sábado, 10 de febrero de 2018

Santos por meses y días

santos del 3 de febrero

Olivia es un nombre propio femenino de origen latino.

Olivia
OrigenLatino
GéneroFemenino
Santoral5 de marzo
10 de junio
3 de febrero
SignificadoLa que protege la paz
Zona de uso comúnOccidente
Artículos en WikipediaTodas las páginas que comienzan por «Olivia»








Santa Wereburga de Chester

Se celebra la festividad de Santa Wereburga de Chester Abadesa (siglo VIII) el día 3 de Febrero. Murió en 700. Chester, Reino Unido.
En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, que fundó varios monasterios.




Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Juan Nelson, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que por haber negado la suprema potestad de la reina Isabel I en lo referente a la vida del espíritu, fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn (1578).
Fecha de beatificación: 29 de diciembre de 1886 por el Papa León XIII.
Breve Biografía

El Beato Juan (John) Nelson nació en Skelton, Yorkshire, Inglaterra, en el año 1534. Estaba acercándose a los 40 cuando viajó a Douai (Francia) para prepararse para ser sacerdote. Dos de sus cuatro hermanos también harían sus estudios sacerdotales en este mismo lugar. Recibió la ordenación sacerdotal en Binche (Henao, Bélgica) de manos de Monseñor Louis de Berlaymont, Arzobispo de Cambrai, el 11 de junio de 1576. Apenas cinco meses después, en el mes de noviembre, ya estaba en Londres realizando su misión. Fue arrestado el 1 de diciembre de 1578 y llevado a la prisión de Newgate.

Cuando fue interrogado, aproximadamente una semana después, se negó a hacer el juramento que reconocía la supremacía de la Reina en materia espiritual, y fue provocado por los comisionados a declarar que la Reina estaba apartada de la doctrina de la verdadera y única Iglesia, es decir era cismática. Bajo la Legislación de 1571, una declaración así era alta traición y la condena era la muerte. La sentencia fue dictada algunas semanas después, el sábado 1 de febrero de 1578, y confirmada después cuando fue llevado a un calabozo en la Torre de Londres. Mientras estuvo en prisión se alimentó tan sólo de pan y agua y se le permitió decir Misa y confesar.

En el día de su ejecución se negó a ser asistido por ministros protestantes luego de que se reuniera con sus familiares. Llevado a Tyburn y se le permitió hablar a los espectadores, la mayoría de ellos hostiles en la Inglaterra protestante. Se negó a pedir perdón a la Reina y pidió que los católicos presentes en la muchedumbre rezaran con él mientras recitaba varias oraciones comunes en latín.

Él fue colgado, pero aún vivo fue bajado para ser descuartizado. Según relatos de la época, mientras el verdugo lo habría sus últimas palabras fueron: “perdono a la reina y a todos los autores de mi muerte”, aunque este dato puede ser parte de su leyenda.




María Rivier (19 de diciembre de 1768 – 3 de febrero de 1838) fue una religiosa francesa que nació en Montpezat-sous-Bauzon, una aldea situada en Ardèche en el sur de Francia y que fundó la congregación de la Presentación de María. Fue beatificada en 1982 por el Papa Juan Pablo II.

María Rivier
Nacimiento19 de diciembre de 1768
Montpezat (Francia)
Fallecimiento3 de febrero de 1838
Thueyts (Francia)
Venerada enIglesia católica
Beatificación23 de mayo de 1982
por el papa Juan Pablo II
Festividad
21 de noviembre (Día de la Presentación de María).
3 de febrero (Conmemoración del fallecimiento de María Rivier)

Biografía[editar]

María Rivier, nació el 19 de diciembre de 1768 en Montpezat-sous-Bauzon, Francia. A finales de abril de 1770, Marinette, con 16 meses cae de la cama de sus padres y queda lisiada. Su madre, la señora Rivier, mujer de gran fe, lleva a su hija todos los días ante la imagen de Nuestra Señora de la Piedad y la niña siii,que ve rezar a su madre, adquiere pronto una certeza indestructible de que la Santísima Virgen la curará. A los pies de la pietá, María contempla ese misterio de amor apasionado que siente una madre por su hijo, esta escena se le graba en su corazón. El 8 de septiembre de 1774, María Rivier empieza de repente a andar. Esos cuatro años de rezos ante la Virgen marcan de por vida a Maria Rivier.
A los 18 años, María Rivier se consagra a la evangelización y al cuidado de los pobres. Abre una escuela en pleno periodo de El Terror, cuando los sacerdotes eran perseguidos y todo acto religioso era considerado sospechoso. María Rivier de manera precavida organiza en secreto las asambleas y las oraciones del domingo. En 1794 marcha a Thueyts junto a cuatro jóvenes más, guiadas por el Evangelio y por su amor por la Virgen y Jesucristo.
En un momento en que todos los conventos cierran, María Rivier abre el suyo. El 21 de noviembre de 1796, fiesta de la Presentación de María en el Templo, María y sus cuatro compañeras se consagran a Dios. La nueva comunidad vive en la indigencia más completa, a pesar de ello, las hermanas de la Presentación de María aumentan.
Para María Rivier y sus hermanas, la educación cristiana de la juventud es y será siempre una prioridad. Sin embargo la educación de la fe se extiende también a los adultos. Los pobres son su principal preocupación. Nada la frena en su ardor apostólico, que se expresa con un fervor que va directo al corazón. El amor y una fuerza interior mueven a María Rivier , ¡O dar a conocer a Jesucristo o morir! Finalmente, María Rivier fallece el 3 de febrero de 1838 en Thueyts. 144 años después, el 23 de Mayo de 1982, el Papa Juan Pablo II la beatifica.

