jueves, 8 de diciembre de 2016

Gramática española

Los sustantivos que comienzan con a tónica o ha tónica y tienen género femenino modifican el artículo la que en principio les correspondería, por el:
Ejemplos: el hada, el agua, el águila, el hacha, el asca, etc.
El resto de las palabras que puedan tener delante no modifican su género, es decir es incorrecto decir: *este águila (en vez de esta águila), todo el agua* (en vez de toda el agua), *feo hacha (en vez de fea hacha), *pequeño asca (en vez de pequeña asca), etc.
Tampoco cambiarían el artículo en el plurallas aguas.
Con un/una, pueden valer las dos cosas, es decir se puede decir una agua y un agua, ya que algunos lingüistaslos consideran artículos y otros no. Para algunos lingüistas también se deberían incluir aquí: algún, ningún, etc [cita requerida].
No obstante, no todas las palabras de este grupo modifican el artículo. Los nombres propios de personas o lugares concretos no varían el artículo: ejemplos: La Hayala Álvarez o la Ángela (en la oración: ¿Conoces a la Ángela que vive en mi bloque?, por ejemplo), pero el África Negra. Ni los nombres de letras:la hache, la a
Tampoco los sustantivos que sirvan para designar ambos sexos deben modificar el artículo: la árabela ácrata o la árbitro (esta palabra sería un buen ejemplo para explicar la norma, ya que el árbitra, cambia el artículo).







El «quesuismo»1 es un fenómeno lingüístico del idioma español, propio del habla informal, que consiste en emplear la secuencia «que su» (el pronombre relativo con el posesivo), en lugar del relativo «cuyo», «cuya», «cuyos» o «cuyas» (derivado del latín cuius), por ejemplo: «el chico que su padre es médico» por «el chico cuyo padre es médico».
Normativamente, el relativo «que» debe desempeñar funciones nominales y no quedar desfuncionalizado como en esta construcción. El fenómeno hoy es un rasgo propio del lenguaje coloquial, pero no era infrecuente en el castellano antiguo. Se explica porque «cuyo» es un relativo posesivo, por lo que se sustituye por un segmento (que + su, o también que + el, la, etc.) que contenga ambos valores, el de relativo con «que», más el de posesivo con «su» (o «el», «la»).
No obstante, hay que recordar que la secuencia «que su» no siempre constituye quesuismo: «Este es el libro que su amigo me dio», principalmente cuando «que» funciona como conjunción: «Me dijo que su coche estaba averiado».
El normativismo en el idioma español no acepta el quesuismo, por lo tanto se considera que es incorrecto y debe evitarse en el habla y escritura cultas, según la Real Academia Española. El quesuismo se debe, probablemente, a que los hablantes perciben el uso del relativo «cuyo» demasiado formal en el habla, ya que en la lengua hablada actual no es de uso frecuente.







El queísmo es la omisión de una preposición, sobre todo de, cuando precede a que en oraciones subordinadas.
Ejemplos son las frases:
  • Es hora que me escuchen (título de un libro de Eduardo Duhalde, ex presidente de la Argentina, en vez de Es hora de que me escuchen).
  • Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas).
  • No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de que habías venido).
  • Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo).
  • Intentaré convencerte que siempre te amé (de una canción de Antonio Orozco, en vez de Intentaré convencerte de que siempre te amé).
  • Estoy segura que esta vez (de una canción de Paulina Rubio, en vez de Estoy segura de que esta vez).
  • Antes que vuelva a caer (título de una canción de Eruca Sativa, en vez de Antes de que vuelva a caer).
La Real Academia lo considera un empleo indebido, aunque es una simplificación muy habitual en el lenguaje coloquial tanto en España como en América. Desde el punto de vista normativo, se considera un error diametralmente opuesto al dequeísmo, y a veces se considera una ultracorrección de este fenómeno gramatical.
Para las personas que hablen español como lengua primera, he aquí algunas formas de saber si la opción normativa obliga a utilizar o no la preposición de (u otra):
  • Sustituir toda la oración subordinada por eso. Ejemplo: Estoy seguro de (que vienes) → Estoy seguro de eso. En cambio, Estoy seguro eso no tendría sentido.
  • Pasarla a interrogativo sustituyendo la oración subordinada por qué. En el ejemplo anterior, ¿De qué estoy seguro?, pero no ¿Qué estoy seguro?
Para quienes aprendan castellano como lengua extranjera hay listas de verbos y de las preposiciones con las que van para memorizar.








Usted es un pronombre personal de segunda persona del singular, que en la oración desempeña la función de sujeto y de complemento con preposición; por ejemplo: - Ha hecho usted muy buen trabajo.- Usted está a tiempo.

Etimología

Se estima fruto de la contracción de vuestra merced, un tratamiento o título de cortesía que se usaba antiguamente con aquellos que no tenían renombre o grado por donde se les debieran otros tratamientos superiores. Así, vuestra merced evolucionaría hacia vusted (aunque la palabra equivalente catalana, vostè, con la que claramente está emparentada, parecería sugerir una evolución a partir de vos). A partir de este vusted surgió usted. La forma antigua persiste en la abreviatura de usted: Vd.

Paradigma verbal

  • Normalmente se emplea como tratamiento de cortesía, respeto o distanciamiento, pero en Costa Rica y ciertos lugares de Colombia es apto en el trato entre amigos o familiares como forma cordial.
  • Sus formas verbales son las de tercera persona singular, (puede usted sentarse).
  • Su plural es "ustedes", que en Hispanoamérica y en algunas zonas de España (Andalucía Occidental y Canarias) cumple la función de segunda persona del plural, mientras que en el centro y norte de España así como en Guinea Ecuatorial se emplea la forma "vosotros" en el trato cotidiano con conjugaciones particulares, reservando "ustedes" para el tratamiento respetuoso. En el archipiélago de Chiloé(Chile), "ustedes" y sus conjugaciones se emplean como forma de tratamiento cortés para una persona.
  • En la escritura se abrevia Ud. o Vd. o Uds.

Fenómeno lingüístico

En el acento gocho de Venezuela puede distinguirse su utilización marcada. Se abandona por completo el , el voseo y el vuestra merced. No tiene un ápice de respeto implícito por parte del hablante, pues se utiliza constantemente. Igualmente en Bogotá, Colombia.

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