sábado, 10 de febrero de 2018

Santos por meses y días

santos del 4 de febrero

San Gilberto de Sempringham (Sempringham, cerca de Bournec. 1083 - 4 de febrero de 1189) fue un sacerdote inglés, fundador de la orden monástica de los gilbertinos, la única orden religiosa nacida en la Gran Bretaña. Fue proclamado santo por Inocencio III poco después de su muerte.

San Gilberto
GilbertSempringham.jpg
San Gilberto con dos monjas gilbertinas, s. XIX
Fundador de los Canónigos regulares de San Gilberto
Nacimientoc. 1083
Sempringham
PadresJocelyn
Fallecimiento4 de febrero de 1189
Sempringham
Venerado enIglesia Católica
CanonizaciónPor Inocencio III, el 11 de enerode 1202.
Festividad4 de febrero
AtributosCon hábito blanco y birrete de canónigo agustiniano, acompañado de niños; con monjas, con un modelo de iglesia en la mano.
PatronazgoDe Casoli

Escultura en Essen (Bélgica), s. XIX.
Casoli, cuya iglesia guarda las reliquias del santo.
Gilberto nació en el seno de una familia de origen normando (su padre, Jocelyn, fue uno de los caballeros que acompañaron a Inglaterra a Guillermo el conquistador). Su padre quiso que siguiera la carrera eclesiásticos, quizás porque una deformidad física lo impediría hacer la militar; fue enviado a Francia para completar sus estudios de teología, en la Abadía de Mont Saint-Michel y la Universidad de París, donde se quedó unos años como profesor. Al volver a Inglaterra, hacia 1120, se dedicó a la enseñanza, fundando una escuela para niños y niñas. Entró al servicio del obispo de Lincoln y recibió las órdenes menores por parte de Robert Bloet y la ordenación sacerdotal de su sucesor Alexander, que lo nombró penitenciario de la diócesis.
En 1130 su padre murió y Gilberto volvió a Sempringham, donde había heredado las fincas familiares, utilizándolas para su proyecto de fundación de una orden religiosa. Diversas comunidades, 26 conventos, monasterios y misiones habían sido fundadas recientemente, con hombres y mujeres laicos viviendo en comunidad. Hacia 1148, pidió la ayuda de los cistercienses para gestionar y asistir espiritualmente a estas comunidades, pero los monjes de la abadía de Císter no quisieron ir a Inglaterra para ayudarlo, ya que no querían que hubiera mujeres en el seno de la comunidad. Así, Gilberto decidió fundar una orden doble, donde habría monasterios de religiosas de clausura que seguirían la regla de los cistercienses y comunidades masculinas de canónigos regulares, que seguirían la Regla de San Agustín, con el objetivo de llevar la dirección espiritual de la comunidad femenina. Estas dos comunidades, como comunidad doble, conformaron el germen de la Orden de los Gilbertinos, cuyos estatutos fueron aprobados por Eugenio III en 1148 y confirmados por Adriano IV y Alejandro III.
Nuevamente en Francia durante 1147, Gilberto se encontró, en el capítulo general de Cîteaux, con el papa Eugenio III y Bernardo de Claraval, con quien hizo amistad de por vida. A pesar de haber dado apoyo a Tomás Becket en su conflicto con Enrique II de Inglaterra, fue declarado inocente. No quiso, a pesar de haber sido elegido, ser arcediano de la catedral de Lincoln ni arzobispo de York: prefirió entrar como monje en la orden que había fundado, jurando obediencia al superior, Roger, que había sido discípulo suyo. En una revuelta de los hermanos legos de su orden, recibió el apoyo del papa Alejandro III.
Murió anciano y ciego, a los 106 años, en el monasterio de Sempringham. La orden contaba con trece monasterios, nueve de ellas dúplices y cuatro sólo masculinos, con 700 religiosos y 1200 religiosas. Cuándo fue suprimido, durante la disolución de los monasterios ordenada por Enrique VIII de Inglaterra en 1538, la orden tenía 26 monasterios.

