jueves, 29 de diciembre de 2016

Personajes de Familias por países - España

casa de borgoña
Alfonso VII de León, llamado «el Emperador» (Caldas de Reyes, 1 de marzo de 1105 – Santa Elena2 3 , 21 de agosto de 1157), fue rey de León y de Castilla entre 1126 y 1157. Hijo de la reina Urraca I de León y del conde Raimundo de Borgoña, fue el primer rey leonés miembro de la Casa de Borgoña, que se extinguió en la línea legítima con la muerte de Pedro I, quien fue sucedido por su hermano paterno Enrique, primer rey Trastámara.
Retomando la vieja idea imperial de Alfonso III y Alfonso VI, el 26 de mayo de 1135 fue coronado Imperator totius Hispaniae (Emperador de España) en la Catedral de León, recibiendo homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón Berenguer IVconde de Barcelona.
Alfonso VII de León
Rey de León y de Castilla
TumboA kralik.jpg
Alfonso VII según una miniatura del Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela.
Información personal
Nombre secularAlfonso Raimúndez
Reinado1126-1157
Coronación10 de marzo de 1126
Nacimiento1 de marzo de 1105
Caldas de Reyes
Fallecimiento21 de agosto de 1157 (52 años)
Paraje de La Fresneda,1 en Santa Elena2 3 o en Viso del Marqués[cita requerida]
EntierroCatedral de Toledo
PredecesorUrraca I
SucesorFernando II de León
Sancho III de Castilla
Familia
PadreRaimundo de Borgoña
MadreUrraca I
CónyugeBerenguela de Barcelona
Riquilda de Polonia

Conflictos en Galicia

Tras la muerte del padre de Alfonso, Raimundo de Borgoña en 1107, y de su abuelo Alfonso VI en 1109, su madre Urraca contrajo un nuevo matrimonio para poder acceder a los tronos del Reino de León y del Reino de Castilla. El elegido resultó ser el rey aragonés Alfonso I el Batallador y provocó el rechazo de amplios sectores de la nobleza.
Entre los contrarios a este enlace matrimonial se destacaron los nobles gallegos, debido a la pérdida del entonces infante de cinco años Alfonso Raimúndez de los derechos al trono del Reino de León y Castilla tras el pacto matrimonial firmado entre Urraca y Alfonso I de Aragón, que estipulaba que los derechos de sucesión pasarían al hijo que pudieran tener. La nobleza gallega encabezada por el obispo de Santiago de CompostelaDiego Gelmírez, y el tutor del infante, Pedro Froilazel conde de Traba, se rebelarán y el ayo del joven príncipe proclama a Alfonso Raimúndez con siete años de edad «rey de Galicia» el 17 de septiembre de 1111,4 lo que obligó a Alfonso el Batallador a intervenir para restablecer el orden. Es discutido el sentido de esta proclamación, sin que pueda dilucidarse si se pretendía con ello establecer un reino independiente o no; es más probable que simplemente se tratara de otorgar la categoría de correinante a Alfonso Raimúndez con un grado igual al de su madre.4 La inhábil política de Gelmírez al no facilitar la sumisión de Portugal, cerró el camino para el triunfo de la revuelta, que obtuvo apoyo entre la nobleza gallega, pero que también generó opositores entre los sectores partidarios de Alfonso el Batallador, como ocurrió en Lugo.4 El Batallador actuó en Galicia, pues estaba incorporada de derecho a su reino por las capitulaciones matrimoniales, que establecían que el hijo de Alfonso y Urraca podría reinar en la mayoría de los territorios de la España cristiana: AragónPamplona, León y Castilla; a excepción solo del condado de Barcelona y otros condados pirenaicos, como el de Urgel, entre otros.
Alfonso I, finalmente, se dirigió contra los partidarios de Alfonso Raimúndez derrotándolos en Villadangos en octubre o noviembre de 11115 con la ayuda del conde de Portugal, Enrique de Borgoña, tío de Alfonso VII. Con esta victoria el Batallador desbarató el intento político del obispo de Santiago de Compostela y sus partidarios, capturó a Pedro Froilaz (que sería liberado poco después) y debilitó a sus oponentes. Sin embargo, Gelmírez y Alfonso Raimúndez consiguieron huir. La actitud de Urraca I en todo el conflicto es discutida, mientras que la Historia compostelana (que es una fuente parcial, pues se trata de una biografía dedicada a exaltar la política del obispo Gelmírez) señala que Urraca estuvo de acuerdo con la coronación de Alfonso Raimúndez (pese a que ello hubiera supuesto aceptar una corregencia dirigida por Gelmírez y sus colaboradores), existe un documento que manifiesta que el 2 de septiembre de 1111 (solo quince días antes del acto de la proclamación de su hijo como «rey de Galicia») Urraca firmaba en Burgos junto con su esposo Alfonso el Batallador una donación a favor del monasterio de Oña, y en octubre lo hacía del mismo modo en otra suscrita en Briviesca. Ambos documentos fueron redactados por el canónigo de Santiago de Compostela, cuyo cargo lo hace cercano al obispo, por lo que el juego de alianzas políticas dista de ser sencillo.6

