Adoración de los Magos o Tríptico de la Epifanía1 es un tríptico del pintor neerlandés El Bosco. Es un óleo sobre tabla, cuyas medidas son de 138 x 72 cm para la tabla central, y de 138 x 33 para las tablas laterales. Está firmado en el compartimento central, en el ángulo inferior izquierdo: JHERONIMUS BOSCH.
Historia[editar]
Como en el resto de obras del Bosco, la datación no es concluyente. No ha sido posible realizar un análisis dendrocronológico. Actualmente se cree que data del periodo 1485-1500; Schoute y Verougstraete la dataron hacia 1500; otros consideraron que se trataba de una obra de los últimos años del autor (1506 en adelante).2
Tradicionalmente se creía que fue pintado para una capilla de la catedral de Bolduque. No obstante, más recientemente se ha desestimado esa posibilidad, entendiendo que era propiedad de Jehan Kassembrood, de Bruselas, cuyas propiedades fueron confiscadas en 1567 por el Duque de Alba; estaba casado con Wilhelmina Bronchorst, cuyo escudo aparece en el tríptico. El duque lo envió al rey Felipe II; en 1574 el rey lo envió al Monasterio de El Escorial, ubicándose en el oratorio. Está identificado con una Epifanía que el padre José de Sigüenza describió en El Escorial. En 1839 pasó a formar parte de la colección del Museo del Prado de Madrid, donde se encuentra en la actualidad.
El cuadro se encuentra en buen estado de conservación, conservando incluso su marco original.2
Análisis[editar]
Es considerada como una de las obras más bellas y refinadas del pintor junto con El Jardín de Las Delicias. En este cuadro, el Bosco asocia lo divino a lo fantástico de una manera más serena que en obras anteriores.3
Aunque el título no lo sugiere, se trata de un tríptico con un gran contenido simbólico, donde las intrusiones extrañas, frecuentes en las obras del pintor, se deslizan en esta apacible escena.
Existe un cuadro del mismo tema (La Adoración de los Reyes 1475-1485) que se conserva en el Museo de Artede Filadelfia relacionado con El Bosco, aunque las últimas investigaciones lo asignan a un seguidor o imitador.
Tríptico cerrado[editar]
El tríptico cerrado mide 138 cm. de alto y 72 cm. de ancho.
Aparece una grisalla con la Misa de san Gregorio, tema muy representado durante el todo el arte medieval, y alcanza el Renacimiento, como puede verse en un grabado sobre el mismo tema de Durero (1511).4 Relata el momento en el que al papa Gregorio, mientras celebra una misa en el Vaticano, se le aparece Jesucristo, con los atributos de la Pasión.
El papa Gregorio aparece arrodillado, delante de un altar; en él se encuentra el sarcófago de Cristo, que se muestra de medio cuerpo, siguiendo la iconografía tradicional de la Piedad. Alrededor de la figura de Jesucristo hay un marco con los episodios de la pasión.
Aparece una grisalla con la Misa de san Gregorio, tema muy representado durante el todo el arte medieval, y alcanza el Renacimiento, como puede verse en un grabado sobre el mismo tema de Durero (1511).4 Relata el momento en el que al papa Gregorio, mientras celebra una misa en el Vaticano, se le aparece Jesucristo, con los atributos de la Pasión.
El papa Gregorio aparece arrodillado, delante de un altar; en él se encuentra el sarcófago de Cristo, que se muestra de medio cuerpo, siguiendo la iconografía tradicional de la Piedad. Alrededor de la figura de Jesucristo hay un marco con los episodios de la pasión.
Se muestran también los retratos de algunos de los donantes. Estas figuras secundarias fueron añadidas sobre la grisalla.2
Señala Marijnissen (1987) que «los elementos verticales del marco forman parte integrante de la escena pintada».2
Señala Marijnissen (1987) que «los elementos verticales del marco forman parte integrante de la escena pintada».2
Tríptico abierto[editar]
- El paisaje
Existe un paisaje luminoso que sirve de fondo común a los tres compartimentos del tríptico: predominan los tonos dorados y azules en la representación de bosquecillos, suaves ondulaciones del terreno, algún río y una ciudad. En este tipo de representación de ciudades, El Bosco tiende a un cierto exotismo, representando estructuras cilíndricas y cúpulas de cebolla que pueden recordar a la Cúpula de la Roca de Jerusalén, el mausoleo de Halicarnaso o el minarete de la mezquita de Ibn Tulun en El Cairo.5
- Ala izquierda
En el ala izquierda está el donante, Peter Bronckhorst, identificado gracias al escudo familiar con la inscripción «Een voer al» (Uno para todos). En segundo plano aparece un hombre sentado sobre una cesta y protegido bajo un precario tejadillo, seca sus ropas al fuego. La opinión generalizada es que se trata de san José intentando secar los pañales del Niño. Mediante la desaparición de José de la tabla central, desplazándose a la izquierda, hace de esta compleja epifanía, además, una escena de género.
