miércoles, 8 de mayo de 2019

CUADROS POR ESTILO - CLASICISMO


Paisaje con Psique en el exterior del palacio de Cupido, también conocido como El castillo encantado, es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 87 cm de alto y 151 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Data de 1664 y se encuentra en la National Gallery de Londres.

Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Este paisaje fue un encargo del príncipe Lorenzo Onofrio Colonna (1637-1689), príncipe de Paliano y condestable de Nápoles, para el que pintó otros ocho cuadros.2​ Tras el fallecimiento de este en 1696 pasó a la familia Pallavicini. En 1720 estaba en París, en la casa Davenant. Posteriormente fue propiedad Chauncey de 1777 a 1790, Calonne hasta 1795, Toward hasta 1807, Porter hasta 1810 y Wells hasta 1848. En 1850 pasó a la National Gallery.3
Filippo Baldinucci, biógrafo de Lorena, citaba este cuadro como Psique en la orilla del mar, y lo calificó de obra de «sorprendente belleza», no en vano es uno de los cuadros más famosos del pintor.4​ El sobrenombre de El castillo encantado apareció por primera vez en un grabado de 1782, obra de Vivarès y Woollett.3
Este cuadro formaba pareja (pendant) con Paisaje con Psique salvada del suicidio (1665, Wallraf-Richartz MuseumColonia).5

Descripción[editar]

Dibujo 162 del Liber Veritatis de Claudio, correspondiente a este cuadro
Esta obra pertenece al período de madurez del artista. En los años 1660 Claudio abandona la severidad clasicista y se interna en un terreno más personal y subjetivo, reflejando un concepto de la naturaleza que algunos estudiosos califican de romántico avant-la-lettre.6
Se trata de una escena mitológica, procedente de El asno de oro de ApuleyoCupido, dios romano del deseo amoroso, se enamoró de la diosa Psique, personificación del alma, pero la abandonó cuando esta le desobedeció, aunque finalmente acabaron juntos tras muchas peripecias. Sin embargo, la escena representada por Claudio no está identificada con ningún pasaje en concreto del mito clásico.4
El paisaje domina la casi totalidad del lienzo. En primer término, en la parte inferior izquierda, aparece Psique sentada con un brazo apoyado en la rodilla y la cabeza sobre la mano, en actitud pensativa. Su figura está probablemente inspirada en los relieves de sarcófagos romanos.7​ En el centro del cuadro aparece un imponente castillo, el palacio de Cupido; aunque se levanta sobre las rocas como una fortaleza medieval la fachada es de estilo renacentista, lo que le otorga un aire ecléctico que acentúa el aparente misterio que lo envuelve.8​ Probablemente esté inspirado en el Palazzo Doria-Pamphili, de Alessandro Algardi.3​ Entre el castillo y el alto árbol que domina el lado derecho del cuadro se ve el mar, confeccionado con tonos azules plateados. Este mar inspiró a John Keats los versos «peligrosos mares en espantosas y abandonadas tierras», de su Oda a un ruiseñor.7
De esta obra existen dos dibujos preparatorios, conservados en la colección Alberman de Londres y en el Musée Condé de Chantilly. En ellos se constata que el palacio no estaba previsto en una primera concepción de la obra.3
Esta obra figura en el Liber Veritatis (cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras, para evitar las falsificaciones) con el número 162.

The enchanted castle.jpg








Paisaje con Santa María de Cervelló es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 162 cm de alto y 241 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Fue pintado en 1637 para el palacio del Buen Retiro por encargo de Felipe IV de España. Actualmente se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid.

Historia[editar]

Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
En 1635 Lorena recibió un encargo de Felipe IV para el palacio del Buen Retiro en Madrid, para decorar la Galería de Paisajes, junto a obras de artistas coetáneos como Nicolas PoussinHerman van SwaneveltJan BothGaspard Dughet y Jean Lemaire. Claudio realizó ocho cuadros monumentales, en dos grupos: cuatro de formato longitudinal (1635-38: Paisaje con las tentaciones de San AntonioPaisaje con San OnofrePaisaje con Santa María de Cervelló y un cuarto desconocidonota 1​) y cuatro de formato vertical (1639-41: Paisaje con Tobías y el Arcángel RafaelPaisaje con el embarque en Ostia de Santa Paula RomanaPaisaje con Moisés salvado de las aguas del Nilo y Paisaje con el entierro de Santa Serapia). La primera serie estaba dedicada a anacoretas, debido a la presencia de numerosas ermitas en la zona del Buen Retiro, y la segunda al Antiguo Testamento e Historias de los Santos, iconografía elegida por el conde-duque de Olivares.2
El intermediario entre el rey y el artista fue probablemente Giovanni Battista Crescenzi, un aristócrata romano establecido en Madrid en 1617 y que en 1630 fue nombrado «superintendente de edificios y jardines», cargo desde el que fue uno de los responsables de la construcción del palacio del Buen Retiro (1631-1637), por lo que fue nombrado marqués de la Torre. Crescenzi conocía a Claudio de cuando este pintó unos frescos para el palacio de su familia en Roma, hacia 1627, en colaboración con Pomarancio.3
Este cuadro formaba pareja (pendant) con Paisaje con las tentaciones de San Antonio. De la colección real pasó al Museo del Prado de Madrid hacia 1828, donde se expone actualmente (nº de catálogo P02259).3