Rey de León y de Castilla

El 10 de marzo de 1126, tras la muerte de su madre, Alfonso VII fue coronado rey de León en la catedral de León y de inmediato emprendió la reclamación del Reino de Castilla, en el que su padrastro, Alfonso I de Aragón, contaba con importantes guarniciones militares que le aseguraban su dominio. Entre éstas destacan Burgos y Carrión de los Condes, cuya población se decanta por el nuevo rey y en 1127 entregan las plazas a Alfonso VII.
Alfonso el Batallador reacciona y se dirige contra Alfonso VII al frente de un numeroso ejército. Ambos se encuentran en el valle de Támara. Sin embargo no se produce un enfrentamiento entre los ejércitos debido a que los dos monarcas tienen situaciones más graves a las que hacer frente: Alfonso VII debe atender las veleidades territoriales de su tía Teresa de León y Alfonso I a las amenazas de los almorávides. Se llega entonces a un acuerdo que se plasma en un pacto conocido como las Paces de Támara, en el que se establecen las fronteras entre el reino castellano y el aragonés, volviendo a los límites fijados por Sancho III el Mayor, y se zanjan las disputas entre ellos renunciando el monarca aragonés al título de emperador, título que utilizó el Batallador entre 1109–1114 tras su matrimonio con Urraca I de León, anulado al considerarse que no fue consumado, y debiéndose esperar tres siglos para ver realizada la unión de los reinos hispánicos, aunque ya sin Portugal, en las figuras de los Reyes Católicos.
Se dirige entonces hacia Galicia desde donde se interna en el Condado Portucalense, que rige su tía Teresa, y tras arrasarlo vuelve a León para casarse con Berenguela, hija de Ramón Berenguer III en 1128.
Ese mismo año logra que su tía Teresa de León reconociera su soberanía, aunque dicho reconocimiento sería efímero porque el 24 de junio Teresa se ve obligada a huir a Galicia cuando su hijo, Alfonso Enríquez, la derrota en la batalla de San Mamede y que será el origen de la futura independencia del reino portugués.
En 1130 depone a los obispos de León, Salamanca y Oviedo que se habían mostrado opuestos a su matrimonio con Berenguela. Esto provoca el rechazo de parte de la nobleza encabezada por Pedro González de LaraBertrán de Risnel y Pedro Díaz de Aller que se rebelan contra el monarca y toman Palencia. Alfonso VII acude a la ciudad y restablece el orden apresando a los cabecillas.