Veneración[editar]

Fue incluido en el catálogo de santos en Anagni para Inocencio III, el 11 de enero de 1202.
Los últimos monjes gilbertinos, expulsados por Enrique VIII, se refugiaron en Roma, llevando las reliquias del fundador: Pablo IV les concedió el monasterio de San Pancrazio di Roccascalegna y años después el último monje llevó los restos del santo a Altino, donde fue nombrado rector. Al morir éste, el nuevo rector las llevó a su pueblo, Casoli, donde hoy son veneradas y de donde San Gilberto es el santo patrón.





Monje y Fundador

Martirologio Romano: En Sempringham, en Inglaterra, san Gilberto, presbítero, que fundó, con la aprobación del papa Eugenio III, una Orden monástica, en la que impuso una doble disciplina: la Regla de san Benito para las monjas y la de san Agustín para los clérigos (1189).

Etimología: Gilberto = Aquel que es un famos arquero, es de origen germánico.

Fecha de canonización: 11 de enero de 1202 por el Papa Inocencio III.
Breve Biografía

San Gilberto nació en Sempringham de Lincolnshire. Después de su ordenación sacerdotal, enseñó algún tiempo en una escuela gratuita; pero su padre, que estaba encargado de repartir los beneficios eclesiásticos de Sempringham y Terrington, le eligió para uno de ellos en 1123. El santo distribuía las rentas a los pobres y sólo reservaba una mínima parte para cubrir sus necesidades.

Con su ejemplo, arrastró a la santidad a muchos de sus parroquianos. Redactó las reglas para siete jóvenes que vivían en estricta clausura en una casa anexa desarrolló rápidamente y, San Gilberto se vio obligado a emplear hermanas y hermanos legos en las tierras de la fundación. En 1147, fue a Citeaux a pedir al abad que tomase la dirección de la comunidad; pero como los cistercienses no pudieran hacerlo el Papa Eugenio III animó a San Gilberto a dirigirla por sí mismo. San Gilberto completó la obra, añadiendo un grupo de canónigos regulares que ejercían las funciones de capellanes de las religiosas. Tales fueron los orígenes de las Gilbertinas, la única orden religiosa medieval que produjo Inglaterra. Sin embargo, excepto una casa en Escocia, la fundación no se extendió nunca más allá de las fronteras de Inglaterra, y se extinguió en la época de la disolución de los monasterios, cuando contaba con veintiséis conventos. Las religiosas tenían las reglas de San Benito, y los canónigos las de San Agustín. Los conventos eran dobles, pero la orden era principalmente femenina, aunque el superior general era un canónigo. La disciplina era muy severa, con cierta influencia cisterciense. El deseo de simplicidad en el ornato de las iglesias y en el culto en general llegó hasta imponer que el oficio se recitase en tono simple, como muestra de humildad.

San Gilberto desempeñó por algún tiempo el cargo de superior general, pero renunció a él, poco antes de su muerte, pues la pérdida de la vista le impedía cumplir perfectamente sus obligaciones. Era tan abstinente, que sus contemporáneos se maravillaban de que pudiese mantenerse en vida, comiendo tan poco. En su mesa había siempre lo que él llamaba "el plato del Señor Jesús", en el que apartaba para los pobres lo mejor de la comida. Vestía una camisa de cerdas, dormía sentado, y pasaba gran parte de la noche en oración. Durante el destierro de Santo Tomás de Canterbury, fue acusado, junto con otros superiores de su orden, de haberle prestado ayuda. La acusación era falsa; pero San Gilberto prefirió la prisión y exponerse a la supresión de su orden, antes que defenderse, para evitar la impresión de que condenaba una cosa buena y justa. Cuando era ya nonagenario, tuvo que soportar las calumnias de algunos hermanos legos que se habían rebelado.

