La producción de ganado [en sentido amplio] es una industria importante que suministra a los humanos carne, leche, fibras, cueros y huevos. Las principales clases de ganado incluyen ganado para carne, ganado lechero, pollos, porcinos, y ovejas. El Manual de Estadísticas agrícolas del USDA de 1993 lista los valores para 1992 de varios productos como: ganado y becerros, $65.5 millardos; leche producida por ganado lechero, $20.1 millardos; pollos, $9.2 millardos para asadores y $3.4 millardos para huevos; porcinos, $4.3 millardos; ovejas y corderos $0.7 millardos.
Los artrópodos plagas del ganado incluyen varias especies de garrapatas, ácaros, piojos, pulgas, cresas de moscas, moscas muscoides, mosquitos, y otros. Afortunadamente, no todos atacan al ganado al mismo tiempo y en el mismo lugar. Los problemas de plagas del ganado varían con la estación y la ubicación geográfica, y cada especie de plaga exhibe diversos grados de especificidad con el hospedero y también hay especificidad con el sistema de producción. El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es la integración de métodos de control químico, biológico y cultural para reducir las poblaciones de plagas por debajo de un umbral económico. Las herramientas de manejo incluyen los métodos convencionales de monitoreo como base para las decisiones de control, los controles químico, cultural y biológico que puedan aplicar los productores individuales, y también controles a nivel de área, técnicas de macho estéril, y controles reglamentarios que son aplicados por gobiernos municipales, provinciales/estatales, o federales. Considerables esfuerzos en investigación, desarrollo e implementación han resultado en la eliminación de serias amenazas tales como el gusano tornillo, Cochliomyia hominivorax (Coquerel), y la garrapata del ganado, Boophilusannulatus (Say), de amplias áreas de América del norte (Graham y Hourrigan 1977). Sin embargo, muchos problemas continúan plagando a los productores a nivel local. Esta discusión se enfocará principalmente en las opciones de que disponen los productores individuales pues los controles a nivel de área involucran decisiones y técnicas que están más allá del control directo del productor.
La aplicación de las prácticas de manejo de las plagas del ganado requiere una comprensión de la:
- naturaleza de los sistemas de producción de ganado
- biología del complejo de plagas artrópodas asociadas con el sistema
- relación entre las poblaciones de artrópodos y el daño para un sistema particular
- extensión hasta donde los puntos anteriores influyen en la habilidad del productor para implementar opciones de control químico, biológico y cultural.
Sistemas de Producción de Ganado
Es útil establecer categorías para los sistemas de producción de ganado de acuerdo con sus características ecológicas en lugar de por sus productos, ya que las características de un sistema determinan la naturaleza de los problemas de plagas y la habilidad del productor para manejar el problema. Los sistemas se dividen en tres amplias categorías (Axtell 1986a):
- pastoreo (pastizales o praderas)
- en el exterior pero confinados
- encerrados y confinados.
Hay disponibles descripciones útiles de como son manejados varios productos bajo estos sistemas (Martin et al. 1993, Alberta Agriculture 1989).
Los sistemas de pastoreo se caracterizan por:
- bajo número de animales por unidad de área
- la principal fuente de alimento para los animales es la vegetación local
- el manejo es mínimo
- las áreas son grandes y el estiércol está disperso en toda el área
- el medio ambiente es impredecible
La vegetación que se puede pastorear (forraje) producida dentro del sistema es la principal fuente de alimento para los animales. La cantidad de forraje producida dentro del sistema determina la capacidad de carga, o número de unidades animales (UA) que el sistema puede sostener. Una unidad animal (UA) es cualquier número de animales de una especie que consume 11.8 kg de forraje por día. Una vaca madura de 450 kg se considera como una UA, novillos y vaquillas son de 0.67 a 0.75 UA, los toros son 1.5 UA y corderos maduros son 0.2 UA. Las praderas de pastoreo generalmente no son mejoradas y no son adecuadas para cultivos. Las capacidades de carga son bajas, hasta 0.05 UA por ha. Los pastales sembrados generalmente tienen ratas de sostenimiento más altas, hasta 2 UA/ha, y pueden ser fertilizados, regados y entremezclados con semillas de forrajes mejorados. Usualmente en la primavera se le permite al ganado salir a pastar, y en el verano son recogidos y marcados, se les quitan los cuernos y son castrados. Las grandes áreas y el acceso limitado a los animales en los sistemas de pastoreo complican las actividades de manejo de plagas. El estiércol, el hábitat para las larvas de muchas moscas que son plagas, está en plastas discretas y ampliamente distribuidas. El estiércol producido por los animales que se alimentan con pasto o forraje favorece las poblaciones de mosca de los cuernos, Haematobia irritans (L), y moscas de la cara, Musca autumnalis De Geer. Hay poblaciones de muchos parásitos fuera de los hospederos que están presentes en la vegetación local o que se pueden desarrollar en agua estancada o corriente. En climas templados muchas especies de plagas requieren de diapausa para invernar con éxito.