Aspiraciones territoriales


Óbolo de Alfonso VII con la leyenda "Imperator Leoni".
Tras la muerte sin descendencia del rey navarro-aragonés Alfonso I el Batallador (1134), Alfonso VII reclamó el trono de su padrastro alegando para ello ser tataranieto de Sancho III el Mayor. La candidatura de Alfonso no fue aceptada, ni por los nobles aragoneses, que nombraron rey de Aragón al hermano de Alfonso I, Ramiro II el Monje, ni por los nobles navarros que eligieron como rey de Pamplona a García Ramírez.
A pesar de ello Alfonso ocupa La Rioja y Zaragoza, ciudad que entregaría al recién nombrado rey navarro a cambio de su juramento de vasallaje.
Posteriormente, apoyado por nobles del norte de los Pirineos, controló amplios territorios del sur de Francia, llegando hasta el río Ródano, lo que le valió para retomar la vieja idea imperial de Alfonso III y, el 26 de mayo de 1135, se hace coronar, en la Catedral de LeónImperator totius Hispaniae (Emperador de toda España) por el obispo Arriano ante Guido de Vico, legado del papa Inocencio II. En dicha ceremonia recibirá el homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón IVconde de Barcelona, de su primo el rey García Ramírez de Pamplona, del conde Alfonso Jordán de Tolosa y otros señores y embajadores de Gascuña y del Mediodía francés, como el conde de Comingesa , el conde de Foix y el señor de Montpellier, de Ermengol VI de Urgel, y de representantes de varios de los principales linajes musulmanes, como el caudillo ismaelita Sayf al-Dawla más conocido como Zafadola. No asisten su también primo Alfonso Enríquez ni el rey aragonés Ramiro II de Aragón con el que se encuentra enemistado por la ocupación de Zaragoza.
La enemistad con el monarca aragonés se resuelve en 1136 cuando Alfonso VII desposee del señorío zaragozano al rey navarro y se lo ofrece a Ramiro II el Monje en el pacto por el que llegan tras acordar la boda de sus hijos Petronila y Sancho, aunque finalmente el matrimonio no se celebrará ya que Petronila se casa con el conde barcelonés Ramón Berenguer IV, lo que va a suponer la unión entre el condado de Barcelona y el reino de Aragón.
Asegurado el flanco aragonés de su reino Alfonso centra su mirada en la reconquista de las tierras en manos de los musulmanes.

Reconquista

Desde 1138 Alfonso VII centra su atención en el sur peninsular ocupado por los almorávides y los almohades. Para ello intervino activamente en los enfrentamientos entre las dos dinastías bereberes y llevó a cabo expediciones y ataques de saqueo incitando a las poblaciones a sublevarse contra ellos, para lo cual contó con la ayuda de dos caudillos hispanomusulmanes: el ya citado Zafadola e Ibn Mardanish conocido como «el rey Lobo».
En 1139 tomó la fortaleza de Oreja desde el que se amenazaba Toledo,8 en 1142 se hace con Coria,9 en 1144 con Jaén y Córdoba, aunque esta última volverá a caer ese mismo año en manos musulmanas.
En 1146 se produce una invasión almohade que tras desembarcar en Algeciras se hace con importantes territorios, por lo que Alfonso VII se ve obligado a pactar con el caudillo almorávide Ibn Ganiya para organizar la resistencia. Se entrevista con Ramón Berenguer IV y con García Ramírez y acuerdan la conquista de Almería en poder de los almohades. Para ello cuentan además con el apoyo de la flota genovesa y con cruzados franceses que responden al llamamiento que ha realizado el papa Eugenio III. Almería es tomada en octubre de 1147.
En 1150 falleció el monarca navarro García Ramírez y Alfonso VII firma, el 27 de enero de 1151, con el rey de Aragón el Tratado de Tudilén, un acuerdo por el que ambos acuerdan repartirse el reino de Navarra y se reconoce a Ramón Berenguer IV el derecho de conquista sobre ValenciaDenia y Murcia.
En 1157, los almohades recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León, muere el 21 de agosto. Su hijo Fernando le sucedió en el trono de León mientras que su otro hijo Sancho ocupó el trono de Castilla.