Legado[editar]

Las hermanas que han formado la congregación de la Presentación de María, se han extendido por el mundo, y actualmente, cuentan en 20 países y cuentan con 141 casas, entre las que se encuentran, varios colegios.

Ceremonia de Beatificación[editar]

Juan Pablo II beatificó a Ana María Rivier el 23 de mayo de 1982, junto a 2 mujeres y 2 hombres más. El Papa Juan Pablo II proclamó:
  • Mira la Beata María Rivier que Pío IX ya estaba llamando a la "mujer apóstol". De hecho, es su apostolado ardiente golpear todos sus contemporáneos, durante y después de la Revolución Francesa. Fascinado desde la infancia la idea de educar a los pequeños, para enseñarles como "madrecita" amar a Dios, mucho más tarde fundó las Hermanas de la Presentación, específicamente para educar a los jóvenes a vivir en la fe , favoreciendo a los huérfanos pobres, los abandonados o ignorar a Dios. No sólo permite atender a las niñas, pero ella quiere "para formar buenas madres", convencido de la función evangelizadora de las familias y la importancia de la iniciación religiosa en la primera infancia: "La vida es en su totalidad en el primer impresiones ", dijo. Podría ser considerado como un "mes del timbre de innumerables almas." ¿Y por qué ella no escatimó significa muchas escuelas del pueblo, las misiones, los retiros que se predica, se reunieron desde el domingo ...
  • ¿Cuál fue el secreto de celo de María Rivier? Siempre fue golpeada por su audacia, su tenacidad, su alegría expansiva, el coraje, listos para llenar un millar de vidas. " Muchos de los problemas aún no han sido disuadir a: la debilidad de su infancia hasta su recuperación de un día de celebración de la Virgen, la falta de crecimiento físico, la salud siguen siendo pobres durante los setenta años de su vida La pobreza de la ignorancia religiosa que le rodeaba. Pero su vida demuestra el poder de la fe en un alma simple y recto, que se entrega totalmente a la gracia de su bautismo. Se tiene que construir a Dios, purificado por la cruz. Ella oró intensamente y María, con ella, ella se presenta ante Dios en un estado de culto y la ofrenda. Su espiritualidad es firme y claramente apostólica teológica: "Nuestra vocación es Jesucristo", él debe llenar su mente para lograr su reinado, especialmente en las almas de los jóvenes.









Beata María Elena Stollenwerk, virgen y fundadora
fecha: 3 de febrero
n.: 1852 - †: 1900 - país: Países Bajos
canonización: B: Juan Pablo II 17 may 1995
hagiografía: Congregación
Elogio: En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwerk, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, tras haber cesado en la función de superiora, se entregó a la adoración perpetua.
Nació el 28 de noviembre de 1852 en Rollesbroich, Alemania. Desde pequeña, estaba como poseída por el anhelo de ir a China como religiosa misionera para dedicarse al cuidado de los huérfanos pobres y abandonados. Pero en Alemania no existía ninguna congregación femenina que trabajase en países de misión, y mucho menos en China. En Helena, sin embargo, ardía un fuego que ningún impedimento humano era capaz de extinguir.
En noviembre de 1881 escribió a san Arnoldo Janssen, sacerdote alemán, que había fundado una Congregación Misionera masculina, la Sociedad del Verbo Divino en Steyl - Holanda: «Anhelo entregar toda mi vida y todo mi amor al servicio del Evangelio»
En 1882 ingreso como sirvienta en la Casa Misional. Su deseo de obrar siempre a la voluntad de Dios la convirtió, después de varios años de espera, en la Co-Fundadora de la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo. En 1894 hizo sus primeros votos. Fue la primera Superiora y Formadora de las Hermanas. «Cuando nos amamos unos a otros, la oración es más fácil y los trabajos y penalidades se sobrellevan mucho mejor.» Su vida religiosa se caracterizó por una relación viva y profunda con el Espíritu Santo y su gran amor a Jesús Sacramentado. 
En 1898 Arnoldo Janssen eligió entre las Hermanas Misioneras a seis, interesadas en la sección de clausura, entre ellas se encontraba Helena, y el 8 de diciembre de 1896 recibieron el hábito rosado, símbolo del amor apasionado del Espíritu Santo. Hna. María Helena recibe entonces el nombre de hermana María Virgo: «Mi suerte es arder en amor a Dios, perseverar en oración y llevar una vida que es pobre e ignorada.»
En 1900 se enfermo de Meningitis Tuberculosa; hizo la profesión perpetua y murió el 3 de febrero del mismo año a los 47 años de edad. Fue beatificada el 7 de Mayo de 1995. No consiguió su primer gran deseo: el de misionar en China. Sin embargo, trabajó sacrificada y animosamente para los misioneros, y luego para las Hermanas. Se dejó guiar por el Espíritu Santo, y aceptó de corazón lo que Él quería para su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario