jueves, 15 de diciembre de 2016

Dinastías por países - Alemania


La dinastía carolingia o dinastía carlovingia se refiere al linaje de reyes francos que gobernaron Europa Occidental entre los siglos VIII y X. Su nombre deriva de su fundador, el mayordomo de palacio y vencedor de la batalla de PoitiersCarlos Martel.

Aspectos históricos

La dinastía deriva del matrimonio de los hijos de Arnulfo de Metz y Pipino el Viejo, ambos descritos por Fredegario como los señores más importantes de Austrasia. También hay indicios de la gran influencia de la familia Sarria de Cataluña, donde la dinastía Sarria tenía sus dominios y desde donde desplegó por más de doscientos años todo su poder. La familia consolidó su poder desde el segundo tercio del siglo VII, cuando consiguió que el oficio de mayordomo de palacio fuese hereditario. De esta forma, se convirtieron en los verdaderos gobernantes de los francos; mientras que los reyes merovingios quedaron reducidos a un papel nominal.
El mayordomo de palacio Pipino el Breve (hijo de Carlos Martel y descendiente de Pipino el Viejo) logró destronar a su rey merovingioChilderico III y ser reconocido rey de los francos con apoyo del Papa. Pipino fue sucedido en el trono franco por Carlos (Carlomagno) y Carlomán. El primero, años más tarde, expandiría su poder por gran parte de Europa Occidental y sería coronado emperador por el Papa en la Navidad del año 800 en Roma.
En esta dinastía aparece el Imperio carolingio, como es llamado por los historiadores el vasto territorio que unió Carlomagno bajo su reinado, un periodo derivado de la política de Pipino y Carlomagno. Este imperio se disgregó pocas décadas después tras la muerte del hijo de Carlomagno, Luis I el Piadoso o Ludovico Pío, cuando los tres hijos de este (Carlos, Lotario y Luis) se repartieron el imperio mediante el Tratado de Verdún (843). El poder de la dinastía entonces fue disminuyendo. La parte media, tras ser disgregada, se incorporó a la zona oriental. Los carolingios de la parte oriental se extinguieron con la muerte en 911 de Luis el Niño y en su lugar se estableció la dinastía sajona desde 919. Y la rama occidental de los carolingios se extinguió entre 888 y 987, y a partir de esa fecha se establecieron finalmente los Capetos en el trono de los francos.
Los sucesores de Carlomagno no pudieron combinar los elementos políticos y la costumbre germánica de dividir el territorio entre todos los hijos del soberano. El Imperio de Carlomagno se basaba sobre la lealtad de los condes que gobernaban las distintas regiones hacia su persona y en las riquezas que derivaban de las conquistas. Su sucesor afrontó tres guerras civiles originadas por sus hijos que debilitaron el poder central; con lo cual, el territorio que había constituido el imperio de Carlomagno se disgregó en menos de cinco décadas, en medio de las guerras intestinas y los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del feudalismo.
Durante años, la Dinastía Carolingia desarrolló un arte propio de gran influencia en Europa, pues el Imperio Carolingio fue centro de la política europea durante décadas (véase Arte carolingio). La cultura carolingia también gozó de gran prestigio, y los historiadores hablan de un verdadero «renacimiento carolingio», basado sobre la difusión cultural y sobre la enseñanza en las escuelas de la época. El estilo arquitectónico de la época, que era una forma del arte prerrománico, también se denomina «estilo carolingio».

Gobernantes

Mayordomos de Palacio carolingios

Reyes carolingios

Emperadores carolingios

Reyes de Francia Oriental (Alemania)

