Las bacterias anaerobias, o anaeróbicas, son bacterias que no necesitan oxígeno para vivir. En el cuerpo humano se pueden encontrar en condiciones normales como parte de la flora intestinal. Fuera del cuerpo humano se pueden encontrar en muchísimos lugares, incluyendo el suelo, el agua, la comida y en el cuerpo de otros animales. Algunas bacterias anaerobias son beneficiosas para los humanos mientras que otras pueden provocar enfermedades como, por ejemplo, apendicitis, diverticulitis o gingivitis. Las características de una infección por una bacteria anaeróbica suelen incluir la formación de abscesos, pus maloliente y destrucción de tejido.
Tipos de bacterias anaerobias
Las bacterias anaerobias se pueden clasificar en tres categorías en función de su capacidad de vida con o sin oxígeno:
1
Obligadas
Las bacterias anaerobias obligadas necesitan un entorno libre de oxígeno para vivir. No pueden crecer en lugares con oxígeno ya que puede serle dañino, incluso matarlas. También se conocen como bacterias anaeróbicas estrictas. Un ejemplo de anaerobia obligada es Porphyromonas gingivalis. Esta bacteria se encuentra con frecuencia en la boca y se cree que puede estar relacionada con algunas formas de artritis reumatoide.
2
Aerotolerantes
Aunque las bacterias anaerobias aerotolerantes nunca utilizan el oxígeno en sus procesos biológicos, pueden vivir en entornos dónde existe oxígeno. Un ejemplo común de aerotolerantes es Pronibacterium acnespio. Esta bacteria existe normalmente en la piel de cualquier persona y es un factor que contribuye al desarrollo del acné; en casos raros puede introducirse en el cuerpo y producir endocarditis (inflamación del endocardio, el tejido de revestimiento interno de las cavidades del corazón).
3
Facultativas
Las anaerobias facultativas pueden utilizar el oxígeno para vivir si lo hay (respiración aeróbica) y si no hay oxígeno utilizan procesos de fermentación para obtener la energía necesaria para su desarrollo (la fermentación es un proceso que no utiliza oxígeno). Algunas especies del género Staphylococcus son anaerobias facultativas; una de las especies de este género que más se conoce es Staphylococcus aureus, una bacteria que produce varios tipos de infecciones en el humano, por ejemplo infecciones en la piel, como acné, forúnculos o impétigo, y otras más graves como endocarditis, meningitis, neumonía o shock séptico. Otra bacteria anaerobia facultativa muy conocida por todos es la Escherichia coli. La E. coli se encuentra en la flora intestinal de muchísimos mamíferos sanos, a los que ayuda en la absorción de nutrientes en el intestino. En el ser humano la E. coli coloniza el intestino en los recién nacidos tras la primera comida. Pero también puede producir infecciones, las más frecuentes intoxicaciones alimentarias.
Beneficiosas y perjudiciales
Entre las bacterias anaerobias podemos encontrar muchos ejemplos de bacterias que aportan algún beneficio para el ser humano y otros muchos ejemplos que les generan problemas. Incluso las hay que pueden ser beneficiosas y perjudiciales a la vez en función de la cantidad o la situación concreta.
El género Bacteroides es un ejemplo de bacterias anaeróbicas que son beneficiosas y perjudiciales a la vez. En el tracto digestivo, diversas especies de este género ayudan a realizar la digestión pero si invaden otras partes del cuerpo pueden causar neumonía, meningitis y otras enfermedades.
También podemos encontrar bacterias anaeróbicas beneficiosas para el humano aunque no siempre para su cuerpo. Por ejemplo, algunas especies de Lactobacillus se utilizan en la fabricación de queso; algunos tipos de Clostridium se utilizan en regeneración de suelos al convertir sustancias contaminantes del suelo en dióxido de carbono y otras sustancias no tóxicas para el cultivo (proceso conocido como biorremediación) pero algunas especies deClostridium provocan graves enfermedades.
