sábado, 27 de junio de 2015

historia - conquistas

Conquista normanda de Inglaterra

Localización: El enfrentamiento decisivo en la conquista de Inglaterra tuvo lugar en la localidad de Hastings, situada al sur de Gran Bretaña, cerca del Canal de la Mancha que separaba la isla de Normandía.
El origen del conflicto fue la sucesión al trono anglosajón, al morir el rey inglés Eduardo del Confesor sin descendencia. Entre los numerosos pretendientes al trono estaba el Duque de Normandía, Guillermo, vasallo del rey de Francia y descendiente de vikingos daneses. Guillermo era sobrino de Eduardo y había sido nombrado sucesor, pero en el último momento, las intrigas en la corte habían hecho cambiar el testamento, poniendo el reino en manos de Harold, que contaba con grandes apoyos en el país.
Así, al ser nombrado rey en enero de 1066, se oponía frontalmente a Guillermo, que preparó una invasión toda regla con el apoyo de media Europa. Incluso el Papa le concedió su apoyo al descubrirse que Harold había roto un juramento de vasallaje que tenía para con Guillermo.
En Octubre de 1066 un ejército de normandos desembarca cerca de Dover para enfrentarse a Harold y así conseguir el trono de Inglaterra.
Harold acababa de presentar batalla a otro de los pretendientes al trono, el rey de Noruega, al que derrota en Septiembre. Enterado de la invasión por el sur, emprende una dura marcha para enfrentarse a Guillermo.
Ambos ejércitos se enfrentan cerca de la localidad de Hastings el día 14 de octubre de 1066.
El enfrentamiento es feroz, midiéndose dos formas opuesta de entender la guerra. Los anglosajones luchan a pie, con grandes escudos y hachas, mientras que los normandos luchan a caballo, cargando con largas lanzas y protegidos por los arqueros.
En un primer momento los caballeros de Guillermo no consiguen penetrar el poderoso muro de infantes, pero hábilmente los normando simulan la retirada y cuando los ingleses rompen sus filas para perseguirlos, vuelven a ser atacados rápidamente por la carga de la caballería, destrozando las líneas enemigas.
El propio rey Harold murió en la batalla, marcando así el fin de la cultura anglosajona de las islas.
Guillermo se hizo coronar nuevo rey en Londres el día de Navidad de ese mismo año, aunque tuvo que hacer frente a una persistente oposición, ya nada cambió, quedando unidos los destinos de Inglaterra y Francia durante 400 años, puesto que el rey de Inglaterra era vasallo del rey de Francia, algo que a la larga trajo muchos problemas.








Anglosajones y normandos de ascendencia danesa siguieron disputándose la hegemonía política sobre Inglaterra en la transición al siglo XI. Con Canuto el Grande la unificación del Mar del Norte se convirtió en una realidad pero desde su muerte en 1035 este Imperio entró en crisis. En 1043, los anglosajones eligieron a uno de los suyos,Eduardo el Confesor, bajo cuyo reinado (muere en 1066) la realeza inglesa vio declinar su prestigio. Frente a los peligros en las fronteras galesa o escocesa fueron los "earls" de la aristocracia anglosajona quienes hubieron de organizar la defensa. 
A su muerte sin herederos directos varios candidatos se disputaron la herencia del Confesor: Haroldo Haardraade de Noruega; otro Haroldo, "earl" de Wessex que fue aclamado como rey por los suyos; y Guillermo el Bastardo, duque de Normandía que, a la postre, acabaría por ganar la partida. 
Con Guillermo el Conquistador se producirá la normandización de Inglaterra. Guillermo era hijo natural del duque de Normandía Roberto el Liberal (o el Diablo) y de Arleta, de una familia burguesa de Falaise. Su genio político empezó a despertarse cuando, después de una agitada minoridad, supo acabar con la turbulencia de los barones normandos derrotándolos en Vales-Dunes (1046) y devolviendo la paz al ducado. A partir de esa fecha, como ha escrito M. de Bouard, ningún príncipe contribuyó tanto como Guillermo a lo largo del siglo XI a la restauración del Estado. 