- Tabla central
En la tabla central está la Adoración de los Reyes Magos, en tonos suaves y dorados. en general, es una composición caracterizada por su extrema dulzura y sencillez.2 Fuera de una cabaña precaria se sienta la monumental Virgen, eje de la composición, que tiene en el regazo al Niño. Melchor, el más viejo de los reyes, representa a Asia; está arrodillado ante ellos, y ha puesto su regalo sobre la tierra: una esculturade oro (según Koldeweij, la mirra; según otros, es una corona que descansa sobre el suelo6) con el Sacrificio de Isaac, prefiguración de la Pasión de Cristo, que aplasta a los sapos, símbolo de herejía. Al lado está la corona depuesta, símbolo de sabiduría y poder inútil frente al divino. Al lado está Gaspar, blanco y de mediana edad, representando a Europa; sobre la esclavina que viste aparece la visita de la reina de Sabaa Salomón, tema en que el Antiguo Testamento prefigura el Nuevo:6 lleva sobre un plato el incienso (el oro, según Koldeweij). Al final, Baltasar, joven negro que representa a África, lleva en la mano un cáliz esférico, en el que está representada mediante un relieve la oferta de agua al rey David por parte de los tres campeones (2 Sm 23, 14-17), conteniendo la mirra (el incienso, según Koldeweij). Detrás de él, se ve a una criada negra, joven. Probablemente deba identificarse a la Virgen con el altar de la misa que porta las sagradas «especias» y a los tres Reyes como los primeros oficiantes.
El pintor representa a personajes extraños, que realizan movimientos inexplicables dentro del contexto sagrado que se presupone. Toda la escena principal se encuentra rodeada de símbolos del mal, como los dos pastores sobre la cabaña o los ejércitos que atraviesan la escena; incluso las construcciones sobre el fondo tienen un aspecto antropomorfo e inquietante. La actitud de los pastores, además, parece sobrepasar la mera curiosidad ante la presencia de los poderosos reyes, y se convierten de este modo en personajes grotescos que han trepado al tejado del pesebre para contemplar la escena; tras ellos, dos ejércitos se encuentran en un violento encontronazo, completamente desligado de la serenidad del tema principal. Se añade a la situación, un grupo de personajes siniestros que asoman en el umbral de la cabaña, tras la Virgen, en particular una especie de rey oriental semidesnudo que aparece con una sonrisa que más bien parece una mueca. Lleva un manto rojo, un turbante o una tiara y tiene en la pierna derecha una herida repugnante y purulenta. Se ha interpretado de diversas maneras: Herodes; el Anticristo que amenaza la llegada de Cristo y que padece lepra;6 una representación de la herejía espiando a los creyentes; una prefiguración de la Pasión de Cristo; incluso la representación de América, nuevo continente recién descubierto y que no estaría representado, a diferencia de los otros tres conocidos hasta entonces, en los tres reyes Magos tradicionales (Koldeweij, 2001).2
- Ala derecha
En el ala derecha está representada santa Inés con la donante Agnese (o Inés) Bosshuysse (o Bosshuye), a la que se reconoce por la santa y su escudo de armas; en segundo plano, un oso y un lobo atacan a algunos viandantes.
La Adoración de los Magos es un tríptico realizado por el pintor alemán Hans Memling. Está realizado en óleo sobre tabla, y fue pintado en 1479-80. La tabla central mide 147,5 cm de ancho y 96 cm de alto. Las tablas laterales o alas, miden 63 cm de ancho y 98 cm de alto.1 Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid.
A este tríptico de la Adoración de los Magos se le conoce también como «tríptico del Prado». Está formado por tres partes: el ala izquierda es una Natividad, el panel central una Adoración de los Reyes Magos, el ala derecha es una Presentación en el Templo. Debido a la elección de los temas, así como por su representación, este tríptico se acerca al de Jan Floreins y al Políptico Hulin de Loo.