Los sistemas exteriores confinados se caracterizan por:
- alto número de animales por unidad de área
- en el sistema se suministra alimento concentrado
- el manejo es intensivo y los animales requieren cuidado diario
- las áreas son pequeñas y el estiércol se acumula en corrales
- hay cierto control del medio ambiente en los cobertizos y refugios
Los sistemas externos confinados son aquellos en los cuales los animales están contenidos en corrales a densidades relativamente altas. Éstas pueden ser lecherías o corrales de engorde para bovinos, ovinos y porcinos. La vegetación no crece dentro de los corrales y todo el alimento se provee de fuentes externas. Por tanto, las ratas de mantenimiento no están limitadas por la capacidad de carga de los terrenos y pueden ser mucho más altas que en los sistemas de pastoreo. El alimento usualmente se les dispensa en comederos al frente de los corrales, y el agua se les suministra por medio de un sistema de abastecimiento. El estiércol se acumula en el piso y periódicamente puede ser apilado en el centro de los lotes. Las moscas que son plagas se reproducen en las pilas de estiércol y otras áreas húmedas. Éstas pueden estar en áreas detrás de los comederos donde los animales se congregan y orinan, o que resultan del goteo de tuberías, malos drenajes o lluvias excesivas. El estiércol producido por los animales que reciben alta concentración de alimento favorece las poblaciones de moscas de los establos, Stomoxys calcitrans (L.), y moscas caseras, Musca domestica (L.). Otros sitios de reproducción incluyen alimento derramado, alimento almacenado, y áreas no alteradas bajo las cercas. La mayor densidad de animales puede promover el desarrollo de poblaciones de ectoparásitos, y los refugios pueden aumentar la duración de los problemas de ectoparásitos (Geden et al 1990). Las moscas inviernan como adultos o como larvas que se desarrollan lentamente en las áreas protegidas.
Los sistemas confinados interiores se caracterizan por:
- número extremadamente alto de animales por unidad de área
- en el sistema se suministra alimento concentrado
- el manejo es intensivo y los animales requieren cuidado diario
- las áreas son pequeñas y el estiércol se acumula bajo los animales
- los edificios tienen control del medio ambiente
Los sistemas interiores confinados tienen los animales guardados todo el año dentro de edificios con el medio ambiente controlado. Se les suministra alimento de fuentes externas. El espacio requerido por cada animal es mínimo y las densidades pueden ser extremas. Las altas poblaciones favorecen el desarrollo de poblaciones de ectoparásitos y la aparición de enfermedades. Los animales usualmente son sostenidos por pisos de acero expandidos o jaulas de alambre y el estiércol se acumula en fosos o pozos situados por debajo. Los edificios tienen control del medio ambiente y las poblaciones de plagas pueden presentarse durante todo en año, aún en climas fríos. Hay disponibles numerosas áreas de reposo para insectos voladores.
Plagas Artrópodas y Daño
Los artrópodos plagas en sistemas de ganado se pueden clasificar taxonómicamente o de acuerdo con su grado de asociación con el hospedero (Lysyk y Moon 1994). El grado de asociación con el hospedero es una consideración útil porque determina el enfoque de manejo. Desafortunadamente, no hay una relación clara entre el grado de asociación con el hospedero y la relación entre la densidad del parásito y las pérdidas de producción. Los artrópodos plagas del ganado pueden ser clasificados como:
- ectoparásitos continuos
- ectoparásitos no continuos
- no ectoparásitos
Los ectoparásitos continuos completan todo su ciclo de vida en un hospedero y tienden a ser específicos para el hospedero. Los ectoparásitos continuos incluyen la mosca áptera de los ovinos [Melophagus ovinus], piojos y ácaros. Los ectoparásitos no continuos completan una porción de su ciclo de vida en el hospedero y uno o más estados se completan fuera del hospedero. Hay varios grados de desarrollo sobre el hospedero y fuera del hospedero. Todo el estado larval de la mosca del ganado, Hypoderma spp., se desarrolla en el hospedero mientras que la pupa y el adulto tienen lugar fuera del hospedero. Los adultos de la mosca de los cuernos son parásitos continuos mientras que los estados inmaduros son de vida libre. Algunas especies alternan la vida libre y las fases ectoparasítas de un estado. Las larvas de las garrapatas, sus ninfas y adultos, requieren todos una comida de sangre y por tanto contacto con el hospedero para completar su desarrollo, pero cada estado también pasa por un período en el cual no está en contacto con el hospedero. Los adultos de muchas moscas que se alimentan de sangre lo hacen durante períodos cortos y pasan mucho de su tiempo descansando fuera del hospedero para digerir su comida de sangre. Los no ectoparásitos, tales como la mosca doméstica, no viven en asociación directa con el hospedero pero son problemas importantes porque pasan de los desechos animales a habitaciones humanas. Como consecuencia es posible que haya acciones legales contra el productor que pueden resultar en multas o cierres.
