El Libro de horas de Leonor de la Vega es un códice con miniaturas iluminadas realizado en pergamino por el artista flamenco Willem Vrelant en el siglo XV.1 Se encuentra conservado en la Biblioteca Nacional de España (Vitr.24-2).
Historia[editar]
El autor Willem Vrelant nacido en 1410 en Ultrech y fallecido en Brujas en 1481, fue alumno de Jan van Eyck y estuvo activo en Flandes donde debió realizar el libro de horassupuestamentte entre 1465 y 1470.2
El manuscrito fue enviado el año 1498 como regalo por el embajador de España en Flandes Diego Ramírez de Villaescusa al embajador de Roma padre del poeta Garcilaso de la Vega. La heredera del códice fue la hermana del poeta Leonor de la Vega, de quien tomó el nombre el libro de las horas.3
Descripción[editar]
El manuscrito presenta una encuadernación con piel de cabra, y está realizado sobre pergamino con folios (202) del tamaño de 19 x 13 cm. y un total de 404 páginas. Se incluye un calendario sin ilustraciones que contrarresta con el resto de las numerosas ilustraciones que se pueden apreciar en los diferentes capítulos de las Horas de la Virgen, Horas de la Cruz, Horas del Espíritu Santo con miniaturas a página completa o bien orlas llenas de vegetales, monstruos o escenas satíricas, aplicando el oro en muchas de ellas así como en las letras capitulares.45
Europeana 280[editar]
En abril de 2016, el códice «Libro de horas de Leonor de la Vega» fue seleccionada como una de las quince obras artísticas más importantes de España por el proyecto Europeana.
Los Jueces Justos era una de las tablas que formaban parte del Políptico de Gante, obra de los pintores flamencosHuberto y Jan van Eyck. Es una pintura al óleo sobre tabla realizada hacia 1424-1432. Mide 145 cm de alto y 51 cm de ancho. Se exhibe en la catedral de San Bavón de Gante(Bélgica).
Los Jueces Justos es el panel que queda abajo, en el extremo izquierdo del Políptico. El Políptico, en su conjunto, pretende representar las procesiones de santos que se dirigen a adorar al Cordero. Entre ellos están los Jueces, representados con trajes y tocados de la época, lo que hace pensar que se trate de personas reales.1
Los caballos están representados con gran realismo, en posturas diversas.2
Este panel lateral fue robado en la noche del 10 al 11 de abril de 1934, posiblemente por Arsène Goedertier. El ladrón devolvió el reverso, que figura a san Juan Bautista,3 pero pidió al obispo de Gante por el panel frontal un rescate de un millón de francos belgas; no se pagó. El 25 de noviembre de 1934 Goedertier reveló en su lecho de muerte que él era el único que sabía dónde estaba escondida esta obra maestra, y que se llevaría el secreto a la tumba. Aunque varias personas han afirmado conocer su paradero, nunca se recuperó la pintura original y se cree que está destruida. Fue reemplazada en 1945 por una copia realizada por Jef Vanderveken.
El panel es mencionado en la novela La Caída, de Albert Camus. El protagonista de este libro, Jean-Baptiste Clamence, afirma haber encontrado la pintura en un bar llamado "Mexico City", donde fue entregada por un cliente a cambio de ginebra.
La Madonna Gualino es una pintura atribuida al artista medieval tardío italiano Duccio di Buoninsegna.1 Está albergado en la Galería Sabauda de Turin, norte de Italia.
Historia[editar]
La procedencia del tablero es desconocida. En 1910 se vendió en el mercado anticuario de Florencia, cubierto por un repintado del siglo XVI, el cual fue quitado en 1920. En 1925 fue adquirido por el empresario y coleccionista turinés, Riccardo Gualino quien, en 1930, lo cedió a la Galería Sabauda. En 1933-1959 estuvo en Londres, de donde regresó después al museo de Turín.
El trabajo no está firmado, y ha sido atribuido, entre otros, a Cimabue. Ahora es unánimemente asignado a Duccio, perteneciendo a su carrera temprana, cuando estaba influido por Cimabue.
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