jueves, 8 de diciembre de 2016

Gramática española

El loísmo es una peculiaridad de ciertos dialectos del español que consiste en la sustitución del pronombre personal "le" (que representa generalmente al objeto indirecto) por "lo" (que se reserva, en dialectos no loístas, para el objeto directo). 1 Desde el punto de vista del español normativo la Real Academia Española condenó el loísmo en 1874 [cita requerida] y lo considera un vulgarismo.
Algunos autores usan el término loísmo para referirse al uso de lo como complemento directo, es decir, a la variante mayoritaria; este uso extraño del término puede crear confusión. 1
Ejemplos de loísmo:
  • Cuando recojo a los niños del colegio, los llevo la merienda. 1
  • Para arreglar esos trajes, hay que sacarlos el bajo. 1
  • ¿Qué lo preocupa? (al coronel)


Uso normativo

A veces cambia el significado de las frases: Cuando un loísta dice "Lo pegué", un no-loísta entiende que "la cosa" referida fue pegada (con un adhesivo) y no "golpeada"—que es lo que el loísta quería decir.
La lengua castellana mantiene la antigua declinación latina y uso de los casos latinos en los pronombres personales, a pesar de la evolución de la lengua castellana hacia la eliminación total de los casos latinos, reflejo que tienen algunas personas en la tendencia a suprimir la diferencia de funciones entre el complemento directo y complemento indirecto por medio del género.
Esto se traduce en el uso de "lo" y "los" en función de complemento (objeto) indirecto; cuando el referente es del género masculino en vez de "le" y "les". Se produce por paralelismo con el laísmo: "la" y "las" para el género femenino; "lo" y "los" para el género masculino. El loísmo es un fenómeno paralelo al laísmo y al leísmo pero mucho menos habitual, puesto que las entidades a las que según la norma laísta/leísta refiere el pronombre "lo" raramente toman el papel semántico habitualmente asignado al objeto indirecto. Un ejemplo sería "a lo que dijiste "lo" pude haber dado más relevancia, pero no lo hice".
El "le" indirecto es ambiguo; para quitar la ambigüedad se utiliza un segundo pronombre con preposición: "Dale un beso, a ella (a él)".

Variantes similares

En ciertos territorios bilingües se dan variantes parecidas al loísmo:
  • En el territorio andino de PerúBolivia y el noroeste de Argentina por el contacto del español con el quechua y el aimara, los hablantes indígenas experimentan problemas en el aprendizaje del español. Por eso, en esas zonas previamente mencionadas, los hablantes emplean lo como complemento directo sin distinguir género ni número. No lo conozco a sus primos3
  • En varias zonas en el norte de España en las que el español viene en contacto con el dialecto asturleonés oriental, se observa variación en el sistema pronominal. En el territorio central y oriental de Asturias y en una parte de Cantabria, los hablantes emplean lo cuando el antecedente es un sustantivo no contable y también si el sustantivo es femenino. La leche lo cuajan para hacer queso.








El mismismo es un vicio gramatical que consiste en el empleo indebido del adjetivo mismo como pronombre anafórico de una frase, es decir, como referencia a un enunciado anterior en ésta. Ejemplos de mismismo son los siguientes:
  • Debe rellenar estos impresos y depositar los mismos en esta ventanilla
  • Ahora podrán ver nuestro plan de pensiones y las ventajas del mismo
  • Nos referimos al contenido de su carta y a las consecuencias de la misma
  • Criticó al término de la asamblea las irregularidades que se habían producido durante el desarrollo de la misma

Corrección

El mismismo es completamente innecesario y desaconsejable; y si bien parece un modo de adornar o hacer elegante una frase, es preferible hacerla sucinta y concisa eliminando la palabra mismo, o reemplazándola por un pronombre o un posesivo, sin que esto cause pérdida de significado o de contenido. Por ejemplo, las oraciones anteriores se pueden corregir así:
  • Debe rellenar estos impresos y depositarlos en esta ventanilla
  • Ahora podrán ver nuestro plan de pensiones y sus ventajas
  • Nos referimos al contenido de su carta y a sus consecuencias
  • Criticó al término de la asamblea las irregularidades que se habían producido durante el desarrollo de ésta







perífrasis verbal o frase verbal a un tipo de perífrasis compuesta de al menos dos formas verbales: una forma finita llamada auxiliar y otra forma o "verbo principal", frecuentemente no finita, llamada verboide. Además es frecuente que entre las dos exista algún tipo de nexo o adposición. Las perífrasis son, por tanto, construcciones sintácticas de dos o más verbos que semánticamente expresan matices de aspecto o modalidad de la acción verbal que no acoge la conjugación regular y que generalmente no pueden expresar formas sintéticas más simples.
En el español hay unas ciento cuarenta perífrasis; las estadísticamente más usadas son ir a + infinitivo, estar + gerundio, poder + infinitivo, deber + inf., deber de + inf., tener que + inf. y haber de +inf.