Descripción[editar]

Las obras para el palacio del Buen Retiro suponen el inicio de una etapa de madurez en la producción del artista. En pocos años Claudio se convirtió en uno de los más famosos paisajistas de Europa, honrado por soberanos como Urbano VIII y Felipe IV: las obras pintadas para el monarca español son las más monumentales realizadas por el artista hasta el momento y su concepción solemne y majestuosa marca el punto álgido en la producción del artista.4
Se trata de una escena religiosa que representa a santa María de Cervelló, cofundadora de la rama femenina de la Orden mercedaria, en actitud orante en medio de un bosque. La identificación de la figura de la santa ha sido dudosa en la historia de este cuadro: en el catálogo publicado por Marcel Röthlisberger y Doretta Cecchi en 1982 figura como Paisaje con la Magdalena penitente;5​ en cambio, estudios más modernos han identificado el hábito de la religiosa como perteneciente a la Orden mercedaria, por lo que se la ha identificado como María de Cervelló, fundadora de la orden, aunque también se ha especulado con que pudiese ser la beata Mariana de Jesús.6
La santa aparece orando en un bosque como si fuese una ermitaña, aunque María de Cervelló vivió siempre en Barcelona, dedicada al cuidado de pobres y enfermos en prisiones y hospitales. Aparece en primer término en la parte inferior del cuadro, iluminada por un rayo de luz que entra por un claro del bosque. En los lados derecho e izquierdo una exuberante vegetación cubre los laterales del lienzo, mientras que la parte central se abre a un paisaje montañoso en lontananza y un cielo surcado por algunas nubes, cuya luz evoca el amanecer. En el fondo se ven algunos ciervos correteando en el bosque, tras los que se aprecia un río atravesado por un puente y algunas edificaciones.6
Claudio realizó algunos dibujos preparatorios para este cuadro, que se conservan en el British Museum de Londres y en la Biblioteca Albertina de Viena.
Claude Lorrain 015.jpg









Paisaje con Tobías y el Arcángel Rafael es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 211 cm. de alto y 145 cm. de ancho, y está pintado al óleosobre lienzo. Data de los años 1639-1640.
Fue un encargo del rey de España Felipe IV para decorar el Palacio del Buen Retiro (en concreto para la Galería de Paisajes), formando parte de una serie pictórica en la que también participaron otros grandes pintores de la época, como Nicolas PoussinHerman van SwaneveltJan BothGaspard Dughet y Jean Lemaire. De la colección real pasó al Museo del Prado de Madrid, donde se expone actualmente (nº de catálogo 2255).
Lorena realizó ocho cuadros monumentales para el Buen Retiro, en dos grupos: cuatro de formato longitudinal (1635-38: Paisaje con las tentaciones de San AntonioPaisaje con San OnofrePaisaje con Santa María de Cervelló y un cuarto desconocido) y cuatro de formato vertical (1639-41: Paisaje con Tobías y el Arcángel RafaelPaisaje con el embarque en Ostia de Santa Paula RomanaPaisaje con Moisés salvado de las aguas del NiloPaisaje con el entierro de Santa Serapia). El programa iconográfico, tomado de la Biblia e Historias de los Santos, fue elegido por el conde-duque de Olivares, que dirigía las obras.

Descripción[editar]

Se trata de una escena religiosa, extraída del Libro de Tobías(VI, 1-5): el arcángel Rafael se aparece a Tobías junto al río Tigris, y le recomienda utilizar las entrañas de un pez para curar la ceguera de su padre; poco después, le acompaña a casa de Raquel, donde conocerá a su esposa Sara.
Lorrain despliega una composición en forma de coulisse, donde diversos elementos (en este caso unos árboles) se colocan a los costados como los bastidores de un teatro, para conducir la mirada hacia el fondo y crear así un efecto de perspectiva. En lontananza se ditinguen una atalaya en ruinas, un puente y varias cabañas, que evocan el pasado clásico que Claude solía recrear en sus cuadros. El artista lorenés muestra nuevamente su ingenio con los efectos cromáticos y la representación de la luz, que tiene un papel protagonista en la obra de este autor afincado en Roma.
Este cuadro formaba pareja (pendant) con Paisaje con el embarque en Ostia de Santa Paula Romana, también en el Prado: mientras Santa Paula representa el amanecer, Tobías está situado al atardecer, simbolizando el paso del tiempo.
Esta obra figura en el Liber Veritatis (cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras, para evitar las falsificaciones) con el número 50.
En el Institute of Arts de Detroit existe una versión de esta obra ejecutada por el pintor norteamericano Washington Allston.



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