Descripción[editar]
Se ha perdido el rastro de las caras exteriores de las alas. También se le llama «Tríptico de Carlos V» porque se conservó en el «oratorio de Carlos V» en el palacio real de Aranjuez. Se trata de una de las obras más conocidas de Memling, aceptada por la totalidad de los autores.2
Ala izquierda[editar]
Mientras que el panel central y el ala derecha son semejantes a los del «Tríptico de Jan Floreins», la composición de esta Natividad es del todo diferente. Es sobre todo la persona de José la que está colocada de manera diferente y cambia la disposición: en lugar de estar adorando como la Virgen, se coloca detrás de ella, protegiéndola. También el lugar de los animales. Uno de los ángeles es de un verde llamativo. La vista sobre las calles de la ciudad, a la izquierda de José, se ve limitada, en comparación con el amplio panorama que se puede ver en el panel correspondiente del «Políptico Hulin de Loo».
Panel central[editar]
Como en La Adoración de los Magos del «Políptico Hulin de Loo», el pintor había seguido sobre todo el modelo que le ofrecía el panel central del «Tríptico de Santa Colomba» de Rogier van der Weyden, pero aquí no retiene más que algunos elementos de ese prototipo, y especialmente la figura del viejo rey abrazando al Niño. El grupo de la Virgen con Niño igualmente está influido por Rogier. Es interesante comparar este panel con el panel central del «Tríptico de Jan Floreins». La composición es claramente la misma, pero este panel es de un formato más grande, y así permite al pintor espaciar los personajes, confiriendo a la escena un hieratismo más intenso.2 Permite así a los curiosos, a ambos lados de los reyes, ser más visibles y asistir al homenaje que prestan los reyes. Los trajes de los reyes son también más ricos que en el tríptico Floreins. El rey Baltasar, ya representado en forma de hombre joven con traje elegante en el «políptico Hulin de Loo», lleva su sombrero en la mano derecha en forma de salud cuando entra en escena. Lleva un traje de brocado, con mangas increíblemente largas, bordadas con un forro blanco. Sostiene el sable, en su funda roja, una cadena de oro que rodea y acentúa su talle. Las espuelas, en sus zapatos, también están delicadamente modeladas como los de los otros reyes magos. Es el primer caso conocido en la historia del arte en el que el rey Baltasar es representado como un individuo de raza negra. El rey arrodillado Melchor, el de más edad, está igualmente vestido de manera rica; su capa ancha de color marrón bordado con piel se abre sobre un punto de las mangas y las piernas, de donde surgen piedras preciosas. Su sombrero rojo, colocado delante de él está adornado por una fina corona de oro. Gaspar por último, arrodillado en la tierra, también lleva una chaqueta roja con un jubón de brocado. Se une en el pecho con un alfiler de oro, piedras y perlas, un velo transparente envuelve su hombro y espalda. Cada uno de los tres reyes leva su ofrenda en un recipiente cerrado, con una tapa que lleva una piedra preciosa. Los contenedores están hechos de oro en el caso de Gaspar y Melchor mientras que el de Baltasar parece de cristal.
El granero, abierto de par en par con varias ventanas, permite ver un animado paisaje urbano detrás de una muralla.
Ala derecha[editar]
La Presentación en el templo tiene una composición más sobria que las del políptico Hulin de Loo o el altar de Santa Columba de Rogier van der Weyden. Los cinco personajes que figuran son José, María, el Niño Jesús, Simeón y Ana la profetisa (hija de Fanuel, de acuerdo con la antigua tradición de ochenta y cuatro años) están acompañados por un hombre joven vestido de negro, en el extremo derecho, de quien no se revela la identidad. El templo está representado en forma de una iglesia gótica cuyo interior es bastante simple. La puerta de entrada lateral abierta deja entrever una amplia plaza rodeada por varios edificios. José lleva en su mano un recipiente que contenía dos tórtolas. Es una ofrenda, citada por el texto bíblico, y que se corresponde con la purificación de María. En los tres paneles, José está representado como un anciano, con un bastón bastante destacado en los dos últimos paneles, y vestido de la misma manera en las tres tablas.
Datación e historia[editar]
El tríptico entró en el Prado en el año 1847. La datación es controvertida, entre 1470 para Friedländer, quizá posterior al tríptico de Floreins, que data de 1479.2 El Museo del Prado considera que data de 1479-1480.
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