Infecciones anaeróbicas
Muchas bacterias anaerobias infectan heridas abiertas, úlceras cutáneas en diabéticos, picaduras y otras lesiones de la piel. Las bacterias del género Bacteroides son de las bacterias anaerobias más comunes en las lesiones cutáneas de los pies en diabéticos. En muchas ocasiones las bacterias anaerobias conviven con bacterias que necesitan oxígeno para vivir, como ocurre en las úlceras de los pies, siendo más difícil el tratamiento.
Otros anaerobios, como las bacterias del género Actinomyces, pueden causar infecciones dentales. Lesiones en la boca, intervenciones quirúrgicas o algunas enfermedades pueden permitir que bacterias anaerobias benignas puedan desarrollarse hasta causar infecciones, causando abscesos, dolor e inflamación. Infecciones por bacterias anaeróbicas pueden tener lugar también en otras zonas de la boca como en los canales de la raíz del diente, las mandíbulas, amígdalas y garganta.
Los pulmones y bronquios también pueden ser infectados por bacterias anaerobias. Es el caso de formas de neumonía, pleuresía purulenta y abscesos. En el abdomen producen también abscesos y peritonitis. Especies de bacterias anaerobias obligadas pueden infectar zonas dónde no hay formas de oxígeno gaseosa, como el abdomen, dónde producen peritonitis, o pasar a sangre y provocar endocarditis, meningitis y otras enfermedades infecciosas, algunas muy graves.
Muchas especies de anaerobias pueden encontrarse en el cuerpo de una persona sana; por ejemplo, especies de Actinomyces viven normalmente en la cavidad oral y otras zonas del tracto respiratorio superior y también pueden aparecen en el tracto gastrointestinal. Otras especies viven en áreas específicas del cuerpo, como algunas bacterias que sólo encontramos en el colon, por ejemplo especies del género Bacteroides, muy comunes en heces humanas y que pueden causar destrucción tisular si infectan heridas.
Síntomas de infección
Los síntomas de infección por una bacteria anaerobia varían principalmente en función de su localización. En infecciones cutáneas y externas pueden ser síntomas similares a una infección por una bacterias aerobias. Los síntomas más comunes son el dolor y la fiebre; también la inflamación y la supuración. Por ejemplo, una infección periodontal suele provocar dolor, inflamación y sangrado con supuración en las encías así como mal aliento. En casos más avanzados pueden aparecer llagas con supuración en las encías.
Infecciones en la garganta suelen ir acompañadas de dolor, inflamación, sensación de ahogo, fiebre y mal aliento. Los casos de infección pulmonar se caracterizan por dificultad para respirar, tos, dolor en el pecho y fiebre. En el útero y vagina las infecciones por estas bacterias suelen cursar con secreciones, fiebre y dolor.
Las infecciones cutáneas por anaerobias suelen presentarse en forma de zonas rojas e inflamadas que pueden o no secretar pus maloliente. Si alcanzan la sangre a través de la herida se suelen desencadenar fiebres muy altas y pueden llegar a producir la muerte por shock séptico. En caso de que se infecten vasos sanguíneos las heridas pueden estar aparentemente no infectadas pero aparecen surcos rojos alrededor.
Factores de riesgo
Como en cualquier caso de infección, existe mayor riesgo en personas con el sistema inmunológico comprometido, ya sea por enfermedad o por algún tratamiento. También tienen más riesgo las personas que se han sometido a cirugía o que tienen heridas abiertas. La diabetes mellitus, alteraciones de la circulación sanguínea y cáncer son también factores de riesgo para infecciones bacterianas.
Muchas veces es realmente difícil llegar a saber dónde y cuándo se contrajo la infección. Por ejemplo, el Clostridium tetani (responsable del tétanos), Clostridium botulinum (toxina botulínica) o Clostridium perfringens (gangrena espumosa), se reproducen por esporas que se esparcen por el medio y pueden permanecer inactivas en condiciones ambientales muy duras durante mucho tiempo antes de que vuelvan a crecer las bacterias. Otra dificultad es que las infecciones anaeróbicas pueden estar producidas por varias bacterias a la vez.
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