Bajo su férrea mano, en efecto, Normandía acabó siendo un Estado feudal modelo. Afortunadas campañas (contra los señores de Anjou, de Maine o la propia realeza Capeto) hicieron de este dominio un territorio respetado por sus vecinos. A lo largo de una veintena de años, Guillermo forjó en Normandía la estructura feudal que luego aplicaría en Inglaterra. Su ejército, bien pertrechado y disciplinado, sería conocido en todo el Occidente por su capacidad de combate y su cohesión. Paralelamente a la sociedad civil, la Iglesia de Normandía se erigió en una estructura perfecta: entre 1035 y 1066 una veintena de abadías (alguna tan prestigiosa como Bec) entraron en la vía de la reforma. 
Normandía fue, así, el banco en el que se pusieron a prueba los instrumentos de gobierno aplicados a Inglaterra después de 1066. El 25 de septiembre de este año, Haroldo de Wessex derrotaba en Stamfordbridge a un contingente noruego desembarcado en Northumbria. No pudo hacer lo mismo con el abigarrado ejército que Guillermo de Normandía había trasladado a las costas meridionales de Inglaterra. En Hastings, el afortunado duque normando obtuvo una resonante victoria que costó la vida a Haroldo. 
Guillermo, protegido por el asentimiento papal, se hizo proclamar solemnemente rey en Westminster. A lo largo de veinte años, hasta el momento mismo de su muerte, Guillermo (ya el Conquistador) vivió a caballo entre su reino y su ducado. En repetidas ocasiones hubo de someter rebeliones sajonas que le permitieron acelerar el proceso de normandización de Inglaterra e incluso (1072) recoger el juramento de fidelidad del rey Malcolm de Escocia
Inglaterra conoció una remodelación institucional en la que se fundieron elementos tanto del pasado político anglosajón como del presente normando. La vieja casta dirigente sajona fue, en buena medida, suplantada por el elemento normando vencedor. La propia Iglesia inglesa conoció, desde el sínodo de Winchester de 1070, la celosa política reformadora de Lanfranco, amigo y consejero de Guillermo y antiguo abad del monasterio de san Esteban de Caen. 
Se calcula que hacia 1085 entre los señores de alto rango laicos no habría más de dos de ascendencia anglosajona; todos los obispados, salvo dos, habían sido ocupados por normandos y de las veinte abadías inglesas de mayor renombre sólo tres estaban regidas por abades anglosajones. En relación con la feudalidad laica, Guillermo el Conquistador había repartido, a partir de 1066, un enorme botín territorial del que se hicieron beneficiarios sus compañeros de victoria. Los feudos, por lo general, eran de discreta extensión; en ningún caso podían compararse al enorme patrimonio (una séptima parte de la riqueza territorial) que el monarca se había reservado a título de dominio real. Frente a la feudalidad vertical del continente, Guillermo impuso en Inglaterra una feudalidad "horizontal", reproducción de la de su ducado normando. 
Un ultimo gesto caracteriza el meticuloso espíritu organizador de Guillermo: una gigantesca encuesta realizada por un ejército de pesquisidores a fin de verificar cuál era la riqueza real del país. Condado por condado y aldea por aldea se fue registrando cuál era la naturaleza de cada uno de los dominios, quiénes sus poseedores, cuántos eran sus habitantes y cuál su categoría jurídica y, en definitiva, cuánto rentaba en total. El resultado de estas investigaciones se depositó en la Tesorería real de Winchester y a nivel popular pronto se le conoció como el "Domesday Book" o Libro del Juicio Final. 
A la muerte de Guillermo I resulto difícil mantener la unión personal del reino de Inglaterra, que pasó al primogénito Guillermo II el Rojo, y de Normandía que fue retenida por el segundogénito Roberto Courteheuse. 
El nuevo monarca inglés no fue popular entre los suyos y, además, se granjeó la enemistad de la Iglesia cuya cabeza, el brillante teólogo Anselmo de Canterbury, se exilió en Italia. La misteriosa muerte del soberano en 1100 hizo volver las aguas a su cauce. Enrique Beauclerc, tercer hijo de Guillermo el Conquistador, fue reconocido como rey. 
Mucho más prudente que su predecesor, Enrique volvió a llamar a Anselmo y firmó un acuerdo con Roma (el llamado Concordato de Westminster) respetuoso con las libertades eclesiásticas. El proceso de centralización iniciado por Guillermo I fue proseguido. La política exterior de Enrique I obtuvo también ciertos éxitos: la influencia inglesa sobre Escocia se reforzó y Normandía, tras la derrota de Roberto Courteheuse en Tinchebrai (1106), se reintegró a la órbita de Londres. 