Umbrales de Manejo y Niveles de Daño Económico
Las plagas del ganado pueden reducir la productividad de la finca al reducir directamente los rendimientos animales, aumentar los costos de producción, o causar pérdidas de oportunidades en el mercado. Las relaciones entre densidad y daño definen los objetivos y necesidades del MIP en ganado. Los siguientes tipos de relaciones entre densidad de las plagas y pérdida de rendimiento se aplican al MIP en ganado:
- presencia o ausencia
- linear
- umbral
- no linear
La presencia de plagas en una finca o en un área geográfica o área política puede reducir la productividad si la plaga es vectora de enfermedades o si la plaga misma está clasificada como una enfermedad. Si la plaga es una enfermedad que requiere cuarentena, al detectar un solo animal infestado puede requerirse el tratamiento de todos los animales. En una escala más amplia, pueden ser impuestas reglamentaciones sobre importaciones y tratamientos para impedir la introducción de un artrópodo o de una enfermedad portada por un artrópodo a un área geográfica o política. Los estados Unidos exigen que todo el ganado que entre de México debe ser inspeccionado y tratado, si es necesario, para prevenir la introducción de la garrapata que es vectora de la piroplasmosis. Una epidemia de la enfermedad de lengua azul (cuyo vector son pequeñas moscas picadoras del género Culicoides) en la región de Okanaga del Canadá en la década de 1970 resultó en severas restricciones de exportaciones de semen de Canadá a países europeos porque el virus de la lengua azul puede ser transmitido por el semen, lo mismo que por vectores infectados. Esta epidemia tuvo consecuencias de largo alcance porque las reglamentaciones impuestas en las importaciones en Ganado que entraba de Canadá a los Estados Unidos aumentó los costos a los productores quienes tenían que pagar por pruebas que certificaran que sus animales estaban libres de lengua azul. Recientemente estas reglamentaciones han sido relajadas.
Figura 1: Una relación linear entre densidad de la plaga y pérdidas. Puede ocurrir una relación linear entre la densidad de la plaga y las pérdidas de producción. A medida que aumenta la densidad de la plaga, también aumentas las pérdidas de producción, bien sea en una base por animal o por rebaño. Steelman et al. (1991) estimaron que los pesos de los terneros al destete se redujeron en 8% por cada 100 moscas de los cuernos en las vacas (promediadas para la estación) debido a la reducción en el flujo de leche de la vaca. Las cresas del ganado resultan en nódulos que se deben quitar de la piel de las reses muertas. A medida que aumentan las cresas, también aumenta la cantidad de nódulos que hay que quitar. | |
Figura 2: Las relaciones entre la densidad de la plaga y las pérdidas en producción pueden ser lineares solo para un rango de las densidades de la plaga.Sin embargo, la relación densidad – pérdida puede ser linear solo para un rango de las densidades de la plaga. Poblaciones bajas o moderadas de muchos ectoparásitos continuos tales como los piojos tienen efectos insignificantes en el hospedero (Gibney et al. 1985). Una vez que las poblaciones de la plaga llegan a un umbral de densidad, esos parásitos pueden dominar las defensas de los animales y puede comenzar la reducción de la producción. No ectoparásitos tales como la mosca casera pueden ser tolerables a bajas densidades, pero a altas densidades pueden dispersarse hacia comunidades vecinas, molestando a los residentes y resultando en acciones legales. | |
Figura 3: Densidad de las garrapatas estrella solitaria y pérdidas de producción.
Las garrapatas estrella solitaria Amblyomma americanum (L.) muestran una relación no linear entre la densidad de la plaga y las pérdidas de producción (Barnard 1985.), con el daño acercándose a una asíntota superior a medida que aumenta la densidad. De manera similar, las pérdidas debidas a la mosca de los cuernos que se alimenta de ganado en crecimiento también pueden ser no lineares (Kinzer et al. 1984).