Lugar de fallecimiento

El lugar exacto del fallecimiento de Alfonso VII está en duda, aunque existe constancia histórica de que acaeció en el paraje de «La Fresneda»1 a su regreso del sitio de Almería, el 21 de agosto de 1157. Así se puede leer en la versión que ofrece la Crónica de Castilla escrita hacia el año 1300:
[...] E tornóse el emperador para Baeça con grande onrra e dexó ý a su fijo, el ynfante don Sancho, por guarda de su tierra. E passó el puerto del Muradal e llegó a vn lugar que llaman las Feynedas. E ferióle ý el mal de la muerte, e morió ý so vna enzina. E leuáronlo a Toledo e enterráronlo aý muy honrradamente [...]
En coherencia con este texto, la tradición sostiene que se corresponde con el actual paraje conocido como «Fuente del Emperador» situado en el municipio de El Viso del Marqués (hasta el S.XVI, «Viso del Puerto», provincia de Ciudad Real) en cuyo extenso término municipal se halla el Puerto Muradal que nombran las crónicas y que ya había traspasado el Rey antes de morir (antesala de Sierra Morena desde La Mancha y principal paso natural hacia el desfiladero de Despeñaperros, pero no parte integrante de éste). Las aguas y torrentes de esta localidad confluyen en el río llamado Fresnedas (cabecera del Jándula en la vertiente Norte de Sierra Morena).
Escritores posteriores renacentistas introdujeron elementos nuevos que modifican la historia. El talaverano Juan de Mariana en su "Historia General de Castilla" (1601) refiere que el Emperador cae enfermo en el «bosque de Cazlona» (que se ha querido identificar con Cástulo), aunque no dice en absoluto que muriese allí. Sin embargo, esta referencia topográfica hacia la Alta Andalucía es aprovechada por el jienense Martín Ximena Jurado para redactar motu proprio en sus "Anales del municipio Albense Urgavonense o villa de Arjona" (1643) que la localización de la muerte tuvo lugar «en el término de Baeza (adonde bolviendose con su ejército [...]) le asaltó la muerte» en un paraje que se quiere hacer corresponder con el actual de «La Aliseda» en Santa Elena. Estas circunstancias (que reubican el emplazamiento decenas de leguas hacia el Sur y nos hablan de un retroceso no justificado de las tropas alfonsinas) no están recogidas en la revisiones de los más importantes historiadores de la actualidad: no figuran en "Noticias y documentos para la historia de Baeza" (2007) de Fernando de Cózar Martínez, ni tampoco aparecen en ninguno de los ensayos acerca de Baeza de José Rodríguez Molina.
Alfonso VII dinero 22198.jpg







Alfonso VIII de Castilla, llamado «el de Las Navas» o «el Noble» (Soria, 11 de noviembre de 1155 – Gutierre-Muñoz, del domingo 5 al lunes 6 de octubre de 12142 ), fue rey de Castillaa entre 1158 y 1214. Hijo de Sancho III y Blanca Garcés de Pamplona, derrotó a los almohades en la batalla de Las Navas de Tolosa, librada en 1212, y fue sucedido en el trono por su hijo Enrique.
Alfonso VIII de Castilla
Rey de Castilla
Alfons8Kastilie.jpg
Detalle de miniatura de Alfonso VIII de Castilla en el Tumbo menor de Castilla1
Información personal
Reinado31 de agosto de 1158-6 de octubre de 1214
Nacimiento11 de noviembre de 1155
Soria
Fallecimiento5 al 6 de octubre de 12142 (58 años)
Gutierre-Muñoz
EntierroMonasterio de las Huelgas de Burgos
PredecesorSancho III
SucesorEnrique I
Familia
DinastíaCasa de Borgoña
PadreSancho III de Castilla
MadreBlanca Garcés de Pamplona
ConsorteLeonor de Plantagenet
Regente
DescendenciaVéase descendencia
Royal Arms of Castille (1214-15th Century).svg
Escudo de Alfonso VIII de Castilla

Ascendientes

Por parte de padre era descendiente de los reyes de la Casa de Borgoña y del Condado de Barcelona, y por parte de madre, de los reyes de Pamplona y de Rodrigo Díaz de Vivar.