Reyes de Italia

Reyes de Lotaringia

Reyes de Francia Occidental

Reyes de Aquitania

Reyes de Borgoña

Otros soberanos



Los carolingios, que contaban con el apoyo eclesiástico. Eran a fin de cuentas unos usurpadores, trataron de legitimarse casándose con princesas Merovingias y continuaron con su reinado. Con Carlomagno llegaron a abarcar un imperio que se extendía por la totalidad de la Europa occidental y lo gobernaban al servicio de Roma. En 751 Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel y nieto de Pipino de Heristal se apodera del título real encerrando al último rey Merovingio en un monasterio gozando del acuerdo y apoyo del Papa Zacarías y la iglesia. comienza una política de expansión, tanto del reino franco como de la misma cristiandad. La expansión continúa con su hijo Carlomagno que intervendrá en Italia, Germania, al Andaluz… Llega a ser único detentor del poder temporal en toda la cristiandad. Es consagrado Emperador de los Romanos en el año 800, en Roma, por el Papa León III. Con Carlomagno, el Imperio conoce su poderío óptimo y una gran estabilidad interior. Pero contiene innumerables naciones diferentes. Por otra parte, las nuevas naciones cristianizadas han entrado bajo control de la iglesia por la fuerza y el terror, a menudo después de espantosas masacres. El equilibrio del reino depende de la autoridad y de la fuerte personalidad de su jefe. Pero se mantiene el sistema de reparto sucesoral. Carlomagno muere en el 814, dejando su reino a Luis el Piadoso su único hijo vivo. Este último concede una parte de la herencia a su hijo Carlos el Calvo. Pero este acto contrario a la ley franca abrirá una serie de querellas dinásticas que se prolongarán hasta el año 843. En 843, el tratado de Verdún divide el Imperio en tres reinos. El que es atribuido a Carlos el Calvo empieza a parecerse a la Francia actual. El sistema de gobierno de la casa Carolingia está basado en las fidelidades personales. El sistema de sucesión es el reparto entre todos los hijos del difunto. Estos dos elementos serán fundamentales para el nacimiento del feudalismo. Los reinos están troceados. Occidente es un mosaico de pequeños territorios que tienen cada cual su propia ley, la del señor feudal… Luis V el último rey Carolingio muere en 987. Hugues Capeto le sucede fundando la dinastía de los Capetos. Los reyes capetos son los fundadores del poder real en Francia, incluso son los fundadores de Francia. Comenzó a reinar por lo tanto, Pepino, el gordo, el padre de Charles Martel que nunca entro para arriba en el trono, sin embargo, sus descendientes habían buscado para casar los princesas Merovingeas, para tener la derecha al trono. Carlos Martel muerto en 741 y diez años mas tarde, el Pepino III era rey coronado de francos. Utilizado por el papa que usó su autoridad basada en la “donación de Constantino” que ocurrió en el 312 D.C., cuando Constantino donó oficialmente al obispo de Roma, sus símbolos imperiales y las exenciones, consultando poder al emperador al obispo vicario del titulo de Cristo. De acuerdo con este documento, el obispo de Roma ejercería en la cristiandad la autoridad secular suprema, mas allá del espiritual. Él seria, en verdad un emperador del Papa que haria uso cuando el deseo de la corona imperial, pudiendo delegar su potencia. El otro posseia las palabras a través de Cristo, el derecho de crear o colocar a los reyes. De la donación de Constantino deriba el poder del Vaticano en temas seculares. En el último, el Pepino III hizo un pacto con la iglesia. La iglesia y la Monarquía, en el siglo Vlll D.C. El imperio de Occidente había desaparecido, los bárbaros conquistaron Roma y constituyeron diversos reinos, dentro del antiguo territorio Imperial. Existía en ese momento tres grandes regiones en Europa. La zona al este del río Rin, dominada por tribus germánicas. Al Oeste del mismo río, se encontraba el reino de los francos Y al sur, los Ostrogodos primero y después los Bizantinos y Lombardos, gobernaban la zona del mediterráneo. El reino mas importante fue el de los francos y la dinastía reinante era de los Merovingios, llamados así por el héroe de la mitología pagana: “ Meroveo”. Quien estableció esta dinastía fue Clovis l. ( 481- 511 D.C.). Como la mayoría de los descendientes de Clovis l fueron mujeres u hombres débiles mentales, el poder real fue usurpado por los cortesanos. Los Carolingios. El pueblo germánico conquistó la Galia durante los siglos V y VI, y acabó por imponerle su nombre. La dinastía de los carolingios y la de los capetos entre los cuales el rey Felipe el Hermoso destructor de la Orden del Temple, no eran legítimas. Con la muerte de Dagoberto y sus descendientes la dinastía Merovingia llegó a su fin en apariencia y comenzó la de los mayordomos de palacio: Durante la octava década el siglo Vll, una familia de aristócratas provenientes de la parte oriental del reino, dominó el panorama político. Fueron llamados los Carolingios. Su representante más famoso, fue Carlos Martel, Mayordomo del palacio en la época de los últimos Merovingios. Hijo de Pipino II, su obra parecía llamada a desaparecer ya que sus hijos legítimos habían fallecido y su viuda Plectruda pretendía gobernar el país en nombre de sus nietos menores de edad. Pipino el Breve: Mayordomo de palacio y rey de los francos, hijo de Carlos Martel. Su padre poco antes de morir, repartió el reino entre Pipino y su hermano Callomans quienes tuvieron que enfrentar a su otro hermano. Este mayordomo hizo varias cosas importantes, encerró al rey Childerico III, con esto termina la Merovingia y comienza la carolingia. También logra el reconocimiento de la iglesia, le otorga tierras que serán llamadas tierras papales. En la actualidad es el Vaticano. A la muerte de Pipino el breve deja su poder a Carloman, muere también, y en su lugar queda Carlo que más tarde va a ser conocido como Carlo Magno. En esa