turca" en la que se encuentra la hipófisis. La silla esta constituida por un fondo y dos vertientes: una anterior y una posterior. Por su parte lateral y superior no hay paredes óseas; la duramadre se encarga de cerrar el habitáculo de la hipófisis: la envuelve completamente por el interior a la silla turca y forma una especie de saquito, abierto por arriba, en el que esta contenida la hipófisis.
La hipófisis está directamente comunicada con el hipotálamo por medio de un pedúnculo denominado "hipofisario". A los lados de la hipófisis se encuentran los dos senos cavernosos (pequeñas lagunas de sangre venosa aisladas de la duramadre).
La hipófisis tiene medio cm de altura, 1cm de longitud y 1.5cm de anchura.
Esta constituida por dos partes completamente distintas una de otra: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. Entre ambos existe otro lóbulo pequeño, el intermedio. El lóbulo posterior es más chico que el anterior y se continúa hacia arriba para formar el infundíbulo, la parte del pedúnculo hipofisario que esta en comunicación directa con el hipotálamo. Este esta constituido por células nerviosas. El infundíbulo a su vez esta constituido por las prolongaciones de las células nerviosas que constituyen algunos de los núcleos hipotalámicos. El infundíbulo desciende del hipotálamo a la hipófisis.
El lóbulo posterior esta formado por tejido nervioso que se denomina neurohipófisis. Durante la vida intrauterina, del suelo del tercer ventrículo desciende una porción que formara el lóbulo posterior de la hipófisis. El lóbulo anterior es de origen epitelial, es independiente del sistema nervioso y tiene una estructura típicamente glandular y se denomina adenohipófisis (hipófisis glandular).
El lóbulo anterior se continua también hacia arriba en su parte denominada "infundibular" -que envuelve por su parte anterior y por los lados al infundíbulo, constituyendo el pedúnculo hipofisario.
El lóbulo anterior esta conectado con el resto solo a través de la circulación sanguínea.
El sistema portal, con las redes de capilares , tiene una importancia capital en la fisiología de la hipófisis, ya que es el puente de unión entre el hipotálamo y la hipófisis, y a través de este los "releasing factors" producidos por los núcleos hipotalámicos, llegan a la hipófisis estimulándola para que segregue hormonas.
La sangre venosa que procede de la hipófisis se vierte, a través del seno coronario, en los senos cavernosos vecinos.
La hipófisis anterior esta constituida por células de sostén, que no segregan. Las células formadoras de las hormonas son hipotalámicas.
Se sabe que las hormonas de la Hipófisis posterior, la oxitocina y la adiuretina, están producidas por las células de los núcleos hipotalamicos supraóptico y paraventricular.
La hipófisis anterior esta constituida por cordones de células que se cruzan entre si, en contacto directo con los capilares sanguíneos, en los que son vertidas las hormonas secretadas.
En base a fenómenos observados en la patología humana y a experimentos con animales, se ha tratado de establecer que hormonas son producidas por los diferentes tipos de células.
Al parecer las células alfa y épsilon producen la hormona somatotropa (STH), que mantiene en actividad el cuerpo luteo y estimula la producción de leche en la mujer; hormona adrenocorticotropa (ACTH), que estimula el funcionamiento de la glándula suprarrenal.
Las células beta producirían la hormona tireotropa (TSH) que regula el funcionamiento de la tiroides; la hormona foliculoestimulante (FSH), que induce en la mujer la maduración de los folículos en los que liberara el óvulo , la célula germinal femenina, y en el hombre la producción de espermatozoides; por ultimo, la hormona exoftalmizante (EPH) que induce un aumento de la grasa retrobulbar del ojo.
Las células delta producirían la hormona luteoestimulante (LH) que induce la formación del cuerpo luteo en la mujer y estimula la producción de testosterona en el hombre (la principal hormona masculina).
El lóbulo intermedio, localizado entre la Hipófisis anterior y la posterior, produce una sola hormona: la intermedia. Esta hormona de escasa importancia actúa acentuando la pigmentación de la piel.
Hormonas de la hipófisis posterior.
Las hormonas de la neurohipófisis: la oxitocina y la antidiurética o adeuretina, ambas tienen una estructura química bastante sencilla y similar, y están constituidas cada una por ocho aminoácidos.
  • Oxitocina:
Su función principal es la de estimular las contracciones del útero durante el parto.
La oxitocina, además, estimula la expulsión de leche de las mamas. La mama esta constituida por alvéolos de células que segregan la leche por pequeños conductos llamados galactoforos, la oxitocina actúa sobre las células de actividad contráctil contenidos en las paredes de estos conductos, estimulándolos a contraerse.