Minoría de edad

Hijo de Sancho III «el Deseado», rey de Castilla, y de Blanca Garcés de Pamplona, a la muerte de su padre sólo contaba tres años de edad, por lo que se designó como tutor a Gutierre Fernández de Castro y como regente a Manrique Pérez de Lara, para equilibrar a las poderosas familias Castro y Lara. Sin embargo, se originó una sangrienta rivalidad entre las dos familias nobiliarias. Los Lara lograron apoderarse del joven rey al que trasladaron a Haza, dentro de su zona de influencia.
Esta rivalidad derivó en una guerra civil y en un período de incertidumbre que fue aprovechado por los reinos vecinos y así, en 1159, el rey navarro Sancho VI se apoderó de Logroño y de amplias zonas de La Rioja, mientras que el tío del joven Alfonso, el rey leonés Fernando II, se apoderó de la ciudad de Burgos.
En 1160, los partidarios de la Casa de Lara, capitaneados por Nuño Pérez de Lara, fueron derrotados por los miembros de la Casa de Castro, dirigidos por Fernando Rodríguez de Castro el Castellano, en la Batalla de Lobregal, librada en las cercanías de la localidad de Villabrágima, en la provincia de Valladolid.
La proximidad de Fernando II, aliado de los Castro, al lugar donde los Lara custodian a Alfonso VIII hace que éstos le trasladen a Soria donde permanecerá hasta 1162 cuando los Lara, acosados por Fernando que ha conquistado las ciudades de Segovia y Toledo, deciden entregárselo a su tío, aunque lo impide la intervención de un hidalgo, quien sacó al pequeño del palacio real, poniéndolo bajo la custodia de las villas leales del norte de Castilla, primero en el castillo de San Esteban de Gormaz y después en Atienza y Ávila, ciudad que desde entonces recibe el título honorífico de «Ávila del Rey» o «Ávila de los Leales» por la defensa que hizo del joven monarca. Así mismo, la estancia de Alfonso en Atienza dio origen al nacimiento de la popular celebración de La Caballada, que se celebra todos los años en esta villa el Domingo de Pentecostés.

Primer período del reinado

Al alcanzar la mayoría de edad en 1170, Alfonso VIII fue proclamado rey de Castilla en las Cortes que se convocaron en Burgos, tras lo cual se concertó su matrimonio con Leonor de Plantagenet, hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania, que aportó como dote el condado de Gascuña. El enlace real se celebró en la ciudad aragonesa de Tarazona.
Su primer objetivo como monarca fue recuperar los territorios perdidos durante su minoría de edad. Para ello se alía con el rey Alfonso II el Casto. Junto al monarca aragonés, Alfonso VIII atacó al navarro Sancho VI en 1173, logrando arrebatarle los territorios que este había tomado durante su minoría de edad. Tras ello reforzó su alianza con Alfonso II al concertar el matrimonio de éste con su tía, Sancha de Castilla.