A la muerte de Enrique (1135) los barones ingleses prefirieron proclamar a Esteban de Blois -un nieto del Conquistador- antes que a la hija del fallecido, la princesa Matilde. 
Los historiadores ingleses hablan de la "anarquía bajo el rey Esteban" para definir sus casi veinte años de reinado. La carta de libertades que otorgó a los barones les dejó libres de la férula feudal a la que les había sometido el Conquistador. Matilde desembarcó en Inglaterra para hacer valer sus derechos pero no pudo defender su posición por faltarle el apoyo militar de su esposo, Godofredo de Anjou, preocupado a la sazón en incorporar Normandía a sus dominios. El desgobierno ingles había tenido ese curioso efecto: ampliar los estados de la casa de Anjou cuyo beneficiario había de ser Enrique, hijo de Godofredo y Matilde. En 1153, Esteban le reconoció como heredero. Al año siguiente Enrique II ascendía al trono ingles.

Hace casi mil años, una gran guerra se desató en las Isla Británicas. Tres reinos entraron en pugna, y la victoria de cualquiera de ellos cambiaría para siempre la historia inglesa: El recientemente coronado rey de Inglaterra, Harold Godwinson, los normandos, encabezados por el gran duque William, deseosos por expandir sus territorios, y los vikingos, bravos guerreros que invadirían Inglaterra bajo el mando de su rey, el gran Harold Hardraada.
Inglaterra, cuna del pueblo anglosajón, era un territorio próspero y fértil codiciado por numerosos reinos. El rey inglés Harold Godwinson temía una invasión normanda por el sur, a través del Canal de la Mancha. Por tal motivo decidió desplazar al grueso de su ejército a la costa sur de Inglaterra. Sin embargo, no sabía que a la par, el rey Harold Hardraada cruzaba el mar desde Noruega para desembarcar en el norte inglés.
Los vikingos llegaron con su poderosa flota a Scarborough, dando inicio a la invasión. Por la ausencia del rey de Inglaterra, que se encontraba en el sur, la nobleza local se hizo cargo de la defensa del reino, organizada cerca a la ciudad de York, la más importante del norte inglés. Así se libraría entonces la batalla de Fulford. Hardraada atrapó a los ingleses con un movimiento de pinza y destrozó a sus unidades, y así el norte de Inglaterra cayó en manos de los invasores. Sin embargo, la noticia llegó rápidamente al sur, y ahora Harold Godwinson se enfrentaba a una encrucijada. Decidió partir al norte, dejando al sur desprotegido, para enfrentar a los vikingos. Marchó rápidamente con su ejército, cubriendo 400 kilómetros en apenas cinco días, toda una hazaña para la época. Al llegar, plantó batalla a Hardraada en las cercanías de Stamford Bridge.
La batalla de Stamford Bridge significaría la victoria de las tropas inglesas y la destrucción del ejército vikingo, además de la pérdida de su rey, pues Harold Hardraada caería durante el combate contra los ingleses, muerto por una flecha en la garganta. Los noruegos se vieron obligados a regresar a su patria con grandes dificultades, como lo demuestra el hecho de que tras haber llegado con trescientas naves, tan sólo veinticuatro volvieron a Noruega. El norte inglés estaba nuevamente en manos de su rey, pero el peligro no había terminado.
Y es que durante la ausencia de Godwinson del sur, los normandos cruzaron el Canal de la Mancha y desembarcaron en Sussex. Así que Godwinson y su cansado ejército se pusieron nuevamente rumbo al sur, para enfrentar esta nueva amenaza contra su reino. Los siete mil soldados ingleses llegaron a Senlac Hill, para enfrentarse a ocho mil soldados normandos apoyados por caballería pesada, la fuerza de élite del duque Guillermo. Con ambas fuerzas frente a frente, se dio inicio a la batalla de Hastings, el 14 de octubre de 1066.
Tapiz de Bayeux - Conquista normanda de Inglaterra
En Hastings, Harold Godwinson fue derrotado y murió en el transcurso de la batalla, unos dicen que por una flecha en el ojo, otros sostienen que fue liquidado por un grupo de caballeros normandos. Más allá de este detalle, la derrota inglesa y la muerte de Godwinson hicieron que el duque Guillermo pasara a ser el nuevo rey de Inglaterra. El tapiz de Bayeux (en la imagen), elaborado posteriormente, narra mediante gráficos la campaña de los normandos en el suelo inglés, y rinde homenaje a quien sería conocido como el rey Guillermo I.


