sábado, 31 de diciembre de 2016

Monumentos por países - España

La Mezquita-Catedral de Córdoba,1 2 antes «Santa María Madre de Dios» o «Gran Mezquita de Córdoba», actualmente conocida como la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de forma eclesiástica o simplemente Mezquita de Córdoba o Catedral de Córdoba de forma general, es un edificio de la ciudad de CórdobaEspaña.
Se empezó a construir como mezquita en el año 785, con la apropiación y reutilización de los materiales de la basílica hispanorromana de San Vicente Mártir, que se hallaba en su lugar, por los conquistadores musulmanes.3 El edificio resultante fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba. Con 23 400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de La Meca, siendo sólo alcanzada posteriormente por la Mezquita Azul (Estambul, 1588). Una de sus principales características es que su muro de la qibla no fue orientado hacia La Meca, sino 51º grados más hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de al-Ándalus.
En 1238, tras la Reconquista cristiana de la ciudad, se llevó a cabo su consagración como catedral de la diócesis con la ordenación episcopal de su primer obispo, Lope de Fitero.4 El edificio alberga el cabildo catedralicio de la Diócesis de Córdoba, estando prohibido cualquier culto colectivo o rezo organizado no católico.5 En 1523, bajo la dirección de los arquitectos Hernán Ruiz, el Viejo y su hijo, se construyó su basílicacruciforme renacentista de estilo plateresco.
Hoy todo el conjunto constituye el monumento más importante de Córdoba, y también de toda la arquitectura andalusí, junto con la Alhambra, así como el más emblemático del arte omeya hispanomusulmán. Declarada como Bien de interés cultural2 y Patrimonio Cultural de la Humanidad como parte del centro histórico de la ciudad,6 se incluyó por el público entre los 12 Tesoros de España en 20077 y fue premiada como el mejor sitio de interés turístico de Europa y sexto del mundo según un concurso de TripAdvisor.8 En 2015 tuvo 1,67 millones de visitas, lo que la convierte en uno de los monumentos más visitados de España.
Mezquita de Córdoba desde el aire (Córdoba, España).jpg

Descripción del monumento

A la Mezquita se accede por la Puerta del Perdón (lado norte), de estilo mudéjar (1477), donde se observan las hileras de naranjos y palmeras, y las fuentes y arcos de herradura que lo rodean. Junto a la puerta se levanta la mezquita que se compone de tres partes: "El Patio de los Naranjos", que en tiempos del Califato era el "Patio de las Abluciones" (conserva buena parte de su aspecto original), el alminar desmochado parcialmente y rodeado, a principios del siglo XVII, de un «encofrado» de estilo herreriano.
Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Vista exterior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
La puerta de Las Palmas da acceso a la mezquita: hay un bosque de 1.300 columnas de mármoljaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. El mihrab es un joyel de mármol, estuco y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata.
En el lucernario se conservan los arcos lobulados de los muros y la cúpula. En la cabecera destacan los arcos, los mosaicos del muro y la estructura y decoración de las cúpulas a base de arcos cruzados.
Tras la conquista de Córdoba por los cristianos, éstos utilizaron la mezquita para celebrar su culto, pero en el siglo XVI, cuando el islam fue definitivamente expulsado de la península Ibérica, los vencedores quisieron adecuarla a sus creencias: construyeron una catedral renacentista en sus naves centrales, a cargo de Hernán Ruiz, llamado "el viejo", y luego, de su hijo, en pleno corazón de la mezquita, alterando la perspectiva original.
De la antigua iglesia cristiana, destruida para construir en su solar la mezquita, apenas quedó rastro y solo a raíz de algunos trabajos iniciados en la década de 1940 se lograron recuperar algunos de sus restos en el subsuelo de la Mezquita-Catedral, fundamentalmente mosaicos y los pilares.

Orientación

El mihrab, lugar santo que señala la qibla está en dirección sur y no la que corresponde a La Meca; es posible que esto se deba a una práctica heredada directamente de Siria por Abderramán I, ya que la Gran mezquita de Damasco también está orientada en esa dirección. Otros autores sostienen que la nave principal de la mezquita sigue en su orientación el trazado del Cardo romano de Córdoba, como se ha atestiguado en las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad.