A pesar de que esta hormona también es segregada en el hombre se ignora si existen acciones biológicas y cuales son.
  • Adiuretina:
Es de importancia secundaria, actúa sobre la regulación del tono arterial, es decir, sobre el mantenimiento de la presión a niveles suficientemente elevados.
Pero su acción mas importante es sin duda, la disminución de la eliminación de agua con la orina. La ADH determinaría un "enrarecimiento" de la materia conjuntiva que esta entre célula y célula, dando al agua la posibilidad de filtrarse a través de ella y de escapar así de su eliminación en la orina. La ADH induciría el efecto del enrarecimiento de la sustancia intercelular, que cementa las células de los túbulos dístales y colectores mediante la activación de la hialuronidasa.
Sistemas reguladores.
La ADH como todas las demás hormonas, no es secretada en cantidad constante e invariable, sino que se sincroniza continuamente con las necesidades del organismo. Son muchas las vías a través de las cuales reciben la información del hipotálamo y la hipófisis sobre las necesidades de su intervención por parte del organismo. Evidentemente en líneas generales, se necesitara ADH cuando el agua contenida en el organismo tienda a escasear. Dado que en el agua se hallan disueltas algunas sales, un aumento de estas últimas indicará, en proporción, una disminución de agua y viceversa. Existen, en la pared de las carótidas, células (osmorreceptores) que son capaces de advertir variaciones mínimas de la osmoralidad (relación agua-sales) de la sangre y de transmitir inmediatamente las noticias captadas al hipotálamo. En el interior de las células que producen ADH no hay formaciones vacuolares dotadas de esta propiedad. Las células de los núcleos supraóptico y paraventricular están así continuamente al corriente de la osmolaridad, tanto de la sangre como de los líquidos intracelulares. Obviamente, un exceso de sales respecto al agua provocara una disminución o un bloqueo de la secreción de ADH en el torrente sanguíneo, mientras que un exceso de agua estimulara su liberación. La respuesta es inmediata: desde la llegada de la información hasta la respuesta del hipotálamo no transcurre apenas un minuto.
Existen otros medios de información para el hipotálamo: son los receptores de volumen. Para que la circulación sanguina sea eficiente y, por consiguiente, la llegada de oxígeno y otras sustancias nutritivas a los tejidos quede garantizada, es necesario que el volumen de la sangre que circula sea, dentro de ciertos limites, constante. Los receptores de volumen sirven precisamente para esto: son células localizadas en la aurícula izquierda del corazón, que detectan el grado de distensión a que se ven sometidas. Cuanto mayor es el volumen de sangre circulante, mayor es la afluencia de sangre a la aurícula y mas intensa la distensión de los receptores de volumen. Informaciones de este tipo llegan al hipotálamo, el cual, cuando disminuye el volumen sanguíneo, segrega ADH para retener agua a través del riñón y enviarla a la sangre; si el volumen sanguíneo aumenta, bloquea la secreción de ADH hasta que no se retorne a condiciones de normalidad.
Por ultimo, el tercer sistema de regulación es el sistema nervioso, que es capaz de actuar directamente sobre el hipotálamo. Las emociones y el dolor físico aumentan la secreción de ADH. El significado de este proceder es claro: en dichas circunstancias, la sudoración y el aumento de la frecuencia respiratoria provocan una perdida de agua, que el organismo trata de retener a través del riñón; por la misma razón, un aumento de latemperatura ambiental o un esfuerzo muscular estimulan la secreción de ADH, mientras que el frío la bloquea.
La ADH no es la única hormona encargada del mantenimiento del equilibrio hidricosalino, intervienen también la cortisona, la hormona tiroidea, la hormona somatrotropa y, sobre todo, la aldosterona, secretada por las glándulas suprarrenales. Para la aldosterona, existe otra red de información y de reguladores.
Hormonas de la Hipófisis Anterior.
Las hormonas secretadas por la adenohipófisis son seis: La hormona ACTH, TSH, FSH, LH, LTH, STH.
Las primeras cinco hormona se llaman glandulotropas por su especial tipo de acción. No actúan directamente sobre el organismo sino que estimulan a las glándulas endocrinas para que produzcan y pongan en circulación sus hormonas.