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Figura 4: Modelo de dos umbrales que incorpora un umbral linear y relaciones no-lineares.Haufe (1986) propuso un modelo de dos umbrales que incorpora aspectos de un modelo linear, y relaciones no-lineares con la densidad de la plaga. Según la hipótesis de Haufe la reducción en productividad animal ocurre en dos puntos de la densidad de la plaga. El umbral más obvio está asociado con infestaciones altas. La habilidad del animal para tolerar infestaciones por encima de este umbral superior está deteriorada y al aumentar la densidad de la plaga la reducción en productividad aumenta como una respuesta linear de alta pendiente. El umbral bajo es una respuesta quantal [todo o nada] a bajos niveles de infestación y resulta de los cambio de comportamiento que reducen la utilización del forraje. El resultado es una reducción inmediata en productividad que persiste hasta que se llega al umbral superior. Es posible tomar acciones que se puedan aplicar para reducir la habilidad de la población de la plaga para llegar al umbral superior, pero puede ser mucho más difícil reducir la habilidad de la plaga para llegar al umbral inferior. En últimas, los mayores beneficios económicos y también los más consistentes, se pueden lograr si la densidad de la población de la plaga se mantiene por debajo del umbral inferior. |
Manejo en Sistemas de Pastoreo
Se pueden tomar dos enfoques para monitorear las poblaciones de plagas en animales que pastorean. Se pueden hacer estimados visuales del número de ectoparásitos por hospedero que atacan durante un intervalo de tiempo fijo. Este enfoque puede funcionar con ectoparásitos que tienen un contacto prolongado con el hospedero, por ejemplo, moscas de los cuernos adultas y garrapatas. Sin embargo, los estimados visuales en sistemas de pastoreo se complican por varios factores. No siempre es posible tener un acceso directo a los animales porque éstos generalmente pastorean en áreas grandes. La mayoría de los ectoparásitos son pequeños y no se pueden contra fácilmente. Los ectoparásitos que no son continuos tienen una asociación con el hospedero que puede ser breve y por tanto, no toda la población ectoparásita estará sobre el hospedero en un momento dado. Un enfoque alternativo es usar trampas en sitios fijos para determinar la abundancia relativa de los estados de vida libre de un ectoparásito. Estos índices relativos se pueden usar para estimar las ratas de ataque si se conoce la relación entre el estimado relativo y los números que atacan al hospedero. Tales relaciones se conocen para la mosca de la cara (Moon y Kaya 1981) y para mosquitos (Steelman et al. 1972).
Drummond et al. (1988) ofrecen un excelente resumen de los métodos de control químico para la mayoría de las plagas artrópodas del ganado. Los métodos de control químico son las opciones de manejo que los productores usan con más frecuencia en los sistemas de pastoreo. Generalmente los objetivos de las aplicaciones son los animales mismos ya que son el producto a proteger y en algún momento y lugar tendrán sobre sí las poblaciones de ectoparásitos. Los métodos de aplicación de los productos químicos son:
- aplicación directa al animal por aspersión o por inmersión
- sistemas de auto aplicación tales como bolsas de espolvoreo o de aceitado
- sistemas de liberación sostenida tales como placas o bolos
La escogencia de un método de aplicación depende de la duración del período de ataque del ectoparásito y de la facilidad con la cual puede aplicarse. El tratamiento directo asperjando o sumergiendo puede dar un control efectivo si la actividad residual del producto químico es prolongada en comparación con el período de ataque del ectoparásito. Por ejemplo, el control de la parálisis por garrapatas en la Columbia Británica requiere como 6 - 8 semanas de actividad residual del producto químico si es que el ganado se trata antes de soltarlo a pastar. Las aspersiones directas también pueden dar 1 -2 semanas de control de otros ectoparásitos tales como mosquitos y moscas negras, pero el período de ataque de estas plagas puede durar más de un mes. En tales casos, puede ser necesario repetir la aplicación, y esto requiere recoger el ganado. En este caso el esencial el monitoreo para determinar la necesidad de repetir el tratamiento.
Una limitación importante del método de aplicación directa a los animales es la necesidad que tiene el productor de recoger y confinar los animales antes del tratamiento. A menudo se usan los sistemas de auto tratamiento que dispensan los insecticidas a los animales porque pueden localizarse en los pastales y son visitados por los animales. Los aceitadores o aplicadores de aceite son cadenas envueltas en telas que se insertan en un recipiente que contiene el insecticida. Las telas son como una mecha que absorbe el insecticida que hay en el recipiente y el insecticida es dispensado a los animales a medida que ellos se frotan contra las cadenas. Las bolsas de espolvoreo contienen insecticida en polvo y son suspendidas por encima de los portones de modo que los animales se ponen en contacto con la bolsa a medida que pasan por los portones. Como los sistemas de auto aplicación dependen del comportamiento de los animales para dispensar el insecticida, deben ser colocados en áreas cercanas a los abrevaderos o saladores que los animales visiten con frecuencia. También es necesario darles mantenimiento frecuente pata asegurar que el pesticida está presente y que las mechas están trabajando de manera apropiada.