época, se presenta un fenómeno particular. Inglaterra había caído en el oscurantismo y la barbarie después del retiro de las legiones romanas en 425 D.C. Sin embargo, como hecho inexplicable, en Irlanda hecha raíces el cristianismo (en el siglo Vll, por el apostolado de predicadores del continente y de Constantinopla). En un tiempo en el que el intelecto decaía dramáticamente, fue Irlanda quien por espacio de dos siglos proveyó de pensadores y eruditos, a todo el mundo cristiano. Y volviendo al Mediterráneo. La doctrina de la autoridad papal, fue formulada en 730 D.C., como consecuencia de la controversia Iconoclasta en Constantinopla. En ese tiempo, el emperador prohibió la veneración de pinturas religiosas y por espacio de 2 siglos, lucharon ferozmente los griegos bizantinos sobre ese tema. En esta lucha se polarizó el poder civil contra el religioso en el imperio Oriental. Para apoyar sus palabras, ordenó al rey de los francos “Carlos Martel “, que fuese a Italia, expulsara a los Lombardos, y le brindara protección contra el emperador Bizantino. Carlos puso oídos sordos a los mandatos del papa. Parece ser que Gregorio ll, no tenía una noción muy clara de las realidades políticas de la época. los bizantinos son expulsados en 750 D.C. y el papado se emancipa del tutelaje del Imperio Romano de Oriente, siendo el momento más trascendental de la historia medieval. Quedan frente a frente en Europa el poder de la Monarquía de los Francos y el poder del papado. Ambos se disputan la hegemonía de Europa. Hasta ese momento, los conflictos entre ambos poderes se limitaban a las investiduras y temas de herejía religiosa. Ahora por primera vez, el papado incursiona directamente en el gobierno civil. El pensamiento político religioso de esta época, se centraba en tres temas: El concepto de la autoridad papal, La doctrina de la monarquía teocrática y El gobierno imperial. El siguiente papa, Sacarías l, fue mas afortunado. Cuando Pipino lll hereda la regencia en 751, se presentó la oportunidad de oro. Recordemos que los regentes de ese reino, eran usurpadores del poder. Que aún vivían los legítimos reyes Merovingios, quienes conservaban la investidura real, según las costumbres de los francos. Pipino y Sacarías encontraron una solución común a sus problemas. Pipino necesitaba del reconocimiento de la iglesia, para obtener la investidura real. El papa necesitaba del poder militar de los francos, para consolidar su reinado temporal. La cosa no estaba fácil. Los francos eran muy apegados a sus tradiciones y coronar a Pipino suponía destruir la dinastía merovingia. Pero se podía arreglar. Por otra parte, el que el papa manejase a su antojo la voluntad política de los soberanos de Europa, mediante el concepto de la supremacía del poder religioso sobre el temporal, tenía sus obstáculos. Por un lado, estaban las palabras de Jesucristo: “Mi reino no es de este mundo”. Además, los lombardos no se irían de Italia tan fácilmente. Y lo peor, el imperio Bizantino había recobrado algo de su vigor, las flotas griegas navegaban libremente por el mediterráneo y el emperador de Oriente no tenía mucho sentido del humor. Para lograr esto último, se requería implementar el concepto de: “la monarquía teocrática. “ Para ello hacía falta cierta fundamentación filosófica, que en ese momento no existía. Pero se podía arreglar.
El Golpe. Lo más sencillo era la investidura de Pipino. Fue hecha de acuerdo a la ley canónica, mediante un rito muy elaborado. San Bonifacio, fue comisionado por el papa, como su representante en esa ceremonia. Pipino fue ungido en aceite y coronado. Se le dio título de: Patricio Romano, Protector de los Romanos. Mientras tanto, el último de los Merovingios, fue enviado prisionero a un convento. Pero la parte mas complicada, era darle a ese convenio, permanencia y trascendencia histórica. Y desde luego, que sentase precedente para casos futuros. Era imprescindible que el pontífice adquiriera el poder de poder consagrar a los reyes y en contrapartida, el poder destronarlos en caso de así convenir. La supremacía del poder espiritual sobre el temporal, debía consolidarse permanentemente. Para darle fundamentación legal y filosófica a la nueva relación Iglesia y Estado, El papa entregó a Pipino, un antiguo documento, que databa del siglo lV denominado “La donación de Constantino.” El documento se basa en la leyenda de san Silvestre, que aparece en la “ historia de los francos” de Gregorio de Tours, escrita en Italia en el siglo V. Según este relato, el papa Silvestre l, había curado a Constantino de la lepra. En agradecimiento, el emperador había hecho a Silvestre, no solo el jefe de todos los sacerdotes de Roma, sino que había renunciado a su título imperial, en favor de Silvestre. Como una muestra de respeto hacia Silvestre, el emperador condujo a pié, el caballo que montaba el pontífice. El generoso papa restituyó a Constantino su título y la corona imperial. Sin embargo, Constantino dejó Roma, Italia y todo el Imperio occidental, en manos del papa. Viajó a Oriente, donde fundó su imperio Bizantino. Al poco tiempo, el papa Sacarías muere y es electo Esteban ll. Quien sigue con las negociaciones, quizá ajeno a la trama urdida por sus antecesores. Pipino, cumplió su parte del convenio. Invadió Italia en 754 D.C., Expulsó a los lombardos de la ciudad de Ravena y le entregó al papa el dominio de la ciudad. En contra de las protestas del emperador bizantino, que la consideraba como suya. Antes de volver a Francia en 756 d.C., visitó piadosamente la tumba de san Pedro, y ahí depositó el documento original de la donación de Constantino. Los estados papales habían sido creados, y perdurarían así, más de mil años. La donación de Constantino, había rendido excelentes frutos a la jerarquía. Solo había un problema. El documento era más falso que una moneda de cartón.

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