Etapas constructivas

Evolución de la construcción de la Mezquita de Córdoba.

Orígenes cristianos: la Basílica de San Vicente Mártir

Tras la llegada del islam a Córdoba, la basílica visigótica de San Vicente, que había sido el templo cristiano más importante de la ciudad desde el siglo V, en las capitulaciones de Córdoba fue apropiado parcialmente por los musulmanes. Aunque existen relatos que mencionan una supuesta compra del templo por parte de los musulmanes, su credibilidad queda descartada desde el momento en que Muza se había apropiado del mismo durante la ocupación de Córdoba y el hecho de que la parte no ocupada por los musulmanes fuese utilizada como patio de ejecuciones en diversas ocasiones. Según una versión sucinta del relato tradicional, la mezquita de Córdoba habría sido iniciada bajo el reinado del primer emir omeya Abderramán I entre el 780 y el 785, sobre la planta de la iglesia cristiana, cambiando la orientación de su eje. Sufrió sucesivas ampliaciones en los siglos IX y X y fue concluida bajo mandato de Almanzor. La más importante de las ampliaciones es la de Alhakén II a la que pertenecen los arcos del mihrab. En estos arcos se puede ver la evolución de la construcción: las columnas visigodas con sus arcos de herradura les resultaron demasiado bajos a los musulmanes por lo que decidieron añadir pilares sobre las columnas y disponer arcos más altos sin derribar los anteriores y policromando en rojo y blanco todos con lo que se construyó la célebre y más conocida imagen de la Mezquita de Córdoba. Fue lugar de reuniones a la vez religiosas y políticas pues podía albergar hasta veinte mil personas.
Las excavaciones arqueológicas dirigidas por el arquitecto Félix Hernández en 1930 demostraron la existencia en el subsuelo de la Mezquita-Catedral de todo un complejo episcopal que puede datarse entre los siglos IV y VI. Allí se encuentran los restos arqueológicos de la basílica visigótica dedicada a San Vicente Mártir, la domus episcopalis, y la escuela clerical y los servicios de caridad del obispo.10

Mezquita de Abderramán I

La puerta de San Esteban, la más antigua del edificio, fue construida como puerta occidental de la primera mezquita.11
El inicio de su construcción se debe al primer emir omeya de Córdoba, haciéndose sobre el emplazamiento de la basílica visigoda de San Vicente Mártir, iglesia construida en el siglo VI, en cuyo solar se inicia la edificación del oratorio o haram en el año 786.
Esquina suroeste, exterior del muro de la quibla.
Este primer edificio consta, en cualquier caso, de once naves longitudinales orientadas hacia el río Guadalquivir, cuya anchura es idéntica, a excepción de la central, que conduce al mihrab y las dos de los extremos. La central ligeramente más ancha que el resto y las laterales ligeramente más estrechas, aunque estas leves diferencias solo son apreciables en un plano. Estas naves constan de doce tramos o crujías que corren en dirección al muro de la quibla.
Los materiales utilizados son de acarreo: fustes de columnas y capiteles procedentes de construcciones y épocas anteriores (romanos y visigodos), sobre los cuales se elevan pilares rectangulares de sillería que dotan de más altura al conjunto. Para darle estabilidad a este alzado se recurre a dobles arcos, de los cuales el inferior, de herradura, hace funciones de entibo, mientras que el superior, de medio punto, es el que soporta la cubierta. Este sistema, además de la alternancia cromática y material de las dovelas, rojas de ladrillo, amarillentas las de caliza, parece estar inspirado en el acueducto romano de Los Milagros (Mérida).
El resultado es un inmenso bosque de columnas coronado de doble arquería que recuerda a un palmeral. El conjunto se cierra con el muro de la quibla, que a diferencia de la mayoría de mezquitas no está orientado hacia La Meca sino hacia el sur, hecho éste cuyo motivo está en duda, y que van desde la inexperiencia y el error en el cálculo, hasta la pura intencionalidad política tras la proclamación de la independencia política del emirato cordobés, todo apunta a que quisieron imitar a la Mezquita de Damasco, también de los Omeya, y orientada al sur. Las obras terminaron en el 788.