Los sistemas de liberación continua consisten en insecticidas colocados dentro de una matriz. El pesticida es liberado lentamente durante la estación de pastoreo. Los sistemas de liberación continua más comunes son las etiquetas para las orejas. Se trata de insecticidas embebidos en una matriz de plástico. Después de la aplicación, los insecticidas se difunden sobre la superficie grasosa del ganado. Las etiquetas se pueden aplicar antes que los animales sean soltados para pastar y pueden dar control de las moscas de los cuernos durante toda la estación porque las moscas de los cuernos pasan la mayor parte de su vida adulta sobre el hospedero y por tanto están expuestas a dosis tóxicas de los insecticidas. No controlan ectoparásitos que no sean continuos tales como mosquitos, moscas negras, y tábanos. Las ventajas de las etiquetas para las orejas incluyen la facilidad de aplicación, la larga duración de su eficacia, y que se colocan en el ambiente cantidades mucho menores de pesticidas y solo en objetivos específicos. La principal desventaja de las etiquetas para las orejas es se desarrollaron poblaciones resistentes de moscas de los cuernos poco después de que salieron al mercado. Las etiquetas para las orejas salieron al mercado a finales de los años 1970, y para mediados de la década de 1980 ya había una amplia distribución de la resistencia en los EEUU (Kunz y Schmidt 1985), y en Canadá para 1991 (Colwell et al. 1991, Mwangala y Galloway 1993).
Los factores que contribuyeron al rápido desarrollo de la resistencia incluyen el amplio uso de las etiquetas empleando una sola familia química, los piretroides, contra toda la población de moscas de los cuernos. La resistencia en las moscas de los cuernos es controlada por un juego de alelos que expresan una dominancia incompleta (Roush et. al 1986). Los individuos heterocigotos resistentes (RS) encajan entre los individuos homocigotos resistentes (RR) y los homocigotos susceptibles (SS). A medida que se reduce la concentración de pesticida liberado de las etiquetas de las orejas con el avance de la estación, los individuos RS tienen una mayor posibilidad de sobrevivir en comparación con los individuos SS y el alelo R se establece rápidamente en la población. El manejo de la resistencia se ha vuelto un tema importante para los productores y se puede lograr alternando los métodos de aplicación de una estación a la siguiente, y alternando los compuestos de diferentes clases químicas tales como los insecticidas organofosforados con los piretroides. El uso de las etiquetas de orejas debe evitar bajas concentraciones de los pesticidas lo cual puede favorecer el desarrollo de individuos RS. Se debe tener cuidado de no colocar las etiquetas antes del comienzo de la estación de las moscas y las etiquetas deben ser colocadas en animales objetivo (toros, becerros, vacas pero no en terneros) con la dosis máxima recomendada, y las etiquetas deben ser removidas al final de la estación de las moscas o cuando las poblaciones se reduzcan antes del invierno.
Ahora hay en el mercado bolos de liberación sostenida. Estos son bloques que se insertan en el estómago del animal y liberan insecticidas que son absorbidos por la corriente sanguínea del animal. Los artrópodos que se alimentan de sangre ingieren el insecticida al consumir la sangre lo cual los mata. El insecticida también es liberado en el estómago y en última instancia en las heces. El insecticida en las heces es tóxico para las moscas que se desarrollan en los excrementos como es el caso de la mosca de los cuernos. Los insecticidas también pueden ser tóxicos para los artrópodos benéficos que pululan en los excrementos y los descomponen, y juegan un papel importante en el reciclaje de nutrientes en los pastales y actúan como enemigos naturales de las moscas que son plagas (Floate, 1996).
Los agentes de control biológico de ocurrencia natural pueden reducir considerablemente la producción de moscas (Doube 1986). El control biológico de las moscas que se reproducen en el estiércol ha sido intentado ampliamente por medio del establecimiento de enemigos naturales importados tales como predatores, parásitos, patógenos y competidores. Desde Australia se han importado a los Estados Unidos y numerosas especies de escarabajos exóticos del estiércol para facilitar el enterramiento de los excrementos y la descomposición de las plastas, reduciendo de esta manera los hábitats de reproducción de las moscas que se crían en estos desechos. Los productores individuales no pueden asumir tales esfuerzos de control biológico clásico, pero pueden aplicar principios de conservación para no interferir con la acción de los enemigos naturales en los lugares donde son abundantes. Los enfoques inundativos de control biológico no han sido realizados vigorosamente.
Se han desarrollado, o están siendo desarrolladas, opciones de manejo cultural, para varias plagas de las praderas.