Alfonso VIII en una miniatura medieval
Presionado por los ataques almohades, desde 1174 tuvo que ceder a las órdenes militares algunos territorios hasta entonces de realengo para su mejor protección, como las villas de Maqueda y Zorita de los Canes a la Orden de Calatrava, o la villa de Uclés a la Orden de Santiago, siendo desde entonces Uclés la casa principal de esta última orden militar. Desde esta plaza inicia una ofensiva contra los musulmanes, que culmina con la reconquista de Cuenca en 1177. La ciudad se rindió el 21 de septiembre, festividad de San Mateo, celebrada desde entonces por los conquenses.
Alfonso VIII fue el fundador del primer estudio general español, el Studium generale de Palencia (germen de la universidad), que decayó tras su fallecimiento. Además, su corte sería un importante instrumento cultural, que acogería trovadores y sabios, especialmente por la influencia de su esposa gascona Leonor (hermana de Ricardo Corazón de León).
En 1179 firma con su aliado el rey aragonés el Tratado de Cazola, por el que ambos monarcas se reparten sobre el papel, ya que no tuvo resultados reales, los territorios del reino navarro y además fijan las zonas de conquista de los territorios musulmanes que cada monarca puede emprender variando el hasta entonces vigente Tratado de Tudilén que habían firmado Alfonso VII de León y Ramón Berenguer IV de Barcelona. Por el nuevo Tratado de Cazola, el reino de Murcia –cuya conquista correspondía a Aragón– pasaba a Castilla y a cambio el rey aragonés Alfonso II se vio libre del vasallaje que debía a Alfonso VIII.
El 12 de enero de 1180, el rey se encontraba en Carrión de los Condes, firmando el Fuero de Villasila y Villamelendro tras la petición efectuada por los clérigosb de las citadas villas.c
Tras fundar Plasencia en 1186, y con intención de unificar a la nobleza castellana, relanza la Reconquista, recupera parte de La Rioja que estaba en manos navarras y la reintegra a su reino. Establece una alianza con todos los reinos peninsulares cristianos –a la sazón, PortugalLeónCastillaNavarra y Aragón– para proseguir ordenadamente conquistando las tierras ocupadas por los almohades.
En 1188 se reúne en Carrión de los Condes con su primo Alfonso IX, que acababa de suceder a su padre Fernando II como rey de León. Ambos monarcas firman un pacto de buena voluntad que Alfonso VIII pronto romperá para, aprovechando la debilidad del nuevo rey leonés en su propio reino, invadir León y hacerse con varias poblaciones, entre las que destacan Valencia de Don Juan y Valderas, y que inició un período de hostilidades que finalizaría el 20 de abril de 1194 con la firma del Tratado de Tordehumos, en el que el rey castellano se comprometía a devolver los territorios conquistados y el leonés se comprometía a contraer matrimonio con la hija de Alfonso VIII, Berenguela y, si el leonés Alfonso IX moría sin descendencia, se pactó que el reino de León pasaría a ser anexionado por Castilla.

Batalla de Alarcos (1195)

El acuerdo con el reino de León permite a Alfonso VIII romper la tregua que mantenía con los almohades desde 1190 e inicia incursiones que, de la mano del arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga, llegan hasta Sevilla.
El califa almohade Abu Yaqub Yusuf al-Mansur, que se encontraba en el norte de África, cruza el Estrecho de Gibraltar y desembarca en Tarifa al frente de un poderoso ejército con el que se dirige hacia tierras castellanas. Alfonso VIII recibe la noticia y reúne a su ejército en Toledo y aunque consiguió el apoyo de los reyes de León, Navarra y Aragón para hacer frente a la amenaza almohade, no espera la llegada de dichas tropas y se dirige hacia Alarcos, una ciudad fortaleza en construcción situada a pocos kilómetros de la actual Ciudad Real, junto al río Guadiana, donde el 19 de julio de 1195 sufre una estruendosa derrota que supuso una importante pérdida de territorio y la fijación de la nueva frontera entre Castilla y el Imperio almohade en los Montes de Toledo. Los almohades incluso invadieron el valle del Tajo y asediarían ToledoMadrid y Guadalajara en el verano de 1197.

Batalla de las Navas de Tolosa, 1212.

