martes, 13 de febrero de 2018

POESÍA POR AUTOR

BALTASAR DEL ALCÁZAR

En el baile
de Baltasar del Alcázar 

Entraron en una danza
doña Constanza y don Juan:
cayó, danzando, el galán,
pero no doña Constanza.
De la gente cortesana
que lo vio, quedó juzgado
que don Juan era pesado;
doña Constanza, liviana.




A Job el diablo tentó  con tanta solicitud,  que los bienes, la salud  y los hijos le quitó.  Más no pudiendo vencer  su virtud, por inquietarle,  trató de desesperarle  y le dejó... la mujer. 
No es delito contra el Papa
que os riáis, señor Centeno;
pero no tengo por bueno
que se ría vuestra capa.
y si ropero que os fíe
otra capa no tenéis,
mejor será que lloréis,
cuando la capa se ríe.



La nariz de Clara de Baltasar del Alcázar
Tu nariz, hermana Clara, ya vemos visiblemente que parte desde la frente: no hay quien sepa dónde para. Más puesto que no haya quien, por derivación se saca que una cosa tan bellaca no puede parar en bien.
Los ojos de Ana de Baltasar del Alcázar
Bellos ojos tienes, Ana,
mas, ¿por qué a mi parecer
se inclina el mundo a tener
por más bellos los de Juana?
Haz que te preste los tuyos,
y álzate después con ellos,
que no es bien que ojos tan bellos
se diga que no son tuyos.



Los ojos de Elvira de Baltasar del Alcázar
Hiere la hermosa Elvira
cuantos mira,
porque sus ojos son flechas,
que al corazón van derechas,
como al blanco donde tira;

mas luego, por buen respeto
los cura y sana en efecto,
como le caigan a lance;
no hay quien el secreto alcance,
porque los cura en secreto.



Preso de amores de Baltasar del Alcázar 
Tres cosas me tienen preso de amores el corazón, la bella Inés, el jamón y berenjenas con queso. Esta Inés (amantes) es quien tuvo en mí tal poder, que me hizo aborrecer todo lo que no era Inés. Trájome un año sin seso, hasta que en una ocasión me dio a merendar jamón y berenjenas con queso. Fue de Inés la primer palma, pero ya júzgase mal entre todos ellos cuál tiene más parte en mi alma. En gusto, medida y peso no le hallo distinción, ya quiero Inés, ya jamón, ya berenjenas con queso. Alega Inés su beldad, el jamón que es de Aracena, el queso y berenjena la española antigüedad. Y está tan fiel en el peso que juzgado sin pasión todo es uno, Inés, jamón, y berenjenas con queso. A lo menos este trato de estos mis nuevos amores, hará que Inés sus favores, me los venda más barato. Pues tendrá por contrapeso si no hiciere razón, una lonja de jamón y berenjenas con queso.

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