Marina con el embarque de San Pablo es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 34 cm de alto y 42 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre cobre. Data de 1654 y se encuentra en la Birmingham City Museum and Art Gallery, en Birmingham(West Midlands), en el Reino Unido.
Historia[editar]
Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Esta obra fue realizada para el caballero romano Carlo Cardelli (1626-1662), un gran coleccionista de arte para el que pintó también el Paisaje con la adoración del becerro de oro (1653, Staatliche Kunsthalle, Karlsruhe) y el Paisaje con Jacob, Labán y sus hijas (1654, National Trust, Petworth House, Petworth, West Sussex).2
El cuadro fue vendido con el título erróneo de Embarque de santa Paula en 1686, en la subasta londinense Gibbons & Walton. Fue propiedad del marqués de Lansdowne hasta 1806; luego fue propiedad Williams-Wynn hasta 1947, y Crompton hasta 1962.2
Figura en el Liber Veritatis, un cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras para evitar las falsificaciones, con el número 132.2
Descripción[editar]
Este paisaje pertenece al período de madurez del artista. A partir de 1650 deriva hacia un estilo más sereno, de corte más clásico, con una influencia más acusada de Domenichino. Adquiere un carácter más escenográfico, con una composición más compleja y elaborada, el paisaje se inspira cada vez más en la campiña romana y emplea tamaños más monumentales.3
El tema representado corresponde a uno de los episodios finales de la vida de san Pablo, narrado en los Hechos de los Apóstoles (27, 1-12): tras su apresamiento en Jerusalén es juzgado por el Sanedrín y entregado a las autoridades romanas. Pablo apela entonces al César, por lo que es enviado a Roma, en un azaroso viaje que dura varios meses. Según los Hechos de los Apóstoles, zarparon de Cesarea y fueron recalando en Sidón, Chipre, Cilicia, Panfilia, Licia, Cnido y Lasea, donde se detuvieron debido al mal tiempo. Pablo aconsejó invernar allí, pero el oficial romano que lo conducía y el piloto del barco decidieron dirigirse a la bahía cretense de Fenice. Este es el momento retratado en el cuadro, narrado en los Hechos 27, 12: «además, cuando el viento del sur sopló suavemente, pensaron que podía darse por realizado su propósito, y levaron anclas y fueron costeando a Creta cerca de la orilla».4
En el cuadro aparece san Pablo en la parte inferior del lienzo, junto al oficial romano y el piloto, que se dirigen a una barca para llevarlos al barco que les espera. En el lado inferior izquierdo hay varios personajes más, ocupados en sus quehaceres o charlando entre ellos. En el lado izquierdo se alzan dos grandes columnas de orden corintio, que parecen corresponder a un edificio en ruinas. Tras estas columnas hay dos barcos fondeados. En la parte centro-derecha hay una isla en la que se yerguen unos altos y majestuosos árboles, frente a la cual hay una barca con pasajeros. A la derecha de la isla hay un barco y, tras ella, se alzan los mástiles de otro. En la parte centro-izquierda destaca la presencia del sol, un fúlgido sol del amanecer que se refleja en el mar; de este reflejo parte un rayo de luz que apunta directamente a san Pablo.
La composición de esta obra es similar a otros dos cuadros anteriores de Claudio, Marina con el embarque de santa Paula (1650, Museo del Louvre, París) y Marina con el desembarque de Eneas en el Lacio (1650, Museo Pushkin, Moscú).2
De esta obra existen dos dibujos preparatorios, conservados en el Museo Bonnat de Bayona y en el Plymouth City Museum and Art Gallery, en Plymouth.
Paisaje campestre con el puente Milvio, también conocido como Paisaje con pastores, es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 75 cm de alto y 97 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Data de 1645 y se encuentra en el City Museum and Art Gallery de Birmingham.
Historia y descripción[editar]
Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Este paisaje fue un encargo de un mecenas parisino del que se desconoce el nombre.2 Está firmado CLAUDIO ROM[...] 164[...].3
Esta obra pertenece al período de madurez del artista. Por entonces Claudio era uno de los más famosos paisajistas de Europa, honrado por soberanos como Urbano VIII y Felipe IV. En los años 1640 recibió la influencia de Rafael —a través de los grabados de Marcantonio Raimondi—, especialmente en las figuras,4 así como de Annibale Carracci y Domenichino, como se denota en sus obras Paisaje con San Jorge y el dragón(1643), Paisaje con Apolo custodiando los rebaños de Admeto y Mercurio robándoselos (1645) y Paisaje con Agar y el ángel (1646).5
El paisaje domina la casi totalidad de la composición, un escenario bucólico de la campiña al norte de Roma, surcada por el río Tíber. En primer término, en la parte inferior del cuadro, hay unos pastores con sus rebaños alrededor de un estanque. Uno de ellos toca una flauta y un perro parece bailar al son de la música. En segundo plano destaca en la izquierda un árbol de gran altura, tras el que se ven unas edificaciones de las que destaca una alta torre redonda, un motivo habitual en las obras de Lorena. En el lado derecho se ve el puente sobre el Tíber, frente al que navega una barca de pescadores. El puente Milvio (Pons Milvius en latín) fue construido en el siglo II a. C. y fue el escenario de la batalla en que el emperador Constantino I venció a Majencio (312). En esa batalla el emperador tuvo la visión de un crismón que le auguraba la victoria, junto a la frase in hoc signo vinces(«con este signo vencerás»), lo que le llevó a convertir el cristianismo en la religión oficial del Imperio romano.6
De esta obra existen dos dibujos preparatorios, conservados en el Museo del Louvre de París y en el British Museum de Londres.3
Esta obra figura en el Liber Veritatis (cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras, para evitar las falsificaciones) con el número 90.
