La adoración de los pastores es un cuadro del pintor Hugo van der Goes, realizado en 1480, dos años antes de su fallecimiento tras un grave trastorno mental.1La obra se encuentra en la Gemäldegalerie de Berlín.
Previamente había pintado el mismo tema en la tabla central del llamado Tríptico Portinari.
El tema[editar]
Tras la aparición de un ángel que anuncia a los pastores el nacimiento de Jesucristo, estos, aturdidos por el temor marchan a Belén para encontrar al niño envuelto en vendas sobre un pesebre. Al hallarlo, le ofrecen unos sencillos regalos (un corderito, una flauta o el cayado de pastor) y después se marchan, contando lo que han oído decir al ángel y visto con sus propios ojos.
Al ser extraída la historia del evangelio de Lucas donde se cita con brevedad, los artistas pudieron tomarse libertades para la representación, basada en muchas ocasiones en el episodio posterior de la visita de los Reyes Magos. A partir del Concilio de Trento, se suele representar con mayor austeridad.2
Esta escena es de las más representadas en las artes y el propio van der Goes pintó un tríptico donde la tabla central representa este tema.
Descripción de la obra[editar]
Se cree que puede tomar elementos prestados del Officium pastores, un tipo de tropo o texto breve cantado en forma de diálogo, que comenzó a ser acompañado por música en algunas de las más importantes fiestas litúrgicas, sobre todo la Pascua y la Navidad. Se cree que los tropos nacieron en el siglo IX, en la Abadía de San Galo (Suiza) y de ahí se difundieron por Europa. Los tropos serían el embrión del que nacería el drama litúrgico. En esta obra los profetas Isaías y Jeremías levantan unas cortinas para desvelar la escena, de manera teatral.
Al fondo se ven las figuras de José y María con el niño en el pesebre, rodeados de múltiples personajes, los ángeles, los animales del establo y a la izquierda, los pastores, entrando en escena e inclinándose ante Jesús.
Adoración de los Reyes es un cuadro del taller del pintor flamenco El Bosco. Fue ejecutado al óleo sobre tabla y mide 74 centímetros de alto por 54 cm de ancho. Actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia(Estados Unidos), dentro de la colección John G. Johnson.
Historia[editar]
Esta pintura probablemente tomó como modelo el tríptico de La Epifanía, llamado Adoración de los Magos.
Como ocurre con el resto de las obras del Bosco y a él atribuidas en el pasado, su datación ha sido muy controvertida. La mayor parte de la crítica (Friedländer, Tolnay, Larsen) la consideraba obra juvenil, señalando el periodo 1470-1475; otros apuntan a los años 1475-1480 y otros (Linfert, Cinotti) la sitúan una década más tarde, en 1480-1485. La dendrocronología, sin embargo señala para la tabla una datación en torno a 1493-1499, y en ello se basa Vermet quien considera que, en todo o en parte, es obra del taller del Bosco, más que autógrafa del propio pintor; en el catálogo se reproduce con una fecha en torno a 1518 o posterior.
Perteneció a la colección del conde de Ellenbourgh.
Análisis[editar]
La Virgen no está en el centro, sino desplazada a la izquierda, tipo presente en las miniaturas y pinturas flamencas. Gaspar hace su ofrenda, arrodillado frente a la Virgen, viste en tonos verdosos. A un lado, Melchor de pie y vestido de rojo; junto a este, hablándole y un poco indiferente al resto de la escena, Baltasar, en un elegante traje blanco en cuya manga está representada la caída del maná.
En esta obra, la tendencia lineal, tortuosa y rota, y la insegura aplicación de la perspectiva, revelan una decisiva influencia de la pintura tardo-gótica. Igualmente el colorido recuerda al estilo internacional.
La Adoración de los Reyes Magos (Adorazione dei Magi, en italiano) es un retablo pintado al temple sobre madera, la obra más conocida de Gentile da Fabriano. Firmado y fechado en el año 1423 procedía de la Capella Strozzi de Santa Trinità, Florencia, y desde 1919 se encuentra en la Galería de los Uffizi de la misma ciudad. Sus dimensiones son de 303 cm de largo por 282 de alto, incluido el marco, que es el original.
Es una tabla que no se dedica a la devoción privada, sino para ser colocada en un sitio público: la capilla de la familia Strozzi en Santa Trinità, en la que trabajaba Ghiberti. Palla Strozzi, el comitente de esta pintura, era una persona muy culta que coleccionaba libros antiguos. Tanto él como su hijo Lorenzo, aparecen entre los personajes principales.
En los gabletes del marco están representados: ángeles, Isaías, Jeremías, Moisés, David, Ezequiel y Daniel. Hay tondos o medallones en los que aparecen, a la izquierda, el Ángel de la Anunciación y a la derecha, la Virgen; el medallón central representa a Cristo en Majestad.
Este cuadro está dividido en dos partes. La principal es la escena de la adoración por parte de los Reyes Magos. Aparece la Sagrada Familia y, tras ellos, dos sirvientas. Delante se encuentran los tres Reyes Magos, ofreciendo oro, incienso y mirra. Cada rey mago tiene una edad diferente, representando así las tres edades del hombre, del mismo modo que lo hizo Giotto en su propia Adoración de los Magos que se conserva en el Museo Metropolitano, Nueva York. La escena principal está representada con gran detalle, recreándose el pintor en la riqueza y suntuosidad de los tejidos, al mostrar a los Magos como una corte italiana de la época, en el típico estilo del gótico internacional. Aunaba rasgos de las precedentes escuela sienesa y de la florentina. La suntuosidad del oro y la riqueza en los detalles acaba dando a este tema religioso un carácter más bien profano. Es notable la representación de los ropajes, dorados con relieves de plata. Además de los animales tradicionales de una escena de Belén (mula, buey), aparecen otros relacionados con el lujo cortesano: halcones, un dromedario, guepardos y monos. No se trata tanto de animales simbólicos, sino más bien que el artista puede lucir su capacidad de observación. La parte superior narra el viaje de los Magos hasta llegar al portal, viéndose, por ejemplo, en el centro, su llegada al castillo de Herodes, que aparece representado en lo alto.
Debajo se encuentra la predela alargada, con tres escenas: la Natividad, la huida a Egipto y la presentación en el templo (la dedicación del Niño Cristo a Dios, esta última una copia. En la Natividad se representa el mismo escenario que en La adoración de los Reyes Magos. Estas escenas de la predela son consideradas auténticas miniaturassemejantes a las de los márgenes de los libros iluminados. Destaca la imagen central, en la que en lugar de representarse los desiertos del camino a Egipto el paisaje es típicamente italiano montañoso, incluida a la derecha una ciudad gótica con sus agujas y tejados inclinados. La luminosidad de esta tablilla se logró colocando una capa de oro antes de pintar.
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