Hipótesis del templo arriano

En el siglo XX, el escritor Ignacio Olagüe Videla en su célebre y controvertido libro La Revolución islámica en Occidente (1974), supone que Abderramán I no habría construido esta mezquita y que el templo primitivo ya contaba con el famoso bosque de columnas. Añade, además, que originalmente habría sido concebido para el culto arriano. Sin embargo esta postura, recogida en textos de divulgación,12 es rechazada por la investigación académica por carecer de pruebas y manipular los textos.13 Los estudios arqueológicos realizados en el lugar por el arquitecto Félix Hernández demuestran sin lugar a dudas el origen omeya del edificio, erigido sobre la basílica cristiana de San Vicente14 .

Intervención de Hisham I

Torre campanario que envuelve al alminar.
Terminó el patio o sahn y erigió el primer alminar. Este primitivo alminar, de planta cuadrada, fue más tarde derribado por Abderramán III quien construyó otro, luego parcialmente desmochado, y cuyos restos se cree que se encuentran actualmente embutidos en el campanario cristiano de la catedral. La cimentación del alminar de Hisham I fue hallada en el Patio de los Naranjos por el arqueólogo Félix Hernández en el siglo XX, quién dejó marcada su ubicación en el pavimento y es hoy día visible.

Ampliación de Abderramán II

Según la historiografía clásica, el crecimiento de la ciudad habría determinado la necesidad de un oratorio (haram) con un aforo mayor para poder albergar más fieles durante la celebración de los viernes, por lo que este emir decidió la primera ampliación de la mezquita. Ignacio Olagüe Videla supone, además, que es a Abderramán II a quien debemos las obras que convertirían al templo arriano en mezquita. En cualquier caso, éstas se iniciaron en el 833, acabándose en el 855, bajo mandato ya del hijo de Abderramán II.
Para llevarla a cabo se derribó el primitivo muro de la quibla, cuyos restos son actualmente visibles en forma de grandes pilares, y se prolongaron las arquerías en ocho tramos o crujías más, con una longitud total de 24 m. Los elementos arquitectónicos son idénticos a los de la fase inicial: alternancia de dovelas en los arcos (amarillas de caliza y rojas de ladrillo) y utilización de materiales de acarreo, aunque como novedad se utilizaron algunos materiales labrados a propósito para esta ampliación, como los ocho capiteles novedosos denominados «de pencas». El mihrab, cuyos cimientos fueron encontrados en el subsuelo de la capilla de Villaviciosa, estaba concebido monumentalmente con un arco de entrada sostenido por cuatro columnas y sobresalía al exterior del muro de la qibla. También este emir llevó a cabo una intervención en el patio, cerrándolo con saqqifas en los laterales que faltaban.

Intervención de Abderramán III

La intervención del primer califa cordobés no afectó al oratorio. Pero agrandó el patio, derribó el primer alminar y erigió uno nuevo que sería modelo para los alminares almohades y los campanarios mudéjares. Este alminar se conserva actualmente desmochado y embutido en el campanario cristiano, aunque se conoce su alzado gracias a los dibujos conservados. El único testimonio gráfico que nos ha llegado es un relieve que se encuentra en una de las enjutas de la Puerta de Santa Catalina.

