siglo XIII a. C.
Abu Simbel (أبو سمبل) es un emplazamiento de interés arqueológico que se compone de templos egipcios ubicado en Nubia, al sur de Egipto. Está localizado en la ribera occidental del lago Nasser, a unos 231 km al suroeste de Asuán (como 300 km por carretera), próximo a su emplazamiento original. Los templos forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, complejo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979 con el nombre de «Monumentos de Nubia, desde Abu Simbel hasta File», conocidos como los «Monumentos nubios»,1 que se extienden hasta File, cerca de Asuán.
Los templos fueron excavados en la roca (speos) durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo XIII a. C., como un monumento dedicado a dicho faraón y a su esposa Nefertari, para conmemorar su supuesta victoria en la batalla de Kadesh y mostrar su poder a sus vecinos nubios.
En 1968, el complejo fue reubicado en una colina artificial, construida en terrenos próximos situados sobre el nivel del futuro lago Nasser. El traslado de los templos fue necesario para evitar que quedaran sumergidos, tras la construcción de la presa de Asuán, por el embalse formado por las aguas del río Nilo. Abu Simbel sigue siendo una de las más importantes atracciones turísticas de Egipto.
Historia
El templo fue construido por Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh (ca. 1274 a. C.). Está dedicado al culto del propio Ramsés (los faraones se consideraban dioses) y de las grandes deidades del Antiguo Egipto, Amón, Ra y Ptah. Estos tres dioses fueron muy venerados a lo largo de la Historia del Antiguo Egipto. Ra era la cabeza de la Enéada de Heliópolis, Amón la cabeza de la Tríada de Tebas y Ptah el gran dios artesano de Menfis. Al lado de los tres se representa a Ramsés como el cuarto gran dios de Egipto.
La dinastía XIX intentó recuperar la influencia de Egipto en el exterior, perdida después de los disturbios y turbulencias religiosas y políticas durante el reinado de Ajenatón (Akenatón) de la dinastía XVIII que apoyó el culto a Atón en detrimento de Amón y su influyente clero.
Ramsés II, hijo de Seti I combatió a los enemigos del Norte, y del Sur. Pero su batalla más importante fue la de Kadesh, en Canaán contra los asiáticos hititas. Esta batalla terminó con un tratado de paz entre ambas fuerzas. En los muros de Abu Simbel y de otros templos egipcios, Ramsés se jactaba de haber ganado la batalla; el rey de los hititas hizo lo propio en los templos de su país.
Construcción
La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos veinte años, hasta 1264 a. C. Es uno de los seis hipogeos (excavados en roca) que se edificaron en Nubia durante el largo periodo del reinado de Ramsés II. El propósito del templo era impresionar a los vecinos del sur y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región.
Redescubrimiento
Con el paso del tiempo el templo, abandonado, comenzó a llenarse de arena. Cerca del siglo VI a. C., la arena cubría las estatuas del templo principal hasta la altura de sus rodillas. Abu Simbel quedó olvidado hasta que en 1813 el suizo Johann Ludwig Burckhardt lo visitó.
Burckhardt comentó su descubrimiento al explorador italiano Giovanni Belzoni, quien viajó al lugar pero fue incapaz de excavar una entrada que permitiera el acceso al templo. Belzoni regresó en 1817 y esta vez tuvo éxito, pues consiguió entrar y se llevó todos los objetos de valor que pudo transportar.
Reubicación
En 1959 se inició una campaña internacional de recaudación de fondos para salvar los monumentos de Nubia, ya que algunos de ellos estaban en peligro de desaparecer bajo el agua, como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán.
Un esquema para salvar los templos se basó en una idea de William MacQuitty para construir una represa de agua potable alrededor de los templos, con el agua mantenida a la misma altura que el Nilo. Debía haber cámaras subterráneas. En 1962, la idea fue concretada en una propuesta presentada por los arquitectos Jane Drew y Maxwell Fry y el ingeniero civil Ove Arup.2 En ella, consideraron que alzar los templos ignoraba el efecto de erosión del asperón por los vientos del desierto. A pesar de que se reconoció que la propuesta era extremadamente elegante, fue rechazada.
El rescate de los templos de Abu Simbel fue iniciado en 1964 por un equipo multinacional de arqueólogos, ingenieros y operadores de equipo pesado que trabajaron juntos bajo el estandarte de la Unesco. En total, costó unos 40 millones de dólares de la época. Entre 1964 y 1968, todo el sitio fue cuidadosamente partido en grandes bloques (de un promedio de 20 toneladas y un máximo de 30 toneladas cada uno), desmantelado, elevado y reensamblado en una nueva ubicación 65 metros más alta y 200 metros más lejos del río, en uno de los mayores desafíos de la ingeniería arqueológica en la historia.3 Incluso fueron salvadas algunas estructuras sumergidas en las aguas del lago Nasser. Hoy en día, miles de turistas visitan los templos a diario.