Introducción, ejemplos y modos de uso

Una perífrasis verbal es una secuencia sintáctica formada por un auxiliar y algunas formas verbales adicionales que le dan el significado léxico. En esta secuencia el "auxiliar" funciona como núcleo sintáctico del sintagma de tiempo.1 El "verbo principal" es una forma no personal, también llamada verboide, ya sea infinitivogerundio o participio, actúa como núcleo sintáctico de un sintagma verbal. Al ser el "verboide" el núcleo del sintagma verbal es quien rige los complementos de la expresión y determina en mayor medida el significado de la perífrasis verbal.
La mayor parte de las perífrasis unen ambos verbos con un nexo; si este existe, suele ser una preposición o conjunción, como en he devolver o tengo que marchar, aunque también existen perífrasis verbales sin ese nexo, como estar + gerundio, deber + infinitivo o poder + infinitivo.
En castellano existen unas cuarenta perífrasis verbales del tipo (verbo auxiliar) + (preposición o conjunción) + (infinitivo, gerundio o participio).

Clases de perífrasis verbales

El sistema perifrástico de cada lengua permite aportar matices de aspecto o de modo verbales que la conjugación ordinaria no es capaz de precisar o matizar. El aspecto es el tiempo interior de la acción o la fase de su desarrollo interno que se subraya o destaca; el modo, la forma en que se ve implicado el sujeto en la acción o la intención psicológica dominante de este ante ella.
La conjugación regular del castellano, por ejemplo, acoge los aspectos perfecto o perfectivo (acción acabada) e imperfecto o imperfectivo (acción inacabada), y los modos indicativo (modo de lo real u objetivo), subjuntivo (modo de lo irreal o subjetivo) e imperativo (modo del mandato o el ruego); sin embargo, no acoge los matices aspectuales de la inminencia, el comienzo, el desarrollo, la interrupción, la reanudación, la consecución, la terminación, el resultado, la repetición, la habitualidad, la retrospección y la prospección; las perífrasis verbales aspectuales aportan esos matices de aspecto. También existen perífrasis verbales de modo o modales que matizan psicológicamente la acción otorgándole apariencia de posibilidad, probabilidad, capacidad y obligación objetiva o subjetiva.

Perífrasis verbales en español

La perífrasis está constituida por un verbo conjugado y uno no conjugado.
  • La forma conjugada transmite información morfológica: persona, número, modo, tiempo, aspecto. Es el verbo auxiliar.
  • La forma no conjugada, no finita o verboidal da el significado del evento y organiza los complementos, los adjuntos y el sujeto.

Estructura simplificada

Son construcciones verbales que están compuestas por dos verbos, uno está conjugado y el otro en forma no personal. Tras unirse en un solo verbo modifican el aspecto y añaden matices al verbo en forma no personal de la perífrasis. El verbo conjugado suele carecer de información semántica al sufrir un proceso de gramaticalización.
Las posibles estructuras de los distintos tipos de perífrasis son:
Verbo conjugado + (nexo "que, de, por, ...": tan solo en caso de que le siga un infinitivo) + verbo en infinitivo/en participio/en gerundio
Algunos ejemplos:
Perífrasis de infinitivo
  • Tener que / deber / + estudiar
  • Soler leer
Perífrasis de participio
  • llevar leído
Perífrasis de gerundio
  • permanecer corriendo

Verbos auxiliares

Aportan modificaciones de índole gramatical: tiempo, modo o aspecto. Carece de estructura argumental. No pueden ser modificados por adjuntos (* Ayer Juan debía salir hoy de viaje). No puede ser negado independientemente del verbo principal (* no vas a no cantar)
  • El único verbo plenamente auxiliar es soler.
  • Los verbos con usos auxiliares pueden perder su significado original o mantenerlo. Hay una diferencia gradual en la conservación del significado original. Esto depende de la gramaticalización del verbo, cuanto más gramaticalización, menos significado original mantendrá.
  • Hay que salir (obligación). Este matiz está dado por toda la construcción. El significado de ‘hay’ en [hay que salir] difiere del de [hay pan] (existencial)
  • Terminó por entrar. Hay un resabio de la idea de finitud del verbo terminar como en terminó por trabajar.
  • Empezó a jugar. El verbo auxiliar presenta un significado muy próximo al de empezar en construcciones no perisfrásticas.
Propia de Hispanoamérica es la perífrasis «tener + gerundio», equivalente a la castellana «llevo + gerundio»: «Tengo viviendo allí diez años», «tengo varios años trabajando en esta empresa», y al habla coloquial de México, Centroamérica, Río de la Plata y área andina pertenecen expresiones como «me vive repitiendo que...», «mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle».