Ampliación de Alhakén II

Cordoba Mosque 13.jpgCordoba Mosque 02.jpgCordoba Mosque 14.jpg
Cordoba Mezquita 06.JPGCordoba Mezquita 02.JPGCordoba Mezquita 01.JPG
Puertas y cúpulas de la maqsura, construida durante la ampliación de Alhakén II.
Mihrab
Coincidiendo con el esplendor del califato, durante el siglo X se llevarán a cabo las más extensas intervenciones en la mezquita. Pero será la de Alhakén II la ampliación más bella y rica. El segundo día de su reinado encarga a su chambelán Chafar (o Yafar) las obras.
Se derriba el muro de la qibla de Abderramán II, del que también quedan restos visibles en la actualidad, y se amplía el oratorio en doce crujías más en el sentido sur seguido hasta entonces. Para mejorar la iluminación se construyen cuatro lucernarios con bellas cúpulas nervadas. El primero de ellos, previo a la macsura, lo ocupa actualmente la Capilla de Villaviciosa. Los otros tres se elevan delante del nuevo muro de qibla; uno delante del mihrab y los otros dos flanqueándolo.
Previos a la macsura aparecen nuevos arcos polilobulados y entrecruzados, y en las columnas se alternan fustes rosas y azules. Los materiales ya no son de acarreo, sino labrados ex profeso, con presencia de capiteles de pencas, una abstracción y esquematización de los corintios y compuestos del mundo romano y que derivarán en los de avispero que se pueden observar en Medinat Al-Zahra. Todo esto configura la unidad estilística del arte califal ya presente en Medina Azahara.
Otras novedades son el doble muro de la qibla, que facilita la conexión con el sabat y que permite que el mihrab no se limite a un simple nicho, sino que se abra como una pequeña habitación octogonal cubierta con una cúpula con forma de concha. La portada del mihrab y las cúpulas que lo preceden van recubiertas de mosaicos ejecutados por artesanos bizantinos enviados por el basileus cargados con trescientos veinte quintales de teselas.

Ampliación de Almanzor

Arcos exteriores del muro este.
Dado el gran continuo crecimiento demográfico de Córdoba, este hayib decide llevar a cabo la tercera y última de las intervenciones en la mezquita a fines del siglo X. Su ampliación, la más extensa de todas, afecta tanto al oratorio como al patio. Pero esta ampliación no se hará hacia el sur como las anteriores, puesto que la cercanía del Guadalquivir lo impide. La expansión será hacia el este, para lo que Almanzor debió expropiar el caserío que ocupaba la zona. Se construyen ocho nuevas naves que dejan descentrado el mihrab y el extendido muro de la qibla ya no es doble, sino simple. En los arcos la alternancia de dovelas es solo cromática y no de materiales puesto que todas son de piedra caliza, aunque pintadas de almagra las rojas.

Conversión en Catedral

Tras la reconquista cristiana de Córdoba en 1236Fernando III de Castilla convirtió la mezquita en catedral,15 sufriendo diversas alteraciones que acabarán configurando la actual Catedral de Córdoba. Durante toda la Baja Edad Media prevaleció ya convertida en catedral, adaptándose el culto y la liturgia cristiana a la espacialidad islámica con algunos acomodos. En 1371 fue terminada la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba, donde estuvieron sepultados los reyes Fernando IV y Alfonso XI hasta que, en 1736, los restos de ambos monarcas fueron trasladados a la iglesia de San Hipólito de Córdoba, donde reposan en la actualidad.
La Capilla Mayor fue situada bajo uno de los lucernarios de Alhakén II, en el ámbito rico de la Mezquita del siglo X, sin alteraciones en la estructura anterior. La magnificencia del templo musulmám determinó que la macsura y el mihrab quedaran intactos. Sin embargo, con el paso de los siglos, la Catedral precisaba mayores acomodos y una mayor dignificación en la Capilla Mayor, realizándose a finales del siglo XV (1489) una capilla cristiana donde estaba la antigua capilla del siglo XIII.
Aspecto actual de la capilla de Villaviciosa, antigua capilla Mayor, que fue la primera intervención cristiana en el edificio.
Crucero de la Catedral de Córdoba.
Esta nueva capilla catedralicia (dentro de la antigua mezquita) será impulsada por el obispo Íñigo Manrique (1486-1496), quien promueve la construcción de una nave con formulación arquitectónica gótica y algunas modificaciones en los accesos, que continuaron los prelados siguientes: Juan Rodríguez de Fonseca (1499-1505), Juan Daza (1505-1510), Martín (1510-1516). Sin embargo, la mayor quiebra del edificio islámico se producirá a lo largo del siglo XVI, pues en medio de la antigua mezquita se levantará una gran nave cristiana bajo los auspicios artísticos y arquitectónicos del Renacimiento; esto supuso una ruptura grave con los postulados espaciales islámicos. No en vano la propuesta fue polémica y estuvo sujeta a duros enfrentamientos entre diferentes próceres (a favor y en contra).
Finalmente, intercedió el emperador Carlos V para que se realizara la obra, aunque más tarde se lamentara, como recogió Bernardo de Alderete, con la famosa frase «habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes».
La obra se comenzó en 1523 por iniciativa del obispo Alonso Manrique (1518-1523, hijo del gran comendador de la Orden de Santiago), que supo atraer hacia Córdoba los principios planimétricos de las catedrales castellanas, pues había sido obispo de Badajoz y Salamanca. La nueva nave de la Catedral de Córdoba estuvo a cargo del arquitecto Hernán Ruiz, el Viejo, que aunque desarrolla su trabajo bajo postulados góticos con ciertos arcaísmos, introduce claramente elementos renacentistas.
Su hijo Hernán Ruiz el Joven, el gran arquitecto de la saga de los Ruiz, manifiesta ya claramente la formulación clasicista en la nueva nave, y es el artífice de sus elementos más notables, así como de muchas de las capillas y de la rejería de la misma. Después de cien años de obras, la nueva nave de la catedral será concluida con el añadido de ciertos aspectos manieristas, como puede verse en la cúpula del crucero del maestro Juan de Ochoa, o la formulación de la bóveda con lunetos del coro que anuncia ya el barroco.
Tras esta gran reforma del siglo XVI, la antigua mezquita solamente recibirá aditamentos menores y complementos de liturgia. A pesar de los avatares de la historia, la antigua mezquita pervive en su esencia islámica, con la singularidad de los elementos básicos. No obstante, superado el empeño decimonónico por subrayar el elemento islámico, se trata de un híbrido arquitectónico que sintetiza una buena parte de los valores artísticos de Oriente y Occidente. Desde esa perspectiva, la Mezquita-Catedral representa una síntesis de los vaivenes de la historia de España.