San Gilberto murió en 1189, a los 106 años de edad, y fue canonizado en 1202. Se dice que el rey Luis VIII llevó sus reliquias a Toulouse, donde se hallan probablemente todavía, en la iglesia de San Sernín. Las diócesis de Northampton y Nottíngham celebran la fiesta de San Gilberto el día 3; los Canónigos de Letrán la celebran el 4 de febrero, día en que le conmemora el Martirologio Romano.





Juana de Valois (Nogent-le-Roi, 23 de abril de 1464 — Bourges4 de febrero de 1505), princesa y reina de Francia, hija del rey Luis XI de Francia y la reina Carlota de Saboya.

Santa Juana de Valois
Joan of Valois Queen of France.jpg
Juana de Valois, duquesa de Berry
Nacimiento23 de abril de 1464
Nogent-le-Roi
PadresLuis XI y Carlota de Saboya
Fallecimiento (40 años)
Bourges
Canonización28 de mayo de 1950

Infancia y adolescencia[editar]

El rey, su padre se desilusionó mucho con su nacimiento, porque esperaba al tan ansiado delfín. Muchas historias se han contado con respecto a si Juana era deforme o no, el día de su nacimiento se informó que la reina Carlota había dado a luz a una bella niña, luego se le diagnosticó raquitismo y escoliosis, deformación de la columna vertebral y desarrollo desigual de los miembros inferiores y de la pelvis y una debilidad ósea generalizada. La pequeña princesa vivió junto a su madre hasta los 5 años en el castillo de Amboise, luego fue llevada al castillo de Linieres mientras que sus hermanos Carlos y Anacontinuaban en Amboise, nunca más volvió a ver a su madre.
Fue criada por Francisco de Beaujeu, señor de Linieres y su esposa Ana de Culan, elegidos por el mismo rey Luis XI, la pequeña se encariñó mucho con ellos y creció rodeada de una ambiente cariñoso y estrictamente religioso. La enseñanza religiosa encontraba en esta niña un terreno muy fértil.

Matrimonio[editar]

El rey, su padre, no la visitaba ni quería saber mucho de ella, pero como gran estratega político que era, comenzó a organizar la boda cuando Juana aún era muy pequeña. Se eligió como futuro marido de la princesa Juana a su primo Luis, hijo de su tío el duque Carlos de Valois y de la princesa María de Clevés; muy halagado, el duque Carlos aceptó y el 19 de mayo en Blois se firmó el contrato matrimonial. Cuando su futura suegra la conoce estuvo a punto de desmayarse al ver lo deforme que era la joven princesa. Nada se podía hacer y el joven futuro Luis XII debió casarse con ella; el 8 de septiembre de 1476 ambos jóvenes fueron llevados al castillo de Montrichard y se unieron en una ceremonia privada. Lo extraño de esta boda es que no hay indicios de si fue consumada o no, dada la importancia que tenía en esta época la consumación de un matrimonio. El príncipe Luis no toleraba la presencia de su esposa, y ella sufría humillaciones continuas; vivía en Limieres la mayor parte del tiempo aislada de la corte, y cuando su esposo forzosamente la visitaba, éste se pasaba el tiempo cazando o persiguiendo mujeres. El rey Luis XI quería herederos de esta unión e imponía a su yerno que cumpliera su deber marital. Luis XII siempre negaría la consumación de este matrimonio.

El calvario de Juana[editar]

Su padre fallece en 1483 y sube al trono su hermano, como Carlos VIII de Francia; esto garantizaba a Juana que su matrimonio seguiría porque su hermano estaba muy unido a ella y la protegía. Pero el 7 de abril de 1498, su hermano muere sin herederos y el trono pasa, por la ley sálica que regía en Francia, a su esposo Luis, que se convierte en Luis XII. Este no quiere seguir casado con Juana y decide repudiarla alegando que nunca se consumó el matrimonio y que ella no es capaz de darle un heredero a la corona. Luego de un juicio vergonzoso para ambos, Luis consigue el divorcio y se casa con la reina viuda Ana de Bretaña, que tampoco conseguirá darle un heredero varón.