Aquí radica la enorme importancia de la Hipófisis: regula el funcionamiento de las glándulas endocrinas más importantes; un mal funcionamiento de la hipófisis conduce a un desequilibrio grave y total de todo el sistema endocrino. De forma especial , la ACTH estimula el funcionamiento de las cápsulas suprarrenales, la TH el de la tiroides, mientras que la FSH, la LH y la LTH actúan regulando el funcionamiento de las glándulas sexuales. Solo la STH actúa directamente sobre el organismo.
  • Hormona adrenocorticotropa (ACTH):
Es una proteína secretada por las células acidófilas de la hipófisis y esta constituida por un conjunto de aminoácidos en el cual hay un grupo de 24 que es la parte activa (realiza las acciones biológicas de la hormona). De los demás algunos sirven para unir la hormona a las proteínas de la sangre, otros unen la hormona a la glándula donde tiene que actuar.
La ACTH, favorece el trofismo, el crecimiento, el estado de actividad normal de las cápsulas suprarrenales y provoca la formación y la liberación de una parte de sus hormonas.
Las suprarrenales forman varias hormonas de distinta acción como la cortisona (metabolismo de los azúcares, actividad sexual tanto masculinizante como feminizante, en menor medida) y la aldosterona (equilibrio de las sales y el agua).
La ACTH induce la liberación por parte de las cápsulas suprarrenales de los primeros grupos de hormonas.
La ACTH posee otras acciones, aunque menos importantes: favorece la escincion de las grasas y su liberación de los lugares de acumulación; favorece la coagulación sanguínea; aumenta la formación de acetilcolina facilitando así las contracciones musculares; regula además la formación por parte del riñón de un factor que actúa activando la eritropoyetina, que estimula la medula ósea para que produzca glóbulos rojos; también posee una ligera acción pigmentante sobre la piel.
  • Hormona tireotropa (TSH):
Su acción especifica se ejerce sobre el tropismo de la tiroides, (favorece su desarrollo) y sobre la formación y liberación de la hormona tiroidea (conjunto de sustancias de características y acciones muy similares).
Cuando el organismo necesita de la hormona tiroidea, esta se escinde de la proteína a la que esta ligada y se pone en circulación. La TSH actúa facilitando todos estos procesos, de forma especial, la liberación en el torrente circulatorio de la hormona tiroidea. También actúa inhibiendo, aunque no de forma absoluta, la coagulación de la sangre, acelera la erupción dentaría e influye sobre el tejido conectivo ; induce una inhibición excesiva de la capa de grasa retrotubular y causa la emergencia hacia fuera del globo ocular (exoftalmia).
  • Hormona exoftalmizante:
Posee acciones sobre el tejido conjuntivo que habían sido atribuidas a la TSH. La hormona se llamo por este motivo exoftalmizante (provocadora de exoftalmos).
La TSH posee el mismo tipo de acción, aunque en menor medida.
  • Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante y luteotropa en la mujer:
La FSH, la LH y la LTH son hormonas que actúan sobre las gónadas (glándulas que desempeñan la función sexual: los testículos en el hombre y los ovarios en la mujer). La acción de estas hormonas consideradas por separado, no tiene ningún efecto útil sobre el funcionamiento de las gónadas, solo la integración de todas ellas, y por consiguiente un equilibrio adecuado de las distintas hormonas estimulantes, conduce a un funcionamiento normal de las glándulas sexuales.
La vida sexual de la mujer se caracteriza por el ciclo menstrual, que dura 28 días, de los cuales los primeros 14 se dedican a la formación del folículo en los ovarios; se trata de una vesícula que sobresale de la superficie del ovario que contiene estrógenos (hormonas sexuales femeninas) y el óvulo, la célula germinal femenina. Al décimo cuarto día se rompe el folículo, y el óvulo emigra al útero, donde, si es fecundado por el espermatozoide (célula germinal masculina), comenzara el proceso que conducirá a la formación de un nuevo individuo.
Mientras tanto, el folículo roto se transforma en cuerpo luteo, es decir en una nueva glándula que segrega progesterona, la hormona que junto con los estrógenos prepara al útero para que reciba al óvulo, en caso de que este sea fecundado. Si el óvulo no es fecundado, al día numero 28 se produce la menstruación y el cuerpo luteo se degenera hasta desaparecer. Si por el contrario se produce la fecundación, el cuerpo luteo crece, aumenta la cantidad de progesterona secretada por el y la vida de la nueva glándula dura hasta el final del embarazo.
La FSH, o gonadotropina folicular, interviene en la primera fase del proceso, estimulando la formación del folículo, y mantiene su intervención, aunque de forma reducida, en la segunda mitad del ciclo; además esta hormona favorece el tropismo del ovario.
