viernes, 9 de diciembre de 2016

CUADROS POR AUTOR

Cuadros de Joaquín Sorolla


Santa en oración es una obra de Joaquín Sororolla y Bastida pintada al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 78 x 61 cm. Está datado, según firma, en el año 1888 y actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid.

Historia

Santa en oración es pintado en 1888, durante la estancia de Sorolla en Italia y en los inicios de su matrimonio con Clotilde donde tuvieron que enfrentarse a sus primeros problemas juntos. Por eso no es de extrañar el apego sentimental que sentían por la pequeña obra la cual les acompañará a lo largo de su vida. Prueba de ello es que el cuadro aparece en numerosas fotografías del estudio del pintor, colocado en lugar preferente e incluso en algunos retratos que realiza y que lo incluye como decoración de fondo.1
El cuadro sería adquirido finalmente por el Museo del Prado en 1993.1

Descripción y características

En la obra se aprecia a una mujer santa, de perfil, situada sobre un suntuoso fondo dorado con decoraciones geométricas de clara inspiración alto-medieval. Sorolla le concede tanta importancia al fondo que casi parece cederle el protagonismo de la obra. Es destacable el juego que hace Sorolla entre las formas geométricas, los círculos de la pared, los del traje, la aureola de la cabeza y los cuadrados y líneas rectas de la decoración de la pared, todo ello perfectamente equilibrado con la figura de la mujer. Se cree que para algunas de las decoraciones, como los cuadrados de la pared o algunos círculos del vestido, Sorolla empleó plantillas.1
También, como contrapunto a la representación plana del fondo dorado, el maestro valenciano incluye elementos de gran plasticidad como la capucha, la túnica, los almohadones o los lirios que la mujer sostiene en su regazo.
Se ha tratado de identificar a la mujer con alguna santa en concreto, pero la iconografía representada (el libro en las manos, la cruz en el pecho, los lirios) no son concluyentes para relacionarla con ninguna. Se ha llegado a referirse a ella como "Virgen en oración", pero el colgante de la cruz elimina la posibilidad de que se trate de la representación de una virgen. Hay también quienes la identifican con Santa Clotilde, pero principalmente por motivos sentimentales.






Trata de blancas es una obra del pintor español Joaquín Sorolla, quien la ejecutó en 1894 y firmó en 1895,1 donde se aborda el tema de la prostitución desde una perspectiva conmiseradora.2 Se encuadra dentro de aquellas pinturas que Sorolla realizó por las exigencias de los certámenes de la época, en los cuales se popularizó el tema del realismo social.1
Está ejecutada al óleo sobre lienzo y mide 166.5 centímetros de alto por 195 cm de ancho. Pertenece al Museo Sorolla, aunque ha sido expuesta en otras galerías de arte, como el Museo del Prado.3 Asimismo, fue exhibida en Buenos Aires en 1898.

Análisis del cuadro

En el cuadro aparecen representadas un grupo de mujeres vestidas a modo de campesinas con mantillas y pañuelos en sus cabezas que semejan estar dormitando, a excepción de la anciana de negro que las acompaña, la cual permanece despierta y vigilante. Con el angosto espacio que se refleja en el cuadro, el pintor trata de simbolizar la imposibilidad de huir del destino. Sin embargo, la alusión a la prostitución se hace de una manera velada, revelándose una gran piedad por parte del autor de cara al tema.5
La pintura fue objeto de críticas positivas y negativas, aunque destacaron especialmente estas últimas entre los ultramoralistas católicos del momento. Algunos de estos se quejaron de que un pintor tan sobresaliente como era Sorolla hubiese «manchado su hermoso y brillante pincel con el hollín de los lupanares», tachando a la obra de indecorosa junto con otras de temática parecida.
Trata sorolla.jpg





Triste Herencia es un cuadro del pintor español Joaquín Sorollaque fue realizado en el año 1899. Se trata de una obra de grandes dimensiones en la que se representa una escena tomada al natural de la playa del Cabañal de la ciudad de Valencia (España), en la que se ven diferentes niños afectos de varios tipos de incapacidad que se disponen a tomar un baño en el mar como medida terapéutica para combatir sus problemas de salud.
Destaca la figura central de uno de los niños que se mueve con dificultad apoyado en unas muletas en el que pueden apreciarse las secuelas de poliomielitis, enfermedad por entonces muy frecuente y que producía graves afectaciones del aparato locomotor. Un religioso de la orden de San Juan de Dios vigila atentamente a los pequeños. La obra pertenece a la primera época del pintor en la que trató varios temas de interés social.
Este cuadro se presentó a la la Exposición Universal de París del año 1900, y fue premiado con el Grand Prix. En 1901 obtuvo la Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes (España). Fue adquirido en 1981 por Bancaja a la Iglesia de la Asunción de Nueva York.

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