    La invasión anglosajonaDesde el siglo el siglo III, la Inglaterra romana venía sufriendo serias incursiones de los sajones que desvastaban las poblaciones costeras del Oeste antes de ser rechazadas. A finales del siglo IV, la mayor parte de las legiones habían partido hacia el Continente para reforzar la defensa de un imperio que daba sus últimas boqueadas en su parte occidental. Incluso cuando Estilicón pidió refuerzos para defender Roma de los ataques de Vándalos y Borgoñeses las legiones que acudieron estaban formadas en gran proporción por soldados celtas. Ante la progresiva falta de protección en que se iba encontrando la isla, a principios del siglo V, Britania fue invadida por los Pictios y Escotos del norte. Los Bretones , ante la avalancha, pidieron auxilio a los sajones del Continente, que una vez repelieron la agresión, y ante la debilidad que observaron en la defensa interna, convirtieron el auxilio inicial en una invasión en toda regla. Los Anglos y los Jutos también se sumaron a esta aventura e invadieron Britania.
    Los Sajones, procedentes de la región que se extiende entre el Elba y el Rin, se establecieron en la parte meridional del Támesis, en lo que serían más tarde los reinos de Wessex (Oeste), Essex (Este) y Sussex (Sur).
    Los Anglos procedían del territorio comprendido entre el Elba y la península de Jutlandia y se asentaron al norte de Essex (reino de East Anglia) en la región entre los ríos Humber y Firth of Forth ( reino de Northumbria) y también en la zona central al este de Gales (reino de Mercia).
    Los Jutos, menos numerosos y procedentes de Jutlandia se instalaron en Kent y en la isla de Wight (reino de Kent).
    Todos estos pueblos eran politeístas, hablaban la misma lengua y usaban las mismas armas. En el siglo VII, los siete reinos mencionados se había consolidado gracias a las frecuentes alianzas entre miembros de las distintas familias que habitaban cada región.
    -------------
    -----
    Arturo- Un rey de leyenda y mi monarca favorito
    La muerte del rey ArturoDe todas formas la conquista no fue fácil pues los britones/celtas opusieron durante mucho tiempo gran resistencia a la invasión; de esa época procede la leyenda del Rey Arturo que narra las gestas de Arturo y sus caballeros contra la invasión anglosajona. Los bretones no sometidos se refugiaron en las colinas del Oeste y serán sus descendientes los que junto a Irlandeses y Escoceses propaguen el cristianismo que bajo la dominación romana ya se había extendido, a finales del siglo IV, de Irlanda a Escocia por obra de San Columbano, enviado de la iglesia irlandesa. Los celtas también encontraron refugio en el Continente, estableciéndose en la Bretaña francesa, "La pequeña Britannia".
    Calzado sajón
    Los sajones eran hombres de temperamento vehemente "...de grandes cuerpos, tez blanca con grandes ojos azules y cabello rubio rojizo...". Sus mujeres eran castas y los SajónUna nena sajonamatrimonios puros. Hombres serios y leales, cuya principal afición era la guerra. Los nativos huían de los poblados ante su sola proximidad, pero los sajones, después del saqueo no querían habitar, por superstición, las ciudades conquistadas y construían sus viviendas en sus afueras. Se asentaban en comunidades de diez a treinta familias gobernadas por el "Thane", autoridad también encargada de recoger los impuestos. Entre estas comunidades se iban tejiendo alianzas que daban origen a unidades políticas más grandes que llegaron a configurar los siete reinos citados y más tarde el reino de Inglaterra.
    El Witan era el consejo de sabios que decidía la sucesión al trono en cada reino, siempre entre los miembros de una misma familia, pero el título de rey no era siempre hereditario.
    La Cruz del Rey ArturoLos reinos se dividían en "shires", de ahí el nombre de condados actuales como Yorkshire, Wilshire, Oxforshire, etc. que coinciden en extensión con los reinos de entonces. El "shire" se componía de "hundreds" o grupos de cien familias a cuyo frente estaba un "sheriff" o representante del rey; los "hundreds", a su vez, se descomponían en "tuns" (towns) o aldeas. Como es fácil entender, esta organización social se fue consolidando con el paso de los siglos.