Paisaje con Apolo custodiando los rebaños de Admeto y Mercurio robándoselos, también conocido simplemente como Paisaje con Apolo y Mercurio, es un cuadro realizado por el pintor francés del Barroco Claudio de Lorena. Mide 74 cm de alto y 98 cm de ancho, y está pintado al óleo sobre lienzo. Data de 1654 y se encuentra en Holkham Hall (Norfolk), residencia de Thomas Coke, primer conde de Leicester, quien lo adquirió en 1750.
Historia[editar]
Claudio de Lorena fue un pintor francés establecido en Italia. Perteneciente al período del arte Barroco, se enmarca en la corriente denominada clasicismo, dentro del cual destacó en la pintura de paisaje. En su obra reflejó un nuevo concepto en la elaboración del paisaje basándose en referentes clásicos —el denominado «paisaje ideal»—, que evidencia una concepción ideal de la naturaleza y del propio mundo interior del artista. Esta forma de tratar el paisaje le otorga un carácter más elaborado e intelectual y se convierte en el principal objeto de la creación del artista, la plasmación de su concepción del mundo, el intérprete de su poesía, que es evocadora de un espacio ideal, perfecto.1
Esta obra fue realizada para el caballero romano Francesco Alberini, según una inscripción en el Liber Veritatis, un cuaderno de dibujos donde Claudio dejaba constancia de todas sus obras para evitar las falsificaciones.2 Formaba pareja (pendant) con Marina con Baco y Ariadna (1656, Arnot Art Museum, Elmira, Nueva York).3
El cuadro fue comprado en 1750 por Thomas Coke, primer conde de Leicester, quien lo depositó en su residencia de Holkham Hall (Norfolk), donde aún permanece. Este aristócrata, nombrado director general de Correos en 1733, fue un gran coleccionista de arte italiano —viajó por Italia entre 1712 y 1718 en lo que entonces se llamaba el grand tour—, y reunió una gran cantidad de obras de arte en su residencia del condado de Norfolk. Entre otras obras, compró en 1717 un manuscrito de Leonardo Da Vinci conocido como el Códice Leicester, que fue comprado por Bill Gates en 1994 por 19 millones de libras esterlinas.4 En Holkham Hall hay otras obras de Lorena, como Paisaje con pastores (1630-1635), Paisaje con Argos custodiando a Ío (1644), Paisaje con el suplicio de Marsias (1645), Paisaje con pastores (1646), Paisaje con Ester entrando en el palacio de Asuero(1659), Paisaje con Herminia y los pastores (1666), Marina con Perseo y el origen del coral (1673) y Paisaje con el descanso durante la huida a Egipto (1676).5
El lienzo tiene trazas de una firma borrada y la inscripción Roma 1654.6 Figura en el Liber Veritatis con el número 135.7
Descripción[editar]
Este paisaje pertenece al período de madurez del artista. A partir de 1650 deriva hacia un estilo más sereno, de corte más clásico, con una influencia más acusada de Domenichino. Adquiere un carácter más escenográfico, con una composición más compleja y elaborada, el paisaje se inspira cada vez más en la campiña romana y emplea tamaños más monumentales.8
El tema representado es el robo de los rebaños de Apolo por parte de Mercurio. Según la mitología clásica, tras matar a los cíclopesApolo fue obligado por Júpiter a convertirse en pastor, por lo que se convirtió en custodio de los rebaños del rey Admeto. Sin embargo, en un descuido de Apolo, Mercurio, mensajero de los dioses, se los robó. Apolo no recuperó su lugar entre los dioses hasta que Júpiter ordenó a Mercurio que se los devolviera. Claudio pintó varios cuadros con este tema, entre los que destaca Paisaje con Apolo custodiando los rebaños de Admeto y Mercurio robándoselos (1645, Galería Doria-Pamphili, Roma).2
El paisaje domina la casi totalidad de la composición, una típica estampa de la campiña romana que solía representar Claudio en sus obras. El tema representado es un mero pretexto para situar figuras humanas en el paisaje plasmado por Lorena, que era su verdadero interés, algo usual en su producción pictórica. En primer término, en la parte inferior del cuadro, aparece Apolo tocando el violín, junto a varias reses esparcidas por el campo. Tras él hay un puente que cruza un arroyo, sobre el que se encuentra Mercurio conduciendo los rebaños que ha robado a Apolo. En el centro se yerguen unos altos y majestuosos árboles, tras los que se vislumbra una ciudad de arquitectura clásica. Más al fondo y a la derecha se ve un río tras el que se alzan unas montañas, con el cielo al fondo surcado de nubes.9
Como anécdota cabe notar que a los pies de Apolo se encuentra una lira, un instrumento musical que inventó Mercurio para ofrecérselo a Apolo como prenda de paz tras robarle los rebaños. Sin embargo, su presencia en el momento en que Mercurio roba los rebaños es anacrónica y muestra el poco interés que para Claudio tenía la representación de personas y objetos, centrado siempre en el paisaje.10
Algunos detalles de la composición son similares a otra obra de Claudio realizada ese mismo año, Paisaje con Jacob, Labán y sus hijas (Petworth House, Petworth, West Sussex).
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