Exteriores del edificio

Fachada oeste

Discurre a través de la calle Torrijos. De norte a sur:
  • Postigo de la Leche: Es una de las puertas de acceso al patio de los Naranjos. Su aspecto actual data de la primera década del siglo XVI, diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz I.16
  • Puerta de los Deanes: Es una de las puertas de acceso al patio de los Naranjos. Fue construida en el siglo VIII por Abderramán I.17De la puerta original solo se conserva parte del frontal interior.17
  • Puerta de San Esteban: Fue construida en el siglo VIII por Abderramán I y reformada posteriormente por Muhammad I en el año 855.18 Es la puerta más antigua de todo el templo y sirvió de modelo para el resto de las puertas lateras construidas en época musulmana.19 Es también conocida como puerta de San Sebastián, puerta de los Visires o puerta de Bab al-Wazara.20
  • Puerta de San Miguel: Fue construida en la ampliación realizada por Abderramán II.21 En el siglo siglo XVI se le añadió el escudo del obispo Juan Daza.21 Es también conocida como puerta de los Obispos.21
  • Puerta del Espíritu Santo: Fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.22
  • Postigo del Palacio: Fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.22 También conocida como puerta de San Pedro o puerta de la Paloma.22
  • Puerta de San Ildefonso: Fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.22
  • Puerta del Sabat: Fue construida en la ampliación realizada por Alhakén II.23 Esta puerta comunicaba la mezquita con el antiguo alcázar andalusí a través de un puente que fue derribado en el siglo XVI.23