    -----------
    ---
    La Tabla RedondaLa justicia era ejercida por una asamblea "El Tribunal del Shire". A cada hombre se le asignaba un valor económico. Cantidad que era recibida por él o su familia en caso de accidente o muerte (el principio asegurador había nacido). Este valor o cantidad era la misma que el asegurado debía pagar al rey en caso de tener que rescatar su vida. El precio de un noble era seis veces el de un hombre libre y su juramento también tenía seis veces más valor. Hecho de extrema importancia a la hora de resolver los pleitos en los que cada una de las partes en litigio debía aportar testigos que decidían el juicio en función del número de juramentos aportados por cada parte. A falta de testigos los encausados eran sometidos a curiosas El caballero Tristán en combate contra el sajón pruebas, como las del agua y el fuego. La del agua consistía en sumergir al juzgado, si el cuerpo se hundía a plomo significaba culpabilidad. La del fuego suponía aplicar un hierro candente en la mano o el cuerpo del acusado, si la herida sanaba en pocas días el hombre era absuelto.
    Los anglosajones siempre conservaron la predilección por resolver sus diferencias mediante las asambleas o comités locales, lejos de recurrir a las burocracias centrales; esta costumbre les salvó a lo largo de la historia de inútiles reyertas desintegradoras e incluso de guerras civiles.
    La religión
    Los sajones que invadieron Inglaterra tenían sus dioses. Thor, Odín, Freya, etc. que dieron nombre a los días de la semana, Thursday, Friday, vivían en el Walhalla, donde las Valkirias, vírgenes guerreras, transportaban los muertos en combate para introducirles en una nueva vida sobrenatural llena de placeres. Al Aquí fueron encontrados los restos del Rey Arturo principio se resistieron tercamente al cristianismo que ya se había extendido por el Continente. San Agustín, enviado por el Papa Gregorio el Grande que se sirvió de los monjes benedictinos para la conversión de Britania, fue el evangelizador que consiguió la conversión de Ethelberto de Kent (560-616) que fue el primer rey cristiano y santo sajón.
    La táctica empleada para la evangelización de Inglaterra se basaba en "...no se sube a saltos a la cima de la montaña, sino poco a poco, paso a paso". Se utilizaron los templos paganos, cambiando reliquias e iconos, y la catequesis comenzó por impartirse en primer lugar a las clases altas. Agustín y cuarenta monjes se instalaron en Canterbury, capital del condado de Kent, y, desde entonces, sede oficial de la Iglesia Romana en Bretaña; y Agustín recibió poderes del Papa para nombrar obispos. La  relación entre los bretones cristianos y los nuevos católicos romanos se hicieron cada vez más tirantes, hasta que los primeros rompieron su relación con Roma. Los primeros evangelizaban a las clases bajas y los segundos a las altas, prestando especial atención a las mujeres. Y así quedaron las cosas hasta que en el siglo VIII, Oswy, rey de Northumbria convertido al cristianismo por los Bretones cristianos, consiguió de nuevo la unificación de los ritos y toda Inglaterra formó parte de la Iglesia Romana.

    Desde la conversión de Ethelberto, el condado de Kent detentó una clara hegemonía política sobre los demás reinos, pero fue el rey Egberto (802-839) quien logró imponerse, convirtiéndose en el primer soberano inglés, precursor de la actual Isabel II. Pero esta situación se vio pronto amenazada por la masiva invasión Danesa.
    La literatura sajona
    Dragones de la  leyendaSu mejor representación es el Beowulf, adaptación a la ideología cristiana de la epopeya nórdica, que fue realizada por un monje inglés. La obra ha sido comparada con la Iliada de Homero, donde Hércules asume el papel de Aquiles, un Hércules que tiene mucho que ver con el Sigfrido teutón. Tanto en los poemas anglosajones como en los homéricos están representadas las edades heroicas, aquellas épocas en las que el hombre se hace más independiente de los clanes y familias. Las pasiones individuales prevalecen sobre las políticas y el héroe es un ser valeroso, fiel a unos ideales y capaz de realizar insólitas hazañas. Un tipo de personaje que da paso, entre los siglos X y XIII, a la figura del "Caballero".
    Las invasiones danesas.