Los templos
El complejo está compuesto por dos templos. El mayor de ellos está dedicado a Ra, Ptah y Amón, las tres deidades estatales del Antiguo Egipto; y alberga cuatro estatuas colosales de Ramsés II esculpidas en la roca de la fachada. El templo menor está dedicado a Nefertari, la esposa favorita de Ramsés.4
Gran Templo
El Gran Templo de Abu Simbel, que tomó unos veinte años construir, fue completado alrededor del año 24 del reinado de Ramsés II (que corresponde a 1265 a. C.). Fue dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti y Ptah, así como al Ramsés deificado.5 Generalmente, es considerado como uno de los más bellos de todos los edificados durante el reinado de Ramsés II y uno de los más monumentales de Egipto.
La fachada del templo tiene 33 metros de altura por 38 metros de ancho5 y está custodiado por cuatro estatuas sedentes. Todas las estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono con la doble corona del Alto y Bajo Egipto. Cada una de ellas mide unos veinte metros de altura y están encabezadas por un friso de 22 babuinos, adoradores del sol y que flanquean la entrada.6Las estatuas y el templo fueron esculpidos en una colina rocosa. La estatua situada a la izquierda de la entrada se partió durante un terremoto y solo quedó intacta su parte inferior.
Cerca de los pies de los colosos, hay otras estatuas que no llegan a la altura de las rodillas del faraón.5 Estas representan a diversos miembros de la familia del faraón, como su esposa principal Nefertari, la reina madre Tuya, sus primeros dos hijos Amenhirjopshef, Ramsés, y sus primeras seis hijas Bintanat, Baketmut, Nefertari, Meritamón, Nebtaui e Isetnofret.
La entrada está coronada por un bajorrelieve que representa dos imágenes del rey adorando a Ra-Horajti con cabeza de halcón, cuya estatua se yergue en una gran nicho.5 Este dios está sosteniendo un jeroglífico y una pluma en su mano derecha, con Maat (la diosa de la Verdad y la Justicia) a su izquierda. La fachada está encabezada por 22 babuinos, cuyos brazos están extendidos en el aire, supuestamente adorando al sol naciente. Otra notable característica de la fachada es una estela que registra el matrimonio de Ramsés con una hija del rey Hattusili III, unión que selló la paz entre Egipto y los hititas.
La parte interior del templo tiene la misma disposición que la mayoría de antiguos templos egipcios, con habitaciones de tamaño decreciente a medida que se acercan al santuario. El templo cuenta con una estructura compleja y bastante inusual debido a sus principales cámaras laterales. La sala hipóstila tiene 18 metros de largo y 16,7 metros de ancho y está sostenida por ocho grandes pilares osíridas que representan a Ramsés deificado vinculado al dios Osiris, el dios del inframundo, para indicar la naturaleza imperecedera del faraón. Las estatuas colosales a lo largo del muro de la mano izquierda llevan la corona blanca del Alto Egipto, mientras que las ubicadas en el lado opuesto cargan la corona doble del Alto y el Bajo Egipto.5 Los bajorrelieves de las paredes de la sala hipóstila presentan escenas de batallas en campañas militares peleadas durante el reinado de Ramsés II. Muchas de ellas se refieren a la batalla de Qadesh, en el río Orontes en la actual Siria, en donde el faraón peleó contra los hititas.6 El relieve más famoso muestra al rey en su carro lanzando flechas contra sus enemigos en retirada, que están siendo tomados prisioneros.6 Otras escenas muestras victorias egipcias en Libia y Nubia.5
Después de la sala hipóstila, se ingresa en una segunda sala, que tiene cuatro pilastras decoradas con escenas de ofrendas a los dioses. Hay representaciones de Ramsés y Neferari con las barcas sagradas de Amón y Ra-Horajti. Esta sala da acceso a un vestíbulo transversal en cuyo centro está la entrada al santuario. Allí, en una pared negra, se encuentran las esculturas talladas en la roca de cuatro figuras sentadas: Ra-Horajti, el dios deificado Ramsés, y los dioses Amón y Ptah. Ra-Horajti, Amón-Ra y Ptah fueron las principales deidades en ese período y sus centros de culto se ubicaban en Heliópolis, Tebas y Menfis, respectivamente.5
Fenómeno solar
El templo fue construido con tal orientación que durante los días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del solsticio de invierno, respectivamente) los rayos solares penetran hasta el santuario, situado al fondo del templo, e iluminan tres de las cuatro estatuas sedentes, excepto la estatua del dios Ptah, el dios relacionado con el inframundo (Duat), que siempre permanecía en penumbra.5 6
Estas fechas podrían corresponder con el día del cumpleaños y el de la coronación del rey, respectivamente; sin embargo, no existen datos que lo corroboren, aunque es lógico suponer que estas fechas guardan alguna relación con un gran evento, como la fiesta Heb-sed que conmemoraba el 30º aniversario del reinado del faraón. De hecho, de acuerdo a cálculos realizados respecto del orto helíaco de la estrella Sirio (Sothis) e inscripciones halladas por arqueólogos, esta fecha debió ser el 22 de octubre. Esta imagen del rey era "revitalizada" con la energía de la estrella solar y el deificado Ramsés se sienta entre Amón Ra y Ra-Horakhty.5
Tras el traslado del templo y por el desplazamiento del Trópico de Cáncer durante los últimos 3280 años, se estima que la incidencia solar se ha desplazado un día más cerca del solsticio, por lo que debería ocurrir el 22 de octubre y el 20 de febrero (60 días antes y 60 días después del solsticio, respectivamente). El calculador de la posición solar de la NOAA7 puede ser usado para verificar la declinación del sol para cualquier lugar del planeta en cualquier fecha y hora. Para la latitud de Abu Simbel 22°20′13″N 31°37′32″E, el calculador obtendrá valores cercanos a -11º para ambas fechas de 22 de octubre y 20 de febrero.