Fachada este

Discurre a través de la calle del Magistrado González Francés. De norte a sur:
  • Puerta de la Grada Redonda: Es una de las puertas de acceso al patio de los Naranjos. Su aspecto actual, de estilo churrigueresco, data del año 1738.21
  • Fuente de Santa Catalina: Es una fuente del siglo XVIII adosada al muro oriental, junto la puerta del mismo nombre. Es también conocida como fuente del Mocosillo. Consta de un amplio pilón-abravadero, rematado en su frontispicio por una hornacina actualmente vacía.
  • Puerta de Santa Catalina: Es una de las puertas de acceso al patio de los Naranjos. Recibe su nombre por su cercanía al antiguo convento de Santa Catalina.24 De estilo renacentista, fue construida en el siglo XVI por el arquitecto Hernán Ruiz II.24 Se compone de dos cuerpos. El inferior se compone por un arco de medio punto con la clave resaltada por un escudo flanqueado por dos columnas que apoyan sobre basamento. El alfiz creado por las columnas y el fuerte entablamento alberga dos escudos, de los cuales el de la izquierda es un relieve del alminar de la mezquita. Por su parte, el cuerpo superior se organiza mediante cuatro columnas que crean vanos adintelados cegados, en los cuales se dispondrían pinturas murales, hoy perdidas.24 Se corona el conjunto con un tímpano redondeado con decoración en relieve en su frontón.
  • Puerta de San Juan: Recibe su nombre de la capilla de San Juan Bautista, que se encuentra al otro lado de dicha puerta.21 Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.21
  • Puerta del Baptisterio: Recibe su nombre de la capilla del Baptisterio, que se encuentra al otro lado de dicha puerta.21 Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.21
  • Puerta de San Nicolás: Recibe su nombre de la capilla de San Nicolás de Bari, que se encuentra al otro lado de dicha puerta.21 Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.21
  • Puerta de la Concepción Antigua: Recibe su nombre de la desaparecida capilla de Nuestra Señora de la Concepción, que se encontraba al otro lado de dicha puerta.21 Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.21
  • Puerta de San José: Recibe su nombre de la capilla de San José, que se encuentra al otro lado de dicha puerta.21 Fue restaurada en 1913 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.21
  • Puerta del Sagrario: Recibe su nombre por su cercanía a la capilla del Sagrario.21
  • Puerta de Jerusalén

Fachada norte

Discurre por la calle Cardenal Herrero. De oeste a este:
  • Arca del Agua: Es un aljibe del siglo XVIII que se encuentra adosado en un casetón en el muro norte. El casetón sirve para proteger y ventilar el arca principal del cabildo que distribuye a las demás fuentes y casas en el entorno. El arca es de ladrillo situado sobre el andén de la Mezquita levantándose de planta cuadrada con pilastras en las esquinas y dos cuerpos con cornisa, y rematados en cúpula.
  • Puerta del Perdón: De estilo mudéjar, está situada anexa a la torre. Fue construida en el siglo XIV y posteriormente reformada en el siglo XVII.25 Consta de dos arcos de herradura, uno dando a la calle y el otro al patio de los Naranjos, entre los cuales se halla un espacio cuadrangular con techo en forma de cúpula.25 En las enjutas de su arco exterior se encuentra el escudo de armas del rey Enrique II.25 Sobre él se hallan tres arcos ciegos polibulados decorados con pinturas de Antonio del Castillo.25
  • Puerta del Caño Gordo: De estilo neoclásico, fue construida en el siglo XVI y reformada en el siglo XVIII.26 Recibe su nombre por su cercanía a la fuente del Caño Gordo.26
  • Fuente del Caño Gordo: Es una fuente que se encuentra adosada al muro norte. Este caudal era ya conocido en el siglo X. Su forma actual es barroca del siglo XVIII y tiene una pila enterrada de una sola pieza de mármol azul y caño de latón de gran diámetro sobre frontis sencillo y cuadrado.
  • Virgen de los Faroles: Es un altar situado en el exterior del muro norte. Presenta a una virgen Asunción protegida por una reja exterior rodeada de 11 faroles. La actual virgen existente, obra del pintor Julio Romero de Torres, es una copia de la original la cual fue trasladada al museo que el pintor tiene en la ciudad.

Fachada sur

Discurre a través de la calle del Corregidor Luis de la Cerda. Este muro se corresponde con la quibla de la antigua Mezquita. La parte occidental, construida por Alhakén II, está construida a modo de muro doble. Por otro lado, la parte oriental, construida durante la ampliación de Almanzor, se trata de un muro sencillo. De oeste a este:
  • Balcones: Situados en el extremo occidental, extendiéndose a lo largo de cinco de las naves, se encuentran dos filas de balcones. Fueron construidos en el siglo XVIII con el objetivo de mejorar la iluminación de las estancias situadas entre el doble muro de la quibla. En la fila inferior de balcones pueden verse dibujados los blasones de algunos obispos.
  • Balcón de San Clemente: Es un balcón de estilo plateresco construido en el siglo XVI y al cual se accedía desde la antigua capilla de San Clemente, donde ahora se encuentra el Museo de San Clemente.