    Las tribus paganas de Suecia, Noruega y Dinamarca apenas tuvieron contacto con la civilización romana, pero sin embargo habían visto sufrir a los sajones del Continente la influencia del cristianismo de tiempos de Carlomagno y asumieron que las naciones cristianas eran sus enemigos naturales. Esta fue una de las causas de las invasiones nórdicas que las naciones cristianas continentales venían sufriendo desde la caída del Imperio Romano, especialmente por parte de suecos y noruegos. Los Vikingos daneses comenzaron a invadir las islas británicas en el siglo VIII. Primero cayó Irlanda y después lo hicieron Northumbria, Mercia y Wessex. Durante los siglos IX y X se entabló una permanente lucha entre ingleses y daneses por el predominio en el resto de los reinos y, en cierta medida, también en los territorios ya conquistados.
    Los Daneses, aunque bárbaros, tenían leyes, dominaban la artesanía y disfrutaban de cierto desarrollo literario. Dominaban el mar a pesar de sus embarcaciones de poco calado y envergadura y eran grandes y temibles guerreros; sus relucientes y eficaces cotas de malla, el casco de acero y el excelente dominio del hacha de guerra, potenciaban su valor en la batalla. El inmediato efecto de las invasiones danesas sobre los anglosajones fue la creación de un ejército profesional, como mucho antes, desde la caída del Imperio Romano, había ocurrido en otras naciones continentales.
    A los soldados profesionales se les pagaba mediante la concesión de tierras y el oficio militar se convirtió en la profesión de una clase a la que los demás respetaban por suponerles protección permanente. Hasta entonces, todos los hombres debían defender sus territorios y las armas eran parte del ajuar familiar. La modernización del armamento fue también fundamental para la constitución del ejército profesional, ya que su coste no estaba al alcance de los que por todo equipamiento de guerra habían dispuesto de arco, flechas y espada. Como en el resto de Europa, la creación del ejército conllevó, como una necesidad, la aparición del feudalismo ya que el estado central no era lo suficientemente fuerte; aquel "ninguna tierra sin su señor" dio paso a un radical giro de la organización social. Por otro lado, las invasiones danesas hicieron disminuir drásticamente los enfrentamientos entre los reinos anglosajones y aunque el reinado de Egbert de Wessex se vio seriamente comprometido la oposición generalizada al invasor dio más tarde sus frutos.
    Los reyes anglosajones sabían hacer de su nobleza una aristocracia de servicio más que de nacimiento. El rey sajón no era un rey absoluto, ni la monarquía era hereditaria. El Witan, consejo de sabios, decidía con él o por él y el rey no era nada sin sus "Thanes", ni ellos sin él. La imagen del soberano justo, celebrando consejo para el bien de todos, era una imagen sólidamente impresa en los súbditos, y así ha quedado grabada en el espíritu inglés. Reyes providenciales, como Alfredo el Grande (871-899), han ido surgiendo a lo largo de la historia inglesa, cada vez que la institución parecía palidecer o los acontecimientos adversos lo requerían, reyes, como Eduardo I, Enrique VII o la reina Victoria, entre otros, fueron un buen ejemplo en la positiva historia de la monarquía inglesa.
    Alfredo el GrandeAlfredo el Grande (871-899), hijo del rey Aethelwulf, fue un rey casi legendario; educado en el fragor de los combates con los daneses, decían de él: "...tiene la energía de los de salud quebradiza que quieren ser fuertes". Alfredo se distinguió en la lucha contra el danés; el Witan lo eligió rey y después de sus primeros fracasos, en la lucha contra los invasores, se refugió en la Isla de Athelney. En esta isla se encontró enterrado, en el siglo XVIII, el famoso "Joyel de Alfredo", pieza de incalculable valor que hoy se exhibe en el museo de Oxford. Alfredo consiguió reunir un ejército entre los campesinos y llegó a acorralar a los daneses, consiguiendo su rendición. Guthrum, el rey danés, y veintinueve de sus jefes recibieron bautismo cristiano. A partir de entonces, los daneses quedaron dueños del Este y del Norte y Alfredo reinó al sur de la frontera entre Wessex y Danelaw.
