martes, 5 de mayo de 2015

Neurociencia


neuroanatomía - nuronas .-
Los cuerpos de Nissl o gránulos de Nissl o también denominada sustancia cromófila, son acumulaciones basófilas, que se encuentran en el citoplasma de células nerviosas. Reciben el nombre por Franz Nissl, neurólogo alemán (1860-1919).
Estos gránulos son retículo endoplasmático rugoso (con ribosomas dispuestos en espiral) y son sitios de síntesis de proteínas.
Los cuerpos de Nissl se encuentran en el pericarion y en la primera porción de las dendritas, faltan en el axón y en el cono axónico.
Su presencia deja notar una coloración intensa, ya que tienen gran afinidad por los colorantes básicos, esta basofilia se debe al contenido de ARN. La presencia de cuerpos de Nissl puede ser demostrada por una tinción selectiva desarrollada por Nissl que se basa en una tinción de anilina usada para marcar gránulos extranucleares de ARN.
Presentan variantes bajo ciertas condiciones fisiológicas y en el caso de condiciones patológicas pueden disolverse y desaparecer (cariolisis).

Cuerpos de Nissl


Los cuerpos de Nissl sintetizan moléculas de proteína necesarias para la transmisión de impulsos nerviosos de una neurona a otra. También aportan proteínas que son útiles para mantener y regenerar las fibras nerviosas. Se debe recordar que los ribosomas son el lugar de síntesis de las proteínas neuronales y que el retículo endoplasmático rugoso (R.E.R) se denomina sustancia de Nissl por su tinción azul característica que se obtiene con el colorante de Nissl.




Las células bipolares son neuronas que presentan dos ramificaciones por fuera del soma o cuerpo neuronal, estas ramificaciones son: unaxón y una dendrita, el axón tiene funciones emisoras de información química, y las dendritas reciben dicha información. Las células nerviosas bipolares generalmente son sensoriales y son aferentes del SNC, como las presentes en el nervio olfatorio. Los ejemplos más comunes son las células bipolares de la retina y el ganglio del nervio vestibulococlear.

Las células bipolares  transmiten las señales desde los conos a las células ganglionares a través de vías directas e indirectas
 Cada tipo de célula bipolar establece conexiones excitadoras con la célula ganglionar del tipo correspondiente. Cuando la luz despolariza las c. bipolares de centro conectado, éstas despolarizan, a su vez, las c. ganglionares también de centro conectado.
 La información visual pasa de los conos a las células ganglionares mediante dos vías existentes en la retina. Los  conos del centro del campo receptivo (c.r.) de la célula ganglionar establecen conexiones sinápticas directas con las células bipolares y éstas con las ganglionares; estas conexiones se conocen como vías directas o verticales. Las señales procedentes de los conos de la periferia del c. r.  llegan  de forma indirecta, pasando por las células horizontales y amacrinas (establecerían una retroalimentación hacia los conos del centro del c.r. de la cél. bipolar); son las vías laterales .
 Todas las céls. retinianas transmiten sus señales visuales por conducción electrotónica, es decir, por un flujo de corriente eléctrica en el citoplasma desde el punto de excitación hasta el terminal presináptico (transmisión de la señal de forma pasiva). Esto permite una conducción gradual de la intensidad de la señal. Así la intensidad de la señal de hiperpolarización de los conos y los bastones está relacionada con la intensidad de iluminación (la señal no es “todo o nada”).  Como los axones de las c. ganglionares (constituyen el nervio óptico) tienen que recorrer distancias considerables hasta el encéfalo, transfieren la señal por potenciales de acción.
Cuando los conos del centro del c.r. se activan, las células bipolares de centro conectado se despolarizan, mientras que las c. bipolares de centro desconectado se hiperpolarizan. La activación de los conos periféricos provoca la respuesta contraria.
Hay dos tipos de c. bipolares: despolarizante e hiperpolarizante. Cuando los bastones y los conos se excitan unas c. bipolares se despolarizan y otras se hiperpolarizan.  Esto permite a la mitad de las c. bipolares transmitir señales positivas y a la otra mitad negativas.

La retina tapiza la cavidad interna del ojo y es el tejido del globo ocular especializado en recoger, elaborar y transmitir las sensaciones visuales. Clásicamente la microscopía óptica ha distinguido diez capas, aunque las posteriores observaciones con aparatos electrónicos nos han permitido ver que se tratan de las diferentes partes de los siguientes tipos de células:

  • Epitelio pigmentario
    Sus células escansan sobre la membrana basal de Bruch y contienen melanina, que utilizan para absorber la luz. Cada una de estas células se relacionan con los segmentos externos de entre 15 y 20 fotorreceptores.

  • Fotorreceptores
    Son las encargadas de transformar la estimulación lumínica en un impulso nervioso y se distinguen en dos tipos. Por un lado, tenemos los bastones, que contienen un pigmento llamado rodopsina, capaz de absorber todas las longitudes de onda del espectro visible. Son los responsables de la visión escotópica, que es la que se da en condiciones de baja luminosidad, y predominan en la retina perfiérica. Por otro lado, están los conos, responsables de la visión fotópica, o lo que es lo mismo, de la percepción de los colores en espacios con buena iluminación. Pueden contener tres tipos de iodopsinas, sus pigmentos específicos, encargados de recoger los colores rojo, verde y azul (según la teoría tricromática de Yung-Helmholtz).

  • Células bipolares
    Constituyen la primera neurona de la vía óptica. Conectan con la expansión externa de los fotorreceptores por un extremo y, por el otro, con las células ganglionares que veremos a continuación. Su comunicación con los bastones es convergente, es decir, que varios bastones se comunican con una única bipolar, mientras que la transmisión de los conos es lineal, esto es, un único cono sinapta con una única célula bipolar.

  • Células ganglionares
    Son la segunda neurona de la vía óptica y son sus axones los que conforman el nervio óptico.

  • Otras
    Además de las que hemos visto hasta ahora, en la retina podemos encontrar también céelulas gliales con funciones de soporte, nutrición e inmune, y lo que se llaman las células de asociación, horizontales y amacrinas, encargadas de asociar células entre sí.

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