La LH, o gonadotropina luteoformadora, interviene en un segundo tiempo y solo cuando la FSH ha actuado y continua actuando. La LH induce la formación y la secreción de estrógenos por parte del ovario y provoca la rotura del folículo, con la consecuente liberación del óvulo; estimula, además, la transformación del folículo en el cuerpo luteo.
Llegados a este punto es necesaria la presencia de la tercera hormona, la luteotropa (LTH o gonadotropina luteosecretora), que estimula la secreción de progesterona por el cuerpo luteo recién formado.
No solo son necesarias todas ellas para que se complete el ciclo menstrual sino que cada una de ellas no actúa si no se encuentran en circulación al mismo tiempo las otras.
La LTH tiene otro efecto sobre la mujer, la prolactina: durante el puerperio, estimula la mama para la secreción de leche, su acción es solo eficaz si actúan las tres hormonas.
  • Hormonas foliculoestimulante, luteoestimulante y luteotropa en el hombre:
La FSH estimula las células germinales de los tubulos seminiferos que constituyen buenas partes de los testículos, para que produzcan espermatozoides. El proceso de formación de estos no puede completarse sino interviene la LTH. Esta actúa sobre las denominadas células "intersticiales" del testículo; estas células se localizan entre los tubulos seminiferos y se encargan de la formación y secreción de testosterona ( hormona sexual masculina).
Sistemas Reguladores.
Se ha dicho que las hormonas glandotropas, secretadas por la hipófisis estimulan el funcionamiento de las glándulas blanco correspondiente: sabemos que la ACTH estimula las cápsulas suprarrenales y en especial la secreción de cortisona por parte de estas; es precisamente la cantidad de cortisona presente en la sangre lo que regula la cantidad de ACTH secretada por la hipófisis; esta libera ACTH en proporción inversa a la tasa de cortisona en circulación (si hay mucha cortisona en la sangre la hipófisis bloquea la secreción de ACTH, mientras que si la cantidad de cortisona presente en la sangre baja, la hipófisis libera ACTH, estimulando las cápsulas suprarrenales para que acelere su ritmo de trabajo). Este mecanismo se denomina retroalimentacion e indica cualquier mecanismo que, introducido en un sistema es capaz de regular su actividad, otorgando al mismo sistema la capacidad de autorregularse.
Sin embargo si se someten a un examen cuidadoso los diversos fenómenos de tipo endocrino que se llevan a cabo en el organismo, se llega a la conclusión de que este mecanismo no basta por si solo para explicarlos.
En el hipotálamo una formación nerviosa situada sobre la hipófisis, con la que se halla íntimamente comunicado y que a su vez esta conectada con las demás parte del cerebro, existen grupos de células nerviosas que segregan sustancias de acción especifica sobre la hipófisis: los factores liberadores (releasing factors).
Cada una de las hormonas glandulotropas esta bajo el control liberador que, al llegar a la hipófisis desde el hipotálamo estimula su liberación en la sangre. Los factores liberadores constituyen el punto de conexión entre el sistema nervioso y el endocrino. Este hecho ha quedado completamente aclarado en lo que se refiere a la ASTH cuyo factor liberador se denomina CRF, y para la tireotropa TRF.
Para las hormonas gonadotropas: su factor liberador no ha sido descubierto, en cualquier caso parece que existe un factor liberador para la hormona folículo estimulante (FSHRF) y para la luteoestimulante (LRH), mientras que el hipotálamo segrega un factor inhibidor con la secreción de la hormona luteotropa o prolactina (PIF).
Para terminar, parece desprenderse que la melatolina forma una hormona secretada por la epífisis (en el interior del cráneo) que tiene también una acción inhibidora sobre la secreción de las gonadotropinas y se cree que el ritmo de secreción de la melatolina esta regulado por la cantidad de luz presente en el medio en el que vive el individuo. En la oscuridad la secreción de la melatolina aumenta y la actividad de las glándulas sexuales disminuye; en presencia de luz la secreción de melatolina disminuye y las glándulas sexuales son estimuladas en mayor medida.
Hormona Somatotropa
La STH es una hormona hipofisiaria que se diferencia en forma clara de todas la restantes; su acción se desarrolla directamente sobre los tejidos del organismo y no a través de la mediación de otras glándulas, como sucede en las otras hormonas.