Batalla de las Navas de Tolosa

Alfonso VIII se encontró en una peligrosa situación que le llevó a la posibilidad de perder Toledo y todo el valle del Tajo, por lo que el rey solicitó desde 1211 al papa Inocencio III la predicación de una cruzada a la que no solo respondieron sus súbditos castellanos, sino también los aragoneses con su rey, Pedro II el Católico, los navarros dirigidos por Sancho VII el Fuerte, las órdenes militares, como las de Calatrava, del Temple, de Santiago y de Malta, además de caballeros cruzados franceses, occitanos y de toda la Cristiandad.
Con todos ellos y tras la recuperación de enclaves del valle del Guadiana (como el castillo de Calatrava) alcanzó la esperada victoria sobre el califa almohade Miramamolín en la batalla de las Navas de Tolosa, librada el 16 de julio en las inmediaciones de Santa Elena (Provincia de Jaén). Un año más tarde, lograba lo propio en la plaza de Alcaraz, consolidando el poder castellano en toda la meseta manchega.

Muerte y sepultura


Sarcófagos del rey Alfonso, en primer lugar y su esposa, detrás situados en el Monasterio de las Huelgas.
Alfonso VIII falleció del domingo 5 al lunes 6 de octubre de 12142 en un pequeño pueblo del alfoz de la Comunidad de Villa y Tierra de ArévaloGutierre-Muñoz,3 dejando constancia de ello el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada en su obra De rebus Hispaniae:
Habiendo cumplido LIII años en el Reyno el noble Rey Alfonso, llamó al Rey de Portugal su yerno para verse con él; y habiendo empezado su camino dirigido a Plasencia, última ciudad de su dominio, empezó a enfermar gravemente en cierta aldea de Arévalo que se llama Gutierre Muñoz, donde últimamente, agravado de una fiebre, terminó la vida y sepultó consigo la gloria de Castilla, habiéndose confesado antes con el arzobispo Rodrigo, y recibido el sumo Sacramento del Viático, asistiéndole Tello, obispo de Palencia, y Domingo, de Plasencia.4
El rey y su esposa Leonor recibieron sepultura en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos que él mismo había fundado.

Nupcias y descendencia


Foto de la inauguración del monolito en la localidad de Gutierre-Muñoz donde murió el rey Alfonso VIII.
El rey se casó en septiembre de 1170 en Tarazona con Leonor Plantagenet, hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania. El matrimonio se efectuó cuando los contrayentes tenían 14 y 10 años, respectivamente.5 La influencia política y cultural de la reina fue notable.
La pareja tuvo diez hijos de los que quede constancia documental, aunque es probable la existencia de otros hijos no documentados sobre todo dado que hay años en los cuales no se recoge ningún nacimiento teniendo en cuenta que los nacimientos de la pareja se produce cada poco tiempo.6 7 La aparición de restos óseos en las tumbas reales pueden avalar esa tesis, en concreto al menos dos.8
  • Berenguela (Segovia, 1 de junio de 1179 – Monasterio de las Huelgas, 8 de noviembre de 1246), reina de Castilla y esposa de Alfonso IX de León;9
  • Sancho (5 de abril de 1181 – 9 de julio de 1181), el primer hijo varón que falleció con tres meses de edad;10
  • Sancha (1182–1184). Su última aparición en la documentación fue en el año 1184. Está enterrada en el panteón familiar en el Monasterio de las Huelgas.11 12
  • Urraca (1186 – 2 de noviembre de 1220), reina consorte de Portugal por su matrimonio en 1211 con Alfonso II de Portugal;13
  • Blanca (Palencia, 1188 – Melun, 1252), reina consorte de Francia por su matrimonio en 1200 con Luis VIII y fundadora del monasterio de monjas cistercienses de Maubuisson.14
  • Fernando (Cuenca, 29 de noviembre de 1189 – Madrid, 14 de octubre de 1211), heredero;15
  • Mafalda de Castilla (Plasencia, 1191 – Salamanca 1204);16
  • Leonor (c. 1190–1244), reina consorte de Aragón por su matrimonio en 1221 con Jaime I de Aragón;17
  • Constanza de Castilla (m. 2 de enero de 1243), señora del monasterio cisterciense de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos;18
  • Enrique (14 de abril de 1204 – Palencia, 1217), sucesor de Alfonso VIII, con el nombre de Enrique I.19

Alfonso VIII en la literatura


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