Patio de los Naranjos

El patio de los Naranjos está situado en la parte norte del templo. Tiene su origen en el patio de abluciones de la mezquita de Abderramán I, siendo posteriormente ampliado y reformado durante las siguientes etapas constructivas. Recibe su nombre de los 98 naranjos que contiene, que fueron plantados formando hileras a finales del siglo XVIII.
Se trata de un recinto cerrado de 130 metros de largo por 50 de ancho. Sus lados occidental, septentrional y oriental se hallan rodeados de galerías porticadas y cuentan con seis puertas que comunican al patio con el exterior: la puerta de los Deanes y el postigo de la Leche en su lado oeste; la puerta del Perdón y la del Caño Gordo al norte; y la puerta de la Grada Redonda y la de Santa Catalina al este. En estas galerías se hayan expuestas las vigas y tablones que conformaban el artesonado original del templo, procedentes de la restauración del siglo XIX. Su estado de conservación, relativamente bueno al ser todavía visibles los relieves que las decoraban y parte de la policromía original, motivaron su retirada para una mejor conservación y sirvieron de modelo para la realización de las que actualmente se ven.
Su muro sur, que comunica al patio con el interior del templo, está formado por 17 arcos de herradura. Estos arcos se encontraban originariamente abiertos, haciendo de la sala de oración un espacio abierto. Hoy en día sólo uno de ellos, la puerta de las Palmas, comunica con el patio. Todos los arcos al este de la puerta fueron tapiados hace tiempo para alojar en ellos múltiples capillas. Por contra, los arcos al oeste de la puerta se hallan cerrados por celosías de estilo arábigo construidas en los años 70 por el arquitecto Rafael de La-Hoz Arderius.

Fuentes del patio

El recinto está dividido en tres partes, cada una de ellas con un surtidor en el centro. En la parte central se encuentran además otras dos fuentes, conocidas como fuente de Santa María y fuente del Cinamomo.
  • La fuente de Santa María es una fuente de estilo barroco construida en la segunda mitad del siglo XVII. Está formada por un pilón rectangular, construido en piedra negra, con cuatro artísticos pilares en sus ángulos y un caño en cada uno de ellos. Uno de estos caños es popularmente conocido como caño del olivo por el ejemplar casi milenario de este árbol que tiene junto a él.
  • La fuente del Cinamomo, construida en 1752, esta edificada sobre un pilar rematado por una cornisa recargada, y con una base de mármol gris. Se cree que el nombre de la fuente procede de un árbol que pudiera haber tenido plantado junto a ella.
En el subsuelo de la parte oriental del patio, correspondiente a la ampliación de Almanzor, se halla un gran aljibe cuya construcción se remonta al siglo X.

Interior

Sala hipóstila

Planta de la Mezquita-Catedral.
Vista interior en el siglo XIX
Originariamente todo el interior del edificio era una gran sala hipóstila de 19 naves, utilizada como sala de oración, con la única excepción de los habitáculos existentes en el doble muro de la qibla. Actualmente, sin embargo, buena parte de la antigua sala hipóstila se encuentra ocupada por las capillas anexas a los muros, por las capillas del eje de Villaviciosa y por el núcleo cruciforme central constituido por la capilla Mayor y el coro.