Estas tal vez se encuentran mejor desarrolladas para las garrapatas de un solo hospedero del género Boophilus en Australia e incluyen el uso de cruces con ganado resistente, suspensiones temporales del pastoreo y tratamientos con acaricidas (Norton et al. 1984). Las razas europeas de ganado son mucho más susceptibles a las pérdidas inducidas por garrapatas que los animales Cebú. Desafortunadamente, los animales Cebú son de baja fertilidad y crecen lentamente. Tradicionalmente, las garrapatas eran controladas en animales europeos mediante el uso frecuente de regímenes de baños bien programados al ganado, pero esto llevó a resistencia a los acaricidas. La rentabilidad se puede mejorar usando animales de sangre mezclada que tengan un crecimiento moderado y resistencia a las garrapatas, y que requieran menos baños para un control efectivo, reduciendo por lo tanto la probabilidad de que se desarrolle resistencia. El uso de ganado cruzado también ha hecho posible las estrategias de las suspensiones de pastoreo. Las garrapatas Boophilus completan sus estados larvario, de ninfa y adulto en el mismo hospedero. Los adultos caen del hospedero, ponen los huevos en el suelo y al salir de los huevos las larvas se pegan a un nuevo hospedero. De modo que el ganado puede ser confinado en un pastal durante el período en el cual los adultos están cayendo de sus hospederos y puede ser removido durante la eclosión de las larvas para impedir que reinfesten nuevos hospederos. Esta estrategia no fue muy favorable para las razas europeas y resultó en sobrepastoreo y subpastoreo ya que los pastales podían tener demasiados animales durante la caída de las garrapatas y luego ser subutilizados durante el período de actividad larvaria. Sin embargo, el uso de cruces resistentes de ganado puede brindar un manejo efectivo de las garrapatas con un período de remoción de los pastales tan corto como de cuatro semanas, una mejora dramática.
Estas tal vez se encuentran mejor desarrolladas para las garrapatas de un solo hospedero del género Boophilus en Australia e incluyen el uso de cruces con ganado resistente, suspensiones temporales del pastoreo y tratamientos con acaricidas (Norton et al. 1984). Las razas europeas de ganado son mucho más susceptibles a las pérdidas inducidas por garrapatas que los animales Cebú. Desafortunadamente, los animales Cebú son de baja fertilidad y crecen lentamente. Tradicionalmente, las garrapatas eran controladas en animales europeos mediante el uso frecuente de regímenes de baños bien programados al ganado, pero esto llevó a resistencia a los acaricidas. La rentabilidad se puede mejorar usando animales de sangre mezclada que tengan un crecimiento moderado y resistencia a las garrapatas, y que requieran menos baños para un control efectivo, reduciendo por lo tanto la probabilidad de que se desarrolle resistencia. El uso de ganado cruzado también ha hecho posible las estrategias de las suspensiones de pastoreo. Las garrapatas Boophilus completan sus estados larvario, de ninfa y adulto en el mismo hospedero. Los adultos caen del hospedero, ponen los huevos en el suelo y al salir de los huevos las larvas se pegan a un nuevo hospedero. De modo que el ganado puede ser confinado en un pastal durante el período en el cual los adultos están cayendo de sus hospederos y puede ser removido durante la eclosión de las larvas para impedir que reinfesten nuevos hospederos. Esta estrategia no fue muy favorable para las razas europeas y resultó en sobrepastoreo y subpastoreo ya que los pastales podían tener demasiados animales durante la caída de las garrapatas y luego ser subutilizados durante el período de actividad larvaria. Sin embargo, el uso de cruces resistentes de ganado puede brindar un manejo efectivo de las garrapatas con un período de remoción de los pastales tan corto como de cuatro semanas, una mejora dramática.
Los métodos culturales están mucho más desarrollados para la garrapata del ganado, pero la resistencia del hospedero ha sido identificada también para la mosca de los cuernos (Steelman et al. 1994). El ganado de pelo largo también es resistente a los ataques de la mosca negra. Actualmente está siendo investigado el impacto de las estrategias de pastoreo controlado contra moscas que se crían en suciedad (R. D. Moon, comunicación personal). Trampas de paso que remueven las moscas por fricción también se muestran promisorias en situaciones especializadas (Tozer y Sutherst 1996).
Sistemas Externos Confinados
Las poblaciones de plagas se pueden evaluar más fácilmente en sistemas externos confinados por cuanto los productores tienen un acceso directo a los animales, o pueden colocar trampas en sitios convenientes. Las poblaciones de la mosca de los establos se pueden evaluar usando conteos del número de moscas que aterrizan en las patas delanteras de los animales, o determinando la proporción de patas infestadas. Ectoparásitos pequeños continuos se pueden monitorear dándole un valor a las infestaciones de acuerdo con la densidad de la plaga o a la severidad de los síntomas. Poblaciones que no son ectoparásitas se pueden monitorear usando trampas. La información de los programas de monitoreo da la base para los tratamientos de control químico. No ectoparásitos tales como la mosca doméstica no causan pérdidas directas de productividad animal, pero tienen un alto valor por las molestias que causan en cuando se dispersan a zonas residenciales vecinas. Los productores y los residentes locales deben trabajar juntos para determinar cuál es la densidad de población a la que las moscas se convierten en un problema para los vecinos. Este nivel se puede usar como umbral de acción.