    Sin la tenacidad de este hombre el destino de Inglaterra no hubiera sido el mismo; transformó el ejército, la justicia y la educación; creó una flota, fortificó ciudades y fundó grandes escuelas para los hijos de los nobles y de los hombres libres y ricos. Tradujo, el mismo, varias obras del latín, para poner la cultura al alcance de todos, y de su reinado proceden las primeras crónicas anglosajonas, en las que , a partir de entonces, quedaron reflejados los principales acontecimientos del reino. Logró liberar Wessex, Sussex y Kent, a oeste del río Lee, gracias a la firma del tratado de Wedmore, tras la derrota danesa de Edington (878). Sus sucesores conquistaron Marcia y Northumbria, y el rey Athelstan (925-940) volvió a ser rey de todas las Bretañas. Durante el largo intervalo de paz, se pudo reorganizar la cultura monástica, desmantelada por los daneses, y se produjo un gradual desarrollo de las tradiciones carolingias, influencia que se advierte en muchas iglesias, por el uso de la pilastra estriada y las ventanas abocinadas. En la pintura, el rápido desarrollo del realismo se prolongó hasta la edad media. Manuscritos y paramentos de altares fueron ejemplo para escultores, que trasladaron a sus bajorrelieves las figuras bizantinas de salterios y el motivo de los ángeles en los basamentos. Muchos de los trabajos realizados en aquella época son buena muestra de la estrecha relación entre artistas ingleses y alemanes y del gradual acercamiento a formas naturales en el arte.
    Pero la paz se vio interrumpida de nuevo. Un mal rey, Ethelred, tuvo que empezar a ceder ante la progresiva presión invasora de los daneses. A la muerte de su hijo y heredero, Edmundo de Ironside, el Witan decidió nombrar rey al hermano del rey de Dinamarca, Knut, un joven de 23 años que reinó como "Canuto el Grande". "Todo el país- dicen las crónicas- eligió a Knut y se sometió de buen grado al hombre, jefe del ejército danés, contra el que había luchado intentando resistir la invasión". Canuto  convocó, en 1018, una gran asamblea en la que concilió a ingleses y daneses, jurando respetar las leyes y tradiciones anglosajonas. Fue generoso con la Iglesia y llegó a peregrinar a Roma. Convertido al cristianismo, se volvió tan piadoso que colocó la corona sobre el altar mayor de la catedral de Winchester para demostrar que dios es el único rey. A la muerte de su hermano, el rey de Dinamarca, asumió la corona danesa, conquistó Noruega y llegó a recibir homenaje del rey de Escocia. A la muerte de su sucesor, Canuto Hardknud, en 1042, el Witan, ante la lucha por el trono, devolvió la corona a la dinastía sajona en la figura de Eduardo el Confesor (1042-1066).
    Catedral de Winchester, foto del siglo XIX Canterbury, grabado siglo XIX
    Vidriera de la Catedral de Winchester
    Guillermo el ConquistadorInterior de la Catedral de WinchesterEduardo, educado en Normandía, contrajo matrimonio, a pesar de su voto de castidad, con la hija de Godwin, duque de Normandía. Eduardo se rodeó de consejeros normandos y, entre ellos, eligió a Roberto de Jumieges como Arzobispo de Canterbury. Fue dispensado por el Papa de su voto de peregrinar a Roma a cambio de la construcción de la Abadía de Westminster; construyó en las cercanías su palacio y trasladó la corte desde Londres. Eduardo alcanzó, durante su reinado, una gran popularidad entre el pueblo. Fue el último rey anglosajón antes de la conquista normanda y el pueblo convirtió su memoria en el símbolo de la Inglaterra independiente.
    Tras su muerte, Harold II, cuñado de Eduardo, reinó escasos meses, pues Guillermo el Bastardo (más tarde, Guillermo el Conquistador), Duque de Normandía, invadió la isla para asegurar su pretendido derecho al trono, aspiración que hizo realidad tras su victoria en la batalla de Hastings (1066). Esto supuso para los ingleses una gran humillación al pasar a depender de los duques normandos, y, para Harold, supuso el final de su breve reinado y de su vida.
    ------------
    Fragmento tapiz siglo XII.- Relata la Batalla de Hastings 
    Fragmento del tapiz del siglo XII en el que se detalla la Batalla de Hastings
    ------
    Castillo de Rochester- Construido por Guillermo el Conquistador Catedral de Rochester
    No obstante, el concepto germánico de monarquía electiva fue conservado, pues el derecho de elección concernía a la nación y, en su nombre, al Witan, consejo de nobles y prelados; aunque, de hecho, la transmisión de la corona se hizo prácticamente hereditaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario