miércoles, 14 de diciembre de 2016

Evangelios - los canónicos

Evangelio de Mateo

La Comisión de los Doce Apóstoles es un episodio de la vida de Jesús que aparece en los tres evangelios sinópticosMateo 10:1-4Marcos 3:13-19 y Lucas 6:12-16, pero no en el Evangelio de Juan. Tiene que ver con la selección inicial de los Doce Apóstoles, entre los discípulos de Jesús.12
De acuerdo con el Evangelio de Lucas:
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.
Lucas 6:12-16
En el Evangelio de Mateo, este episodio tiene lugar poco antes del milagro del hombre con la mano seca. En el Evangelio de Marcos y de Lucas aparece poco después de ese milagro.3
Esta comisión de los apóstoles se lleva a cabo antes de la crucifixión de Jesús, mientras que la Gran Comisiónde Mateo 28:16-20 tiene lugar después de la resurrección de Jesús.


Eleccion de los doce apostoles:
CAPITULO 10.1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda flaqueza. 2 Y los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo; 4 Simón el cananeo y Judas Iscariote, que también le entregó.

Mision de los doce:
CAPITULO 10.5 A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis; 6 Mas id antes a las ovejas perdidas de la Casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 9 No proveáis oro, ni plata, ni dinero en vuestras bolsas; 10 ni alforja para el camino; ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento. 11 Mas en cualquier ciudad, o aldea donde entréis, buscad con diligencia quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis. 12 Y entrando en la casa, saludadla. 13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15 De cierto os digo, que el castigo será más tolerable a la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que a aquella ciudad.

Persecuciones venideras:
CAPITULO 10.16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán; 18 Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles. 19 Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar. 20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. 21 Y el hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. 22 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 23 Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre. 24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?

A quien se debe temer:
CAPITULO 10.26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en luz; y lo que oís al oído, predicadlo desde los terrados. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el quemadero. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

Confesar a Jesus delante de los hombres:
CAPITULO 10.32 Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

Jesus causa de division:
CAPITULO 10.34 No penséis que he venido para meter paz en la tierra; no he venido para meter paz, sino espada. 35 Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra. 36 Y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37 El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. 38 Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.

Recompensas:
CAPITULO 10.40 El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 El que recibe profeta en nombre de profeta, salario de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, salario de justo recibirá. 42 Y cualquiera que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su salario.
CAPITULO 11.1 Y fue, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.












El efecto Mateo es la denominación sociológica de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama, simplificado por la frase «el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre». Aunque se atribuye el uso de este término por primera vez al sociólogo Robert K. Merton en un artículo publicado en 1968 en Science,1 su uso se ha extendido a otras disciplinas como la economía, la psicología y la educación, en las cuales se refiere tanto a bienes materiales, como el dinero, como a los valores inmateriales como la confianza o el prestigio social.2 El término tiene su origen en la cita del Mateo:2
Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.


Sociología

En sociología, se atribuye el uso de este término por primera vez a Robert K. Merton en un artículo publicado en Science,1 y hace referencia a la perversión del Principio de No Autoridad; principio fundamental que afirma que la importancia y relevancia de una determinada afirmación, teoría o trabajo científico es independiente de la importancia, relevancia o estatus de su autor. Este proceso estocástico es conocido como Conexión preferencial.

Educación

En educación, el término fue adoptado, por entre otros, Keith Stanovichpsicólogo con labor investigadora en desórdenes en la lectura y escritura. Stanovich empleó el término para describir el fenómeno detectado en los trabajos para descubrir cómo los lectores adquirimos la habilidad para leer: aprendizajes prematuros con éxitos tempranos en habilidades lectoras generalmente dan lugar a posteriores logros en lectura a lo largo del crecimiento; mientras que fracasos en el aprendizaje de la lectura antes del tercer o cuarto año de escolarización pueden ser indicativos de problemas que se mantendrán a lo largo de la vida, en el aprendizaje de nuevas habilidades lectoras.
Esto se produce porque los niños que fracasan en lectura, leen menos, aumentando la brecha entre ellos y sus compañeros. Posteriormente, cuando los estudiantes necesitan «leer para aprender» (dado que hasta entonces ellos han estado "aprendiendo a leer") sus dificultades lectoras generan problemas con la mayoría de las otras materias a aprender. En este sentido, van quedando más y más relegados a las peores calificaciones escolares, dando lugar a una mayor tasa de abandono escolar3
En educación de adultos este término describe la distribución poblacional del aprendizaje de adultos. En este caso se refiere al fenómeno por el que los adultos que tienen los más elevados niveles de educación primaria son más propensos a continuar con sus procesos de formación y aprendizaje, mientras que aquellos con los más bajos niveles de educación primaria tienen una menor tendencia a continuar con estudios reglados superiores.
Atendiendo a las expectativas previas, el efecto Mateo tiene relación con el efecto Pigmalión, descrito por Rosenthal y Jacobsen (1968),2aunque este último hace referencia sólo al efecto de dichas expectativas previas sobre la percepción del rendimiento en la docencia.

En otros ámbitos

En literatura, artes, industria cinematográfica o ciencias, el efecto Mateo puede observarse en la mayor estimación o reconocimiento personal que reciben los escritores, artistas, cineastas o científicos que ya son prestigiosos frente a otros menos conocidos.
Quienes han publicado o expuesto anteriormente sus trabajos, además de más fama, publicidad o atención, consiguen con mayor facilidad fondos económicos.4 Con estos mayores medios les es más fácil continuar su actividad o acometer proyectos de mayor envergadura.
Así, los factores de mayor fama y más medios disponibles dan lugar a un efecto muliplicador, o espiral creciente del «efecto Mateo». Su prestigio previo facilita ya de por si que revistas científicas de primer orden, salas de exposiciones, editoriales, distribuidoras de cine, etc., publiquen o expongan sus trabajos. Los mayores o mejores medios a su disposición facilitan además una mayor y mejor capacidad de producción, que hará más probable que sean publicados, expuestos y publicitados, y que aumentará circularmente la fama y el prestigio de sus creadores.
Interpretándolo en sentido inverso, se produce la conocida como ley de Stigler.5
En muchas ocasiones los hallazgos científicos no reciben el nombre de los que los descubrieron en primer lugar
según el cual os trabajos o descubrimientos de los autores poco afamados, aunque sean de un nivel equivalente o superior a los de los afamados, pueden quedar en el completo olvido a no ser que alguien más prestigioso los saque posteriormente a la luz, a veces incluso atribuyéndoselos falsamente.
Debido a la combinación del efecto Mateo y la ley de Stigler, los autores afamados previamente, obtienen más fama personal que los no famosos por sus obras o descubrimientos; sus trabajos obtienen más repercusión, citas, difusión, impacto mediático, publicidad o ventas; consiguen más fondos, patrocinadores o medios para continuar con su actividad; y además es posible que reciban indebidamente el reconocimiento por trabajos o creaciones que no les son propias, o sólo tengan el mérito por alguna pequeña mejora o modificación respecto a la obra o descubrimiento de un autor más anónimo. 

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