Los pesticidas químicos se aplican mediante una variedad de métodos, y las aplicaciones son más convenientes que en los sistemas de pastoreo. Los ectoparásitos continuos se pueden manejar usando aplicaciones de dosis bajas de pesticidas que se asperjan directamente sobre los animales. Las aspersiones se pueden aplicar con facilidad a los animales a medida que se los recoge. Ectoparásitos que no son continuos tales como los adultos de la mosca de los establos y los que no son ectoparásitos tales como los adultos de la mosca doméstica se posan sobre superficies y se pueden controlar de manera efectiva usando aspersiones de productos residuales aplicadas a las áreas de reposo de las moscas. Las áreas de reposo se pueden identificar fácilmente por la presencia de punto fecales o de vómito. Para los adultos no ectoparásitos también se pueden usar cebos. Se ha desarrollado resistencia a los pesticidas debido al abuso de los pesticidas y esto se puede evitar mediante el monitoreo de las poblaciones, tratando solo cuando sea necesario y no con base en un calendario, y rotando las familias químicas (MacDonald et al. 1984). Las aplicaciones directas a los animales usualmente no son muy efectivas para el control de ectoparásitos que no son continuos y los que no son ectoparásitos ya que estos no visitan al hospedero durante un tiempo suficientemente largo para recoger una dosis tóxica.
Los métodos de control químico son más efectivos contra los ectoparásitos continuos, ectoparásitos adultos no continuos y adultos que no son ectoparásitos. Los estados inmaduros de ectoparásitos no continuos y los no ectoparásitos usualmente ocurren en condiciones húmedas, donde hay materia orgánica en descomposición tal como el estiércol, alimentos desparramados y suelo húmedo. Las aplicaciones químicas contra estos estados no se recomiendan porque el medio de reproducción interfiere con los pesticidas de contacto, humedecen el medio, y pueden interferir con la actividad de agentes de control biológico natural control tales como los ácaros predatores.
El método de control biológico más comúnmente usado es la liberación inundativa de pequeñas avispas parásitas de la familia Pteromalidae. La avispita pone sus huevos dentro de los puparios de las moscas y la larva de la avispa en desarrollo se alimenta de, y mata la pupa de la mosca. Productores comerciales tienen parásitos disponibles. Usando solo estos agentes de control el éxito puede ser variable, pero liberaciones semanales de 200 pupas parasitadas (Muscidifurax raptor Girault y Sanders) por vaca y 1000 pupas parasitadas por ternero fueron un componente esencial de programas de MIP en lecherías del estado de Nueva York. (Rutz y Watson En imprenta). Pesticidas tales como aspersiones espaciales de piretrinas y cebos dispersos son más compatibles con los parasitoides de lo que son los pesticidas de otras familias o formulaciones.
Se requiere sanidad para reducir el éxito de la reproducción de moscas que se crían en la suciedad. Poblaciones de las moscas de los establos en lotes de engorde de Nebraska se han reducido hasta en 50% con regímenes rigorosos de sanidad que incluyen limpiezas completas de los lotes antes del pico de actividad de la mosca de los establos seguido por limpiezas cada dos semanas (Thomas et al. 1996). Las practicas sanitarias usadas en lecherías del estado de Nueva York requieren remoción semanal y dispersión del estiércol (Rutz y Watson, En imprenta). La limpieza requiere remoción de todo el alimento desparramado, estiércol y ensilaje en los lotes y en las áreas de almacenamiento de alimentos. Los desechos pueden ser esparcidos directamente en campos vecinos o guardados bajo plástico para reducir el potencial de reproducción de moscas. También se requiere la eliminación de humedad causada por drenajes inapropiados y goteos de agua. Los costos asociados con la sanidad se pueden compensar con la reducción de los costos de los pesticidas (Lazarus et al. 1989).
Manejo en Sistemas Confinados Internos
Muchas de las mismas prácticas usadas para manejo de plagas en sistemas confinados externos son aplicables a sistemas confinados internos. Los sistemas confinados tienen las complicaciones adicionales de las plagas estructurales tales como el escarabajo menor de las harinas, pero aquí no hablaremos de ellos. Las principales diferencias entre sistemas confinados internos y externos están en que las poblaciones de artrópodos pueden ser activas durante todo el año en los sistemas internos donde están protegidos de las variaciones del clima. Las poblaciones de enemigos naturales también pueden estar presentes durante todo el año y se pueden aumentar usando liberaciones inundativas de avispas parásitas. El monitoreo de las poblaciones de ectoparásitos es relativamente fácil debido al fácil acceso a los animales. El monitoreo de las plagas que no son ectoparásitas también es relativamente fácil de lograr utilizando índices de abundancia relativa.