Se denomina también "hormona de crecimiento" ya que induce y regula el crecimiento corporal. Se trata de una proteína constituida por una serie compleja de aminoácidos, que actúan sobre todo los tejidos del organismo estimulando su desarrollo. Es la hormona mas importante en la fase inicial de cualquier individuo.
La acción de la somatotropa no se limita al periodo de crecimiento. Las estructuras que lo constituyen a nivel molecular, se gastan, se transforman continuamente y debe producirse sin cesar nuevo material orgánico. Además del agua y las sales, las sustancias básicas de las que se compone el organismo son los azucares, las grasas y las proteínas. La STH debe actuar sobre estos compuestos.
El constituyente estructural fundamental del organismo lo constituyen las proteínas; los azucares y las grasas sirven para proporcionar energía. La STH, para inducir el crecimiento corporal y estimular al organismo a fabricar las estructuras moleculares de recambio para la sustitución de las que se han gastado debe orientar el metabolismo corporal hacia la síntesis de las nuevas proteínas, en especial del nucleoproteínas, sustancia que son esenciales para la vida de la célula (es más importante en la etapa de crecimiento). Si tratamos de comprobar cuales son las acciones metabólicas de las hormonas veremos que ellas corresponden perfectamente a todas estas necesidades teóricas.
La STH favorece la entrada de los aminoácidos en la célula, primer paso fundamental para la constitución de las proteínas. Las hormonas sexuales, pero sobre todo los andrógenos (masculinos), favorecen la incorporación de estos a las proteínas. A nivel de los azúcares, la STH se opone a la acción de la insulina, favoreciendo la transformación realizada precisamente por la insulina de los azúcares en aminoácidos; se produce así nuevo material para la síntesis de la proteína.
Con referencia a las grasas la STH estimula su catabolismo; proporciona así a las cadenas enzimáticas celulares, encargadas del montaje de las proteínas, un material que ellas pueden aprovechar.
Además la STH actúa también sobre los minerales que son constituyentes fundamentales del protoplasma celular, en especial sobre el sodio, el potasio y el calcio, favoreciendo su retención (el calcio solo durante el periodo de crecimiento óseo).
Teniendo en cuenta las acciones que la STH lleva a cabo en el organismo, se pueden deducir la consecuencias que derivan de una secreción de esta hormona en defecto o en exceso. En el primer caso se produce el enanismo y en el segundo el gigantismo, que también aparece durante la infancia y sobre todo durante la adolescencia, siempre antes de la pubertad.
La razón es sencilla : la diferencia de estatura se debe principalmente a un desarrollo diferente del sistema óseo y en particular de los huesos largos (esqueleto de los miembros) . Estos están constituido por la diáfesis, que es el cuerpo del hueso, y la epífisis, las dos cabezas. Entre la diáfesis y cada una de las dos epífisis, durante el periodo de crecimiento, existen dos capas delgadas de cartílagos, el cual da origen a la formación de nuevo tejido óseo que, superponiéndose a la ya existente, que constituye la diáfesis provoca un alargamiento del hueso.
Gigantismo
La STH regula la función de los cartílagos de crecimiento: si aumenta, estos aceleran su ritmo de trabajo y aparece el gigantismo.
Se habla del gigantismo cuando la estructura de los hombres sobrepasa el metro noventa y cinco, en la mujer el metro ochenta y cinco.
El gigantismo hipofisario es una flexión muy rara: sobre 3190 endocrinopatías infantiles observada por Wilkins, noto solo dos casos de gigantismo.
Según la edad de desarrollo del hipersomatotropismo, puede observarse un gigantismo puro armónico cuando la enfermedad empieza en la infancia, y una giganto-acromegalia cuando se manifiesta en la adolescencia. El tratamiento, dependiente de la existencia o no de un tumor hipofisario , deberá ser quirúrgico u hormonal, con el objeto de bloquear la hipófisis hiperfuncionante en ese sector.