Núcleo cruciforme

La capilla Mayor, el coro y el trascoro, forman el núcleo de la Mezquita-Catedral. Saliendo del coro pueden verse las capillas que rodean a la nave; girando a la derecha se encuentra en primer lugar la lauda sepulcral de los Cinco Obispos, ejecutada en 1554 y realizada en mármol según el deseo del obispo Leopoldo de Austria. Le sigue la capilla del Dulce Nombre de Jesús, separada del resto del templo por una magnífica reja. A ésta le siguen la capilla de San Pelagio, la capilla de Santo Tomás y la capilla de Jesús, María y José, llamada popularmente la «capilla del Niño Perdido». Pasado el crucero, se llega al transepto, cubierto por tracería gótica decorada en su parte izquierda con bustos de profetas, y en su parte derecha con figuras femeninas, que posiblemente representen a las virtudes.
El trasaltar tiene cinco arcos, cuatro destinados a capillas, constituyendo el quinto la portada de ingreso a la sacristía. Por encima de los arcos hay una cornisa con grutescos y tondos con bustos, y en los cinco tímpanos se ven relieves que representan el “Prendimiento”, el “Camino del Calvario”, la “Crucifixión”, el “Descendimiento” y la “Resurrección”, todos ellos obras anónimas de un taller local de comienzos del siglo XVI, influenciado fuertemente por los flamencos. Junto a la puerta de la sacristía se sitúa la capilla de San Bernabé, seguida por la capilla del Ángel de la Guarda, a la que sigue la capilla de la Presentación.

Maqsura y mihrab

La actual maqsura y mihrab fueron construidas durante la ampliación de Alhakén II. La maqsura, la zona reservada para el califa, es una zona rectangular adosada al muro de la quibla. Se encuentra rodeada y dividida en tres por columnatas de arcos polibulados entrecruzados. En el muro del espacio oriental se encuentra la puerta de la desaparecida Sala del Tesoro o Bayt al-mal.27 En el espacio occidental está la puerta del Sabat, por la cual accedía el califa a través de un pasadizo que le llevaba directo al alcázar. En el central se halla la puerta del Mihrab compuesta por un arco de herradura profusamente decorado que da acceso al habitáculo del mihrab.
El habitáculo del mihrab, que se halla incrustado en el muro de la quibla, es de planta octogonal con una cúpula con forma de concha.28 Los muros se encuentran decorados con un zócalo de mármol y, sobre el mismo, seis arcos polibulados en seis de sus caras.

Capillas

Eje de Villaviciosa

Está compuesto por la capilla de Villaviciosa; la capilla Real, contigua a la capilla de Villaviciosa; y la capilla de San Pablo, situada a espaldas de la capilla Real. Todas estas construcciones se hallan encastradas en las naves islámicas a lo largo de casi todo el lado norte de lo que fue la ampliación de Alhakén II.

Adosadas al muro oeste

De norte a sur:

Adosadas al muro sur

De oeste a este:

Adosadas al muro este

Retablo de la capilla de San Juan Bautista.
De norte a sur:

Adosadas al muro norte

De oeste a este:

Museos

Museo de San Vicente

En el museo de San Vicente se exponen algunos de los restos arqueológicos recuperados de la antigua Basílica de San Vicente.

Museo de San Clemente

En el museo de San Clemente se exponen una gran variedad de objetos relacionados con el monumento, tales como portadas de antiguas capillas, campanas, la antigua maquinaria del reloj, azulejos, capiteles, fragmentos de las vigas originales o inscripciones arábigas.

Tesoro de la catedral

El tesoro de la catedral se encuentra en la capilla de Santa Teresa y estancias adjuntas. Como uno de sus tesoros principales, guarda la catedral la Custodia de Arfe, labrada por Enrique de Arfe. Mide 2,63 metros de altura y pesa más de 200 kilos. Representa una catedral gótica de planta dodecagonal, se compone de dos cuerpos que alojan en un interior al viril y una imagen de la Virgen de la Asunción. Sufrió una restauración en el año 1735, donde Damián de Castro le añadió un basamento y elementos decorativos barrocos, y en el año 1966 el viril fue aureolado con brillantes.
Hay una colección de portapaces, cálices y copones de oro y plata así como grandes cruces de materiales preciosos, una de ellas donada a la catedral por el obispo Diego de Mardones en el año 1620. Posee el tesoro unos magníficos crucifijos de marfil, siendo el que más sobresale uno del siglo XVII realizado por Alonso Cano.

Miembros de la realeza sepultados en la Mezquita-catedral de Córdoba

A lo largo de los siglos, varios miembros de la realeza fueron sepultados en distintas partes del templo:
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