Los métodos de aplicación de productos químicos dependen del tipo de plaga involucrada. Para ectoparásitos continuos se usan las aspersiones directas a los animales. Las aplicaciones residuales o espaciales se usan para especies de vida libre o para ectoparásitos que no son continuos. Los cebos se usan contra moscas adultas. No se recomienda el uso de larvicidas para el control los estados inmaduros de las moscas de la suciedad ya que los larvicidas reducen las poblaciones de los enemigos naturales en el estiércol y se requieren muchas más aplicaciones que cuando se emplean controles integrados usando adulticidas selectivos que no interfieren con las poblaciones de enemigos naturales. (Axtell 1970a). El control integrado usando una combinación de adulticidas selectivos y la conservación de los enemigos naturales ofrece el mismo grado de control que las aplicaciones frecuentes de larvicidas pero usa solo 20% de los insecticidas empleados para matar las larvas (Axtell 1970b). Los ectoparasítas no continuos pueden vivir en diminutas ranuras y en áreas protegidas que son difíciles de tratar. Se debe tener el cuidado de evitar la contaminación del alimento y de los equipos de suministro de agua. También, el uso frecuente de una sola familia de pesticidas se debe evitar para prevenir el desarrollo de resistencia.
Para ectoparásitos generalmente no se usa el control biológico, pero es efectivo contra plagas que no son ectoparásitas tales como las moscas de la suciedad. Los agentes de control biológico pueden estar presentes de manera natural y sus poblaciones se pueden promover usando principios de conservación y manejo del estiércol. Comercialmente hay disponibles varios agentes de control biológico. Los agentes de control biológico usados con más frecuencia son los parásitos pupales de la familia Pteromalidae. Estos dan un control más razonable en sistemas confinados internos (Rutz y Axtell 1979, Costello 1984, Weintraub 1985) en comparación con los sistemas externos (Peterson et al. 1983, Meyer et al. 1990). Se debe considerar el incremento de los enemigos naturales si el estiércol se maneja de manera favorable, si la especie benéfica no está presente, y si se están usando insecticidas selectivos (Axtell y Rutz 1986).
Las prácticas sanitarias para manejo de ectoparásitos son necesarias para reducir la posibilidad de que estas plagas se puedan desplazar entre galpones. Muchos ectoparásitos pueden vivir fuera del hospedero y fácilmente se transmiten de un galpón al otro por medio de quipo contaminado o por la gente, y pájaros. Es necesario el aseo de las carretillas, las estibas y otros materiales que son movidos de un galpón a otro. El uso de ropa externa desechable por parte de los trabajadores puede ayudar a reducir el movimiento de ectoparásitos entre galpones. Los pájaros silvestres pueden diseminar ectoparásitos de las aves entre galpones, pero esto se puede evitar poniendo mallas para impedir que entren en los galpones. Axtell y Arends (1990) recomiendan que la detección de un solo ectoparásito se considere como razón suficiente para aplicar un tratamiento debido a su potencial de incrementar en número y a su habilidad para dispersarse sin ser detectados. Un enfoque cauteloso es aplicar inmediatamente algún tratamiento para impedir cualquier riesgo de contaminación de otros galpones.
El manejo del estiércol es esencial para el control de las moscas de la suciedad. Por ejemplo, muchos sistemas permiten que el estiércol se acumule bajo las jaulas durante períodos prolongados, y es en esta situación cuando las moscas de la suciedad se pueden convertir en plagas principales. En el estiércol seco se pueden desarrollar cantidades substanciales de poblaciones de enemigos naturales tales como escarabajos y ácaros predatores (Axtell 1986b) y pueden dar un control efectivo de las poblaciones de moscas. Las poblaciones de enemigos naturales se pueden estimular si el manejo del estiércol se lleva a cabo con una mentalidad de conservación (Axtell 1970a). La eliminación de goteos en los abrevaderos, la promoción de la circulación del aire para secar el estiércol y mantener buenos drenajes pueden reducir la humedad del estiércol, inhibir el desarrollo de larvas de las moscas y promover la predación por los enemigos naturales (Axtell 1986b). La completa eliminación del estiércol también elimina la fauna de enemigos naturales y las poblaciones de moscas pueden recuperarse rápidamente después de sacar el estiércol. Por tanto, el estiércol se debe sacar a comienzos de la estación cuando las poblaciones de moscas estén en su mínimo, y la remoción debe hacerse escalonada para permitir que los enemigos naturales vuelvan a poblar las áreas alteradas.
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