Últimos días[editar]

Juana de Valois en 1499 es creada Duquesa de Berry y se traslada a Bourges donde funda una congregación femenina para ayudar a los enfermos y celebrar la Anunciación y la Encarnación. La regla de la nueva orden de la Anunciada fue aprobada por el papa en 1501. En el monasterio construido por ella pronuncia sus votos en 1503. Desgastada por el ayuno continuo al que se sometía murió el 4 de febrero de 1505, tenía apenas 40 años. Se encontró sobre su cuerpo lacerado un singular cilicio: un trozo de laúd, había clavado en él cinco clavos de plata en recuerdo de las cinco llagas de Cristo, y lo mantenía fijo a su pecho por un círculo de hierro. Fue su confesor el monje San Francisco de Paula, a quien Luis XI en sus últimos días, encargó de la formación de sus hijos, de manera especial del delfín que contaba apenas con 14 años. Su esposo que la había humillado y rechazado tantas veces, hizo celebrar en su honor grandes funerales. Fue beatificada en el siglo XVIII y canonizada el 28 de mayo de 1950.








Santa Juana de Valois, fundadora
fecha: 4 de febrero
n.: 1464 - †: 1505 - país: Francia
otras formas del nombre: Juana de Francia
canonización: Conf. Culto: Benedicto XIV 21 abr 1742 - C: Pío XII 28 may 1950
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Bourges, de Aquitania, santa Juana de Valois, que, siendo reina de Francia, al declararse nulo su matrimonio con Luis XII, se dedicó a servir a Dios. Cultivó una especial piedad hacia la Santa Cruz y fundó la Orden de la Santísima Anunciación de santa María Virgen.
refieren a este santo: Beata Luisa de Saboya
Santa Juana de Francia, más comunmente conocida como Juana de Valois, fue hija del rey Luis XI y de Carlota de Saboya y nació en 1464. Su pequeña estatura y cuerpo deforme la hicieron objeto de aversión para su padre, que la casó con su primo Luis, duque de Orléans, en 1476. Juana logró que su hermano Carlos VIII, quien había determinado condenar a muerte a su marido por rebelión, le perdonara la vida. Pero nada pudo vencer la antipatía que el duque le profesaba, aunque ella soportó todo con paciencia, siendo su ocupación y consuelo principal las prácticas religiosas. Cuando su marido subió al trono con el nombre de Luis XII, éste deseó casarse con Ana, la heredera de Bretaña y viuda del último rey. Para lograrlo, alegó la nulidad de su matrimonio con Juana, principalmente porque Luis XI lo había obligado a casarse con ella. Acudió al Papa Alejandro VI para que los comisarios examinaran el asunto. Después de considerarlo, declararon el matrimonio nulo, en 1498.
La misma Juana no se opuso, sino que se regocijó de estar en libertad y en condiciones para poder servir mejor a Dios. Por lo tanto, humildemente dio su conformidad, y el rey, complacido con su sumisión, le dio el ducado de Berry, además de Pontoise y otros municipios. Vivía en Bourges, y se dedicó por completo a la oración y obras de caridad. En 1501, con ayuda de su confesor, el franciscano Gabriel Mary, santa Juana fundó una orden de religiosas «de las diez virtudes de Nuestra Señora», en honor de la Anunciación. Las primeras postulantes fueron un grupo de once jóvenes de una escuela de Bourges, algunas de las cuales no habían cumplido aún diez años de edad. El P. Gabriel Mary formuló su regla, que después de algunas dificultades fue aprobada en Roma. Más tarde se le dio permiso a santa Juana para que profesara, sin hacer el noviciado. Esto lo hizo en Pentecostés en 1504. Murió unos meses después y fue canonizada en 1950. Algunas casas de su orden todavía existen, una en Inglaterra, en St. Margaret's-at-Cliffe en Kent. Comunmente se conoce a sus religiosas como las anunciadas (de Bourges) y llevan vida contemplativa. La orden está bajo la dirección de los frailes menores, quienes observan la fiesta de la santa el 14 de febrero.

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