Templo menor
El templo menor de Abu Simbel está situado al norte del mayor. Está también excavado en la roca y dedicado a su esposa favorita, Nefertari. La fachada está decorada con seis estatuas, cuatro de Ramsés II y dos de Nefertari. Las seis son de igual tamaño, algo poco corriente ya que las estatuas que representaban al faraón solían ser de mayor tamaño. La entrada conduce a una sala con seis columnas centrales, esculpidas con capiteles decorados con la cabeza de la diosa Hathor.
La sala Este contiene algunas escenas que muestran a Ramsés y su esposa ofreciendo sacrificios a los dioses. Tras esta sala se encuentra otra que muestra escenas similares. Al fondo del templo se halla el santuario que contiene una estatua de la diosa Hathor.
El obelisco de Lúxor es un obelisco proveniente del templo de Luxor en Egipto y está actualmente situado en el centro de la plaza de la Concordia en París.1
El egiptólogo Zahi Hawass inició en 2010 una campaña para que el monumento fuera retornado a Egipto, junto a varias piezas, como la piedra de Rosetta, el zodiaco de Dendera y la estatua de Ramsés II.
Historia
Fue labrado en las canteras de Asuán y trasladado en barca por el Nilo por más de 100 km e instalado en el templo mediante el uso de rampas de arena y cuerdas trenzadas utilizadas a contrapeso por la fuerza bruta humana de miles de esclavos.
En París
Mehemet Ali, valí de Egipto, es quien, instigado por Jean-François Champollion, ofreció a Francia a principios de 1830 los dos obeliscos erigidos delante del templo de Luxor. La Revolución de 1830 enturbió la donación, pero Mehemet Ali confirmó su regalo en noviembre de 1830. Chapollion fue quien recibió el encargo de elegir cuál de los dos obeliscos llegaría primero a Francia.
Un buque, especialmente fletado para esta misión, el Luxor, comandado por Raymond de Verninac Saint-Maur, salió de Toulon en abril de 1831 y remontó el Nilo en agosto. El barco fue cargado con el monolito en diciembre y descendió el Nilo en agosto de 1832. De vuelta a Toulon en mayo de 1833, llegó a París en agosto de 1834 después de remontar el Sena. Entonces fue depositado tendido al principio de la calle Cours Albert 1.er
Luis Felipe I de Francia decidió erigirlo en el centro de la plaza de la Concordia. La elección de un monumento sin ninguna vinculación con la historia nacional estaba destinada a impedir las querellas y las tentativas de apropiación de este lugar de la Revolución francesa por una u otra facción.
Fue erigido con una gran celebración, el 25 de octubre de 1836, por el ingeniero Apollinaire Lebas con la ayuda de máquinas elevadoras y de gigantescos cabrestantes. Fue la primera gran salida pública de Luis Felipe I de Francia después del atentado de Alibaud. Por lo tanto se insaló discretamente, con la familia real, en las ventanas del Hotel de la Marina. En el momento preciso en el que el obelisco se alzó sobre su pedestal, el rey y su familia aparecieron en el balcón con una puesta en escena perfectamente ajustada y recibieron la ovación de la muchedumbre que se agolpaba para asistir a la operación.
En agradecimiento, Francia ofreció un reloj que adorna hoy día el patio de la mezquita de Muhammad Alí, en la ciudad de El Cairo pero, según dicen los cairotas, nunca funcionó. El segundo obelisco, el cual jamás salió de Egipto, fue oficialmente "devuelto" a Egipto por el Presidente François Mitterrand, durante su primer septenato en 1981.
Características
Entre los motivos que adornan cada una de las caras, figura Ramsés II haciendo una ofrenda al dios Amón-Ra con los títulos y cartuchos del rey escritos en jeroglífico.
El piramidión, situado en la cumbre del obelisco, fue cubierto con láminas de bronce y oro, añadidas en mayo de 1998.
La base original, con decoración de babuinos, está expuesta en el museo del Louvre.
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