Acromegalia
Cuando los cartílagos de crecimiento desaparecen los huesos largos no pueden seguir creciendo en longitud; por consiguiente, si la producción excesiva de STH se realiza cuando ha terminado el desarrollo óseo, el individuo no padecerá ya un gigantismo sino de Acromegalia. Aquí, los huesos largos crecen solo en anchura, pero no se alargan, por lo que la estatura del individuo permanece invariable. Se produce, no obstante, un desarrollo excesivo, sobre todo donde todavía existen cartílagos, en especial en el rostro; las arcadas orbitarias y sigomáticas sobresalen; la nariz se hace gruesa y la mandíbula prominente. Todos los órganos aumentan de volumen: la lengua se engrosa hasta el punto de que, en los casos mas graves no permite cerrar la boca, las manos y los pies no se alargan pero se hacen mas gruesos; las cuerdas vocales que están constituidas por cartílagos se hacen mas gruesas, provocando un cambio en la voz, que se hace profunda y masculina, incluso en las mujeres; la piel es pastosa, gruesa, rugosa y aumenta la cantidad de bello corporal. Si se estudia el metabolismo de estos sujetos, se ponen en evidencia los signos típicos del trabajo que esta realizando la STH: aumenta los azucares en la sangre (dado que como sabemos, queda obstaculizada su utilización por parte de las células), mientras que es posible observar una eliminación reducida de la sustancia proteicas, que son utilizadas desmedidamente. Las grasas, escindidas y movilizadas de los lugares de almacenamiento, están presentes en la sangre en cantidad ligeramente superior a la normal.
Otras interferencias debido al desequilibrio de las hormonas, tienen efectos en el comportamiento sexual (desaparición del apetito sexual).
La funcionalidad reducida de la hipófisis
La funcionalidad reducida de la hipófisis se denomina hipopituarismo. La hipófisis, a través de diversas hormonas secretadas por ella, controla el funcionamiento de las glándulas endocrinas mas importantes : tiroides, las cápsulas suprarrenales, las glándulas sexuales y además el crecimiento corporal ; queda claro, entonces, que una reducción de las capacidades de la hipófisis se manifestará con síntomas que derivan de una carencia de las hormonas secretadas que esta suele estimular. Si esto sucede en el niño, en el que es muy importante la presencia de la hormona somatotropa del crecimiento, se producirá el denominado "enanismo hipofisario". Por esto se entiende un síndrome clínico caracterizado por la detención del crecimiento debido a una reducida secreción de la hormona somatotropa hipofisiaria. Por lo general los enanos hipofisarios miden menos de 1.50mts, presentan un desarrollo sexual reducido, con infantilismo en los genitales y ausencia de caracteres sexuales secundarios. La inteligencia es normal. El tratamiento medico se basa en dosis altas de hormona somatotropa.
La capacidad secretora reducida de la hipófisis puede limitarse a una sola de las hormonas sin afectar a la glándula en su conjunto, pero cuando se produce un "hipopituarismo total", los síntomas se encuadran en un conjunto característico que recibe el nombre de enfermedad de Simmonds. Se trata de un decaimiento progresivo de todo el organismo, el enfermo adelgaza de forma rápida y progresiva, tanto el tejido adiposo como los músculos sufren una atrofia progresiva para llegar a desaparecer casi por completo en las fases mas avanzadas. Los órganos internos (corazón e hígado) disminuyen su volumen. Este estado de deterioro gravisimo (llamado caquexia hipofisiaria) esta inducido por la falta de la hormona somatotropa, que controla el mantenimiento del estado de nutrición del organismo y estimula la formación de células que sustituyen a las que se destruyen por vejez u otros motivos.
El defecto metabólico de fondo, es una reducción en la formación de proteínas. Otro fenómeno responsable en parte de esta caquexia es la falta de apetito, asociada a una digestión difícil y, por tanto, a una absorción reducida de los alimentos a causa de la ausencia o secreción deficitaria de HCl por parte de la mucosa gástrica.
Causas
El hipopituarismo puede ser causado por una destrucción de la glándula o por una alteración orgánica de la misma.
Hay un caso de alteración orgánica de la hipófisis que es considerado como una enfermedad independiente llamada necrosis hipofisaria pospartum o enfermedad de Sheehan.
Existe, por ultimo, un hipopituarismo funcional, ello significa que la hipófisis no esta afectada por ninguna enfermedad especifica, la escasa producción de las hormonas se debe a causas extrahipofisarias que disminuyen su funcionalidad. Puede tratarse de una enfermedad metabólica que causa la desnutrición de la hipófisis ; puede ser una lesión hipotalámica capaz de inducir una secreción escasa de los llamados "releasing factors" ; o sino de un defecto o un exceso de funcionamiento de una glándula endocrina satélite (tiroides, cápsulas suprarrenales o gónadas). Un trabajo excesivo por parte de estas puede conducir a un reposo de la hipófisis que deja de estimular a la glándula hiperfuncionante y a todas las demás.
También pude producirse el mecanismo inverso, si una glándula satélite trabaja poco, la hipófisis acentúa su actividad estimulante sobre ella y puede pasar que este esfuerzo hipofisario llegue a agotar la capacidad funcional de la glándula.


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