Formas verbales atemporales

Imponen la estructura argumental
Participio, infinitivo o gerundio. Puede haber una preposición en el medio.
  • Participio
a. invariable – de tiempo compuesto: siempre flexiona con /-o/ en la perífrasis con haber + participioella ha salidoél ha pintado , "él ha corrido"
b. pasiva - variable en género y número en la perífrasis con ser + participioella es pintada por...es comprendido por
c. frase verbal con participio: te tengo dicho que te calles
  • Infinitivo
/-ar/, /-er/, /-ir/: suele salirpuede lloverva a cantar
  • Gerundio
él está comprendiendoestá lloviendolleva mirándola dos horas

Estrategias de identificación

  1. Conmutación léxica. Reemplazo del lexema verboide por otro del mismo subtipo.
    Sofía ha salido → Sofía ha dejado el lugar.
    El manifestante fue detenido → El manifestante fue encerrado
    Alicia suele salir → Alicia suele pasear
    Él está comprendiendo → Él está entendiendo
  2. Las perífrasis no admiten conmutación estructural. La conmutación estructural es el reemplazo de una palabra por una construcción con otra conexión. Mediante este cambio el significado se vuelve inaceptable o cambia totalmente. Hay dos tipos de conmutaciones estructurales:
    1. construcción con que
    2. cambio de verboide por otra clase de palabra (el auxiliar deja de serlo)
    Ella ha salido → 1. * Ella ha que sale 2. * Ella ha salidora
    Suele pasear → 1. * Suele que pasea 2. * Suele paseo
    El manifestante fue detenido → 1. * El manifestante fue que detenido 2. [El manifestante fue simpático]  cambia significado
    Él está comprendiendo → 1. * Él está que comprendiendo 2. Él está comprensivo – [Él está así]  cambia significado ‘estar’
  3. Las perífrasis con verboide transitivo admiten derivación en pasiva. Se confirman los distintos grados de gramaticalización de los auxiliares: hay ciertas formas que presentan cierta inaceptabilidad por su escaso uso, por ejemplo la pasivización del gerundio.
    Alicia ha pintado la pared → La pared ha sido pintada por Alicia
    Alicia suele comprender la lección → La lección suele ser comprendida por Alicia
    Él está comprendiendo la lección → La lección está siendo comprendida por él
  4. No admiten la coordinación entre el auxiliar y el verboide
    • Alicia ha pintado la pared => * Alicia ha y pinta
    • Alicia suele comprender la lección => * Suele y comprender
    • Él está comprendiendo la lección => * Está y comprendiendo
  5. No puede haber intercalaciones entre el auxiliar y el verboide. Aunque en el lenguaje hablado suceda este fenómeno. Cuanto más alta la gramaticalización, menor el grado de intercalación. Esto nos informa respecto del grado de densidad semántica entre el auxiliar y el verboide.
    • Alicia ha pintado la pared => * Alicia ha evidentemente pintado la pared
    • Alicia suele comprender la lección => Alicia suele naturalmente comprender la lección
    • Él está comprendiendo la lección => * Él está claramente comprendiendo la lección
  6. No es posible la pronominalización enclítica en segunda posición
    • Le ha dicho => * Ha díchole

Lista de perífrasis verbales del castellano (criterio semántico)

Las lenguas románicas se hallan lejos de expresar los múltiples matices aspectuales y modales del sistema verbal árabe, pero no le van en zaga mediante el recurso a las perífrasis verbales para lograr una precisión semejante o igual.
Entre las perífrasis aspectuales (cómo es vista la acción por el hablante; resaltan una fase del desarrollo de la acción verbal), se tienen:
  • las aspectuales ingresivas indican una acción que está a punto de empezar (estoy a punto de/voy a estudiar)
  • las aspectuales incoativas indican una acción que empieza en el momento que se dice (empiezo a estudiar);
  • las aspectuales durativas indican una acción que se está desarrollando (estoy estudiando);
  • las aspectuales egresivas indican una acción acabada (paro/ceso/dejo de estudiar);
  • las aspectuales reanudativas retoman la acción interrumpida (sigo estudiando)
  • las aspectuales terminativas señalan el punto justo de conclusión de una acción (acabo/concluyo/termino de estudiar)
  • las aspectuales resultativas consideran la acción como resultado: (tengo estudiado)
  • las aspectuales habituales o consuetudinarias repiten la acción varias veces (suelo estudiar)
  • las aspectuales reiterativas repiten la acción una vez (vuelvo a estudiar)
  • las aspectuales durativas retrospectivas retoman una acción desde el pasado y la hacen continuar en el presente: (llevo/vengo estudiando)
  • las aspectuales durativas prospectivas arrancan la acción desde el presente y la prolongan hacia el futuro: (yo voy leyendo y tú vas copiando)
Entre las perífrasis modales (actitud del hablante ante la acción) del castellano destacan:
  • las perífrasis modales de obligación (tengo que estudiardebe estudiarhay que estudiarhe de estudiar). La obligación puede ser absoluta o relativa a su vez.
  • las perífrasis modales de posibilidad (puedo estudiar)
  • las perífrasis modales de probabilidad (debe de estudiar)

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